domingo, 29 de octubre de 2017

Mírame a los ojos

"Como pensador lógico, no puedo evitar pensar, basándome en las pruebas, que mucha de la gente que manifiesta reacciones dramáticas ante malas noticias que afectan a extraños es hipócrita. Y eso me perturba. La gente así se entera de malas noticias que ocurren al otro lado del mundo y estalla en llanto, como si a sus propios hijos los hubiera atropellado un autobús. Para mí, esa gente no es muy distinta de los actores y actrices: pueden estallar en llanto si se lo piden, pero ¿en realidad significa algo?. 

A menudo esa misma gente se vuelve a mí y me dice cosas como: "¿Qué es lo que te pasa? No dices nada. ¿Acaso te da igual que haya muerto toda esa gente? Tenían familia, ¿sabes?". 

Conforme me hacía mayor, fui teniendo cada vez más problemas por decir cosas que eran ciertas, pero que la gente no quería oír. No entendía lo que significaba tener tacto. Desarrollé una cierta habilidad para evitar decir lo que estuviera pensando. Pero, aun así, lo pensaba. Solo es que no lo dejaba salir tan  a menudo"




Ficha: "Mírame a los ojos. Mi vida con síndrome de Asperger", John Elder Robison, editorial Capitán Swing, 317 páginas, ISBN: 9788 494 740 770

El tema del "Síndrome de Asperger" está de moda en el mundo de la ficción televisiva, ahí tenemos al gracioso personaje de Sheldom Cooper en la serie "The Big Bang Theory" que parece estar a un paso del mismo, o al personaje de Eugene en "The Walking Dead" que parece estar en la misma situación. Ahora parece que cualquier personaje de comportamiento un tanto excéntrico, inteligente en algún área pero negado en cuanto a habilidades sociales podría ser calificado o diagnosticado como "asperger" en un periquete.

Bien podría en las etiquetas de este blog establecer una nueva categoría en ese tema. En 2.009 publiqué un comentario de la autobiografía de Daniel Tammet "Nacido en un día azul", probablemente la persona que ha hecho más por divulgar el síndrome de Asperger y cuya lectura es una verdadera delicia. Sigo recomendando su lectura ya que es todo un libro de referencia sobre el tema. Metidos ya en el terreno de la ficción literaria tendría que recomendar "El curioso incidente del perro a medianoche", aquí no estamos ante las memorias de alguien aquejado de este curioso trastorno, pero sí de alguien que se documentó abundantemente a la hora de retratar el mundo interior de su protagonista a través de su trato con niños aquejados de esa variante leve de autismo.

Hay que reconocer no obstante que dentro del síndrome de Asperger, así como del Autismo, existe una enorme gradación de nivel, de modo que el protagonista descrito en esta novela de Mark Haddon, posee una "gravedad" muy superior a la mostrada por Daniel Tammet en su libro, o por Temple Grandin, protagonista del último capítulo del ensayo "Un antropólogo en Marte", para mí la mejor obra del añorado Oliver Sacks, sin duda el mejor divulgador científico de su campo, la neurociencia, de todos los tiempos.

Lo primero que pensé cuando tuve este libro en mis manos fue "ya está, aquí tenemos otro afectado del síndrome aprovechando la moda y escribiendo algo a "rebufo" de lo publicado por Daniel Tammet"... pues no, este libro es completamente independiente del escrito por el genio de los idiomas y las matemáticas británico. De hecho aunque "Nacido en un día azul" era ya conocido por John Elder Robison, decidió no leerlo antes de terminar su obra para evitar quedar influenciado por la misma. J.E. Robison es 22 años mayor que Tammet, y a diferencia de este su afección neurológica no fue diagnosticada hasta los cuarenta años de edad. Tal y como lo cuenta en su libro, fue un amigo psicólogo quien puso en sus manos una obra sobre las características del Asperger y su diagnóstico para que lo leyese. A pesar de su rechazo inicial, comprensible porque a nadie le gusta que le diagnostiquen un trastorno psicológico ya que todos en principio nos consideramos de lo más "normales", no pudo más que admitir cuando fue leyendo las características del mismo que su forma de ser cuadraba perfectamente con lo descrito en el libro.

Robison lo dice muy claro en su libro, el Asperger no es una enfermedad, es simplemente un modo de ser derivado de unas características particulares del cerebro que se dan desde el nacimiento y que posee una graduación tan amplia que en modo alguno condiciona inevitablemente la vida de quien lo posee, dependerá mucho de su intensidad y de las circunstancias de la vida de cada persona.




Daniel Tammet fue muy afortunado por tener una familia que lo apoyó y prestó la debida atención, tampoco fue diagnosticado de forma precoz, pero aun así no recuerdo haber leído en su libro ningún tipo de conflicto en relación a su personalidad "excéntrica", no fue por desgracia el caso de John Elder. Nacido de unos padres tremendamente "disfuncionales", tal y como se diría hoy, una madre con trastornos psicológicos que no hicieron más que agravarse con el tiempo, y sobre todo por la presencia de un padre alcohólico y violento. No constituyó el entorno ideal para la educación de ningún niño, con Asperger o sin el mismo. El libro no es una autobiografía donde el autor se dedique a "ajustarle las cuentas" a su pasado, pero sí la narración... a ratos trágica, y en muchas ocasiones divertida, de una vida y una persona de lo más peculiar, que a pesar de todo ha conseguido salir adelante e incluso triunfar en muchos aspectos.

