Ficha: "Plataforma", autor Michel Houellebecq, editorial Anagrama, 316 páginas, ISBN: 9788433967664
De nuevo regreso al particular mundo de este exitoso y polémico escritor francés de la mano de su tercera novela "Plataforma", tras el contundente éxito de sus primeras dos obras ya comentadas aquí "Ampliación del campo de batalla" y "Las partículas elementales", donde nos mostraba su particular visión de la actual sociedad occidental con su decadencia moral y su materialismo vacío. Dos libros profundamente pesimistas pero también muy directos y sinceros... aquí tenemos más de lo mismo.
Plataforma, nos muestra las desventuras de un gris funcionario del ministerio de cultura francés, un personaje bastante similar al de su primera novela, ha cumplido ya los 40 años y vive solo, apenas mantiene contacto con su familia, prácticamente sin amigos y encadenado de por vida a un trabajo que le aburre... un golpe, dicho sin la menor ironía para aquellos que hayan leído la novela, de la fortuna le hace poseedor de una considerable cantidad de dinero a través de la herencia que su padre, recientemente asesinado, no se le ocurre otra cosa que hacer con la primera cantidad a la que echa el guante que enrolarse en un viaje organizado, de esos que tienen como reclamo el llamado "turismo sexual", vamos que el hombre se aburre como una ostra y quiere poner algo de emoción a su vida aunque sea buscando experiencias sexuales a golpe de talonario en paraísos exóticos ya que no tiene muy buena opinión de las meretrices occidentales a las que no duda en calificar de "desechos humanos". Tailandia será el objetivo fijado.
Una vez allí vivirá una serie de experiencias "culturales" con todo lo que el destino turístico le puede ofrecer, nos relatará con una visión desencantada, ácida y sarcástica (muy típica del Sr. Houellebecq) sus relaciones con sus compañeros de viaje, sus opiniones sobre el turismo de élite a ese tipo de destinos que como Cuba forman parte del turismo sexual en el que pudientes occidentales se acuestan con jóvenes del tercer mundo, menores de edad incluidos, y tienen unas experiencias que jamás tendrían en sus países de origen. En Tailandia conocerá a una chica, compañera de viaje, con la que terminará teniendo, aunque ya a la vuelta, un apasionado romance y parecerá que su vida ha dado un vuelco definitivo para bien... aunque como bien comenta la novela "la desgracia tiene buena salud, es ingeniosa y tenaz", la tragedia estará a la vuelta de la esquina.
Houellebecq nos cuenta una historia donde los hechos narrados son muy secundarios, es ante todo una reflexión sobre la soledad del hombre occidental y su carencia de afectividad materializada en una frustración sexual permanente, la vida se ha convertido en algo tan complejo aquí que es inevitable que la infelicidad campe a sus anchas... y lo hace sin importar el dinero o la posición social porque todos los personajes de la novela al igual que su protagonista son unos desgraciados que apuran los últimos momentos de su existencia buscando un paraíso en la vida que se nos niega aquí y que en aquellas lejanas tierras hay que conseguir de forma artificial y vacía. No es una novela agradable de leer en ocasiones, cualquier lector, especialmente si es varón de edad madura tanto si tiene hijos como si no, encontrará muchas similitudes con el personaje y su vacío existencial.
Como no podía ser de otra forma en la obra hay mucho sexo, a raudales... metido muchas veces con calzador en la narración, de forma forzada... pero sin caer jamás en el erotismo o la sublimación del acto en sí, se muestra siempre de forma cruda y directa, pero también a su vez como expresión última de unos sentimientos que en el fondo es lo que busca el protagonista, ese es el verdadero valor de la sexualidad humana y Houellebeqc nos lo recuerda, sobre todo en su desolador y descarnado final. El escritor no se erige en moralista, para él el comercio sexual no es sino otra forma de intercambio de mercancías, hombres y mujeres maduros y solitarios con necesidades físicas y afectivas por un lado y jóvenes necesitados de dinero para ellos y sus familias por el otro.
