domingo, 6 de enero de 2013

Antimanual de filosofía


"A la sociedad no le interesa la libertad porque esta no engendra orden, coherencia social, agrupación provechosa, sino más bien la fragmentación de actividades, individualización y atomización social. La libertad provoca miedo, angustia: inquieta al individuo, que se encuentra frente a sí mismo, dudando, ante la posibilidad de elegir y experimentar así el peso de la responsabilidad; pero incomoda igualmente a la sociedad, que prefiere personajes integrados en el proyecto asignado a cada uno, antes que una multiplicidad de piezas interpretadas por pequeños grupos de individuos. "


Ficha: "Antimanual de filosofía", Michel Onfray, editorial Edaf, 349 páginas, ISBN: 978 84 414 1425 9

Michel Onfray es uno de mis filósofos favoritos, he comentado ya un par de libros suyos en este blog, "El sueño de Eichmann", un pequeño ensayo sobre Kant y la utilización de sus ideas por el nazismo en la figura de Eichmann y "La fuerza de existir", un ensayo sobre la particular versión del hedonismo de este filósofo cargado de notas autobiográficas. 

Onfray es un autor con el que el aburrimiento es imposible, puede gustar o no pero no hay duda de que es un hombre incapaz de hacer una obra estereotipada y del montón, al menos por lo que he podido leer y examinar un poco por encima. Este libro que aquí comento es, o mejor dicho fue, la culminación de una etapa, tal y como su autor lo comenta en uno de los vídeos que circulan por Youtube sobre su persona y su obra que se puede ver aquí con subtítulos en castellano.

En el tercer minuto de este vídeo Onfray se refiere a su labor como profesor de filosofía durante veinte años que culminó con la escritura y publicación de este libro, este "Antimanual de filosofía", en ese punto abandonó la docencia, al menos en el liceo, y se centró en su proyecto de las universidades populares fundando la Universidad Popular de Caen, una universidad gratuita y abierta a todo el mundo... sin ánimo de lucro además. Todo un proyecto idealista y comprometido por un hombre dispuesto a sacrificar su comodidad personal y la seguridad que le ofrecía el puesto de profesor en aras de un compromiso personal. Onfray es ante todo un pensador consecuente e íntegro, que no teme llamar las cosas por su nombre, que anda siempre a tortas con el "oficialismo" imperante en la enseñanza de la filosofía en Francia y que mantiene una particular guerra personal contra la banalización de la misma a través de obras para "Dummies" al estilo Lou Marinoff o la proliferación de los cafés filosóficos... para él la filosofía es un asunto muy serio y se engaña quien pretenda hacer algo en ese campo sin realizar un considerable esfuerzo. Su ejemplo ha sido secundado por otros grupos de profesores de filosofía y por lo visto han aparecido algunas más en Francia.

Este libro es en cierta forma un libro de despedida, aunque no fue concebido como tal cuando Onfray lo escribió. Es un libro que dedica a sus estudiantes, va dirigido a ellos, a aquellos que se han acercado a la filosofía a través de los estudios de secundaria y trata de ofrecerles una perspectiva diferente de la asignatura, de hacer que se interesen por la misma y además señalar la conexión que existe entre la filosofía y las grandes cuestiones del mundo, de la vida cotidiana, y de asuntos que en principio parecen completamente alejados de ese supuesto mundo de las ideas y elucubraciones metafísicas donde tantos ignorantes sitúan permanentemente a los filósofos.

El libro se estructura en tres grandes partes que tienen como tema principal la naturaleza humana, la convivencia entre los hombres y los límites del conocimiento. Tres grandes áreas temáticas, que intencionalmente relaciona con los tres trimestres de un curso de filosofía, y a su vez andan divididas en un número de "lecciones". No tengo por costumbre leer libros de texto pero este lo es, tal y como reza su título estamos ante un manual bastante completo que recoge las ideas más importantes sobre las que trata la filosofía, al menos aquellas que pueden tener una utilidad práctica. Es además toda una declaración de intenciones que pretende ser una introducción a esta disciplina del saber, toda una guía y una reseña que apunta a un extenso y a la vez selecto grupo de pensadores. Posee además un índice de lo más práctico donde se relacionan todos los filósofos citados, los temas y los párrafos de ejemplo. Onfray en cada capítulo realiza una disertación sobre el tema para pasar a continuación a ilustrarlo con una selección de textos de distintos autores, esta selección forma más de la mitad del libro de modo que tenemos un caso extremo del "corta y pega" completamente justificable ya que estamos ante un libro de texto... y la verdad es que se agradecen no solamente la selección escogida sino las brillantes y claras, habitualmente, exposiciones de los mismos.