Fue el hermano de John, Augusten Burroughs, escritor y autor de éxito con una obra también autobiográfica "Recortes de mi vida" que conoció su versión cinematográfica en 2006,  quien le animó a lanzarse a escribir. Una de las cualidades que debe poseer un escritor es su habilidad para narrar historias, y Christopher Robison, verdadero nombre de Augusten Burroughs, recordaba sobradamente las habilidades narrativas de su hermano mayor. Una de las características de los asperger es una capacidad considerable para prestar atención, y recordar, detalles que a los demás nos parecen insignificantes. Ese amor al detalle y la impresionante memoria de la que hacía gala John le convertían en un narrador sobresaliente. En el presente libro dará muestras sobradas de ello. Dificilmente volveré a leer otro libro autobiográfico mejor narrado, más sincero y más emotivo que este.



Tachado de "raro" desde su más tierna infancia, el recuerdo del personaje de sus primeros y desafortunados pasos en el terreno de la comunicación humana son a ratos cómicos y en ocasiones verdaderamente tristes. Desde la guardería John se sintió como un "bicho raro" como alguien que no encajaba con el mundo que le rodeaba. Su necesidad de cariño y afecto se vio una vez y otra frustrada por su incapacidad para comunicarse de un modo correcto con sus semejantes, por su dificultad para interpretar sus gestos e interactuar con los demás. Ello le llevó rápidamente al aislamiento, a vivir en un mundo hecho a su medida donde encontraba consuelo en una impresionante habilidad para tratar con las máquinas. Fue el mundo de las máquinas, de cualquier mecanismo, los coches la mecánica y posteriormente la electrónica donde volcó su enorme talento, su capacidad de trabajo y su impresionante capacidad de atención. Pese a todo durante la mayor parte de su vida se consideró a sí mismo un fracasado por no haber ido a la universidad ni haber conseguido un título... algo que resulta chocante cuando le vemos triunfar profesionalmente en varias ocasiones en su vida, allí donde se puso unos objetivos razonables, perseveró y tuvo un poco de suerte, tal y como lo expresa al final en el libro.

Convertirse en uno de los técnicos de sonido del grupo KISS e ir de gira con ellos a finales de los setenta, llegando a diseñar varios modelos de guitarras con efectos especiales para ellos, entrar en una empresa y conseguir un puesto destacado dentro del equipo de ingenieros que diseñaban a comienzos de los ochenta juguetes electrónicos, justo antes del desembarco masivo de las consolas de videojuegos, o centrarse en la reparación y puesta a punto de coches de alta gama creando, con notable éxito, su propia empresa, no me parece, y no es de hecho, la vida de alguien que podríamos considerar "fracasado" en el plano profesional, en absoluto.

Naturalmente todo no es color de rosa, hay una maldición china que dice "ojalá tengas una vida interesante", y la vida de John ha tenido bastante de eso, para lo bueno y lo malo. Dos matrimonios, una colección de vivencias singulares en relación con su etapa de técnico de sonido, conflictos con su familia, un pasado de "gamberro" en su adolescencia, la cara y la cruz del éxito en la empresa de videojuegos y el replanteamiento de su vida profesional... su aislamiento social y su enorme soledad durante largos periodos. Es una vida rica en matices, donde el tema del síndrome de Asperger va y viene constantemente. Cobrará protagonismo al comienzo del relato y también al final, pero habrá momentos en los que uno simplemente pensará ... "¿cómo narices alguien con tales características pudo superar todo eso, tener ese tipo de vivencias y desenvolverse en el mundo con semejante habilidad?".

A veces estuve tentado durante el relato a pensar que todo era invención, que no era posible, pero también la experiencia de mi propia vida me inclina a pensar que en ocasiones el entorno y las personas que te rodean son el elemento determinante. En las giras del grupo de rock y en el equipo de ingenieros su "rareza" pasaba fácilmente desapercibida, allí era simplemente un "raro" más. Posiblemente ese fracaso académico a la hora de estudiar una carrera le hizo un favor, dificilmente hubiera encajado en un ambiente mucho más convencional. Las anécdotas de su sentido del humor y su capacidad para tomarle el pelo a los demás cuando detectaba un ambiente donde simplemente no encajaba son desternillantes, un Asperger con una dosis notable de sentido del humor y sentido de la ironía... ¡quien lo iba a decir!.

Poco más que añadir al comentario de un relato apasionante, de un libro que se lee casi de una tirada y que no se puede soltar de las manos una vez que se comienza. Una historia que fluye con facilidad y que muestra la tremenda humanidad de una persona singular en algunos aspectos, pero absolutamente normal en todo lo demás. No es necesario un diagnóstico firme de ese síndrome para comprender algunas de sus características, esa dificultad para mirar a los ojos a la gente mientras se habla, o la torpeza a la hora de entablar y mantener relaciones sociales, hacer amigos o volcarse en un tema determinado donde encuentras refugio en tu soledad ¡que me van a contar a mí de eso! ;-).

