miércoles, 6 de enero de 2016

En movimiento: Una vida


Ficha: "En movimiento: Una vida", Oliver Sacks, editorial Anagrama, 378 páginas, ISBN: 978 843 3963 956

Finalmente se cumplió el pronóstico y el bueno de Oliver nos dejó el pasado verano. No he terminado ni mucho menos de hacerle aquí el homenaje que se merece, tenía previsto leer y comentar su primer libro autobiográfico "El tío tugsteno", pero la generosidad de uno de los lectores de este blog ha motivado que continúe el repaso de su obra por la que es su último, por ahora, trabajo... sugiero que quizás no sea lo último que se publique con su nombre porque gracias a esta autobiografía he sabido que el Dr. Sacks era un escritor extremadamente prolífico, alguien para quien la escritura era parte indisociable de su vida. Ha dejado tras de sí una ingente obra, miles y miles de hojas manuscritas que nunca han visto la luz y que quien sabe si más adelante podrían constituir material publicable. 

De todas formas ahí están sus libros, la inolvidable obra de un escritor extraordinario, un escritor "total", un narrador nato que como bien explicaba Antonio Muñoz Molina en su artículo en El País, "... un amor tan entregado por el oficio de escribir que solo se rinde cuando faltan las fuerzas para sostener la pluma o cuando los ojos y los dedos no aciertan ya a encontrar las letras en el teclado", pues su último artículo se publicó tan solo dos semanas antes de su muerte, solo la devastación producida en su cuerpo por la metástasis cancerígena pudo con su voluntad de escribir.

¿Y qué tenemos aquí?, evidentemente Sacks no pudo escribir esta obra en el breve lapso de tiempo entre el anuncio de su muerte en febrero y su derrumbe definitivo en agosto, hay truco, y es que casi todo este trabajo estaba ya escrito hace tiempo, la mayor parte de esta obra autobiográfica está compuesta por varios relatos que han sido ensamblados para formar esta autobiografía definitiva que abarca desde la adolescencia del autor hasta su ancianidad... un material que ahora ve finalmente la luz, espero que convenientemente revisado y supervisado por Sacks en esos últimos meses de vida, y en el que se nos presenta su figura humana con una mayor grandeza y relieve si cabe que todo lo expuesto anteriormente en sus escritos, donde, a excepción de su obra autobiográfica sobre su infancia que pronto leeré, los protagonistas eran siempre sus pacientes, sus curiosas enfermedades y lo que estas nos podían enseñar sobre el funcionamiento del cerebro... naturalmente su carácter, su tremenda humanidad, y su inmensa curiosidad y pasión por el conocimiento se traslucían lo suficiente como para poder afirmar que no estábamos ante un divulgador más ni ante un escritor "el montón"... ese estilo de escribir que parece  tan  natural y sencillo era en realidad fruto del perfeccionismo más exagerado que cabe imaginar, Sacks comenta en esta autobiografía como llegó a enviar hasta ocho o nueve versiones diferentes de su primer libro "Despertares" hasta casi volver loco a su editor... historias aparentemente sencillas, pero que escribía y reescribía desde cero una y otra vez para que quedaran perfectas, para que expresaran todo cuanto tenía que decir y sobre todo para evitar causar la más mínima molestia u ofensa sus queridos pacientes. 



Amor y compasión son las palabras adecuadas, un amor y compasión por sus pacientes, los protagonistas de sus escritos, que siempre estuvieron por encima de todo... Sacks también tuvo fuertes críticas por ello, se le acusaba de "explotar" las enfermedades de sus pacientes, de ser en ocasiones no lo suficientemente buen científico... puede que alguna que otra no fuera errada del todo, pero lo que está muy claro es que la envidia es muy mala ;-)... y su brillante carrera, su éxito mediático, y su tremenda popularidad tuvo que dejar en evidencia a más de un colega que nunca le perdonó que hubiera seguido un camino que la mayoría de los médicos y científicos no se atrevían a seguir, y encima hacerlo con brillantez.