Como manual, o antimanual, destinado a los estudiantes de bachillerato el autor hace gala de un estilo pedagógico, directo y sencillo... nunca cae en el extremo de un lenguaje excesivamente coloquial pero tampoco en uno excesivamente técnico, de hecho cuando emplea alguna palabra própia de la terminología filosófica no duda en explicar su significado para facilitar la lectura. Es por tanto un libro que funciona, y muy bien, como obra de divulgación filosófica incluso para otro tipo de lectores. Onfray habla con franqueza, expone sus ideas sin tapujos y no rehuye temas que en principio parecerían alejados de la filosofía, sabe muy bien como captar la atención del lector con títulos tan sugerentes como "¿En qué momento un urinario puede convertirse en una obra de arte?",  "¿Por qué no os masturbáis en el patio del instituto?" o "¿Tenéis que empezar el año quemando a vuestro profesor de filosofía?" y otras lindezas ;-).

Me ha gustado mucho el tono general del libro, apenas hay rastro de paternalismo en él pero tampoco una falsa actitud del "¡hey colega!" y la palmada en la espalda; desde el comienzo el autor se dirige a los estudiantes de tu a tu, apelando a su buen juicio, a su inteligencia ... evidentemente no es una obra técnica, sin embargo no es para nada pobre en ideas, todo lo contrario. No recuerdo ya los manuales de filosofía que tuve que manejar en mi etapa de estudiante, ni tampoco los apuntes de las clases... pero puedo aseguirar que este "antimanual" deja a la altura del betún a todo lo que recuerdo de aquella época. Creo que el autor acierta de pleno al considerar a los estudiantes de secundaria como personas cabales e inteligentes, es mejor apuntar demasiado alto que recibir en cambio una enseñanza de segunda o tercera por profesores apáticos y aburridos que se ciñen como lapas al programa oficial, quizás Onfray caiga en el otro extremo y pida demasiado a gente que en su gran mayoría seguramente no van a tener otro contacto con la materia en sus vidas. No se como era este señor en su época docente, pero tenía que ser un hueso duro de roer.

"No imaginéis, porque se os presenten prioritariamente pensadores poco excitantes -o porque el profesor que os los transmita tampoco parezca excitante-, que toda la filosofía se reduce a siniestros personajes o tristes individuos tanto más dotados para pensar como para ser torpes en la vida y desfasados en la existencia. La filosofía es un continente lleno de gente, de personas, de ideas, de pensamientos contradictorios, diversos, útiles para el éxito de vuestra existencia, a fin de que podáis regocijaros continuamente en vuestra vida y construirla día tras día. A vuestro profesor le corresponde proporcionaros el mapa y la brújula, a vosotros trazar vuestro camino en esta geografía farragosa, pero apasionante. Buen viaje..."

El libro termina con un apéndice sobre los exámenes y da consejos prácticos sobre como comentar un texto filosófico y como realizar una disertación sobre cualquier tema... me los podía haber saltado pero como bien dicen "el saber no ocupa lugar" y además siempre vienen bien unos "consejillos" sobre el como escribir :-).


Lo mejor: Muy buenas tanto las disertaciones de Onfray sobre los temas elegidos como los autores y los textos escogidos de los mismos, la claridad expositiva no es que sea buena es que es excelente. Muy ameno e interesante en general puede ser usado perfectamente como obra de refrerencia básica. Si el propósito del autor es interesar al lector jóven por la filosofía y hacerle captar su espíritu creo que lo consigue plenamente. Sin duda que es uno de esos libros de filosofía que todo estudiante debería leer. Perfecto como lectura de apoyo y para buscar temas sobre los que debatir en clase o en alguno de esos cafés filosóficos que tanto disgustan a su autor ;-).


Lo peor: Es un libro de texto, no una obra de divulgación filosófica aunque lógicamente también cumpla este cometido. Está muy enfocado a los estudiantes de bachillerato de filosofía y su problemática particular, especialmente a los estudiantes franceses. La selección escogida aunque buena es demasiado personal... Onfray se queja de que la historia oficial se centra en determinados filósofos y margina intencionadamente a otros para terminar él haciendo dos tantos de lo mismo.





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