lunes, 1 de noviembre de 2010

Dinero. Carta de un suicida.


Ficha: Dinero. Carta de un suicida, autor Martin Amis, editorial Anagrama, 349 páginas.


De nuevo me encuentro con otra obra de Martin Amis tras la lectura y posterior comentario de La Información novela que consiguió que me reconciliara con este escritor tras mi intento infructuoso, por el momento, de tragarme "Campos de Londres".

Elegí esta obra de Amis al azar, hojeando el centenar, o quizás sean dos, centenares de libros almacenados en mi e-book... y una vez que comencé su lectura no pude parar hasta llegar a la última página, no es que me la leyera de un tirón sino más bien que ya no pude dedicar tiempo a leer otra cosa. En estos momentos necesitaba un libro que me hiciese reir... y bueno, este lo ha conseguido.

"Dinero. Carta de un suicida", nos remite a los primeros años ochenta, la obra se publicó en 1.984, y a la vida de un adinerado director publicitario londinense, John Self. Este es uno de los más exagerados y estrambóticos personajes que he visto descritos nunca... si pensaba que tras mi lectura de La Conjura de los necios y la figura de Ignatius O'Reilly no encontraría nunca nada parecido ... pues bien, me equivoqué, John Self merece un lugar de honor en el más extravagante bestiario de la literatura de todos los tiempos.

John vive una vida aparentemente de ensueño... mimado por la fortuna y poseedor de un enorme saldo en su cuenta bancaria se dedica a producir anuncios publicitarios y en su tiempo libre beber como un desesperado, irse de putas, drogarse, armar broncas y consumir pornografía. En su mundo solo existe una cosa, el dinero, con ese rasero lo mide todo y a todos, a su alrededor no hay relaciones humanas solo intereses comerciales. Incluso su novia, Selina, se dedica a sablearle descaradamente y en contrapartida él la trata como a la puta que es, de hecho eso es precisamente lo que le "pone". En su estrecho mundo no hay espacio para más, sorprende que siga todavía vivo tras una vida de tantos excesos... una licencia literaria de Amis evidentemente porque ningún ser humano puede aguantar lo que este tio se bebe sin reventar.

John es un bribón de mucho cuidado, un vividor impenitente, un obseso del dinero y de todo lo que este puede comprar... que en su caso se limita al alcohol y al sexo. Ahora se embarca en un proyecto verdaderamente grande, el rodaje de su primera película... las mil y una peripecias, entre divertidas y penosas, que vivirá entre vuelo y vuelo Londres-Nueva York, entre borrachera y borrachera, ataques de cuernos, visitas al médico y otras cosas demasiado fuertes como para comentarlas aquí consumen la mayor parte de la novela. Impagables y maravillosas sus disertaciones sobre la vida y sobre todo lo que pasa por su mente enferma y consumida por el materialismo más brutal aunque también provista de una lucidez, otra licencia del autor, impresionante.

Divertidas también son la galería de personajes disparatados que Amis hace desfilar por sus páginas que darán pie a míl y una situaciones cómicas. Si en "La Información" era el mundo literario el blanco principal del sarcasmo y la crítica, en "Dinero" tenemos al mundo del cine y toda la parafernalia que le rodea con actores que se creen dioses, estrellas venidas a menos, gente que empieza y que carece del más mínimo escrúpulo... toda una visión divertida y mordaz de la industria del cine donde posiblemente Amis ha tenido que exager menos cara a la comicidad.

"Hoy en día, Carburton, Linex & Self es, para mí, otra sala de espera. ¡Qué lugar! Tendrían ustedes que ver la cantidad de dinero que nos pagamos los unos a los otros, lo poco que trabajamos, y lo tontos y subnormales que somos."




El estilo.