Como punto y final destacar uno de los temas principales del libro, la influencia del entorno familiar y la importancia del perdón a la hora de vivir en paz con los demás y con uno mismo. Para ser alguien que supuestamente posee una gran dificultad para expresar sus emociones y una mentalidad donde predomina el aspecto lógico, en ocasiones hasta extremos ridículos, existe una enorme carga emotiva en este libro.

Como propina a los sufridos lectores de este blog ofrezco el enlace a la web del autor, y a una entrevista al mismo en Youtube.


Lo mejor: Una historia interesante, narrada con virtuosismo, llena de datos curiosos, embebida en una fina ironía y sentido del humor, no exenta de tragedia y dolor, capaz de tocar la fibra sensible del lector. Muy recomendable, aunque el libro autobiográfico de Daniel Tammet es muy bueno este le supera de cabo a rabo, simplemente tiene mucho, muchísimo más que contar.

Lo peor: El autor se animó a seguir escribiendo, una pena que de momento no haya más libros suyos traducidos porque desde luego que no todos los días se encuentra a un narrador de esta categoría. Hay una sensación de auto contención, de que se podía haber ahondado mucho más en determinados detalles y haberle dado más "color" a una historia ya de por sí interesante, de que el autor si bien puede haber fantaseado y adornado algunos recuerdos se guarda en la manga muchas cartas. 


domingo, 22 de octubre de 2017

Los amamos, los odiamos y... los comemos

"¡Ay!... Sin darme cuenta me he acorralado a mí mismo en un rincón de la lógica donde alimentar a las boas constrictoras con cuerpos de gatitos no solo es permisible sino también moralmente preferible a alimentarlas con roedores. Pero aunque la parte lógica de mi mente quizás haya llegado a la conclusión de que no hay mucha diferencia entre criar serpientes a base de una dieta de ranas o de gatitos, la parte emocional no se ha dejado engañar en absoluto. La idea de alimentar a las serpientes con gatitos me repugnaba y no tenía ninguna intención de visitar un centro de acogida de animales para llevarme cadáveres de gatos".



Ficha: "Los amamos, los odiamos... y los comemos", Hal Herzog, editorial Kairós, 400 páginas, ISBN: 9788 499 881 812

Este es un libro que trata principalmente sobre una nueva rama de la psicología llamada "antrozoología" que examina las relaciones entre los seres humanos y los animales. Un tema que puede parecer banal y sobre el que todos podríamos no ya solamente opinar sino prácticamente "sentar cátedra", debido a que todos tenemos una estrecha relación con los animales, bien porque tengamos alguna mascota, o por nuestra profesión o simplemente por el mero hecho de consumir carne y otros derivados de los animales. Es un tema que no se puede ignorar a la ligera.

He leído y comentado ya en este blog un par de libros, excelentes, sobre animales y los problemas éticos en el trato con los mismos, me refiero a "Comer animales" de Jonathan Safran, todo un manifiesto pro-vegetarianismo y el imprescindible "En defensa de los animales", de Mathieu Ricard, seguramente el mejor libro escrito nunca en defensa de un trato más humanitario con los animales y la mejor apología del vegetarianismo por motivos éticos y ecológicos que se ha escrito jamás. Un libro que nunca he dejado de recomendar desde que lo leí, y que me dejó tan impresionado que tomé la decisión de hacerme vegetariano... lo que ocurrió después queda muy bien explicado a través de la lectura del libro que comento ahora.

Si existe una expresión o un adjetivo que defina perfectamente nuestra relación en general con los animales sería "paradoja"... somos profundamente inconsecuentes, irregulares, caprichosos e irracionales en nuestro trato con los animales. Hay muy pocas personas que se encuentren en terreno de blanco y negro aquí, es decir, que aborrezcan de todo punto a los animales y cualquier trato con los mismos, o bien, que les profesen un profundo amor incondicional. La inconsistencia, la paradoja y las contradicciones son moneda corriente de las que casi nadie se libra. Casi todo el mundo come carne o consume productos de origen animal, incluidos la mayoría de los autoproclamados vegetarianos, todos los que llevamos una dieta omnívora somos cómplices, lo queramos ver o no, del sufrimiento y el maltrato a los animales, por mucho que tengamos una mascota en casa a la que mimamos y adoramos. Es un hecho irrebatible, la variedad de comportamientos humanos en relación con los animales es sencillamente asombrosa, y la antrozoología, parcela de la psicología en la que el Sr. Herzog es un especialista, nos va a poner de manifiesto una y otra vez el variado ramillete de sentimientos y comportamientos dispares, más diverso de lo que imaginamos, en relación con el trato dispensado a los animales.

