Ficha: "El problema de Spinoza", Irvin D. Yalom, editorial Destino, 460 páginas, ISBN: 978 842 3346 141
Estoy de suerte, hace bien poco que me intereso por la filosofía, un año y pico, encuentro en Baruch Spinoza uno de mis filósofos favoritos y encima publican recientemente un par de novelas donde el pensador holandés del S. XVII y sus ideas forman parte esencial de la trama... esta es una de ellas, que para más casualidad acaba de ser publicada en castellano y estaba recién adquirida por la Biblioteca Regional... siempre es agradable leer justo lo que más te gusta, justo lo que buscas en ese momento y encima sin gastarte un euro :-).
Spinoza ya era, junto con Leibniz, el protagonista de ese gran libro comentado aquí "El hereje y el cortesano" una de esas lecturas que todo buen aficionado a la filosofía debería leer de rodillas en señal de respeto... uno de estos días lo volveré a sacar de la biblioteca para darme el gustazo de leerlo por segunda vez, pero mientras tal cosa no ocurre seguiré leyendo todo lo que "huela" a Spinoza y que caiga al alcance de mi mano.
Este libro es diferente, aquí ya no estamos ante un ensayo sino ante una novela, basada además en un hecho histórico, poco después de la ocupación alemana de Holanda en 1.940 el "Reichsleiter" Alfred Rosenberg y su unidad encargada del expolio de obras de arte y demás bienes culturales de los museos de los países ocupados irrumpió en Rijnsburg, un pueblecito cerca de Amsterdam, donde Spinoza residió durante unos años antes de trasladarse a su última vivienda en Voorburg cerca de La Haya; entraron en la que fue su casa, convertida en museo, para confiscar los libros de la misma... afortunadamente no descubrieron a una mujer judía que se ocultaba en el ático, esta mujer conseguiría sobrevivir y estamparía su firma en el libro de visitas del museo años después. Los libros incautados, que no eran los originales de Spinoza ya que estos fueron subastados aunque si que pertenecen a la misma época y número de edición que aquellos que fueron de su propiedad, permanecieron durante el resto de la guerra en una mina de sal en Alemania, de donde fueron recuperados en su casi todalidad y vueltos a llevar al museo de Spinoza donde permanecen hasta el día de hoy... ¿Qué llevó a los nazis a expropiar una colección de libros del siglo XVII que habían sido lectura de un filósofo judío excomulgado y repudiado por su comunidad y por la iglesia durante siglos?... por lo visto Rosenberg en el informe comentó que los libros eran "de gran importancia para la investigación del problema de Spinoza". Nada más se sabe sobre el hecho... aquí, en este punto, conocedor de este enigma sin aclarar es donde Irvin D. Yalom, norteamericano descendiente de judíos rusos, catedrático de psiquiatría, psicoterapeuta, gran aficionado a la filosofía y escritor de éxito comienza a escribir su novela.
Este escritor ha sido todo un descubrimiento, sus otras novelas publicadas "El día que Nietzsche lloró" y "La cura Schopenhauer" se centran así mismo en grandes filósofos con una historia sobre sus vidas... no tardarán mucho en ser leídos por mí y comentados aquí me temo. En este combina sus habilidades de novelista, investigador de la historia, filosofía y sobre todo su gran especialidad, la psicoterapia.
Así veremos como la novela se articula en torno a dos personajes completamente diferentes, el nazi Alfred Rosenberg y Baruch Spinoza. La idea central de la misma consiste en la fascinación por Rosenberg sobre la figura del gran filósofo holandés, o más bien sobre la especulación de en que prodría consistir la misma. Asistiremos a la vida cotidiana de Spinoza, Bento para los amigos, en la supuestamente progresista Holanda del diecisiete, sus problemas con la comunidad judía, la dificil relación con sus hermanos, su excomunión y finalmente su exilio. Veremos también la vida de Rosenberg, sus ideas antisemitas, sus lecturas de aquella época y su obra que constituyó uno de los pilares del ideario nazi, veremos su lenta y accidentada ascensión en el partido y su siempre conflictiva y problemática relación con Hitler y demás gerifaltes nazis.
