domingo, 28 de enero de 2018

La izquierda feng-shui


"¿Qué política se puede hacer de espaldas a la realidad? ¿Qué justicia se puede buscar a partir de interpretaciones sesgadas e injustas contra enormes colectivos como los médicos, los investigadores científicos, el personal sanitario, los responsables de la seguridad alimentaria, los agricultores que no se pliegan al dogma? ¿Es demasiado descabellado soñar con una izquierda racional, inteligente, pensante, materialista, naturalista, informada, crítica y cuestionadora de sus propios dogmas (incluidos los políticos)? ¿Una izquierda que regule sus políticas basándose en el más avanzado conocimiento científico de cada momento, y que rechace y denuncie las pseudociencias, todo misticismo, todas las religiones? ¿Una izquierda que enarbole los valores de la Ilustración como los cimientos de su propio pensamiento y convicciones?".


Ficha: "La izquierda feng-shui", Mauricio José Schwarz, editorial Ariel, 390 páginas, ISBN: 9788 434 425859

Supe de la actividad del autor de este libro hace años cuando durante una pequeña polémica en las redes sociales alguien me recomendó su blog "El retorno de los charlatanes", posteriormente descubrí su canal en Youtube "El rey va desnudo", del que he visionado ya bastantes vídeos y que suelo visitar periodicamente. Desde aquí recomiendo una visita tanto a su blog como a su canal ya que no es que me gusten, es que son de esos blogs y canales de opinión que veo muy necesarios, vamos que habría que inventarlos si no existieran ya.

En ellos Mauricio J. Schwarz se dedica principalmente a denunciar a las pseudociencias y defender a ultranza el pensamiento racional, el método científico y las ideas que surgieron con la Ilustración y que han llevado a la humanidad a su actual nivel de desarrollo técnico y científico... vamos que tiene como blanco cualquier tipo de superstición y dogma religioso o del tipo que sea. Evidentemente eso le pone en el punto de mira de cualquier defensor de pseudociencias, terapias naturales, técnicas médicas milenarias, cospiranoias varias y todo ese pensamiento irracional que desde hace años pulula por el hipertecnificado occidente y que ha encontrado en Internet y las redes sociales su medio ideal de difusión, porque cuando se diseñó la red y muchos se lanzaron a lanzar loas a esa maravilla que consiste en compartir la información de forma gratuíta ¿alguien se acuerda ya cómo funcionaban las cosas en la época pre-internet y la falta de información que había? no pensábamos, creo que nadie lo hacía, en la difusión masiva no solo de información y conocimiento válido y contrastado por fuentes serias, sino también la inmensa cantidad de basura en forma de bulos, propaganda, falsedades y simples opiniones personales, más que discutibles, disfrazadas de opiniones respetables y creíbles. La libertad de opinión y difusión de información, sea cierta o no, sin pasar por ningún filtro previo, posee indudablemente un lado muy bueno y positivo, pero también un lado perverso que seguramente es imposible de erradicar sin que sea peor el remedio que la enfermedad. Sea como fuere hoy los engaños y la información falsa o sesgada pulula en la misma cantidad, sino más, que la información seria... la inteligencia y el espíritu crítico existen en Internet, pero hay que buscarlos de forma activa por desgracia. Una buena muestra de la misma es la labor de este periodista y comunicador, que aunque no esté en mi opinión exenta de reproches, vale la pena conocer, y animo a cualquiera que se acerque a este blog a hacerlo.