Lo que uno aprende de la lectura de este ensayo es que no existe lógica alguna, la defensa tanto de posturas a favor del trato humano y el vegetarianismo como de un trato basado en el puro utilitarismo exento de sentimientos no se basa en la razón, aunque existan poderosas razones para defender la dieta vegetariana desde el punto de vista ético, sanitario y ecológico, sino en el mundo de los sentimientos. Es ahí, en el irracional mundo de las pulsiones y las pasiones, camuflado tantas veces por tradiciones y alimentado por intereses económicos, donde habría que encontrar la raíz... y aun así una y otra vez nos encontraremos con situaciones contradictorias y caprichosas. Como muestra un botón, el granjero vecino del autor que gustaba de salir de caza, y para ello se hacía acompañar de un par de perros de raza que tenía en casa amarrados con cadenas bajo los árboles... mientras que tenía otro perro suelto por casa a modo de mascota. Cualquiera que haya tenido gato como mascota seguramente le habrá alimentado directamente de la mesa ante los maullidos caprichosos del minino... dándole trocitos de carne de cerdo o ternera cortados directamente del plato, o sea, como bien titula un capítulo del libro "El gato en casa y la ternera en el plato". La ambivalencia y la esquizofrenia moral en relación con el trato con los animales no es la excepción sino la norma, en relación con estos tenemos un comportamiento, como ese falsamente atribuido a los avestruces, de esconder la cabeza en la arena y "si no lo veo o pienso en ello simplemente no existe"... y esa es la realidad.

La antrozoología no trata pues sobre los animales, aunque algo aprenderemos sobre los mismos en este ensayo el punto de mira se sitúa siempre en el comportamiento humano y su diversidad, seguramente, aparte de la diversidad del comportamiento sexual, hay pocos temas donde se ponga tanto de manifiesto la inmensa riqueza de la experiencia humana y lo complejo de nuestra psicología. Seremos testigos de la "humanización" de los animales, del hecho sorprendente de nuestra tenencia de mascotas, propia en exclusiva de los seres humanos, de la relación con el denominado "mejor amigo del hombre", el perro, o las diferencias, si es que las hay, en el trato a los animales que dispensan hombres y mujeres. 

El libro se mete de lleno en temas éticos en el capítulo dedicado al fenómeno de las peleas de gallos, ilegales pero permitidas hasta cierto punto, un fenómeno existente en la zona del país donde vive el autor del libro y que le ha permitido estudiarlo a fondo. Veremos que sus conclusiones no son precisamente de condena total, ni mucho menos... y es que aquí nos encontramos con el típico terreno donde no hay blanco o negro sino muchos matices de gris. Tiene razón el autor cuando ,aunque no excusa ni defiende esta práctica asquerosa y cruel, señala la brutal hipocresía de condenar las peleas de gallos mientras uno se zampa unos nugetts de pollo... el sufrimiento ocasionado por la cría industrial es un millón de veces peor que el de una pelea a muerte entre dos gallos armados con cuchillas de acero en los espolones, unos quedan como simples delincuentes y otros como "ciudadanos normales" aunque sean, seamos, cómplices de un sufrimiento infinitamente peor.



La relación entre las personas y la carne, una mezcla de atracción y repulsión, será protagonista de otro capítulo que sirve de preámbulo a otro tema en el que el autor es un especialista, el uso de animales para experimentación en laboratorios. Aquí de nuevo tal y como ocurrió con el tema de las peleas de gallos habla desde su experiencia de campo, y se centrará principalmente en su experiencia con la experimentación de ratones... apuntando el hecho sorprendente de que la legislación americana no los considere siquiera "animales" y los tenga por lo tanto legalmente desprotegidos. No solo la diferencia en el trato a los animales sino también cómo discriminamos a unos en detrimento de otros y las supuestas justificaciones morales son otro de los puntos fuertes del libro. Aquí no se hace una especie de "tabla rasa" tal y como hace el amigo Mathieu Ricard en su libro, de evidente inspiración budista que mete en el mismo saco a todos los "seres sensibles", sino que se ahonda no solamente en la paradoja del trato que damos a los animales y también las diferencias de categorías que establecemos, de forma arbitraria en general, entre los mismos. La diferencia de "status", incluso desde el punto de vista legal, entre el ratón de laboratorio que permanece en su jaula, aquel que es útil para un experimento, el que resulta prescindible y aquel que se escapa y corretea suelto por el almacén donde están sus hermanos enjaulados lo evidencia de una forma sorprendente.

La conclusión del libro es la que antes apuntaba, no existe una lógica sólida en el trato dispensado a los animales y la diversidad en el trato que se les otorga habla mucho más de las diferentes mentalidades humanas que de diferencias reales entre los animales. Desde el dueño de gallos de pelea y el cazador, hasta el activista que se deja la piel en defensa del hábitat de la tortuga marina, desde el sádico maltratador de animales hasta la persona aquejada de una especie de síndrome de Diógenes que acumula mascotas en su casa. El autor por ejemplo se confiesa consumidor de carne, aunque no especialmente apasionado con la misma, y dueño de una simpática gatita que tiene como mascota y que como bien dice, le recuerda a diario porqué compartimos nuestra vida con animales.


Para terminar un enlace al blog de Luis Tovar "Filosofía Vegana" donde se hace un muy buen análisis y un extenso comentario del libro reseñado aquí, señalando oportunamente sus puntos fuertes y sus carencias. Un tema sin duda muy interesante.



