lunes, 6 de enero de 2014

¿Por qué existe el mundo?

"DEMOSTRACIÓN RÁPIDA DE QUE DEBE HABER ALGO EN VEZ DE NADA, DIRIGIDA A LAS PERSONAS DE VIDA AJETREADA DE HOY

Supongamos que no hubiera nada. No habría leyes, porque las leyes, al fin y al cabo, son algo. Si no hubiera leyes, entonces todo estaría permitido. Si todo estuviera permitido, entonces nada estaría prohibido. De manera que si no hubiera nada, nada estaría prohibido. Por lo tanto, la nada estaría prohibida por sí misma. 

Luego debe haber algo. Quot erat demostrandum."



Ficha:  "¿Por qué existe el mundo?, autor Jim Holt, editorial RBA, 359 páginas, ISBN: 978 84 9006 533 4

Dicen que fue el filósofo alemán Gottfried W. Leibniz (1646-1716) el que primero formuló la pregunta filosófica que recoge el título de este libro, puede que fuese así o puede que no, lo que es indudable es que dicha cuestión, la del motivo de la existencia del universo ha cautivado a más de una mente pensante. A priori parece una pregunta sin sentido, o bien en el caso de que se profese algún tipo de fe teísta, de fácil respuesta... el mundo ha sido creado por Dios, punto y final.

Sin embargo un verdadero filósofo no se contenta con respuestas tan simples, Jim Holt, un filósofo norteamericano asiduo colaborador de las más prestigiosas revistas y diarios de la ciudad de Nueva York, nos relata en esta obra una detallada historia de su apasionante viaje intelectual en pos de una respuesta a esta gran pregunta. 

No es un libro pensado y escrito con rapidez, el mismo consiste en una importante acumulación de pensamientos sobre el tema, viajes y entrevistas a algunos de los mejores filósofos y científicos del mundo, al menos del mundo angloparlante, todo ello salpicado con abundantes reflexiones del autor, que no solamente se limitará a recoger las teorías, de todo tipo, expresadas por los protagonistas entrevistados... sino que tratará de buscarles los puntos flacos a sus ideas y ponerlos en aprietos dejando claro una y otra vez que el entrevistador no es solamente un periodista sino también un filósofo y un intelectual de primera fila. 

El libro se convierte en toda una odisea donde asistimos a un debate de ideas, a una apasionada búsqueda de la verdad y sobre todo a un grandioso muestrario de distintas respuestas e investigaciones teóricas en búsqueda del sentido último de la existencia del universo, y en definitiva de nosotros mismos. Una y otra vez Jim entrevistará a importantes figuras del mundo intelectual en busca de una respuesta definitiva... y una y otra vez nos quedaremos a medias, quedarán expuestos tanto los puntos fuertes como los puntos débiles de sus teorías y tendremos la sensación de no estar llegando a ninguna parte. Eso sí, el viaje es apasionante.


El autor nos relatará sus viajes y estancias en distintos países en lo que fue un trabajo de años, para recopilar el material de esta obra, asistiremos a todo tipo de teorías, desde las que tratan de congeniar lo sabido hasta el momento con la idea de una creación inteligente, hasta aquellas que tratan de responder a la gran pregunta "¿Por que hay algo en vez de nada?" a base de cuestionar el sentido mismo de la pregunta. 

Seremos testigos de las diferentes teorías de los multiuniversos, la teoría de cuerdas, la idea del fin primero y último de la bondad del universo existente, de si este es realmente el mejor de los posibles, el peor, o simplemente ni uno ni otro. Se nos mostrará la idea del vacío y como desde el mismo pudo surgir nada, según algunos claro. También la posible existencia del mundo platónico de las ideas y su relación real o imaginada con el mundo físico y el mental... la física cuántica aparecerá constantemente en la obra, también por supuesto el acontecimiento del big bang y el futuro del universo y su pasado anterior a la gran explosión... la filosofía y la ciencia se dan la mano en esta apasionante obra donde seremos testigos también de complicados malabarismos lógicos, de análisis de teorías y su posible refutación... Jim Holt nos demuestra que no hace falta estar versado en ciencias, ni tener conocimientos de matemáticas superiores, ni poseer un doctorado en filosofía para seguirle la pista a todas estas interesantes ideas sobre un universo de una grandiosidad que escapa a nuestra imaginación.

