martes, 16 de mayo de 2017

Aquí en la tierra

"Los horizontes estrechos y los marcos temporales breves siempre resultan engañosos. Por esa razón es imposible determinar si, incluso en los drásticos cambios que podemos observar en el transcurso de una vida, estamos asistiendo a un descenso hacia el caos o a una profunda revolución que conducirá a un futuro mejor. Es necesaria una visión más amplia, que abarque la humanidad a lo largo de los milenios, y al mundo a lo largo de los eones, si pretendemos discernir la verdadera senda de nuestra trayectoria evolutiva. Para escribir este libro, he adoptado esa visión amplia, y, a pesar de los desafíos que afrontamos en la actualidad, me siento optimista: por nosotros, por nuestros hijos y por nuestro planeta."



Ficha: "Aquí en la tierra. Argumentos para la esperanza", Tim Flannery, Penguin Random House, 316 páginas, ISBN: 978 843 060 8331
 
Bill Bryson comentó tras la publicación de este libro en 2.010 que era "Absorbente, divertido e increíblemente erudito"... bueno, no se que concepto de la diversión tiene el amigo Bill, sin duda uno de los mejores ensayistas que he leído... maravillosos sus libros "Una breve historia de casi todo" y "En casa", pero tengo que coincidir con el comentario que en "Papel en blanco" se hizo de este libro, que de divertido nada... y maldita la gracia.
 
De hecho lo de "argumentos para la esperanza" suena casi a chiste macabro teniendo en cuenta los acontecimientos que hemos vivido tras su publicación... ¿escribiría de nuevo el bueno de Tim este título tras la victoria de D. Trump en los EEUU?. Posiblemente lo que nos pasa es que nos falta "perspectiva" pero la verdad es que hay pocos motivos para la esperanza, al menos a corto plazo. El libro se embarca en la tarea de mostrar al lector los detalles del funcionamiento del planeta, su historia en lo que a biología se refiere, la estrecha relación entre los seres vivos, el clima, la atmósfera etc etc ... y cómo nos estamos cargando el medio ambiente. Algo hay de optimismo, sobre todo cuando se examina cual era la actitud hace décadas o un par de siglos y cual es el estado de conciencia actual en lo referente al mundo. El problema es que hace tiempo que se conocen los efectos devastadores de la actividad humana sin control en la ecología y el clima (aunque algunos siniestros individuos lo nieguen) pero todo viene a ser como en esas viejas películas mudas del oeste... estamos atados a la vía y vemos venir el tren... y no podemos soltarnos.
 
 
 
Desde luego que algo positivo se puede decir... el desastre ecológico y climático que tenemos a la vuelta de la esquina no va a suponer en ningún caso la extinción de la vida en el planeta, solo pondrá a prueba nuestra supervivencia... algo es algo. Porque desde luego que examinando los actos del ser humano, su impacto en el clima y la necesidad de tomar medidas urgentes... y lo que hasta ahora se ha hecho solo puede cundir el pesimismo. El libro, muy bueno, de Alan Weisman "El mundo sin nosotros" recoge perfectamente el espíritu de estos tiempos que huelen a apocalipsis. Puede parecer exagerado lo que escribo aquí, teniendo en cuenta que el libro de Tim Flannery apuesta por tratar de inculcar una cierta esperanza en el lector... pero me temo que le sale el tiro por la culata en ese aspecto, porque está claro que todo lo que se ha hecho, se está haciendo y se va a seguir haciendo es claramente insuficiente, lo segundo peor de no encontrar una solución es llegar a ella demasiado tarde y esa es mi percepción de las cosas.
 
Hasta un optimista redomado como el novelista Kim Stanley Robinson en su excelente novela "2312" habla de un futuro siglo 24 en el que los comienzos de este siglo son recordados como "la gran inacción" o "la gran pausa", un momento de la historia en el que se debió actuar con fuerza y decisión y se terminó permitiendo un desastre climático de enormes proporciones... vamos que lo que el siglo XX tuvo de catastrófico en cuanto a guerras el siglo XXI lo tendrá de desastre ecológico, con iguales, o peores resultados... y eso asumiendo de forma optimista la supervivencia del género humano y la colonización del sistema solar :-) ... vamos que en mi humilde opinión esos "argumentos para esperanza" de Tim Flannery no se los cree ni él.
 