Este es el primer libro que escribe, que yo sepa, Mauricio-José Schwarz, orientado conscientemente hacia la polémica y lo políticamente incorrecto, lo que dice bastante y nada bueno de los tiempos que corren, el autor se dedica a atacar lo que considera falacias, falsedades y dogmas basados en el pensamiento irracional... por no hablar en muchos casos de simples timos y tomaduras de pelo, creídos por desgracia por gente poco instruida, o simplemente bienintencionada deseosa de que la bonita milonga que le están contando sea verdad, y es que existe una conjunción de factores que hace que alguien desconfíe por ejemplo de la medicina "científica", lo pongo entre comillas para no usar el engañoso término "tradicional", y busque otras alternativas. Desde este punto quiero decir que uno de los fallos más evidentes del libro es este, se habla de las bondades del método científico como el único válido para generar conocimiento útil, al menos en determinados campos como la medicina, pero no se incide lo suficiente en los motivos que llevan a la búsqueda de tantas personas, muchas de ellas indudablemente no menos inteligentes que el autor, a probar con las llamadas "terapias naturales", demonizadas en este libro. Pero bueno, eso seguramente daría para la escritura de otro trabajo y seguramente no menos extenso que este. Porque leyendo este libro parece todo cuestión de incultura, ignorancia, ingenuidad y seguramente también en muchos casos un sobrante de aburrimiento y dinero.





Hay una polémica añadida además, al identificar ese tipo de supersticiones y falsas creencias con una actitud política progresista de izquierdas, para distinguirlo de las supersticiones más típicas del pensamiento conservador que en su mayoría proceden del fundamentalismo religioso. Dos ejemplos claros de creencias de "derechas" serían la negación del cambio climático y la defensa del creacionismo y la negación también, de la validez de la teoría de la evolución... llegando al caso bochornoso y patético de los fundamentalistas que interpretan literalmente la Bíblia... algo que hace mucho tiempo ni siquiera el Papa de Roma hace :-). 

Evidentemente a más de uno, y así ha sido también mi caso en un principio, le van a chirriar los oídos y se va a preguntar el porqué de esta afirmación e identificación que hace el autor entre pseudociencias, creencias místicas y un cierto tipo de espiritualidad con un talante de izquierdas... pero ese es un avispero en el que el autor se mete él solito, sin miedo a armar barullo. 

Personalmente dudo mucho que esa identificación sea otra cosa que una generalización bastante injusta, porque si bien conozco a personas que podrían encajar a la perfección con el perfil de simpatizante de izquierdas, bienintencionado y demasiado crédulo con este tipo de terapias alternativas y aromas varios de la llamada "New Age", y también a gente de mentalidad conservadora, religiosa y anclada todavía en supersticiones de ese tipo, lo cierto es que la frontera entre ambos grupos se difumina bastante. Sí, indudablemente hay una relación entre la mentalidad más o menos abierta que suelen tener muchos votantes de opciones políticas de izquierda y la tolerancia, defensa e incluso la práctica de muchas de las terapias naturales o creencias mostradas en este libro, y naturalmente entre una mentalidad conservadora y una religiosidad practicante junto con alguna que otra creencia supersticiosa de propina, pero ¿acaso no hay defensores y practicantes de terapias "alternativas" que votan a la derecha? ¿o creyentes y practicantes tanto del cristianismo como de otras religiones que votan a opciones de izquierda? sin duda.

Este es el punto más original, y polémico, del libro, esa vinculación entre opción política y un determinado punto de creencias, pero me parece también el punto más fácilmente atacable del mismo. En este vídeo por ejemplo el autor habla de ese aspecto de su libro y contesta una y otra vez a la pregunta de porqué no critica también en el mismo las supersticiones "típicas" asociadas con la derecha política o una mentalidad conservadora... pero lo cierto es que la culpa es toda suya, y además si con esa declaración de intenciones pretendía captar atención y hacer que gente de izquierdas reflexione sobre hacia donde le están llevando determinadas creencias, perdiendo de vista el objetivo principal de la política para alguien de esa tendencia, que no es otro que la construcción de una sociedad cada vez más justa y menos desigual, creo que ha errado el camino; y no porque esté personalmente en desacuerdo con el autor, todo lo contrario en mi caso, sino porque este es el típico libro que solamente van a leer en general aquellos que ya piensen como él.