Decía George Orwell que una autobiografía era siempre una colección de derrotas, en el caso de Sacks tendríamos que decir que la afirmación es completamente cierta, a condición de que uno sea sincero al escribirla claro, y sinceridad es justo lo que no le falta a este escritor, de hecho va sobrado. Cuando comencé a leer la obra pensaba que me encontraría con una especie de "rata de laboratorio y biblioteca", alguien que no había vivido para otra cosa que estudiar, leer y trabajar... y me he encontrado sobre todo con alguien con una tremenda pasión por VIVIR, apasionado de las motocicletas desde su adolescencia, practicante de la halterofília, el surf, el montañismo... también hijo de una época cuyo espíritu siguió al pie de la letra, viajes en solitario, experimentos con las drogas... Sacks nunca se casó ni formó una familia, era homosexual en una época y lugar en el que aquello era delictivo, su madre nunca terminó de asumirlo y él arrastró siempre un sentimiento de culpa que se manifestó en un carácter tímido y retraido, a pesar de las apariencias, y una notable dificultad para relacionarse con los demás. La pasión por su trabajo y por escribir fueron sin duda poderosas válvulas de escape, pero no las únicas.

En este trabajo seremos testigos de una detallada descripción de su vida personal, íntima incluso, su labor profesional y sus tribulaciones desde la adolescencia, sus desengaños amorosos, su soledad, su dificultad para encontrar la forma perfecta para expresar por escrito sus investigaciones y su trabajo, su pasión por la lectura, sus accidentes en el mar, montaña y carretera, sus experiencias como motero solitario, sus amistades y las satisfacciones de su trabajo, sus vínculos intelectuales con personalidades del mundo de la ciencia, su gradual paso al mundo de la fama... sus viajes y aficiones. Sacks a pesar de todo fue una persona súmamente afortunada, esta no es una biografía normal, no es una vida... son una docena de vidas en una, algo de lo que no todo el mundo puede decir lo mismo. Leyéndole no podía dejar de tener la sensación de sobrecogimiento ante la sombra de un gigante y quien crea que exagero es porque no le ha leído, no conozco a nadie que lo haya hecho y que no le guste este escritor, para mí sin duda el divulgador científico nº1, el más humano y apasionado de cuantos he leído, y en su campo, la neurología, sin lugar a dudas el más interesante.
  




Lo mejor:  Un libro excelente, la mejor autobiografía que he leído, sincero, ameno, apasionante... luces y sombras de un gigante cuyo legado nos sigue cautivando. Su figura humana se engrandece aún más si cabe con este relato, nos daremos cuenta, entre otras cosas, de la enorme tarea que había tras cada uno de sus trabajos, y daremos gracias porque semejante escritor y ser humano haya existido alguna vez.


Lo peor: El relato, como no podría ser de otra manera, es muy irregular... hay momentos muy interesantes y otros ya no tanto. Seguramente con una revisión más pausada de su autor hubiera tomado una forma diferente. No es el libro más adecuado para iniciarse en la lectura de la obra de Sacks, creo que es mejor empezar por alguno de sus brillantes ensayos, entre los que se encuentran los dos leídos y comentados en este blog "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" y "Un antropólogo en Marte", y a partir de ahí, una vez atrapados por la magia de sus trabajos, tomar contacto con el ser humano extraordinario, perfectamente cartografiado en este libro, que había tras los mismos.


3 comentarios:

  1. Leí de él "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" y me agradó por su tremendo humanismo, pero no dejaba de ser una serie de casos clínicos. En efecto en ellos se traslucía el amor y la compasión que el científico humanoista sentía hacia sus pacientes.

    Muy buena reeña. (Aunque algo tarde: ¡Feliz año!)

    ResponderEliminar
  2. ¡ Feliz año Juan Carlos ! :-). Lee en cuanto tengas ocasión "Un antropólogo en Marte", me gustó mucho más aunque no sea tan conocida. Gracias.

    ResponderEliminar
  3. Empecé por "El hombre que confundió...." Y me apasionó. Todo lo que encuentro de él lo leo. Incluido El tio Tungsteno, Veo una voz,....
    Muy buen comunicador y divulgador de sus casos. Muy humano

    ResponderEliminar