 
A pesar de todo lo que comento el libro es francamente bueno, es todo un compendio de múltiples disciplinas que harán las delicias del lector curioso, y ahí desde luego es donde en todo caso podemos encontrar la "diversión" de la que Bill Bryson habla. A pesar de su brevedad, en mi caso leí la versión de bolsillo que vendía casi regalada una de las ediciones de la revista Muy Interesante, es complicado encontrar un ensayo que en menos páginas consiga hablar de más cosas, en sus páginas veremos aparecer a Darwin y los inicios de su teoría de la evolución (junto con el dilema moral que se le presentó al tener que divulgarla ya casi por obligación), las ideas de Malthus, la distorsión de las ideas del gran naturalista británico de forma interesada por la ideología de la época, la actual teoría de la evolución con su acepción neodarwinista y la importancia de los genes, los pensamientos replicantes (mnemes) y su papel de modificar y contrarrestar los efectos de la evolución, la figura casi olvidada de Russel Wallace y su relectura del proceso evolutivo, la tesis de Lovelock conocida como "Gaia", la historia geológica de la tierra y la influencia que en nuestro mundo, incluso a nivel mineral, continental y atmosférico ha tenido el fenómeno de la vida... la utilización de la energía solar por las plantas y la captación del CO2 de la atmósfera...
 
Esta primera parte del libro donde describen todo lo citado y mucho más es una verdadera joya del ensayo de divulgación... y aún hay más, el libro trata temas de geología, biología, historia humana, relación de los seres vivos con el clima, la historia de la explotación de los recursos naturales, economía, zoología, paleontología, antropología ... habla, como no, de la contaminación ambiental, de los descabellados proyectos de explotación de recursos naturales y de intervención en el clima que fueron oportunamente abandonados en el pasado, habla de las toxinas vertidas al medio ambiente, de la radiación, de psicología, de la teoría de los juegos, de la historia humana... en definitiva de un sinfín de cosas que marea solo citar. En ese aspecto solamente puedo calificar este ensayo del científico y conservacionista australiano de absolutamente brillante.
 
 
"Pero existe otra posibilidad. Puede que la paradoja de Fermi nos diga que realmente estamos solos en el Universo, simplemente porque somos el primer superorganismo global que ha llegado a existir. Al fin y al cabo, ha hecho falta la totalidad del tiempo -desde el Big Bang hasta el presente- para crear el polvo de estrellas que constituye toda forma de vida, y para forjar ese polvo de estrellas, a través de la evolución por selección natural, y darnos forma a nosotros y a nuestro planeta viviente. Si de verdad somos el primer superorganismo inteligente, tal vez estamos destinados a poblar todo lo que existe, y al hacerlo, a cumplir la visión de Alfred Rusell Wallace de perfeccionar el espíritu humano en la inmensidad del universo".
 
 
Lo mejor: Un ensayo realmente ameno, que hace gala de una variedad de temas y una erudición impresionante, muy bien escrito... y con una intención noble, y rara en estos tiempos, la de mover al lector a un estado de esperanza en el futuro del planeta y del ser humano. Creo que en cuestiones de ecología hay dos extremos que hay que evitar a toda costa, uno que da la lucha por perdida... y por lo tanto anima a no hacer nada, y otro que toma cualquier dato positivo y lo magnifica dando la impresión de que es un indicio de que las cosas van a cambiar... induciendo por lo tanto también a la pasividad ya que serán siempre "otros" los encargados de provocar el cambio. El libro de Flannery trata de eludir ambos extremos, tanto de caer en un pesimismo paralizante como de mostrar un optimismo infundado, y creo que casi lo consigue.

Lo peor: Es fácil leerlo y terminar abrumado por la enormidad de la tarea, la inutilidad de nuestros políticos, la falta de conciencia cívica que vemos por todas partes, el lavado de cerebro continuo de la publicidad que nos impulsa a mal-consumir, la ignorancia, la incultura y esa nociva ideología del consumismo e individualismo a ultranza... y un millón de cosas más. En fin, es fácil leer este libro y gritar la consabida proclama "que paren el mundo que me bajo"... pero esto es lo que hay, lo bueno para aquellos adictos al pesimismo sería mostrarles el libro y decirles "tranquilos que nos queda poca cuerda" :-). Vamos a saber muy pronto, posiblemente en el espacio de una generación o menos, si el futuro se parece a un mundo tecnificado dominado por las autopistas de la información, o bien, al mundo moribundo descrito en la novela "La carretera". Leyendo a Flannery y otros autores como él vamos a salir pronto de dudas.

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