Ficha: "Dickens I - Oliver Twist", Charles Dickens, editorial Gredos, 474 páginas, ISBN: 978 84 473 8285 9
Hace unos meses que a los kioskos están llegando estos voluminosos libros, publicados por la editorial Gredos, y que constituyen una interesante recopilación de grandes obras de la literatura agrupadas en torno a sus autores. Este que muestro en la foto, es el primer tomo dedicado a Charles Dickens y que además del estudio introductorio a la obra del genial autor inglés a cargo de Fernando Galván, incluye "Oliver Twist" y "Tiempos difíciles". Comentaré solo la primera obra, ya que he dejado la segunda para más adelante.
Hablar a estas alturas de un libro tan conocido como "Oliver Twist", cuya historia todos hemos visto en muchas ocasiones en forma de dibujos animados y algún que otro clásico del cine en nuestra niñez y juventud parece estar de más. De todas las obras de Dickens esta es, junto con David Copperfield, la más representada... dibujos, cine, e incluso un musical con la historia de la misma, incluso en fecha reciente, en 2.005 Roman Polanski, dirigió una nueva versión... que por cierto he visionado hace muy poco para comentarla también aquí.
Alguien comentó alguna vez con una buena dosis de ironía que los clásicos eran "ese tipo de libros que todo el mundo conoce y que casi nadie ha leído", en casa sin ir más lejos, obtuve un comentario despectivo cuando comenté que me lo estaba leyendo... parece que leer a Dickens a estas alturas es algo cuanto menos excéntrico, que embarcarte en la lectura de un clásico (y cualquier gran novela de Dickens merece ese apelativo sin duda) es poco menos que una pérdida de tiempo... yo no es así, no es así por muchas razones, pero especialmente porque más allá de la temática y los aspectos que han soportado mal el paso del tiempo, hay otros que todavía podemos considerar interesantes y que por desgracia siguen en vigor, y también porque leer a un maestro del lenguaje, a un escritor de esos de los que hoy en día no abundan precisamente, a un experto en proporcionarle al lector una y otra vez un variado entretenimiento y una historia que engancha de principio a fin... pues como que merece la pena ¿no?.
El mismo año del comienzo de la publicación por entregas de Oliver Twist, 1.837, ascendía al trono la reina Victoria de Inglaterra, puesto que ocupó hasta su muerte en 1.901... la publicación de esta novela marca por lo tanto el comienzo del reinado más largo y decisivo en la historia de aquel país, que dio su nombre a toda una época dentro y fuera de sus fronteras, Dickens sería considerado con los años, y todavía hoy, como el mejor escritor británico de esa periodo. Oliver Twist era su segunda novela y con ella superó el éxito de su primer trabajo "Los papeles póstumos del club Pickwick", también publicada por entregas. Esa forma de edición, en publicaciones periódicas, fue una de las claves de su éxito popular... le leían muchas personas que no tenía posibilidad de adquirir el libro de la forma tradicional, y a la vez le proporcionaban al autor una suerte de "retroalimentación" basada en las críticas que cada entrega iba produciendo... no sería de extrañar en absoluto una adaptación del autor a tales gustos y a una modificación de la historia, de hecho es lo que percibe en esta novela, hay una marcada diferencia entre su primera parte y el resto... el autor va creando nuevos hilos argumentales que fluirán en paralelo añadiendo siempre un toque de suspense al final de cada capítulo, destinado indudablemente a "enganchar" al lector parar que siguiera comprando y leyendo cada entrega. Vamos tal y como se hace hoy en día con las series de televisión y los culebrones... nada nuevo bajo el sol, pero que en aquel entonces podían pillar al lector mucho más desprevenido.
Evidentemente Dickens no era el inventor de esa fórmula, tampoco se quedó en ella y obras posteriores fueron mucho más elaboradas y ambiciosas, obras que fueron ya concebidas en una pieza y más trabajadas por el autor, con más hondura psicológica y mucho más esfuerzo... Dickens es evidente que en fechas posteriores no solamente buscó la fama y dinero, que ya tenía, sino también pasar a la historia de la literatura... pero eso serían ya otros tiempos, en la época de Oliver Twist buscaba desesperadamente el éxito, la estabilidad económica y la huida de cualquier penuria económica, que por desgracia conocía muy bien.
Oliver Twist marcó un hito, era la primera vez que en una novela inglesa el protagonista era un niño, tal característica le ha dado a la historia una patina de obra "juvenil" que no tiene ni por asomo cuando uno se acerca al original, lo primero que llama la atención es la crudeza con la que Dickens nos expone las durísimas condiciones de vida de los pobres de su época, hospicios donde literalmente mataban de hambre a los niños, golpes, duchas de agua fría, internamiento en mazmorras... de como los bajos fondos se nutrían de gente del campo y desheredados, calles estrechas, lóbregas y colmadas de inmundicias, llenas de un gentío ruidoso y pendenciero... un escenario de pesadilla, donde no obstante, aparece una y otra vez el sentido del humor y la ironía.