El libro no solamente ofrece todo un banquete intelectual al lector curioso sino que además conjuga erudición con sencillez, está salpicado de ironía y sentido del humor y no solamente eso, difícilmente sus lectores evitarán sentirse emocionados y sobrecogidos en su parte final. Durante buena parte del libro parece que estamos leyendo sobre asuntos alejados de la vida cotidiana, un nebuloso mundo de las ideas que solamente parece interesar a los físicos teóricos y a los filósofos interesados en la metafísica... pero es justamente lo contrario, no hay ningún tema de connotaciones tan "humanas" como este. Ese elemento emotivo y sentimental que el autor anuncia en el mismo prólogo se dejará sentir al final redondeando un ensayo excelente de lectura más que recomendada.

"Para entregarse a este tipo de consideraciones especulativas se requiere mucho brío intelectual. Y brío era lo que abundaba en la mayoría de mis encuentros. Uno de los placeres de hablar con los pensadores originales sobre un tema tan profundo como el del misterio del ser es que uno llega a oírles pensar en voz alta. A veces decían las cosas más sorprendentes. Era como si yo tuviera el privilegio de espiarles en sus razonamientos. Era una experiencia sobrecogedora. Pero también pensaba que me daba una extraña fuerza. Cuando uno escucha a estos pensadores mientras reflexionan sobre la pregunta de por qué existe el mundo, empieza a darse cuenta de que sus propios pensamientos sobre esta cuestión no son tan triviales como había imaginado. Ante el misterio de la existencia, nadie puede reivindicar de forma segura una superioridad intelectual. Porque como dijo Willian James: Aquí todos somos unos pordioseros."


Lo mejor: Un libro sumamente estimulante y ameno, abunda en ironía y sentido del humor, Jim Holt demuestra como hacer un buen trabajo, apasionante y riguroso en extremo. Una muestra de lo mejor de lo mejor de los ensayos divulgativos. No dejará indiferente a ningún lector mínimamente interesado en estos temas.

Lo peor: A veces su lectura dista de ser fácil, Holt se mete en líos de lógica que pueden resultar  bastante enrevesados. Aunque se agradecen los fragmentos más ligeros y anecdóticos, donde no deja de sacar su ácido lado humorístico para caricaturizar a sus entrevistados, la verdad es que los mismos sobran en muchas ocasiones. No me termina de convencer la estructura del ensayo, la encuentro un poco caótica y por supuesto... que nadie lea este libro en búsqueda de respuestas fáciles o definitivas, esto es un ensayo filosófico serio ;-)

2 comentarios:

  1. Dicen que la filosofía comienza con el asombro, con la perplejidad ante la propia existencia. Una experiencia que es imposible de comunicar. Será por eso que a todos los que nos interesa la filosofía, nos perturba ciertamente el tema acerca del ser, de la propia existencia del mundo en sí mismo. Para algunos, como Heidegger, la filosofía se reduce o condensa en la cuestión del ser.

    A día de hoy, el argumento de Parménides sigue siendo irrefutable: "Si el ser es, entonces no puede no ser". Este argumento ontológico ha sido retomado modernamente por el filósofo italiano Emanuele Severino, quien considera que si el argumento parmenídeo es irrefutable entonces tiene que ser verdad, puesto que la lógica expresa la estructura esencial del universo. Y esto significa que la existencia es eterna. Pero no sólo el universo como conjunto, sino todo lo que hay en él.

    Como diría Voltaire (en sus Diálogos de Evémero): Si el mundo es eterno, ¿por qué no van a ser eternos los elementos que hay en él? Esto quiere decir, en definitiva, que todo lo que existe es eterno, y, por tanto, todo lo que somos, todo lo que vivimos, es eterno.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Luis por tu comentario, de gran nivel como siempre, le echaré un vistazo a la obra de Severino a ver si hay algún título suyo en la Biblioteca Regional de Murcia. También creo que en alguna medida somos partícipes de la eternidad del Universo aunque sea a nivel atómico aunque habría que definir primero (si tal cosa es posible) a que llamamos "yo" o "nosotros" lo que en definitiva nos vuelve a llevar al tema del ser. Seguiré indagando en temas metafísicos en futuras lecturas, el libro de Holt me ha gustado mucho y me toca la fibra sensible al haber puesto en palabras inquietudes y pensamientos que llevan rondándome la cabeza toda la vida. Saludos.

    ResponderEliminar