"Como pensador lógico, no puedo evitar pensar, basándome en las pruebas, que mucha de la gente que manifiesta reacciones dramáticas ante malas noticias que afectan a extraños es hipócrita. Y eso me perturba. La gente así se entera de malas noticias que ocurren al otro lado del mundo y estalla en llanto, como si a sus propios hijos los hubiera atropellado un autobús. Para mí, esa gente no es muy distinta de los actores y actrices: pueden estallar en llanto si se lo piden, pero ¿en realidad significa algo?.
A menudo esa misma gente se vuelve a mí y me dice cosas como: "¿Qué es lo que te pasa? No dices nada. ¿Acaso te da igual que haya muerto toda esa gente? Tenían familia, ¿sabes?".
Conforme me hacía mayor, fui teniendo cada vez más problemas por decir cosas que eran ciertas, pero que la gente no quería oír. No entendía lo que significaba tener tacto. Desarrollé una cierta habilidad para evitar decir lo que estuviera pensando. Pero, aun así, lo pensaba. Solo es que no lo dejaba salir tan a menudo"
Ficha: "Mírame a los ojos. Mi vida con síndrome de Asperger", John Elder Robison, editorial Capitán Swing, 317 páginas, ISBN: 9788 494 740 770
El tema del "Síndrome de Asperger" está de moda en el mundo de la ficción televisiva, ahí tenemos al gracioso personaje de Sheldom Cooper en la serie "The Big Bang Theory" que parece estar a un paso del mismo, o al personaje de Eugene en "The Walking Dead" que parece estar en la misma situación. Ahora parece que cualquier personaje de comportamiento un tanto excéntrico, inteligente en algún área pero negado en cuanto a habilidades sociales podría ser calificado o diagnosticado como "asperger" en un periquete.
Bien podría en las etiquetas de este blog establecer una nueva categoría en ese tema. En 2.009 publiqué un comentario de la autobiografía de Daniel Tammet "Nacido en un día azul", probablemente la persona que ha hecho más por divulgar el síndrome de Asperger y cuya lectura es una verdadera delicia. Sigo recomendando su lectura ya que es todo un libro de referencia sobre el tema. Metidos ya en el terreno de la ficción literaria tendría que recomendar "El curioso incidente del perro a medianoche", aquí no estamos ante las memorias de alguien aquejado de este curioso trastorno, pero sí de alguien que se documentó abundantemente a la hora de retratar el mundo interior de su protagonista a través de su trato con niños aquejados de esa variante leve de autismo.
Hay que reconocer no obstante que dentro del síndrome de Asperger, así como del Autismo, existe una enorme gradación de nivel, de modo que el protagonista descrito en esta novela de Mark Haddon, posee una "gravedad" muy superior a la mostrada por Daniel Tammet en su libro, o por Temple Grandin, protagonista del último capítulo del ensayo "Un antropólogo en Marte", para mí la mejor obra del añorado Oliver Sacks, sin duda el mejor divulgador científico de su campo, la neurociencia, de todos los tiempos.
Lo primero que pensé cuando tuve este libro en mis manos fue "ya está, aquí tenemos otro afectado del síndrome aprovechando la moda y escribiendo algo a "rebufo" de lo publicado por Daniel Tammet"... pues no, este libro es completamente independiente del escrito por el genio de los idiomas y las matemáticas británico. De hecho aunque "Nacido en un día azul" era ya conocido por John Elder Robison, decidió no leerlo antes de terminar su obra para evitar quedar influenciado por la misma. J.E. Robison es 22 años mayor que Tammet, y a diferencia de este su afección neurológica no fue diagnosticada hasta los cuarenta años de edad. Tal y como lo cuenta en su libro, fue un amigo psicólogo quien puso en sus manos una obra sobre las características del Asperger y su diagnóstico para que lo leyese. A pesar de su rechazo inicial, comprensible porque a nadie le gusta que le diagnostiquen un trastorno psicológico ya que todos en principio nos consideramos de lo más "normales", no pudo más que admitir cuando fue leyendo las características del mismo que su forma de ser cuadraba perfectamente con lo descrito en el libro.
Robison lo dice muy claro en su libro, el Asperger no es una enfermedad, es simplemente un modo de ser derivado de unas características particulares del cerebro que se dan desde el nacimiento y que posee una graduación tan amplia que en modo alguno condiciona inevitablemente la vida de quien lo posee, dependerá mucho de su intensidad y de las circunstancias de la vida de cada persona.