Lo mejor: Un libro realmente ameno y agradable de leer, uno de esos ensayos típicos de autor anglosajón donde se conjuga la teoría con los casos anecdóticos y que pueden ser leídos como si literatura de evasión se tratara... Hal Herzog no pretende moralizar ni intenta convencer a nadie, es un autor muy alejado tanto de justificar a la ligera los comportamientos humanos que dañan a los animales, como de alinearse en el activismo así como así. Su intención es tan solo señalar que el tema, su especialidad, es más variado y sorprendente de lo que a priori puede parecer. Será inevitable que la mayoría de los lectores se vean retratados en más de una ocasión, ya que es un libro que será raro que interese a alguien a quien no gusten los animales. Interesante y sincero, incita a pensar, es por ello que lo considero muy recomendable.

Lo peor: El libro muestra la gran diversidad de comportamientos humanos relacionados con los animales, inclusive en actividades como la afición por mascotas, donde no parecen existir dilemas éticos... como por ejemplo la afición por los perros de raza, pero se mantiene siempre, o lo intenta, en una deliberada ambigüedad moral, ni es un manifiesto pro animal, ni tampoco una defensa de la actual situación. No muestra conclusión alguna ni trata de conmover al lector, simplemente le pide que considere que el tema es más complejo y variado de lo que parece, y que no todo es blanco o negro... personalmente me gusta esa actitud, aunque me hubiera gustado que se "mojase" más con el tema. No creo que sea un libro que guste demasiado a los activistas pro-derechos de los animales. Al final tengo la sensación de que le falta algo, de que el autor se queda un poco a medias.

jueves, 12 de octubre de 2017

Fiasco

"Por la misma razón de que aquí nada tenía una finalidad -nunca para nadie- y de que aquí no entraba en juego la guillotina de la evolución, amputando de cada genotipo todo lo que no contribuyese a la supervivencia, la naturaleza, no constreñida por la vida que daba ni por la muerte que infligía, podía lograr la liberación, desplegando una prodigalidad característica de ella, un ilimitado despilfarro, una magnificencia inútil, un eterno poder de creación sin objetivo, sin necesidad, sin sentido. Esta verdad, al penetrar gradualmente en el observador, era más inquietante que la impresión de que tenía ante sí una imitación cósmica de la muerte, o de que éstos eran realmente los restos mortales de seres desconocidos que se hallaban bajo el tormentoso horizonte. Así que tenía que invertir su forma natural de pensar, que únicamente era capaz de ir en una dirección: estas formas eran parecidas a huesos, costillas, cráneos y colmillos no porque una vez hubiesen estado al servicio de la vida -nunca lo habían estado-, sino sólo porque los esqueletos de los vertebrados terrestres y su pelo, y el caparazón quitinoso de los insectos, y las conchas de los moluscos, tenían todos la misma arquitectura, la misma simetría y gracia, ya que la naturaleza también podía producir todo esto donde nunca había existido, no existiría, la vida y la finalidad de la vida"



Ficha: "Fiasco", Stanislaw Lem, Alianza Editorial, 460 páginas, ISBN: 84 206 5893 6


Publicada en 1.987, esta fue la última novela de ciencia ficción de Stanislaw Lem, el autor polaco aunque vivió diecinueve años más nunca volvió al terreno de la narrativa de ciencia ficción, género que le encumbró como uno de los mejores escritores del siglo XX, porque fue este género, o subgénero literario, el que le dio justa fama... aunque también escribió ensayos y numerosos artículos.

No se cual será la opinión de otros fans de la ciencia ficción... pero para mí en este terreno Lem es el escritor perfecto, un genio y un dios realmente insuperable, y esta es según algunos su más acabada obra, aquella que condensa todo cuanto el autor había escrito y reflexionado durante muchos años. No me extraña que tras la escritura y publicación de esta obra Lem lo dejase ahí, probablemente sabía que había escrito algo realmente insuperable. No es extraño que la obra fuese propuesta como candidata al Premio Arthur C. Clarke, aunque no podía optar realmente al mismo ya que distaba mucho de ser una ópera prima, de hecho era justo todo lo contrario. Tras su lectura mi más sincera opinión es que no merecía ser insultada con tan modesto premio, por cierto que la ganadora de 1.987 fue una obra "El cuento de la criada" que ha servido de base a una exitosa y reciente serie de televisión.

¿Le quedaba algo nuevo por contar al Sr. Lem en 1.986?, seguramente no, "Fiasco" es una novela que impresiona, una novela que machaca al lector de forma sistemática, pero que no constituye ninguna sorpresa para un aficionado a la obra de Lem. En ella confluyen todas las obsesiones, opiniones e ideas filosóficas de Lem sobre el ser humano y su papel en el universo. Es, tal y como su título expresa, una crónica de un fracaso, una expresión de las habituales ideas pesimistas sobre la naturaleza humana... y una crítica feroz, otra más, de la ciencia y sus limitaciones. Un tema frecuente en Stanislaw Lem, erudito en temas científicos pero por encima de todo un humanista y un hombre de letras, filósofo y un excepcional escritor, el más grande que ha dado la ciencia ficción y que seguramente nunca dará.

