viernes, 24 de abril de 2015

El gozo intelectual


"Los verdes abrieron lentamente el camino. En una democracia los políticos escriben sus programas según sus ideas, pero también según lo que pueden extraer de la opinión pública. La prueba de que la convicción de los ciudadanos acaba por trascender es que hoy no hay partido político que no incluya su preocupación ambiental en sus programas. Quizás haya llegado la hora de empezar a prestigiar el conocimiento a golpe de genuino gozo intelectual. Quizá llegue un día, día sublime, en el que la comprensión, la intuición y el gozo intelectual tengan incluso interés comercial."



Ficha:" El gozo intelectual. Teoría y práctica sobre la inteligibilidad y la belleza", Jorge Wagensberg, Tusquets Editores, 258 páginas, ISBN: 978 849 0660 218

Hablar de "gozo" parece remitir de forma obligatoria a los sentidos, a actividades placenteras como la comida, la bebida o el sexo, por lo tanto su asociación con el intelecto vendría a ser para muchos una especie de oximorón, o a lo sumo una metáfora, más incluso que aquel derivado del éxtasis religioso o de la contemplación estética. Jorge Wagensberg intenta convencernos en este modesto ensayo que el intelecto puede depararnos una intensa satisfacción que en nada tiene que envidiar a los placeres obtenidos en cualquier actividad "sensual" que imaginemos, sexo incluido, es más, se llega a insinuar que podría ser incluso mucho más gratificante...

Aunque para mí este escritor ha sido todo un descubrimiento, la verdad es que Jorge dista mucho de ser un recién llegado al mundo de los libros de divulgación. Publicó su primer libro (según la Wikipedia) en 1.980, hace treinta y cuatro años ya... casi nada. Siendo esta última década la más prolífica en cuanto a publicaciones con un libro, o más, al año. Doctor en física, fundador del museo de la ciencia de la Fundación La Caixa rebautizado como "Cosmocaixa" de Barcelona, todo un referente mundial en lo que a museos de la ciencia se refiere...

Tras leer este libro, publicado en 2.007 y que ahora ha visto la luz en la colección "booket ciencia", puedo ratificar, por lo que a mí respecta al menos, la afirmación de que estamos ante uno de los mejores divulgadores españoles de ciencia, la vena de divulgador y pensador en los más diversos temas que cultiva y atesora como director científico de la Fundación La Caixa hasta fecha muy reciente desborda cada página de esta obra. Por si fuera poco su labor al frente de esta fundación y su trabajo como escritor, ha trabajado también como editor de la colección "Metatemas" de la editorial Tusquets... en fin, a su sólida formación como científico se añade su experiencia como director de un museo de ciencia, viajero incansable, escritor y editor, todo esto lo comento para subrayar que no estamos ante un autor cualquiera y también para señalar mi enorme ignorancia por haber "esquivado" sus libros tanto tiempo.

Puestos a remediar esta imperdonable laguna en mi conocimiento de grandes autores de ciencia, creo que he comenzado con buen pié al elegir esta obra, ¿habría un gozo más imponente para un músico que deleitarse con una nueva obra maestra de la composición? ¿o para un místico que tras un prolongado retiro espiritual atisba lo que él reconoce como una indudable presencia de lo divino? ¿o para un cultivado gourmet encontrar un nuevo plato especial que vaya más allá de todo lo que ha probado en su vida?... sin duda alguna que para alguien inmerso en una intensa vida intelectual de reflexión, estudio e investigación, una nueva comprensión que arroje luz sobre las leyes de la naturaleza puede suponer, estoy convencido, un gozo indescriptible que en nada tenga que envidiar los antes señalados o cualquier otro que podamos imaginar. De esto va el libro, de lo que es y no es el llamado gozo intelectual, la teoría; y los ejemplos, la práctica, a través de los cuales podamos entender mejor de que va todo.


En la primera parte, que constituye un ensayo independiente por sí mismo, Jorge se dedica a reflexionar, analizar y diseccionar todo lo posible el fenómeno, estamos en el terreno de las definiciones, las ideas, los esquemas y los ejemplos... una parte que por sí sola podría ser el prólogo de otra obra mucho más ambiciosa, la descomposición del gozo intelectual en estímulo, conversación y comprensión, donde se alternan los elementos clave como nuevas preguntas, viejas preguntas, nuevas y viejas respuestas y los fundamentales no-pregunta y no-respuesta... la relación entre estos seis elementos conformarán la parte más teórica, y la verdad que un poco plomífera, del libro. Afortunadamente dura poco y el autor no tarda en ilustrar todo cuanto dice con ejemplos que aclaran lo que quiere exponer. Lo que sigue es bastante más interesante, pura filosofía de la ciencia que hará las delicias de los interesados en el tema, especialmente el apartado dedicado a la enseñanza y como esta tiende, en su formato tradicional, más bien a anular que fomentar el gozo intelectual... Jorge no se quedará en la mera teoría y propondrá ideas y cambios, es una parte del libro que contiene una gran densidad de ideas y que vale la pena leer y releer con atención.