Sé de más de un caso de personas a las que vendría muy bien la lectura de este libro para reflexionar un poco, y que no pasarían del texto recogido en la contraportada... y es que cuando alguien se identifica con un determinado conjunto de creencias o con una determinada mentalidad cualquier cosa que parezca atacar esas ideas es rápidamente tomado como un ataque personal adoptando inmediatamente una actitud cerrada y a la defensiva sin dejar explicarse ni escuchar a la otra parte... es una actitud, que personalmente encuentro bastante irracional y deprimente, y que se ve continuamente en los foros de opinión, medios de comunicación , redes sociales etc etc.

Tengo que decir que a pesar de todo lo expresado anteriormente el libro me ha gustado, está muy bien escrito, es ameno, usa de vez en cuando la ironía y el sarcasmo para dar fuerza a sus argumentos, y en el que se nota bastante el trabajo de documentación previo que respalda en general los argumentos del autor. Es un libro donde se nos va a mostrar buena parte de la historia de eso que hace tiempo se denominaba "contracultura", o "New Age", y su paulatina, o supuesta, adopción por una parte de la izquierda política. La variedad de los temas es tan amplia que seguramente hubiese sido deseable un trabajo de una mayor extensión o más centrado en un tema en concreto, de todas formas me ha parecido muy interesante, sobre todo porque son raros los trabajos que se construyen desde una ideología de izquierdas, el autor afirma pertenecer a esta tendencia política... aunque a muchos seguramente tras verle arremeter contra ciertas cosas les parezca extraño, y es que estamos tan acostumbrados a críticas a la izquierda por parte de la derecha, con la evidente mala fe de socavar y destruir, que nos hemos acostumbrado a creernos en posesión de la verdad, vuelto hipersensibles y reaccionamos con ira ante cualquier crítica, venga desde donde venga. Cualquier crítico de la izquierda desde la misma izquierda nos parece inmediatamente un derechista "emboscado"... que le vamos a hacer, es una de las mayores debilidades de esta parte del espectro político, la desunión, el cainismo, por no decir directamente "canibalismo", el exceso de dogmas y la ausencia en demasiadas ocasiones de autocrítica... y bueno nos faltaba encima lo señalado por Mauricio J. Schwarz en este libro ;-), vamos que no es otra cosa que el abandono de una parte de la izquierda de los ideales de la Ilustración, la racionalidad y el espíritu crítico... ese que tenía como contrapartida al pensamiento religioso y la superstición. En definitiva que una buena parte de la izquierda, nunca se subraya lo suficiente lo de "parte", ha terminado cayendo en los mismos errores de los que en otros tiempos se acusaba al pensamiento conservador, vivir para ver.

Añado además que me he visto retratado en algunos momentos, cualquier lector de este blog podrá rastrear la temática "espiritualidad" en el mismo, he comentado un par de libros de Ken Wilber, quien por cierto es muy crítico con el mundo de la contracultura norteamericana, a pesar de formar parte de ella le guste o no, de algunos autores de la denominada "autoayuda" de corte neo-espiritual e incluso de uno de los muchos personajes retratados en el libro, como objetivo de los dardos del autor, el hindú Krishnamurti, por no hablar de algún que otro místico como Ramana Maharsi (afortunadamente ausente de este trabajo)... ¿me puedo considerar acaso perteneciente a esa "izquierda feng-shui" de la que habla el autor de este libro?, definitivamente no... aunque en el pasado haya tenido un pie metido en ella y sea un apelativo que le vendría que ni pintado a algunas personas que quiero y aprecio. Me gustan y me van a seguir interesando el Budismo, el Vedanta Advaita, el Taoismo y la filosofía de distintos pensadores de oriente, si, ¡Krishnamurti incluido!, como también me gustan la ciencia y la divulgación científica o la filosofía occidental, porque una cosa no quita la otra. Creo que la clave está en saber afrontar cualquier tema con espíritu crítico y saber separar el grano de la paja... porque esta última se encuentra en todas partes, no nos apresuremos a demonizar nada ni a elevarlo a los altares sin examinarlo bien.