Esto es evidentemente una opinión personal mía, pero es que no hay color, hace muchos años que leí la saga de la Fundación del afamado Isaac Asimov, sus novelas de robots e incluso aquella excelente novela titulada "Los propios dioses", bien, solamente esta novela supera todo cuanto escribió el Sr. Asimov en toda su carrera, llena de buenas obras pero también de una ingente cantidad de basura. Y lo dicho vale también para buena parte de los más afamados escritores de ciencia ficción, ni Larry Niven, ni Arthur C. Clarke, ni Kim Stanley Robinson... y si, es verdad que todos ellos han escrito muy buenas historias del género, y seguramente han vendido y venderán más que el autor polaco, no solamente por su calidad sino también por su accesibilidad. Leyendo "Fiasco" he recordado algunas buenas novelas leídas hace años y me decía una y otra vez "esto supera todo, pero qué difícil es seguirle a veces el ritmo a este hombre". Y es que Stanislaw Lem es un escritor de otro nivel, y precisamente por ello exigía a sus lectores un esfuerzo que habitualmente está ausente con la mayoría de los autores de la ciencia Ficción. Si en "Solaris" teníamos abundantes reflexiones filosóficas sobre el ser humano, la ciencia y las posibilidades de comprender el universo, en este caso el tema principal va a seguir siendo este... la posibilidad de contactar y sobre todo "comprender" a otra raza inteligente.



El argumento es aparentemente simple, un astronauta sufre un accidente en la superficie de la luna de Saturno Titán durante una misión de rescate para la que se ha presentado voluntario y en la que en principio se ve envuelto de forma completamente al azar. En el aparato que maneja, una especie de robot gigante destinado a trabajos a lo bestia en superficies planetarias de atmósfera irrespirable, existe un dispositivo de seguridad que se activa en el caso de un accidente grave y que congela y encapsula al piloto de forma casi instantánea con la finalidad de otorgarle la posibilidad de ser revivido años después si se recupera su cuerpo y la tecnología lo permite, una especie de criogenizador de emergencia para no terminar de darle por muerto. Muchos años tras el accidente, con una raza humana en expansión que vive una escalada tecnológica acelerada tiene la suerte de ser rescatado, al igual que otros pilotos de ingenios mecánicos que sucumbieron a la misma misión de rescate. Hay un "problemilla" y es que sus rescatadores del futuro no conocen su identidad, él tampoco la recuerda, y para más emoción han tenido que elegir entre los dos accidentados "revivibles" ... de modo que no sabemos durante la historia si nos encontramos con Parvis, el protagonista inicial, o bien, con el piloto Pirx, personaje habitual de las novelas de Lem y toda una leyenda viva para los astronautas de su época... el tema de la identidad cobrará protagonismo al comienzo de la historia para poco a poco desaparecer de la trama, y es que realmente llega a importar bien poco al final cuando el superviviente, llamado provisionalmente "Mark Temple", tenga que enfrentarse a los hechos que se relatan, nada más y nada menos que el encuentro por vez primera en la historia humana con otra raza inteligente situada a muchos años luz de la Tierra.

Por un azar del destino, otro más, el piloto accidentado es revivido no en Titán, ni siquiera en la Tierra, sino en una nave interestelar, el Eurídice, que marcha rumbo al lugar de donde proceden unas señales inequívocamente producto de una raza inteligente. A pesar de contar con una velocidad solo ligeramente inferior a la de la luz, la nave tendrá que usar una especie de agujero de gusano, un colapsar, para tomar un atajo al sistema solar objetivo de su viaje... Lem no nos va a ahorrar descripciones técnicas, que como en su caso nunca sabemos si son producto de su erudición científica, de su conocimiento de las teorías más especulativas o descabelladas de la ciencia de su tiempo, o fruto de su imaginación desbordante... da lo mismo porque en el caso de este hombre nos vamos a encontrar con una avalancha de términos técnicos inventados y con curiosos nombres que suenan fascinantes, una vez que uno entra en el juego claro. La tripulación, la misión, los detalles técnicos, la problemática de la identidad del piloto revivido... y una vez alcanzado el destino habrá mucho, mucho más.



No quiero seguir contando nada más del argumento para no chafarle a nadie la novela, solo comentar que en la misma la capacidad imaginativa y a la vez reflexiva del Sr. Lem alcanza cotas impresionantes, de hecho llega a fatigar al lector en ocasiones con un despliegue erudito, intelectual e imaginativo que sorprenden a cada vuelta de página. La psicología humana, la inteligencia artificial, el efecto del confinamiento en largos periodos de tiempo, la política y las estrategias tanto de navegación como de combate y guerra a gran escala, la intriga y las diferentes hipótesis que formulan los tripulantes de la nave sobre lo que se van encontrando poco a poco en este singular sistema, la descripción de la civilización de los "quintanos" y su tecnología. Esta es sin duda una de las razas alienígenas más fascinantes y misteriosas salidas de la pluma de Lem. Todo estos son elementos que difícilmente van a dejar a ningún lector indiferente. Estamos ante un escritor en estado de gracia, pletórico de facultades a los 65 años de edad con que contaba por entonces, entregado a proporcionar a sus lectores todo un "banquete" de lo mejor de sí mismo. De hecho es fácil terminar con un buen "empacho" ;-).

No quiero concluir este comentario sin hacer referencia a la excelente página que sobre Stanislaw Lem existe en la red:  https://spanish.lem.pl/ y por supuesto tanto a la biografía del mismo como a esa maravillosa reseña de esta novela, infinitamente mejor que la mía ;-), disponibles en la Wikipedia.