Porque aunque la historia de "Oliver Twist", y buena parte de la obra de Dickens, esté rebozada por un lado de despiadada crítica social y por otro imbuida de un fuerte idealismo y sentido de la moral, hay un elemento que sobrevuela casi todo el relato de principio a fin, la ironía, en ocasiones sutil, en otras no tanto... hay situaciones cómicas e hilarantes que a buen seguro hicieron reír a más de un lector de la época, incluso en medio de la tragedia y el drama... esta era una característica que no gustaba demasiado a George Orwell y que consideraba un defecto común a la mayoría de los escritores ingleses, cuestión de gustos, en mi caso indudablemente es uno de los atractivos del libro. Como también lo es el elemento apuntado por Fernando Galván, el uso que hace Dickens del lenguaje para diferenciar unos personajes de otros... cayendo en la caricatura, si, pero también evitando ese fastidioso defecto no solamente de autores noveles, sino también de otros consagrados que deberían saber ya lo que se traen entre manos cuando escriben líneas de diálogo, es decir: la diferenciación, el dotar de una característica única a cada personaje, y no hacer que unos y otros hablen con la misma voz. A falta de profundidad psicológica, que no vamos a encontrar aquí, es un excelente sucedáneo.
Destacar otra característica de Dickens que vale la pena comentar aparte de ese uso continuo de la ironía y la maestría con la sátira y retrato de los personajes: las descripciones.
No es que uno se imagine el Londres de 1.837... es que literalmente lo "ve", Dickens amaba profundamente el campo a cuyas virtudes oponía la vida en los suburbios de la gran urbe, pero no podía evitar complacerse en las descripciones de la misma, las callejuelas, avenidas, puentes, barrios, casas... el interior de los antros donde se mueven los personajes de la trama, hay descripciones visuales de múltiples elementos, un truco para "llenar de paja" un relato que tenía que estirar durante dos años... bueno, pues vale, pero no tengo la menor duda de que el escritor londinense disfrutaba con ello, se le nota. Precisamente esa descripción minuciosa del Londres de la primera mitad del XIX fue uno de los alicientes que me motivó para escoger esta obra, en el reciente ensayo leído en octubre a cargo de Bill Bryson "En casa" se despertó en mí el interés por este periodo histórico y especialmente ese lugar geográfico, de modo que una posterior lectura de una obra de Dickens era hasta cierto punto algo lógico ¿quién mejor para hacernos de guía?.
Comentar antes de terminar que recomiendo el visionado de la película de Polanski, me pareció un ejercicio soberbio, no solamente por el trabajo de los actores y la ambientación, sino por el trabajo con el guión del que habían sido eliminados partes muy importantes de la novela, eliminado personajes y cambiando elementos... y sin embargo, bueno, casi me gusta más que el original :-), un trabajo redondo.
Lo mejor: Un clásico imperecedero, creo que es la mejor opción para acercarse por primera vez a Dickens, no posee la complejidad y perfección de obras posteriores, pero tampoco la oscuridad y falta de esperanzas que poco a poco fue calando en el gran novelista. El relato engancha, y salvo por alguna que otra acrobacia en el argumento, y alguna que otra carga de sentimentalismo bobalicón la verdad es que todavía se lee con placer. Esa sociedad profundamente injusta e inhumana con el pobre retratada por Dickens por desgracia no es solamente cosa del pasado, aún hoy al igual que entonces hay muchos que tratan de culpar a los pobres de su situación, la "meritocracia" más despiadada campaba a sus anchas en la Inglaterra de la época, y aún hoy en la sociedad inglesa se pueden ver restos de esa mentalidad, en la que a la miseria material se trata de unir la miseria en lo moral para calmar conciencias.
Lo peor: Como muy bien apuntaba Orwell en su ensayo dedicado a Dickens, este era un moralista, pero no un revolucionario o un reformador, consiguió ser famoso y unirse a una burguesía acomodada... que era en el fondo el objetivo de su vida, denunciaba las injusticias, pero siempre sin intentar subvertir el orden, sus ataques a las instituciones eran ante todo en el plano moral, simplemente si los que más tienen poseyeran algo más de humanidad, moral y caridad cristiana el mundo sería mucho mejor... no aclara claro está como es posible amasar una fortuna y a la vez ser generoso. El pobre Oliver llega a resultar tan bueno, virtuoso y tan desvalido que termina dando un poco de "asquito"... lo mismo para algunos personajes "bueno-ñoños" de la obra, el malvado Fagin es de lejos el personaje más interesante.
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