martes, 15 de diciembre de 2015

Apoteosis de lo infundado


"Los filósofos exaltan la tranquilidad espiritual, la aequanimitas, como el fin supremo y más digno de nuestra existencia. Pero, si es así, nuestro ideal deberían ser los animales, que en lo que se refiere a impasibilidad no dejan nada que desear. Miren a una oveja o a una vaca pastando. No recuerdan el pasado ni adivinan el futuro; viven por entero en el presente, el cual, siempre que haya buenos pastizales, los satisface plenamente"



Ficha: "Apoteosis de lo infundado", Lev Shestov, Hermida Editores, 192 páginas, ISBN: 9788 494 360671

Confesaba Emil Cioran en la obra ya reseñada aquí "Conversaciones" que uno de los filósofos que más le habían influido en su juventud fue Lev Shestov, o León Chestov tal y como se le suele llamar en castellano, un filósofo ucraniano que se podía englobar en los llamados "espiritualistas rusos", una especie de "Dostoievski filósofo", según sus palabras. Cioran debía guardar todavía con él una deuda de gratitud cuando en el breve tiempo que estuvo al frente de una pequeña editorial francesa no dudó en reeditar obras suyas. 

Shestov, cuya obra está todavía en su mayor parte inédita en nuestra lengua, ha merecido la atención de la editorial Hermida Editores que ha editado este pequeño ensayo para intentar dar a conocer al filósofo en nuestro ámbito. Una decisión acertada, estupenda la traducción de Alejandro Ariel, que confío en que sea secundada más adelante por otras empresas del mundillo editorial, pues en vistas de lo que he podido leer no me cabe la menor duda de que Shestov es un filósofo que merece ser rescatado del olvido.

Parece cínico alegrarse de la muerte de alguien a la edad de 72 años, no tan anciano al fin y al cabo, pero un servidor casi se alegra de ello teniendo en cuenta que tal suceso aconteció en la Francia de 1.938, faltaba un año para el comienzo de la guerra y le iba a tocar vivir momentos sumamente difíciles... sobre todo teniendo en cuenta su popularidad y su nacionalidad judía; de haber permanecido en la Europa ocupada hubiera terminado dando con sus huesos en un campo de concentración... y si no, le hubiera tocado vivir el horror de una confrontación mundial, holocausto judío incluido.



La filosofía de Shestov podemos encuadrarla fácilmente en el existencialismo, uno de corte espiritual o religioso, heredero directo de Sören Kierkegaard, pero también muy influido por Nietzsche, y sobre todo por esos dos grandes escritores-filósofos de su tierra, Tólstoi y Dostoievski. Aunque se pueden tener más detalles de su filosofía en el artículo que le dedica la Wikipedia, solamente comentaré aquí brevemente lo que se puede encontrar en esta obra.


La misma comienza con una especie de falsa apología de la forma aforística que escogió para este ensayo, como enemigo declarado de los sistemas filosóficos que era, la forma aforística, también la preferida por F. Nietzsche y por el, en cierta forma, sucesor en su pensamiento E.M. Cioran, le parecía la mejor. No pretendía criticar los sistemas que pretenden contener la filosofía y a la vez crear uno propio. El pensamiento disperso, deshilachado (aparentemente) y breve sería su marca de fábrica en esta obra. No me da esa impresión para nada, pero bueno, por algún sitio tenía que empezar.

La defensa del aforismo, la crítica de cualquier sistema, la defensa del filósofo que se toma licencias literarias y poéticas, la defensa de la claridad, la defensa a ultranza de que la filosofía nunca debe estar alejada de las preocupaciones más importantes del individuo y que además esta no debe reducirse a una historiografía académica, que debe llegar a todo el mundo y sobre todo... que no debe tranquilizar el ánimo, ese papel que se lo otorguen a otras disciplinas, la filosofía para Shestov debe inquietar, remover la conciencia, ser fruto de la reflexión pero también de la desesperación y del sufrimiento, debe centrar su objetivo más en la pregunta que en la respuesta... y debe asumir también que hay respuestas que son imposibles de responder. 

El Positivismo, y muy especialmente las corrientes filosóficas en boga a comienzo del siglo XX en Alemania, son el principal blanco de sus dardos... la ciencia y el método científico no terminaban de convencer a Shestov, él creía también en el conocimiento derivado de experiencias místicas y del puro subjetivismo, aunque no fuera científico, aunque filósofo hay en su actitud una visión poética y trágica de la vida, de ahí las múltiples referencias literarias, sobre todo de autores rusos, que vamos a encontrar a lo largo del texto... serán estas referencias quizás lo único dificultoso de su lectura para el lector no ducho en la literatura de ese país, no importa demasiado porque afortunadamente Shestov no se enreda demasiado en referencias literarias... y bueno, en cierta forma también es un acicate para acercarse a esos autores.

"La filosofía no debe tener nada en común con la lógica; la filosofía es un arte que tiende a abrirse paso a través de la cadena lógica de las deducciones y que lleva al hombre al ilimitado mar de la fantasía, de lo fantástico, en el que todo es igualmente posible e imposible"

Resulta chocante su defensa, hasta cierto punto, de la metafísica, de la filosofía como arte o especie de literatura, su defensa de las antiguas alquimia y astrología... y no es que creyera en esas cosas, es que era consciente de que sus sucesoras, la química y la astronomía, le parecían mucho más secas y prosaicas... en las mismas poco quedaba ya para la imaginación y la fantasía, Shestov creo que se hubiera sentido más a gusto con la ciencia de nuestros días, mucho menos seca y reduccionista que la de su tiempo, aunque no creo que le gustase el mundo de hoy... de hecho creo que le horrorizaría.

"El periodo de estancamiento de la experiencia espiritual no debería emplearse para juzgar cualquier posibilidad vital a partir de las posibilidades conocidas, sino, al contrario, para demostrar que por más rico y variado que haya sido el pasado, no agota siquiera una milésima parte de la diversidad de la realidad; de lo que fue no se puede inferir en modo alguno que será."

"Los pensamientos más importantes y notables, las revelaciones, vienen al mundo desnudos, sin envoltura verbal; hallar las palabras para ellos es un asunto especial, muy complicado, todo un arte. Y a la inversa: las estupideces y vulgaridades vienen ya ataviadas en harapos viejos pero abigarrados, por lo que es posible presentarlas al público directamente, sin ningún esfuerzo"

Antes de terminar quiero destacar la excelente entrada, como es habitual, dedicada a este libro en el blog, "El vuelo de la lechuza", cuya lectura me motivó a buscar, comprar y leer este pequeño-gran libro. Gracias ;-).

Lo mejor: Una obra amena, sencilla de leer y muy bien escrita. Espero que pronto se publiquen más obras de este olvidado filósofo en nuestra lengua. En definitiva una obra que me ha recordado el porqué me gusta y por qué sigo leyendo filosofía. Muy recomendable.

Lo peor: Como ya he apuntado, las referencias abundantes a autores rusos puede incordiar o aburrir en algunos apartados, al menos para el lector que no conoce bien a los mismos, hay que "sobrevolar" y aceptar algunas partes suspendiendo el juicio crítico ya que uno no pisa terreno firme... quizás me hice también unas expectativas un poco altas que no terminaron de materializarse en buena parte del libro... aunque al final, en esos cuatro o cinco últimos y extensos aforismos, el libro se redime del todo y deja un excelente "sabor".



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