Lo mejor: Probablemente la mejor, más madura y acabada obra de un genial escritor, para mí el más grande que ha dado el género de la ciencia ficción con gran diferencia... sobran pues los comentarios y recomendaciones sobre "Fiasco", si te interesa el género es de esas novelas que hay que leer de forma obligatoria... o al menos intentarlo. Solamente el primero de sus capítulos "El Bosque de Birnam" justifica ya la adquisición y la lectura de la novela... vamos que habría que leerlo de rodillas en señal de respeto :-). De verdad, este escritor jugaba en otra liga.

Lo peor: Lo que para mí ha sido un relato absorbente, hipnótico, impresionante, cargado de profundas reflexiones sin estar por ello exento de ironía y un marcado pesimismo, puede ser verdaderamente plomífero para muchos lectores. Hay momentos en los que da la impresión de que al bueno de Stanislaw se le iba un poco la pinza y nos obsequiaba con un auténtico bombardeo de ideas, de un "más difícil todavía" y daba ejemplos de un virtuosismo narrativo, una riqueza de pensamientos, una demostración de imaginación, un esfuerzo continuado para sorprender y no hollar senderos ya trillados que pueden simplemente apabullar. ¿Ingenio o simple masturbación mental?, que cada cual elija pero lo cierto es que en el plano intelectual y filosófico será difícil sentirse decepcionados. Aunque desde luego la conclusión de la novela, que el ser humano por muy avanzado que esté tecnológicamente nunca va a dejar de ser un inepto y un "animal de bellota" completamente despreciable, dista mucho de ese tono optimista tan frecuente en el sobrevalorado mundo de la ciencia ficción anglosajona y seguramente no habrá gustado a muchos lectores habituales del género. La explicación de porqué este autor consideraba una bazofia a series de ciencia ficción como Star Trek está perfectamente explicada en este y otros libros del genial polaco. No, Lem no se dejaba embaucar por los logros de la ciencia ni por la tecnología, y que conste que era un gran conocedor del terreno que pisaba, y su visión deja poco lugar para el optimismo.


jueves, 5 de octubre de 2017

El ladrón de cerebros. Comer cerezas con los ojos cerrados.

"La ciencia no debe tomarse como una doctrina. Pero estoy convencido de que pensar científicamente nos puede ayudar en nuestro día a día, inspirarnos cuando nos descubre nuevos mundos casi poéticos, y sin duda significa tener una mente más abierta que la dogmática aferrada a las creencias y resistente a cambiar de opinión. La ciencia escucha, cierra los ojos al comer las cerezas y luego decide. Si frente a un cesto de cerezas tempranas o picadas buscas la más madura y reluciente para justificar que son buenísimas, no estarás actuando científicamente."


Ficha: "El ladrón de cerebros. Comer cerezas con los ojos cerrados", Pere Estupinyà, Penguin Random House - colección Debolsillo, 333 páginas, ISBN: 978 846 633 9445

Han pasado seis años desde que la anterior edición de la serie "El ladrón de cerebros" fuese publicada, en aquella ocasión el libro llevaba el subtítulo "Compartiendo el conocimiento científico de las mentes más brillantes" y fue comentado en este blog en 2.012, dos años después de su publicación. Me pareció uno de los libros más originales y recomendables sobre divulgación científica que había leído, aún hoy a pesar de que el tiempo transcurrido juega siempre en su contra es más que recomendable su lectura. De hecho vi en Internet una iniciativa, verdaderamente loable, de la editorial que publicó aquella joya de la divulgación y sobre todo de su autor, para regalar ejemplares del mismo. Coincidiendo casi con la lectura de esta nueva edición de la saga pude ver un vídeo en Youtube en el que niños de un colegio, casualmente muy cercano al lugar donde resido, tras leer aquel ensayo le hacían una serie de preguntas a Pere y este les respondía. Otro ejemplo, otro más, del buen hacer de este excelente divulgador de la ciencia. P. Estupinyà podría haberse dedicado profesionalmente a la ciencia, tras una licenciatura en química y bioquímica, pero abandonó una carrera en este área para centrarse en la divulgación científica. Durante cuatro años fue editor del famoso programa "Redes" que dirigía Eduardo Punset, y es autor de numerosos artículos publicados en revistas científicas de prestigio mundial y también autor de dos libros más de divulgación ya comentados aquí, el antes señalado y el también excelente "S = EX2. La ciencia del sexo", y es que este escritor no deja de superarse a sí mismo... es posible que a algunos les parezcan mejores los anteriores trabajos, pero la verdad es que leyendo este "Comer cerezas con los ojos cerrados", que va mucho más lejos de una mera presentación de información para satisfacer a lectores curiosos, uno desea que no tuviese solamente tres libros publicados... sino 33 por lo menos ;-).


Saber de ciencia es una cosa, y otra bien diferente es saber divulgarla; poseer una gran comprensión de ciertos temas y unos conocimientos enciclopédicos es una cosa, y saber explicarlo con virtuosismo captando el interés y convirtiendo al lector, u oyente, de paso en un apasionado de la ciencia es algo muy diferente. No dejo de tener la idea tras varios años leyendo temas científicos de que aquí falla algo, es bochornosa la nula formación científica que tenemos en general y el desinterés en estos temas, somos verdaderos analfabetos científicos, y en cambio dependemos cada vez más de la tecnología y no solamente eso... hemos pasado a convertirnos en meros adoradores irreflexivos de la misma cuando esta no es otra cosa que la aplicación práctica de todo aquello que descubre la ciencia y su método.



