Ficha: "Los engaños de la mente", autores: Stephen L. Macknik, Susana Martínez-Conde y Sandra Blakeslee, Ediciones Destino, 395 páginas, ISBN: 9788423345076
Mucho antes de existir la neurología y demás ramas de la ciencia afines ya era sabido que existe una gran diferencia entre el mundo tal y como es y tal y como es percibido por nuestros sentidos. La Neurología ha trabajado habitualmente con cerebros que han resultado dañados para evaluar como dichas lesiones afectan al comportamiento y a la percepción del mundo que nos rodea... pero existen otras vías de conocimiento de las funciones cerebrales, una muy interesante consiste en analizar como funciona el cerebro analizando las formas en las que puede ser engañado.
En este libro Stephen L. Macknik director del laboratorio de Neurofisiología del Comportamiento del Instituto Neurológico Barrow en Phoenix (Estados Unidos) y Susana Martínez-Conde directora del laboratorio de Neurociencia Visual de la misma entidad, establecieron una línea de investigación trabajando precisamente con ese tema, los engaños a los que puede ser sometida la mente... y tuvieron unos poderosos aliados, los magos e ilusionistas llevan haciendo justamente eso desde hace siglos.
Lo que comenzó como una mera anécdota pronto reveló poderosas coincidencias entre lo ya sabido por las ciencia y el conocimiento que poseen los magos de la naturaleza humana, los límites de la percepción y la forma de crear sus trucos de ilusionismo que se basan siempre en esto, en la forma en la que captamos sensitivamente la realidad y sus limitaciones. Que nadie piense que la parte fundamental de un truco de magia consiste en los elementos mecánicos, cajas de doble fondo y bolsillos hábilmente distribuidos por el traje del mago... seguramente es la varita mágica en la mano del mago y sus palabras, aunque no lo parezca, el elemento fundamental, el libro explica el porqué.
Stephen y Susana, que además son una pareja muy bien avenida por lo que he podido leer en esta entretenida e instructiva obra, se convirtieron en grandes aficionados a la magia... pocas veces una investigación científica ha resultado a la vez tan fructífera y divertida. Viajaron a Las Vegas, seguramente el lugar del mundo donde es posible asistir a más espectáculos de magia, y se entrevistaron con un nutrido grupo de magos, de proyección internacional, que en mayor o menor medida accedieron a contarles sus trucos. Muchos de ellos han quedado recogidos en este libro, naturalmente con el permiso de sus autores.
Su afición a la magia les llevará finalmente a preparar ambos un ambicioso número de ilusionismo durante un año y representarlo finalmente en el "Magic Castle" ante un grupo de magos con el fin de ser admitidos en su asociación profesional... no pienso dar más detalles aquí, solo resaltar de nuevo el hecho de como en ocasiones la ciencia puede ir unida de la mano de la más pura diversión.
Porque de eso se trata, a pesar de la representación teatral de los ilusionistas, del elemento de entretenimiento y artístico de su ocupación la magia posee un elemento muy importante de ciencia, entendida aquí como el arte de manipular la atención y los sentidos de su público. Tras esas apariencias estrafalarias, tras toda esa verborrea, efectos de luces y artilugios varios se esconden unos profesionales concienzudos y pacientes que estudian cada elemento de su espectáculo de forma minuciosa. Alguien dijo una vez que en ocasiones improvisar un discurso necesita de una metódica preparación de horas y horas... le viene al pelo a la magia, todo está pensado y cuidado al detalle, todo ensayado hasta la saciedad para conseguir el efecto deseado. Este libro explica como los magos lo consiguen y las enseñanzas que sobre la percepción y la forma de trabajar de nuestro cerebro pueden ser extraidas del espectáculo de la magia.
Veremos por ejemplo como los magos trabajan con la imágen residual que queda en nuestros cerebros tanto de la vista o el tacto, Stephen y Susana nos llevarán de la mano en un recorrido por el fascinante mundo de las ilusiones ópticas y como estas han sido usadas en el pasado, y en la actualidad, por los pintores, arquitectos y artistas gráficos. Veremos también como los magos manipulan la atención de su público consiguiendo que enfoquemos la misma justo al sitio que ellos quieren... donde no está ocurriendo realmente nada para ocultar el sitio donde se está realizando el truco realmente, he ahí la importancia de las palabras, de los movimientos, de los gestos y de esa varita mágica que no es sino un utensilio muy útil para manipular la atención. Seremos testigos de como el cerebro fracasa estrepitósamente cuando tiene que ocuparse de la multitarea y como la atención firme a un suceso nubla los sentidos en lo que respecta a otras cosas que están sucediendo a la vez... hecho muy conocido por los magos y utilizado en sus espectáculos.