Por gustos e inclinaciones personales me quedo de esta primera parte del libro con la crítica que hace a las diez ideas del gran ensayista George Steiner acerca de la tristeza inherente al pensamiento, no puedo decir a ciencia cierta quien de los dos tiene la razón, pero ha sido agradable leer en estos tiempos en los que predominan los pensadores "cenizos" y pesimistas, de los que suelo ser asiduo lector ;-), a alguien que rompe la maldita ecuación pensamiento = tristeza. Estoy de acuerdo en general con la idea budista de que el pensamiento fuera de control nos puede amargar la vida, sobre todo cuando sabemos que una y otra vez nos lleva al mismo lugar de no-retorno, la conciencia de la finitud de la vida y la realidad de la muerte, un muro con el que uno se topa una y otra vez... sin embargo Wagensberg toma cada una de esas razones acerca de la asociación del pensamiento con la tristeza: duda e incertidumbre en el pensar, esfuerzo, única vía de autoconocimiento, limitaciones del lenguaje, pérdida de energía, actos reflejos, límites del pensamiento, imposibilidad de una comunicación plena con otra mente, colisiones entre pensamiento y lenguaje, y finalmente la impotencia del pensamiento ante el vértigo de la nada...  y le da la vuelta, o lo intenta al menos, y es que también el pensamiento nos conduce al gozo intelectual, de modo que la raíz del problema no estaría en el mismo acto de pensar... bueno, un tema que da mucho para eso, para pensar :-)

Una vez abandonadas las profundas aguas de la teoría sobre el gozo intelectual el libro se aligera notablemente con una serie de pequeñas historias, 63 en total, donde hay un poco de todo, y que tienen como nexo común precisamente el tema del libro, ejemplos donde este goce intelectual puede sobrevenir de las formas más insospechadas... una cena al aire libre en Atenas donde la inesperada cooperación entre un perro y una gata callejera le hace reflexionar al autor sobre el fenómeno de la simbiosis, la inesperada revelación de las costumbres sexuales de una ranita de la selva amazónica, excepciones a la regla "el pez grande se come al chico", situaciones en que un instinto de supervivencia opta por una insólita solución ilustrado con una historia en un acuario, las ventajas e inconvenientes de una funda acorazada, la aventura de las iguanas que naufragaron y arribaron a las islas Galápagos, historias de supuesto "progreso" y regresiones que parecían la solución y que terminaron mal... en fin, todo un picoteo en temas de biología, conservación medioambiental, más filosofía de la ciencia, temas de física e ilusiones ópticas, historia de la escritura, curiosidades filológicas... el autor no se priva de entrar aquí y allí demostrando una infinita curiosidad por el mundo, no me cabe duda de que ese gozo intelectual del que tanto habla en el libro ha sido una constante en su vida profesional, he ahí a un ser afortunado, sin duda.

Lo mejor: Interesante, revelador, escrito con claridad y pleno de buenas ideas, encontrar a este brillante autor entre los autores hispanos ha sido todo un hallazgo. Leeré más obra suyas sin dudarlo. Recomendable para todos aquellos lectores curiosos y especialmente para los más aficionados a la filosofía de la ciencia. La parte dedicada al tema de la enseñanza y su relación con el gozo intelectual y la dedicada a exponer y tratar de rebatir las ideas de Steiner me parecen lo mejor del libro.

Lo peor:  No todas las historias que expone en la segunda parte del libro están directamente relacionadas con el tema del libro, lo que no quiere decir que no sean interesantes de leer, y el apartado dedicado a teorizar sobre el gozo intelectual creo que se pasa un poco de la raya, un poco pesado la verdad, sin aportar más claridad al mismo, aunque imagino que ese esquema tan bonito con flechas que relacionan conceptos era algo demasiado tentador para dejarlo fuera. Aunque podemos englobar a esta obra en el apartado de divulgación sin problemas, realmente versa sobre filosofía de la ciencia más que sobre otra cosa y ese es un tema que no será del gusto de muchos lectores habituales de temas científicos ávidos de datos e información.

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