Aún hay más, en esta época tan tecnológica y supuestamente avanzada no dejamos de observar la difusión de bulos y mentiras acerca del funcionamiento de la naturaleza y del mundo... difundidos además a través de Internet y las redes sociales, donde muchas veces se despotrica y se difama a la ciencia, usando precisamente para ello aplicaciones tecnológicas que han sido posibles gracias a la misma... absolutamente de locos. Es este un mundo de contradicciones brutales donde precisamente libros y autores como este singular periodista brillan con luz propia. Tengo la impresión de que la divulgación científica es hoy más necesaria que nunca.

La primera parte del libro, "Nuestro lugar en el universo", justifica ya de por sí sola la adquisición y lectura del ensayo, el primer capítulo es una maravilla... si Pere quería enamorar al lector y hacer que se rinda ante su mensaje lo consigue plenamente. Esta primera parte, especialmente su intenso y breve primer capítulo "Las estrellas en la palma de tu mano" deberían ser leídos en voz alta en todas las escuelas e institutos del país... me atrevo a aventurar que más del 90% de la gente que camina por la calle, adultos incluidos, habitualmente no tienen ni idea de multitud de cosas, o que simplemente las olvidaron hace mucho, que me parecen absolutamente básicas y que Pere comenta en estas primeras páginas. Tengo que decir que aunque ya conocía a grosso modo casi todo lo que el autor expone en el mismo me ha sorprendido la sencillez con la que lo explica y si... también he aprendido cosas nuevas, y estábamos solamente en el comienzo.

Quede bien claro que la pretensión del autor en este ensayo no es solamente compartir conocimientos, nuevos y excitantes experimentos o nuevos campos descubiertos o atisbados por la ciencia, sino todo un manifiesto a favor del método de conocimiento de la misma, Pere vive el mundo de la ciencia con una intensidad y pasión que probablemente ni siquiera muchos afamados investigadores tienen, estando además convencido de la utilidad y la necesidad de su labor. En este libro le vamos a ver escribiendo inspirados artículos de divulgación, entrevistando a científicos que le muestran sorprendentes descubrimientos en el terreno de la neurociencia, la cosmología, la psicología... vamos a conocer sus opiniones sobre diversos asuntos como el de la definición de la inteligencia, el pensamiento crítico, entrando ya en materias de filosofía de la ciencia, los fraudes de las denominadas medicinas alternativas y defender a su querida especialidad, la química, de muchos bulos que se dictaminan a la ligera contra ella. Muy interesante también el apartado dedicado al tema, siempre controvertido, de los transgénicos. Difícil, de verdad complicado, encontrar un escritor con más sensatez y sentido común que el que Pere demuestra tener aquí.

El mundo de los microbios, el sistema inmunológico (y ese sorprendente tratamiento), la genética y el novedoso sistema de manipulación genética denominado CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) que aunque de momento nos suene a chino va a ser todo un bombazo que impulsará la manipulación genética a niveles con los que de momento no podemos ni soñar, con las connotaciones éticas y morales que ello conlleva naturalmente. La exploración del espacio y el posicionamiento del autor en relación a los dos mayores proyectos en marcha... el mundo de la investigación de la naturaleza de la materia, el futuro de la investigación, el tema de las vacunas, la inteligencia artificial... todo un banquete excepcional espera al lector aficionado a los temas científicos. El libro termina con una parte muy recomendable dedicada a la relación entre la ciencia y la salud, especialmente para aquellos que ya vamos teniendo una edad considerable, por muy jóvenes que nos sintamos en espíritu ;-).

No puedo terminar el comentario de este libro sin poner aquí un enlace al primer capítulo de la serie divulgativa que Pere realizó en Ecuador, y por supuesto otro a su página donde se pueden leer muchos de sus artículos y tener acceso a otros proyectos audiovisuales, cómo el nuevo programa de la 2, "El cazador de cerebros", que se está emitiendo actualmente en esta cadena.


Lo mejor: Una segunda parte más que necesaria y que se ha hecho demasiado de rogar, una actualización de los grandes temas ya abordados en su anterior ensayo y que de nuevo constituyen otro gran ejemplo de la labor de este divulgador merecedor de un enorme aplauso. Me ha gustado mucho la honestidad de este autor que no se limita a exponer datos y conocimientos sino también se "moja" en cuestiones que no son exclusivas del ámbito de la ciencia pero donde esta tiene mucho que decir, tampoco se aparta o mira para otro lado en el asunto de los excesos o errores que en nombre de la misma se pueden cometer, algo que también juega a su favor.

Lo peor: Que tengamos que esperar otros cinco o seis años para leer una nueva edición de esta fantástica serie de divulgación científica... afortunadamente hay material audiovisual para rato para formarse y entretenerse con la labor de Pere, aunque en mi caso casi siempre voy a preferir el formato impreso.