"Fue un agradable atardecer de primavera. El azul del crepúsculo empezó a oscurecerse, como si una brocha invisible diese capas y más capas de pintura, hasta tomar tintes cada vez más oscuros. Cuando me cansé de leer, escuché el Trío opus 100 de Schubert interpretado por Stern, Rose e Istomin. Desde hacía años, siempre escuchaba ese disco cuando llegaba la primavera. Como en respuesta a los tonos de la obra, sentí esa peculiar melancolía que destilan las noches de primavera. En esas noches, me parece que hasta el corazón se tiñe de esa dulce oscuridad azul. Y, al cerrar los ojos, vislumbré un esqueleto blanco en lo más profundo de las tinieblas. Allí estaba, delante de mí; la vida sumida en un profundo vacío, huesos duros como recuerdos"
Ficha: "Baila, baila, baila", autor "Haruki Murakami", editorial Tusquets, 453 páginas, ISBN: 9788483837665
De nuevo vuelvo a vérmelas con un viejo conocido, Haruki Murakami se merece la etiqueta con su nombre en este blog, son en total nueve las obras de este conocidísimo escritor japonés comentadas ya en este blog aunque hacía tiempo que no leía nada suyo, concretamente desde junio de 2.011 cuando leí su interesante ensayo "De que hablo cuando hablo de correr", su única obra de no-ficción hasta la fecha, que yo sepa.
Antes de ese ensayo fueron cayendo las lecturas de "Tokio Blues", su primer gran éxito y la que sea probablemente la mejor novela para iniciarse en el peculiar mundo del escritor nipón, la increíble y extensa "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo", sin duda alguna lo mejor que he leído de él, la irregular colección de relatos "Sauce ciego, mujer dormida", bastante prescindible en mi opinión, las descarnadas y pesimistas "Sputnik, mi amor" y "Al sur de la frontera, al oeste del sol", dos obras menores en el conjunto de su obra pero que profundizan en el peculiar universo de este atípico escritor, imprescindibles para sus fans, la alucinógena y extravagante "Kafka en la orilla" donde el autor se supera a sí mismo y consigue dar otra vuelta de tuerca a su aparentemente inagotable capacidad para sorprender al lector, y finalmente "After Dark", una novela menor, con cierto regusto a encargo, a escrito de relleno mientras gana tiempo de cara a esa obra mucho más ambiciosa publicada en dos partes titulada "1Q84" y que espero poder comentar aquí en unos meses.
Tras esta ensalada de enlaces y referencias al pasado me he dejado deliberadamente una novela sin mencionar, "La caza del carnero salvaje", su tercera novela, su primer éxito de ventas en Japón y sin duda alguna la novela que le preparó el terreno para su exitosa "Tokio Blues". Seis años después de esta disparatada caza del carnero salvaje... una novela ágil, extraña, surrealista y plena de ironía, cayó esta que comento aquí, "Baila, baila baila" retoma la historia del periodista protagonista varios años después. Tras tanto tiempo sin leer nada de Murakami me preguntaba si podría añadir algo más a todo lo que ya he comentado sobre él aquí porque la sensación que tengo en ocasiones leyéndole es un habitual y persistente "dejá vú"... esto ya lo he visto, ya lo he leído, ya lo he sentído, de nuevo lo mismo... y tengo que decir que el reencuentro con las sensaciones que me produce este escritor ha valido la pena, ha sido algo más de ese "más de lo mismo" que hasta cierto punto esperaba.
De nuevo protagonista solitario, varón, de treinta y pocos, único habitante de un modesto apartamento, profesión anodina, vida gris y vulgar, un gato como mascota "sardina", sucesor del inolvidable "boquerón" de la novela anterior. Quedaba algo más que contar, algún cabo suelto que anudar y vaya si Murakami terminó de redondear la historia. Tenemos un personaje traumatizado que ha quedado tan impactado por su reciente separación que parece vivir solamente por inercia, escribe mecánicamente, cocina con la misma precisión exenta de emoción... un día una serie de sueños le llevan a intentar realizar un viaje al pasado. Vuelve a la isla de Sapporo, busca de nuevo el hotel Delfín donde tuvo lugar buena parte de la acción de "La caza del carnero salvaje" y emprende una historia bien diferente.