Martin es un genio, a veces no es fácil seguir su forma de contar cosas... pero en esta novela está impresionante, JAMAS... y subrayo la palabra jamás me había encontrado con una obra que destilara tanto genio concentrado, cientos de descripciones del tiempo de la ciudad, de la vida que solo parecen haber sido concebidas para esta novela, mil sorpresas en cada recodo de la narración, una maestría a la hora de crear imágenes que es para quitarse el sombrero. ¿Sarcasmo? ¿humor corrosivo? ... habría que inventar una nueva palabra en el diccionario, de "vitriólico" me atrevería a calificar su estilo y su sentido del humor en esta obra.


"En verano, Londres se convierte en un anciano de mal aliento. Si prestas atención puedes llegar a oír los silbidos de cansancio que emiten sus pulmones. Feo Londres. Hasta su nombre suena a agotamiento."


Posee también un estilo único, ágil, de frases cortas y certeras, a veces incluso hirientes... que no dan respiro al lector, es muy complicado encontrar una novela con un despliegue de frases tan inolvidables como las que tiene esta. Eso si... como se puede intuir por lo dicho ya esta no es una novela para pusilánimes ni meapilas... esos que se vayan a leer otras cosas, la escatología, las palabras malsonantes y la crueldad de Amis en su disección de las debilidades humanas no tiene límites. Olvidaos de esa puñetera mierda llamada "politicamente correcto", aquí no hay nada de eso, Amis no se la coge con papel de fumar y al menos en los años ochenta le traía sin cuidado a quien podía ofender.

"Pedí finamente otra copa, y giré en mi taburete. Si Spunk pretendía ponerme nervioso al citarme en este local, se había equivocado de largo. Con toda la pandilla de maricas diesel, toros homosexuales, artistas del strip-tease, travestís y amantes del dinero que suelen rodearme en mi trabajo, la anormalidad ya no me inquieta. El mundo vacila. ¿Quién es normal? ¿Lo es alguno de ustedes? ¿Lo es Martina Twain?... Miré hacia uno y otro lado: las caras, los hombros, las manos. En cuanto a mí, carezco por completo de historial maricón. Carezco de pasado maricón. Pero, hoy en día, ¿quién sabe? Quizá tengo un gran futuro maricón. Es posible que, como maricón, me aguarde un futuro triunfal."


El fondo.

John es el prototipo de nuevo rico, del habitante del barrio bajo que en un capricho de la fortuna ha ascendido en la escala social pero que aparte de su dinero no tiene nada más... ni educación, ni cultura, ni inteligencia ni nada de nada... poco a poco vamos dislumbrando sus motivos, su tremenda soledad y sus carencias afectivas, su desorientación ante la vida... para nada es alguien feliz ¿puede serlo alguien con tendencias autodestructivas tan intensas?. Llevado del materialismo más extremo John pasa por la vida como un muerto viviente, cuando tiene tiempo libre no sabe que hacer, salvo emborracharse, liar broncas, consumir pornografía y hundirse un poco más en sus miserias.

Lejos de resultar repulsivo conforme avanza la novela va mutando en un ser cada vez más desvalido y digno de lástima, está atrapado en una vida que no quiere vivir y arrastrado por unos instintos que no sabe dominar... es la carrera cuesta abajo de un camión de la basura sin frenos. Para su desgracia las personas que le rodean, que en general no hacen otra cosa que aprovecharse de él, no son mejores... incluso su relación con Martina Twain, único ser humano decente, al menos en apariencia, de la novela también muestra más adelante su verdadero rostro... No diré más para no reventar el argumento, tan solo que el final es feliz, o al menos carece de la tragedia que se anuncia desde las primeras líneas.


Lo mejor: Una historia llena de humor, violento, corrosivo y brutal, pero humor al fin y al cabo, que arrancará más de una risa del lector que se atreva a adentrarse en la misma. Muchas reflexiones también de hondo calado sobre la naturaleza humana y sus debilidades, algo hay de John Self en todos nosotros.

Lo peor: Que no se escriban más novelas como esta, que date de comienzos de los ochenta y que el tiempo en algunos aspectos la haya tratado tan mal. Llega un punto en que a base de repetir y exagerar las situaciones más grotescas la historia "mata el nervio" y pierde su gracia.