Destacar el análisis lúcido y a la vez terrible del fracaso de la revolución cubana y del enconado ataque que se hace al islam, a la que se califica directamente como una religión de idiotas, frases que solo por estar en boca de un personaje de ficción evitaron que su autor terminase con sus huesos en la cárcel aunque finalmente cansado de la presión mediática decidiera irse del país... una pena que alguien tenga que hacer algo así tan solo por escribir algo que posiblemente suscribiría la mayor parte de la gente de su país, y del nuestro.
"El islam sólo podía nacer en un estúpido desierto, entre beduinos mugrientos que no tenían otra cosa que hacer, con perdón, que dar por culo a sus camellos. Cuanto más monoteísta es una religión, piénselo, querido señor, más inhumana y cruel resulta; y de todas las religiones, el islam es la que impone un monoteísmo más radical. Desde que surgió, ha desencadenado una serie ininterrumpida de guerras de invasión y de masacres; mientras exista, la concordia no podrá reinar en el mundo."
De nuevo regreso al particular mundo de este exitoso y polémico escritor francés de la mano de su tercera novela "Plataforma", tras el contundente éxito de sus primeras dos obras ya comentadas aquí "Ampliación del campo de batalla" y "Las partículas elementales", donde nos mostraba su particular visión de la actual sociedad occidental con su decadencia moral y su materialismo vacío. Dos libros profundamente pesimistas pero también muy directos y sinceros... aquí tenemos más de lo mismo.
Plataforma, nos muestra las desventuras de un gris funcionario del ministerio de cultura francés, un personaje bastante similar al de su primera novela, ha cumplido ya los 40 años y vive solo, apenas mantiene contacto con su familia, prácticamente sin amigos y encadenado de por vida a un trabajo que le aburre... un golpe, dicho sin la menor ironía para aquellos que hayan leído la novela, de la fortuna le hace poseedor de una considerable cantidad de dinero a través de la herencia que su padre, recientemente asesinado, no se le ocurre otra cosa que hacer con la primera cantidad a la que echa el guante que enrolarse en un viaje organizado, de esos que tienen como reclamo el llamado "turismo sexual", vamos que el hombre se aburre como una ostra y quiere poner algo de emoción a su vida aunque sea buscando experiencias sexuales a golpe de talonario en paraísos exóticos ya que no tiene muy buena opinión de las meretrices occidentales a las que no duda en calificar de "desechos humanos". Tailandia será el objetivo fijado.
Una vez allí vivirá una serie de experiencias "culturales" con todo lo que el destino turístico le puede ofrecer, nos relatará con una visión desencantada, ácida y sarcástica (muy típica del Sr. Houellebecq) sus relaciones con sus compañeros de viaje, sus opiniones sobre el turismo de élite a ese tipo de destinos que como Cuba forman parte del turismo sexual en el que pudientes occidentales se acuestan con jóvenes del tercer mundo, menores de edad incluidos, y tienen unas experiencias que jamás tendrían en sus países de origen. En Tailandia conocerá a una chica, compañera de viaje, con la que terminará teniendo, aunque ya a la vuelta, un apasionado romance y parecerá que su vida ha dado un vuelco definitivo para bien... aunque como bien comenta la novela "la desgracia tiene buena salud, es ingeniosa y tenaz", la tragedia estará a la vuelta de la esquina.
Houellebecq nos cuenta una historia donde los hechos narrados son muy secundarios, es ante todo una reflexión sobre la soledad del hombre occidental y su carencia de afectividad materializada en una frustración sexual permanente, la vida se ha convertido en algo tan complejo aquí que es inevitable que la infelicidad campe a sus anchas... y lo hace sin importar el dinero o la posición social porque todos los personajes de la novela al igual que su protagonista son unos desgraciados que apuran los últimos momentos de su existencia buscando un paraíso en la vida que se nos niega aquí y que en aquellas lejanas tierras hay que conseguir de forma artificial y vacía. No es una novela agradable de leer en ocasiones, cualquier lector, especialmente si es varón de edad madura tanto si tiene hijos como si no, encontrará muchas similitudes con el personaje y su vacío existencial.