Daniel Tammet fue muy afortunado por tener una familia que lo apoyó y prestó la debida atención, tampoco fue diagnosticado de forma precoz, pero aun así no recuerdo haber leído en su libro ningún tipo de conflicto en relación a su personalidad "excéntrica", no fue por desgracia el caso de John Elder. Nacido de unos padres tremendamente "disfuncionales", tal y como se diría hoy, una madre con trastornos psicológicos que no hicieron más que agravarse con el tiempo, y sobre todo por la presencia de un padre alcohólico y violento. No constituyó el entorno ideal para la educación de ningún niño, con Asperger o sin el mismo. El libro no es una autobiografía donde el autor se dedique a "ajustarle las cuentas" a su pasado, pero sí la narración... a ratos trágica, y en muchas ocasiones divertida, de una vida y una persona de lo más peculiar, que a pesar de todo ha conseguido salir adelante e incluso triunfar en muchos aspectos.
Fue el hermano de John, Augusten Burroughs, escritor y autor de éxito con una obra también autobiográfica "Recortes de mi vida" que conoció su versión cinematográfica en 2006, quien le animó a lanzarse a escribir. Una de las cualidades que debe poseer un escritor es su habilidad para narrar historias, y Christopher Robison, verdadero nombre de Augusten Burroughs, recordaba sobradamente las habilidades narrativas de su hermano mayor. Una de las características de los asperger es una capacidad considerable para prestar atención, y recordar, detalles que a los demás nos parecen insignificantes. Ese amor al detalle y la impresionante memoria de la que hacía gala John le convertían en un narrador sobresaliente. En el presente libro dará muestras sobradas de ello. Dificilmente volveré a leer otro libro autobiográfico mejor narrado, más sincero y más emotivo que este.
Tachado de "raro" desde su más tierna infancia, el recuerdo del personaje de sus primeros y desafortunados pasos en el terreno de la comunicación humana son a ratos cómicos y en ocasiones verdaderamente tristes. Desde la guardería John se sintió como un "bicho raro" como alguien que no encajaba con el mundo que le rodeaba. Su necesidad de cariño y afecto se vio una vez y otra frustrada por su incapacidad para comunicarse de un modo correcto con sus semejantes, por su dificultad para interpretar sus gestos e interactuar con los demás. Ello le llevó rápidamente al aislamiento, a vivir en un mundo hecho a su medida donde encontraba consuelo en una impresionante habilidad para tratar con las máquinas. Fue el mundo de las máquinas, de cualquier mecanismo, los coches la mecánica y posteriormente la electrónica donde volcó su enorme talento, su capacidad de trabajo y su impresionante capacidad de atención. Pese a todo durante la mayor parte de su vida se consideró a sí mismo un fracasado por no haber ido a la universidad ni haber conseguido un título... algo que resulta chocante cuando le vemos triunfar profesionalmente en varias ocasiones en su vida, allí donde se puso unos objetivos razonables, perseveró y tuvo un poco de suerte, tal y como lo expresa al final en el libro.
Convertirse en uno de los técnicos de sonido del grupo KISS e ir de gira con ellos a finales de los setenta, llegando a diseñar varios modelos de guitarras con efectos especiales para ellos, entrar en una empresa y conseguir un puesto destacado dentro del equipo de ingenieros que diseñaban a comienzos de los ochenta juguetes electrónicos, justo antes del desembarco masivo de las consolas de videojuegos, o centrarse en la reparación y puesta a punto de coches de alta gama creando, con notable éxito, su propia empresa, no me parece, y no es de hecho, la vida de alguien que podríamos considerar "fracasado" en el plano profesional, en absoluto.
Naturalmente todo no es color de rosa, hay una maldición china que dice "ojalá tengas una vida interesante", y la vida de John ha tenido bastante de eso, para lo bueno y lo malo. Dos matrimonios, una colección de vivencias singulares en relación con su etapa de técnico de sonido, conflictos con su familia, un pasado de "gamberro" en su adolescencia, la cara y la cruz del éxito en la empresa de videojuegos y el replanteamiento de su vida profesional... su aislamiento social y su enorme soledad durante largos periodos. Es una vida rica en matices, donde el tema del síndrome de Asperger va y viene constantemente. Cobrará protagonismo al comienzo del relato y también al final, pero habrá momentos en los que uno simplemente pensará ... "¿cómo narices alguien con tales características pudo superar todo eso, tener ese tipo de vivencias y desenvolverse en el mundo con semejante habilidad?".
