miércoles, 25 de junio de 2014

Hacia la sobriedad feliz

 "Se pone en marcha una apasionante construcción que invita a todo el mundo a lograr la mayor hazaña creadora: satisfacer nuestras necesidades vitales con los medios más simples y sanos. Esta opción liberadora constituye un acto político, un acto de resistencia a lo que, bajo el pretexto de progreso, arruina el planeta y aliena al ser humano. Y es la belleza de la naturaleza, de la vida y de la obra del hombre en su dimensión creadora lo que deberá inspirarnos a lo largo del nuevo camino que vamos a emprender".



Ficha: "Hacia la sobriedad feliz", Pierre Rabhi, Errata Naturae Editores, 150 páginas, ISBN: 978 841 5 217435

Sobrio: 1º "Templado, moderado", 2º "Que carece de adornos superfluos", 3º "Dicho de una persona: que no está borracha"

No habla Pierre Rabhi en este libro de una sobriedad relacionada con la bebida, tampoco de una moderación no deseada e impuesta por las circunstancias, ni tampoco de una sobriedad relacionada con la decoración... aunque algo hay de ello. Se trata de una sobriedad voluntaria, una renúncia a aquello que no se necesita causada ante todo por una toma de conciencia del individuo, toma de conciencia en relación a su responsabilidad como consumidor, en relación a su pseudo dependencia creada por la sociedad consumista y el mundo de la publicidad, toma de conciencia en definitiva de los lazos que le unen al resto de la comunidad humana y el planeta. Un mundo de recursos finitos y que parece abocado a una carrera suicida.

A diferencia de otros filósofos que crean teorías y sistemas de pensamiento a partir de una actividad puramente intelectual, Rabhi es un hombre de acción, alguien que puede mostrar constantemente el ejemplo y la concordancia de su vida en relación con aquello que defiende, que no es otra cosa que la posibilidad de llevar una vida más sobria, austera incluso, pero en perfecta armonía con el mundo que nos rodea, sin contaminar, sin destruir, sin dejar en definitiva un mundo peor que el que se recibió en herencia.

Agricultor, ecologista convencido, filósofo autodidacta, escritor, conferenciante, activista en pro del medio ambiente... Pierre Rabhi ha realizado una intensa labor desde su juventud en defensa siempre de los mismos ideales, desde que a comienzos de los años sesenta se instaló en una región francesa como agricultor, en unas tierras yermas y de las que parecía imposible llegar a vivir algún día. Lo consiguió pero a costa de un esfuerzo de años y a costa de pasar múltiples penurias junto con su familia.


Si algo me atrevo a destacar en este libro es en primer lugar su belleza y el estilo poético, casi místico, en el que está redactado, en segundo lugar su optimismo, Rabhí cree en el ser humano, es un visionario convencido de que hay solución a los problemas del mundo, si bien esta pasa forzosamente por un retorno a nuestro origen, por un retorno a la tierra, a la actividad de la agricultura... y en su versión ecológica y diversificada, nada de agricultura industrial y monocultivos que para él no son más que la invasión del campo de los sistemas productivos propios del capitalismo... defiende una agricultura cuyo objetivo sea la producción de alimentos, no la producción de dinero.

La moderación es su bandera, su insignia más importante, pues solamente a través de esa sobriedad en la que se renuncia expresamente a muchas comodidades, a todo lo accesorio e inútil, a todo aquello que nos esclaviza y complica la vida, puede llegarse a la liberación... no es posible por otra parte una liberación sin la concienciación individual, la liberación no llegará a través de un determinado ideario impuesto en la práctica por una clase política de uno u otro signo, será siempre el fruto de un movimiento de abajo a arriba, resultado de una toma de conciencia a nivel individual... o no será.

Ataques a los falsos valores de la modernidad, al mito del progreso, defensa del saber tradicional y el carácter sagrado de la vida, defensa de una educación que forme hombres y mujeres libres, y no esclavos de un sistema que nos lleva al desastre a pasos agigantados en medio de un marasmo de mentiras y manipulaciones... Rabhi no se tiene por perfecto, él mismo en una parte del libro reconoce sus contradicciones. Por ejemplo tener que viajar en avión o recorrer muchos kilómetros en coche, con la consiguiente cuota de contaminación ambiental, para defender la ecología y prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente; y es que en el mundo en que vivimos al menos de momento una cierta cantidad de inconsistencia entre lo que se predica y lo que se hace es poco menos que imposible de evitar.

"Un día, dice la leyenda, hubo un inmenso incendio en el bosque. Todos los animales asustados, aterrados, observaban impotentes el desastre. Sólo el pequeño colibrí se movió y fue a buscar algunas gotas de agua con el pico para lanzarlas sobre el fuego.
Un momento después, el tatú, irritado por esta agitación ridícula, le dijo: -Colibrí, ¿estás loco? ¡con esas gotas de agua no vas a apagar el fuego!-  Y el colibrí respondió: -Ya lo sé, pero yo estoy haciendo mi parte"

Y en esto se basa lo que Rabhi denomina "indignación constructiva", él desde luego es de nuevo ejemplo de ello, aquí tenéis el enlace a la plataforma www.colibris-lemouvement.org (en francés) donde el autor y otras personas afines a sus ideas formaron un espacio para promocionar las nuevas ideas de sociedad basadas en la autonomía, ecología y humanismo.

Otro proyecto del autor es la "Ferme des enfants" (granja de niños) donde se llevan a cabo experiencias educativas, similares a nuestras granjas-escuela aunque mucho más ambiciosas, para la educación de los niños y la adquisición de los mismos de técnicas y conocimientos relacionados con la agricultura tradicional, la educación para la paz, la experiencia de un sistema democrático, gestión de emociones, ecología, reciclaje, experiencias sociales diversas como convivencia con profesionales, artistas, científicos, jubilados etc http://www.la-ferme-des-enfants.com/ por desgracia también exclusivamente en francés.

Rabhí participa en más proyectos similares, pero los arriba señalados son los más significativos... también para los curiosos, y esto si que no deben perderselo, puedo señalar esta charla promocional del libro comentado aquí:  ¿Hay una vida antes de la muerte?




Lo mejor: Un libro que merece la pena leer y más de una vez, escrito a la vez con sencillez y con la autoridad de aquel que sabe muy bien de que está hablando porque lo ha vivido en primera persona y lo ha experimentado en cada fibra de su ser. Lleno de significado, hermoso y profundo. Toda una invitación a experimentar la vida en su verdadera dimensión. Muy recomendable, no todos los días uno puede acercarse al pensamiento de un ser humano tan excepcional ¡chapeau monsieur Rabhi! :-).

Lo peor: Lo de siempre, la puesta en práctica de las ideas de Rabhí supone la ruptura traumática de demasiadas cadenas que nos sujetan, ¿sería posible una aceptación masiva de los postulados del filósofo francés sin provocar una hecatombe?... lo veo dificil por no decir imposible, aunque desde luego mucho peor es la opción de continuar como hasta ahora. Se muestra una salida, es verdad, pero el camino para llegar hasta la misma no es nada fácil ni sale gratis. No puedo evitar una sensación de pesimismo cuando pienso en cuan alejados están los ideales propuestos por Rabhí de la realidad de la calle, de esa  mentalidad acomodada y cobarde en la que estamos casi todos inmersos.


2 comentarios:

  1. Si quieres que estas ideas triunfen tienes que aplicarlas sin plantearte lo que te plantes en "Lo peor", ni pebsar en lo que haran los demás. Simplemente hazlo. adelante, atrévete!!!!

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  2. En un mundo así, el covid-19 no hubiera tenido nada que hacer.

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