Como no podía ser de otra forma en la obra hay mucho sexo, a raudales... metido muchas veces con calzador en la narración, de forma forzada... pero sin caer jamás en el erotismo o la sublimación del acto en sí, se muestra siempre de forma cruda y directa, pero también a su vez como expresión última de unos sentimientos que en el fondo es lo que busca el protagonista, ese es el verdadero valor de la sexualidad humana y Houellebeqc nos lo recuerda, sobre todo en su desolador y descarnado final. El escritor no se erige en moralista, para él el comercio sexual no es sino otra forma de intercambio de mercancías, hombres y mujeres maduros y solitarios con necesidades físicas y afectivas por un lado y jóvenes necesitados de dinero para ellos y sus familias por el otro.
Destacar el análisis lúcido y a la vez terrible del fracaso de la revolución cubana y del enconado ataque que se hace al islam, a la que se califica directamente como una religión de idiotas, frases que solo por estar en boca de un personaje de ficción evitaron que su autor terminase con sus huesos en la cárcel aunque finalmente cansado de la presión mediática decidiera irse del país... una pena que alguien tenga que hacer algo así tan solo por escribir algo que posiblemente suscribiría la mayor parte de la gente de su país, y del nuestro.
"El islam sólo podía nacer en un estúpido desierto, entre beduinos mugrientos que no tenían otra cosa que hacer, con perdón, que dar por culo a sus camellos. Cuanto más monoteísta es una religión, piénselo, querido señor, más inhumana y cruel resulta; y de todas las religiones, el islam es la que impone un monoteísmo más radical. Desde que surgió, ha desencadenado una serie ininterrumpida de guerras de invasión y de masacres; mientras exista, la concordia no podrá reinar en el mundo."
Ahora bien, si hay algo puesto en la picota y vapuleado en el libro es nuestra querida civilización occidental sobre la que Houellebeqc no ahorra epítetos:
"Seguiré siendo hasta el final un hijo de Europa, de la angustia y de la vergüenza; no tengo ningún mensaje de esperanza. No odio Occidente, todo lo más lo desprecio con toda mi alma. Sólo sé que, tal como somos, apestamos a egoísmo, masoquismo y muerte. Hemos creado un sistema en el cual ya no se puede vivir; y lo que es más, seguimos exportándolo."
Lo mejor: Directo, rotundo, sincero, caustico, en ocasiones cruel ... M. Houellebeqc no tiene miramientos de ningún tipo, expresa una angustia vital y un desencanto rotundo hacia la sociedad occidental de una forma magistral. No hay historias bonitas, ni héroes, ni tampoco villanos... solo soledad, desamor, vacío, frustración. En este caso ni siquiera hay rabia contenida ni emoción, ni odio... una sensación como de asqueamiento y hartazgo de todo, del mundo estúpido y artificial que hemos creado y que seguramente nos merecemos. El amor finalmente es lo único que nos redime como seres humanos, lo único por lo que vale la pena vivir... aunque sea de una forma muy breve y canalizado a través del sexo, me ha gustado mucho el tratamiento del mismo en la novela, tanto en su vertiente romántica como expresión de nobles sentimientos como en su exclusivo sentido físico como "sucedaneo" de algo más noble. Excelente el tratamiento amoral de los personajes donde el autor presenta hechos sin posicionarse a favor o en contra dejando ese asunto en manos del lector. Muy bueno el análisis del turismo internacional a través de la historia de la puesta en marcha de ese plan de reactivación económica de una decadente cadena hotelera, de lo mejor del libro.
Lo peor: Demasiado pesimista, hay una condena al ser humano a la soledad de la cual solo parece poder escaparse a través del azar... en ocasiones se cargan tanto las tintas en los asuntos "sexuales" que uno siente arcadas. El amigo M.H. estaba demasiado obsesionado con el tema... tal vez tras el éxito de la novela se pegó unas buenas vacaciones en alguno de esos sitios que parece conocer tan bien ;-).
Lo peor: Demasiado pesimista, hay una condena al ser humano a la soledad de la cual solo parece poder escaparse a través del azar... en ocasiones se cargan tanto las tintas en los asuntos "sexuales" que uno siente arcadas. El amigo M.H. estaba demasiado obsesionado con el tema... tal vez tras el éxito de la novela se pegó unas buenas vacaciones en alguno de esos sitios que parece conocer tan bien ;-).
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