A veces estuve tentado durante el relato a pensar que todo era invención, que no era posible, pero también la experiencia de mi propia vida me inclina a pensar que en ocasiones el entorno y las personas que te rodean son el elemento determinante. En las giras del grupo de rock y en el equipo de ingenieros su "rareza" pasaba fácilmente desapercibida, allí era simplemente un "raro" más. Posiblemente ese fracaso académico a la hora de estudiar una carrera le hizo un favor, dificilmente hubiera encajado en un ambiente mucho más convencional. Las anécdotas de su sentido del humor y su capacidad para tomarle el pelo a los demás cuando detectaba un ambiente donde simplemente no encajaba son desternillantes, un Asperger con una dosis notable de sentido del humor y sentido de la ironía... ¡quien lo iba a decir!.
Poco más que añadir al comentario de un relato apasionante, de un libro que se lee casi de una tirada y que no se puede soltar de las manos una vez que se comienza. Una historia que fluye con facilidad y que muestra la tremenda humanidad de una persona singular en algunos aspectos, pero absolutamente normal en todo lo demás. No es necesario un diagnóstico firme de ese síndrome para comprender algunas de sus características, esa dificultad para mirar a los ojos a la gente mientras se habla, o la torpeza a la hora de entablar y mantener relaciones sociales, hacer amigos o volcarse en un tema determinado donde encuentras refugio en tu soledad ¡que me van a contar a mí de eso! ;-).
Como punto y final destacar uno de los temas principales del libro, la influencia del entorno familiar y la importancia del perdón a la hora de vivir en paz con los demás y con uno mismo. Para ser alguien que supuestamente posee una gran dificultad para expresar sus emociones y una mentalidad donde predomina el aspecto lógico, en ocasiones hasta extremos ridículos, existe una enorme carga emotiva en este libro.
Como propina a los sufridos lectores de este blog ofrezco el enlace a la web del autor, y a una entrevista al mismo en Youtube.
Robison lo dice muy claro en su libro, el Asperger no es una enfermedad, es simplemente un modo de ser derivado de unas características particulares del cerebro que se dan desde el nacimiento y que posee una graduación tan amplia que en modo alguno condiciona inevitablemente la vida de quien lo posee, dependerá mucho de su intensidad y de las circunstancias de la vida de cada persona.
Daniel Tammet fue muy afortunado por tener una familia que lo apoyó y prestó la debida atención, tampoco fue diagnosticado de forma precoz, pero aun así no recuerdo haber leído en su libro ningún tipo de conflicto en relación a su personalidad "excéntrica", no fue por desgracia el caso de John Elder. Nacido de unos padres tremendamente "disfuncionales", tal y como se diría hoy, una madre con trastornos psicológicos que no hicieron más que agravarse con el tiempo, y sobre todo por la presencia de un padre alcohólico y violento. No constituyó el entorno ideal para la educación de ningún niño, con Asperger o sin el mismo. El libro no es una autobiografía donde el autor se dedique a "ajustarle las cuentas" a su pasado, pero sí la narración... a ratos trágica, y en muchas ocasiones divertida, de una vida y una persona de lo más peculiar, que a pesar de todo ha conseguido salir adelante e incluso triunfar en muchos aspectos.
Fue el hermano de John, Augusten Burroughs, escritor y autor de éxito con una obra también autobiográfica "Recortes de mi vida" que conoció su versión cinematográfica en 2006, quien le animó a lanzarse a escribir. Una de las cualidades que debe poseer un escritor es su habilidad para narrar historias, y Christopher Robison, verdadero nombre de Augusten Burroughs, recordaba sobradamente las habilidades narrativas de su hermano mayor. Una de las características de los asperger es una capacidad considerable para prestar atención, y recordar, detalles que a los demás nos parecen insignificantes. Ese amor al detalle y la impresionante memoria de la que hacía gala John le convertían en un narrador sobresaliente. En el presente libro dará muestras sobradas de ello. Dificilmente volveré a leer otro libro autobiográfico mejor narrado, más sincero y más emotivo que este.
Tachado de "raro" desde su más tierna infancia, el recuerdo del personaje de sus primeros y desafortunados pasos en el terreno de la comunicación humana son a ratos cómicos y en ocasiones verdaderamente tristes. Desde la guardería John se sintió como un "bicho raro" como alguien que no encajaba con el mundo que le rodeaba. Su necesidad de cariño y afecto se vio una vez y otra frustrada por su incapacidad para comunicarse de un modo correcto con sus semejantes, por su dificultad para interpretar sus gestos e interactuar con los demás. Ello le llevó rápidamente al aislamiento, a vivir en un mundo hecho a su medida donde encontraba consuelo en una impresionante habilidad para tratar con las máquinas. Fue el mundo de las máquinas, de cualquier mecanismo, los coches la mecánica y posteriormente la electrónica donde volcó su enorme talento, su capacidad de trabajo y su impresionante capacidad de atención. Pese a todo durante la mayor parte de su vida se consideró a sí mismo un fracasado por no haber ido a la universidad ni haber conseguido un título... algo que resulta chocante cuando le vemos triunfar profesionalmente en varias ocasiones en su vida, allí donde se puso unos objetivos razonables, perseveró y tuvo un poco de suerte, tal y como lo expresa al final en el libro.