Conclusión.
Polémicas aparte tengo que decir que he aprendido bastante con este libro, me ha encantado la parte en la que se cuenta la historia de la contracultura, el desfile de personajes estrambóticos, la historia de la cocacola, de la homeopatía y el reiki, la parte dedicada a los chemtrails, a los trasgénicos etc... es un trabajo que intenta despertar el espíritu crítico del lector, de abrirle los ojos, de transmitirle aunque sea una pizca de sentido común, de defender la labor de la ciencia, esa ciencia que es responsable de que aquellos que la critican y ningunean lo hagan precisamente a través de medios tecnológicos creados a partir de los descubrimientos de la misma, o que disfruten de una vida más larga y más sana gracias a los avances médicos que tanto se apresuran a criticar de forma tan generalizada como injusta, por no decir estúpida en la mayoría de los casos... ¿a que vivimos en tiempos extraños? ;-)



Lo mejor: Un trabajo valiente, instructivo y necesario. También es un libro muy ameno, por momentos divertido incluso, que se lee con facilidad y que aporta una buena cantidad de datos históricos. Más allá de estar de acuerdo o no con todos los postulados del autor, por ejemplo en el tema de la meditación no estoy de acuerdo con él, abre un espacio a la autocrítica que seguramente es hoy más necesario que nunca desde dentro de la propia izquierda. Lo recomiendo, especialmente a todos mis amigos, conocidos y familiares que gustan y confían en las llamadas terapias naturales, que simpatizan o comulgan directamente con la espiritualidad oriental o que desconfían por sistema de las malvadas compañías farmaceúticas, las empresas productoras de los temidos transgénicos, no digamos ya a los que se se tragan el timo de los "chemtrails" y demás memeces... por favor menos ingenuidad, más racionalidad, más sentido crítico, hay que documentarse más y sobre todo ¡más sentido común por favor que no cuesta dinero! ;-)

Lo peor: Hay un aire de revancha y ajuste de cuentas que se respira por todo el ensayo. Durante el visionado de uno de los vídeos de Mauricio mi novia me comentó "¿quien es el tío ese?, parece un cura"... y es que los sermones pueden estar muy bien, pero a la mayoría de la gente NO le gustan. Da además la impresión de que se mete en el mismo saco a tal variedad y cantidad de blancos sobre los que disparar, se hace un revoltijo de dimensiones tan grandes, todo medido por el mismo rasero, que no puedo evitar la sensación de injusticia, y de que se meta por igual prácticas milenarias que llevan siglos y siglos de experimentación, si experimentación aunque sea de forma subjetiva y "poco científica", junto con timos vergonzosamente descarados, como la homeopatía, por ejemplo que están con nosotros solamente unas pocas décadas. Hay mucho, muchísimo que matizar, como comenté antes hubiera sido necesario un trabajo de mayores dimensiones... lo que no quita que en mi opinión la orientación del libro sea buena, porque aunque a muchos no les guste, o no nos termine de gustar, Mauricio-José Schwarz, excesos aparte, tiene más razón que un santo en buena parte de lo que dice... ahí queda eso :-).


2 comentarios:

  1. No he tenido ocasión de leerlo y la verdad viendo el tipo de videos dogmáticos que hace en YouTube, con una visión tan simple y corrosiva, pocas ganas me dan. No es para mí.

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  2. He visto varios vídeos de Mauricio en Youtube, y en general me gusta su contenido, aunque creo que el tono directo y contundente puede escocer. Mucho peor en mi opinión son sus comentarios en Twitter, ahí si que no recomiendo a nadie que le siga pues considero que no tienen apenas interés y se limita en general a responder a insultos (algo propio de esta red social aunque sea un juego en el que no entra todo el mundo). Sin embargo hay cosas interesantes en su libro, lo malo en ocasiones es el cómo presenta los datos y el hecho de que por desgracia no vaya a convencer a casi nadie. Por no hablar de esa manía de identificar una determinada creencia en pseudociencias y derivados con una postura política de izquierdas... es algo que como votante de izquierdas de toda la vida me escuece y repatea un montón ¡porque lo considero injusto!. Gracias por tu comentario.

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