Algo tuvo que pasar en la vida de Murakami entre 1.982 y 1.988, aparte de las dos novelas que escribió mientras tanto... todas las características que se asoman tímidamente de su peculiar mundo en aquella fábula desquiciada se espesan y se tornan consistentes en esta novela, si de un símil culinario se tratara podríamos decir que "el bizcocho ha quedado horneado". De nuevo el omnipresente sentimiento de soledad, el sentimiento de extrañeza ante el mundo, la sensación casi opresiva de no encajar ni formar parte de nada, múltiples referencias a la música de su época y años anteriores... estábamos en 1.988 cuando Murakami escribe la novela y la acción se sitúa en 1.983, los que vivimos aquella época seremos bombardeados con multitud de nombres de grupos que han quedado en nuestra memoria. Murakami adora la música y quiere que el lector participe de su afición, también se interesa por la cocina... esta novela en concreto parece todo un catálogo de la música de los ochenta y recetas típicas de la cocina japonesa.
Nueva historia, de nuevo situaciones raras, presencia de lo extraño y lo paranormal, momentos de tensión, momentos de introspección e imágenes de la vida cotidiana... acción lenta y sinuosa, momentos de tedio donde no parece ocurrir nada y donde el autor se recrea una y otra vez en el peculiar mundo interior de su personaje, y tengo que decir de nuevo que para nada se hace pesado, esa ralentización de la acción, ese amor por el detalle y la penetración en la psique del protagonista se convierte en un juego fascinante, yo nunca podría leer nueve novelas y un ensayo de un autor aburrido... y desde luego Murakami no lo es, aunque reconozco que hay lectores al que el mismo se les puede "empalagar", no es mi caso por suerte.
De nuevo los personajes curiosos, las mujeres misteriosas... tanto en presencia como en ausencia y recuerdo, intriga, y una historia que aunque se torna un tanto previsible en una parte de su desenlace no deja por una vez cabos sueltos, el final luminoso tenía forzosamente que venir precedido de un largo trayecto recorrido a la oscuridad y ese es probablemente el mensaje de Murakami en esta obra seguramente de segunda fila, "menor", pero que personalmente me ha terminado gustando más que otras obras suyas mucho más ambiciosas seguramente porque andaba ya un poco harto de finales descarnados e infelices. No tengo la menor duda de que el autor quedó fascinado por el personaje de aquella temprana obra y se quiso demostrar a sí mismo "puedo hacerlo mejor". Debía sentirse en cierta forma en deuda con aquel desdichado periodista y decidió darle una segunda oportunidad.
No suelo sacar conclusiones de sus relatos y novelas, porque los mismos son demasiado extraños y raros como para intentar buscarles analogías con nada, la vida es en sí extraña, la gente es rara, el mundo es demasiado caótico y complejo para comprenderlo, para intentarlo siquiera... de ahí el título, ese "baila, baila, baila" cuyo significado queda perfectamente aclarado en el relato, una llamada a vivir la vida quitándole dramatismo, simplemente a dejarse llevar y disfrutar del espectáculo ya que poco se puede hacer al respecto, también en el sentido de ser auténtico, de ser uno mismo sin importar la imágen que se transmite a los demás... y por supuesto, siempre mucho mejor con un buen compañero de baile que bailar solo. Será finalmente la presencia del amor y su capacidad transformadora la que termine convirtiéndose en la conclusión de ese extraño viaje, como casi todos, que Murakami nos incita a emprender de nuevo en esta novela.
Lo mejor: Imprescindible si ya se leyó la mencionada "La caza del carnero salvaje", curiosamente la única novela de Murakami publicada en castellano por la editorial Anagrama. No es de todas formas necesario haber leído la primera para disfrutar o comprender esta, son muy distintas entre sí, aunque las referencias a cierto personaje pueden desconcertar al lector, de ahí que tenga que recomendar primero la lectura de la mencionada novela. Toda una radiografía de la soledad y el sentimiento de alienación que produce el mundo moderno, ese Japón moderno onmipresente como marco conceptual de la obra de Haruki, por muchos años que viva en el extranjero puedo concebir las historias más extravagantes salidas de su pluma... pero de ningún modo una novela suya que transcurra en su totalidad fuera de su amado Japón.
Lo peor: Hay otras obras mejores para iniciarse en la obra del escritor japonés, también las hay más sorprendentes y ambiciosas, no me atrevería a recomendar esta novela salvo a incondicionales del autor, el resto de lectores harán bien en mantenerse alejados de esta obra :-)
Hola A. Pacheco, encontrado tu blog (muy bueno) y e podido leer unas reseñas muy completas, me gustaría pedirte si pudieras hacer el favor de poner en la columna lateral derecha del blog, un witget con las etiquetas de los escritores, así sería más fácil buscar sus obras como saber de cuales as reseñado, facilitaría mucho la navegación por el mismo.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias, es un buen consejo, me pondré manos a la obra porque la dimensión de este blog con más de 280 artículos va pidiendo a gritos algún tipo de clasificación. Saludos
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