Convertirse en uno de los técnicos de sonido del grupo KISS e ir de gira con ellos a finales de los setenta, llegando a diseñar varios modelos de guitarras con efectos especiales para ellos, entrar en una empresa y conseguir un puesto destacado dentro del equipo de ingenieros que diseñaban a comienzos de los ochenta juguetes electrónicos, justo antes del desembarco masivo de las consolas de videojuegos, o centrarse en la reparación y puesta a punto de coches de alta gama creando, con notable éxito, su propia empresa, no me parece, y no es de hecho, la vida de alguien que podríamos considerar "fracasado" en el plano profesional, en absoluto.
Naturalmente todo no es color de rosa, hay una maldición china que dice "ojalá tengas una vida interesante", y la vida de John ha tenido bastante de eso, para lo bueno y lo malo. Dos matrimonios, una colección de vivencias singulares en relación con su etapa de técnico de sonido, conflictos con su familia, un pasado de "gamberro" en su adolescencia, la cara y la cruz del éxito en la empresa de videojuegos y el replanteamiento de su vida profesional... su aislamiento social y su enorme soledad durante largos periodos. Es una vida rica en matices, donde el tema del síndrome de Asperger va y viene constantemente. Cobrará protagonismo al comienzo del relato y también al final, pero habrá momentos en los que uno simplemente pensará ... "¿cómo narices alguien con tales características pudo superar todo eso, tener ese tipo de vivencias y desenvolverse en el mundo con semejante habilidad?".
A veces estuve tentado durante el relato a pensar que todo era invención, que no era posible, pero también la experiencia de mi propia vida me inclina a pensar que en ocasiones el entorno y las personas que te rodean son el elemento determinante. En las giras del grupo de rock y en el equipo de ingenieros su "rareza" pasaba fácilmente desapercibida, allí era simplemente un "raro" más. Posiblemente ese fracaso académico a la hora de estudiar una carrera le hizo un favor, dificilmente hubiera encajado en un ambiente mucho más convencional. Las anécdotas de su sentido del humor y su capacidad para tomarle el pelo a los demás cuando detectaba un ambiente donde simplemente no encajaba son desternillantes, un Asperger con una dosis notable de sentido del humor y sentido de la ironía... ¡quien lo iba a decir!.
Poco más que añadir al comentario de un relato apasionante, de un libro que se lee casi de una tirada y que no se puede soltar de las manos una vez que se comienza. Una historia que fluye con facilidad y que muestra la tremenda humanidad de una persona singular en algunos aspectos, pero absolutamente normal en todo lo demás. No es necesario un diagnóstico firme de ese síndrome para comprender algunas de sus características, esa dificultad para mirar a los ojos a la gente mientras se habla, o la torpeza a la hora de entablar y mantener relaciones sociales, hacer amigos o volcarse en un tema determinado donde encuentras refugio en tu soledad ¡que me van a contar a mí de eso! ;-).
Como punto y final destacar uno de los temas principales del libro, la influencia del entorno familiar y la importancia del perdón a la hora de vivir en paz con los demás y con uno mismo. Para ser alguien que supuestamente posee una gran dificultad para expresar sus emociones y una mentalidad donde predomina el aspecto lógico, en ocasiones hasta extremos ridículos, existe una enorme carga emotiva en este libro.
Como propina a los sufridos lectores de este blog ofrezco el enlace a la web del autor, y a una entrevista al mismo en Youtube.
Lo mejor: Una historia interesante, narrada con virtuosismo, llena de datos curiosos, embebida en una fina ironía y sentido del humor, no exenta de tragedia y dolor, capaz de tocar la fibra sensible del lector. Muy recomendable, aunque el libro autobiográfico de Daniel Tammet es muy bueno este le supera de cabo a rabo, simplemente tiene mucho, muchísimo más que contar.
Lo peor: El autor se animó a seguir escribiendo, una pena que de momento no haya más libros suyos traducidos porque desde luego que no todos los días se encuentra a un narrador de esta categoría. Hay una sensación de auto contención, de que se podía haber ahondado mucho más en determinados detalles y haberle dado más "color" a una historia ya de por sí interesante, de que el autor si bien puede haber fantaseado y adornado algunos recuerdos se guarda en la manga muchas cartas.
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