Tanto en uno como en otro caso Yalom se sacará de la manga a dos personajes que vendrían a ser una especie de proyección personal suya, Franco Benítez un judío amigo de Spinoza que se salta a la torera el "herem" o decreto de excomunión para seguir manteniendo contacto con su amigo, algo que evidentemente no ocurrió en la realidad, y Friedich Pfister, un psicólogo de la entonces muy en boga corriente del psicoanálisis que mantendrá una amistad con Alfred Rosenberg e intentará "psicoanalizarle"... no solamente para ayudarle sino para intentar erradicar, o al menos hallar el orígen, de las ideas antisemitas que anidan en su cerebro... algo que seguramente el propio Yalom habría hecho, tanto en uno como en otro caso.
El hecho de conocer la historia de los dos personajes, el exilio y vida en soledad de Spinoza, o el papel como agente del régimen nazi de Rosenberg hasta su condena a muerte en la horca por el tribunal de Nuremberg acusado de crímenes contra la humanidad, no resta un ápice al interés de la novela... poco a poco se va desentrañando el "problema de Spinoza", la vida de ambos es suficientemente interesante como para captar el interés del lector, la poderosa y también contradictoria filosofía de Spinoza, contradictoria no en su formulación sino en su puesta en práctica y las patéticas y despreciables, por no decir directamente vomitivas, falacias sostenidas por Rosenberg dan mucho juego. Ambos y por muy diferentes motivos serán objetivo del análisis de Yalom desde su perspectiva de psicoterapéuta, los aficionados a la psicología también disfrutarán de este libro.
Lo mejor: Intrigante, ameno, bastante acertado en el tratamiento de los personajes... aunque no pretende ser un ensayo esta novela tiene un pié firmemente asentado en el género. Muy buena, aunque tengo algunas reservas, la recreación del mundo personal de Spinoza... no ya en cuanto a su filosofía, aunque bastante hay de ello en el libro, sino en su vida personal y como sus ideas terminaron moldeando su existencia. Interesante también ese descenso a las tinieblas del pensamiento de un antisemita, alguien que fue ninguneado y despreciado sistemáticamente por sus propios compañeros de partido... una figura trágica y a la vez patética, como todos los ideólogos nazis una mezcla de ignorancia supina agregada a un dogmatismo rígido que incumple la norma más elemental de cualquier filósofo o penador, el cuestionarse a sí mismo y sus propias ideas. En definitiva una apariencia de sabiduría y erudición que no era en el fondo más que una cáscara vacía, el patetismo de alguien que sostiene premisas falsas y encima cree en ellas con todas sus fuerzas contra viento y marea sin un ápice de crítica.
Lo peor: El Dr. Yalom especula demasiado, puede hacerlo y tiene libertad para ello ya que hablamos de un relato de ficción, pero aun así a uno le queda la sensación de que, sobre todo en el caso de Spinoza, ha hecho trampa. La inclusión de un psicoterapeuta que trata a Rosenberg es bastante rocambolesca ya que sería complicado que este mantuviese relación alguna con nadie relacionado con el judío Freud, vamos ni de lejos... y el "más difícil todavía" lo vemos con la relación entre Franco Benítez y Bento Spinoza... hacemos llegar al siglo dieciséis un personaje del futuro, el Sr. Benítez posee una mentalidad más propia de nuestra época, siglo XXI, de ahí que trasladarle en el tiempo y confrontar sus ideas con Spinoza... bueno, ahí queda dicho, me sigue pareciendo que Yalom juega sucio aunque esté de acuerdo con Benítez en su crítica a la postura del bueno de Bento acerca del papel de la razón y las pasiones en la vida.
spinoza es posiblemente el mejor filosofo moderno
ResponderEliminarEs difícil establecer un "rango" entre filósofos, sin duda en su siglo fue el mejor, para mí bastante por encima de Descartes y Leibniz y a la altura de otros posteriores como Hume y Kant. El hecho de que en torno a su pensamiento se sigan escribiendo ensayos y que siga siendo muy leído da buena prueba de ello.
EliminarPues no tengo formación filosófica ni sicologica, pero esta obra me ha abierto un apetito enorme por estas ciencias, además que he encontrado en Spinoza la calma y el apoyo que busco como agnóstico que soy. Excelente obra literaria. Gracias dr. Yalom
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