Esto último, por ejemplo, desmonta la falacia de que hay personas que son capaces de hacer varias cosas simultáneamente y otras no, uno de los grandes mitos sobre el cerebro que se cae hecho añicos. Ahora los científicos lo han constatado experimentalmente, los magos lo saben desde siempre. Veremos también como nuestros sentidos interfieren e interaccionan unos con otros y como los ilusionistas saben sacar partido de ello. También habrá un capítulo fascinante dedicado a las jugarretas de la memoria y a la implantación de los falsos recuerdos, y como estos se reconstruyen una y otra vez en nuestra mente modificándose... y naturalmente como los magos, son capaces de sacarle partido. El libro también tratará sobre la falacia del libre albedrío y como los profesionales de la magia y los videntes son capaces de condicionar la elección de su público, y en ocasiones también por desgracia, de sus víctimas.
El libro llega a su apoteosis temática en el capítulo décimo cuando se establece la relación entre las ilusiones y la superstición, como aquel que desea creer termina creyendo basándose en unas pruebas hábilmente falseadas por el ilusionista... o el timador. Y como funcionan realmente las varitas mágicas y cual es su verdadero significado. Todo un recorrido tan instructivo como fascinante. Muy divertido el relato de la visita de los autores a la feria, no se si paranormal o "para anormales" de Sedona y al mundo "magufo". Es increible no ya la cantidad de gente que vive en pleno siglo XXI de las supersticiones sino sobre todo es increible la cantidad de gente que todavía cree o quiere creer en estas cosas. El libro establece una diferencia clara entre magos, ilusionistas y mentalistas, que afirman que solo es un truco de aquellos otros que tratan de embaucar a su público, o sus víctimas más bien, tal y como hacen la mayoría de los videntes haciéndoles creer que realmente poseen algún tipo de poder.
De principio a fin esta obra está salpicada de anécdotas del mundo de la magia con conclusiones procedentes de los laboratorios de las neurociencias y la psicología, también abundan los apartados donde se enseñan trucos de magia... convenientemente advertidos al comienzo y al final para que ningún lector los lea si no lo desea, aunque en verdad dudo que haya alguien que pueda resistirse a hacerlo. Lo interesante de la magia es que el hecho de que te expliquen un truco no resta ni un ápice al mérito de los magos... todo lo contrario, si en verdad fueran mágos y solamente con recitar unas palabras mágicas sus trucos funcionasen entonces si que no tendría mérito alguno. Ningún lector se convertirá en mago de la noche a la mañana por el hecho de conocer uno de estos trucos, estos son fruto de la paciencia, habilidad, imaginación y trabajo duro de los ilusionistas que dedican cientos de horas e interminables ensayos a su preparación. Es tan difícil realizar un buen truco de magia como interpretar una obra al piano... no basta con entender la partitura.
Lo mejor: Entretenido y didáctico, el libro nos pone frente a las limitaciones del cerebro humano y nuestra imperfecta percepción del mundo a través de los sentidos... y no en un sentido peyorativo centrándose en la parte negativa del asunto sino explicándonos siempre el porqué. Este es posiblemente el libro más divertido que se ha escrito sobre divulgación científica, al menos en lo que se refiere a las funciones cognitivas del cerebro. Además nos proporciona una información muy interesante, y útil, sobre como funciona la captación de la realidad a través de los sentidos y como el cerebro reconstruye la misma, lo que lleva a interesantes conclusiones sobre la necesidad de reevaluar los conocimientos y la búsqueda de la verdad si solo nos basamos en la experiencia, dicha experiencia puede estar deformada y adulterada.
Lo peor: Alguien seguramente no entenderá el sentido de la obra y se sentirá molesto por los secretos que se desvelan. Llevados por su entusiasmo los autores se dejan arrastrar por el fascinante mundo del ilusionismo y este tiene un peso en el libro demasiado grande. Hay mucha reiteración sobre los mismos temas que se va repitiendo a lo largo de toda la obra, sin embargo encuentro que el epílogo con esa serie de consejos prácticos para ser conscientes de como podemos ser engañados es demasiado escueto, hubiera estado muy bien que se extendiesen un poco más en el tema.
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