domingo, 28 de julio de 2013

Sin fines de lucro


"Si el verdadero choque de civilizaciones reside, como pienso, en el alma de cada individuo, donde la codicia y el narcisismo combaten contra el respeto y el amor, todas las sociedades modernas están perdiendo la batalla a ritmo acelerado, pues están alimentando las fuerzas que impulsan la violencia y la deshumanización, en lugar de alimentar las fuerzas que impulsan la cultura, la igualdad y el respeto"


Ficha: "Sin fines de lucro", Martha Craven Nussbaum, editorial Katz, 199 páginas, ISBN: 978 849 29461 74

Martha Nussbaum pertenece a ese reducido grupo de filósofos y pensadores de nuestro tiempo que cumplen una condición: Son indispensables, si no existieran habría que inventarlos.

Conocía desde hace tiempo la existencia de esta filósofa norteamericana a través de varios artículos de la revista Filosofía Hoy, por desgracia no son demasiadas las filósofas o sociólogas de relevancia mundial, de ahí que aquellas que consiguen llegar a la vanguardia del pensamiento inevitablemente terminen llamando la atención, Martha por derecho propio figura entre los filósofos más importantes e influyentes de los Estados Unidos, autora de casi una veintena de libros, poseedora de títulos honoríficos en unas veinticinco instituciones, su trabajo trasciende el ámbito exclusivo de la filosofía, donde ha publicado algunos interesanes trabajos y entra de lleno en el ámbito del derecho y la política.



Es por ese motivo que el año pasado le fue concedido el premio Príncipe de Asturias en el apartado de "ciencias sociales", ella misma en el discurso de aceptación del mismo destacó la paradoja de que se le concediera dicho premio cuando básicamente era una filósofa, sin embargo examinando su obra es más que justificable que le fuese otorgado en ese campo.

En este trabajo que comento aquí, una obra menor pero súmamente interesante, Martha elabora y proclama un poderoso alegato a favor del estudio de las artes y las humanidades. Redactado en un estilo sobrio, denso y vigoroso la autora trata de causar un impacto inmediato en la conciencia del lector y ,como siempre cuando hablamos de esta filósofa, por una muy buena causa.

Las artes y las humanidades pasan un momento crítico en la enseñanza de buena parte del mundo occidental y también en oriente. La tendencia ya existente desde hace bastantes años de ir relegando a las mismas en favor de la ciencia y la tecnología se ha incrementado notablemente estos últimos años con la excusa de la crisis. Si no hay dinero para todo las primeras que sufrirán las consecuencias en cuanto a recortes presupuestarios se refiere serán aquellas disciplinas consideradas "no esenciales". Existe también una clara tendencia de vincular la enseñanza secundaria y universitaria con fines mercantilistas, hay que producir licenciados en carreras técnicas y de ingeniería con el objetivo de proveer a las empresas de mano de obra cualificada, técnicos y especialistas en la actividad productiva. La enseñanza sería pues ante todo una especie de preparación para la vida laboral.

Las necesidades apremiantes de luchar contra el desempleo, en conseguir una mayor competividad, en otorgarle cada vez más importancia a la investigación científica y las aplicaciones tecnológicas que finalmente se traduzcan en actividad económica, bienes de consumo y demás están dando carta blanca a que gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, la India y en general casi todo occidente lleven acabo una cruzada pro-tecnología y pro-ciencia en detrimento de las artes y las humanidades... ahora bien, ese desprecio y ese abandono de unas materias consideradas poco menos que inútiles, como la literatura, la filosofía o la historia, no sale gratis ni mucho menos.

Una democracia exige de sus ciudadanos una participación activa en la política, aunque sea de forma simbólica acudiendo a las urnas cada cuatro años para elegir a sus representantes. El pensamiento crítico tan necesario para la educación para la ciudadanía, para evitar ser manipulados por los políticos demagogos de turno, para evitar ser inoculados con ideas nocivas, nacionalismos, racismo y demás manipulaciones que promueven la división y el odio entre los seres humanos, este tipo de pensamiento crítico que evita las consecuencias perniciosas de la manipulación ideológica, nacionalista y religiosa es precisamente el que promueven las humanidades ... la ciencia ni se ocupa ni se ocupará nunca del mismo. Tampoco habrá nunca ninguna aplicación derivada de la ciencia y la tecnología que nos protega de fanatismos e ideologías orientadas a la esclavización del ser humano.

Es por ello que con su ataque frontal a las artes y humanidades la ideología totalitaria imperante, eso sí bajo un disfraz de sentido común y de "inevitabilidad" mata dos pájaros de un tiro... menores recursos dedicados a la educación a base de marginar o exterminar a las humanidades y de paso la orientación de la educación a formar un tipo de ciudadano dócil y fácilmente manipulable, completamente desprotegido ante las manipulaciones de la política, acostumbrado a ejercitar su mente exclusivamente en tareas relacionadas diréctamente con sus competencias profesionales, acostumbrado a un sistema educativo que simplemente le exige la memorización masiva de datos para su posterior "regurgitación" en exámenes estándard... educación alienante para futuros puestos de trabajo alienantes en una sociedad alienada y extraña a sí misma. Martha pone el ejemplo del estado de Guyarat en la India, cuna de Mahatma Gandhi, donde hace bastantes años que se suprimieron completamente los estudios de humanidades y se centraron en la enseñanza en formación técnica ¿resultado? ... una matanza de unos 2.000 musulmanes por parte de grupos violentos de la extrema derecha hindú, en los libros de texto se mostraba a Hitler como un éroe de la historia... demostrado, si anulamos el pensamiento crítico el resultado es un florecimiento del fanatismo y la intolerancia, en la India y en todas partes.

El libro es excelente, cualquiera de Martha lo es, y súmamente necesario en los tiempos que corren. En el mismo se exponen ámpliamente las relaciones entre la relación entre la imaginación y la literatura y las artes, la importancia de la filosofía y el método socrático de autoindagación y diálogo para generar pensamiento crítico, la necesidad de educar a los ciudadanos de un mundo globalizado en una mentalidad que trascienda diferencias sociales, de género, raciales, étnicas y religiosas, la imposibilidad de una democracia plena de significado si esta está sustentada por ciudadanos sin capacidad de autocrítica y reflexión... el peligro de los totalitarismos está siempre latente, incluso en países con una gran tradición democrática, Martha subraya la importancia por lo tanto de las artes y humanidades poniendo énfasis en la idea de que la clave es no ya tanto si podemos costearnos su enseñanza como si podemos asumir el coste de su desaparición. Además de todo ello expone una serie de argumentos donde deja patente que no solamente son las artes y humanidades las perjudicadas sino que también la investigación, la ciencia y la tecnología se terminan resintiendo. No solamente es necesaria una formación técnica y científica para el ciudadano del siglo XXI, la formación en humanidades es también esencial... aunque parezca estar fuera de lugar en un mundo cada vez más mercantilizado, o precisamente por ese motivo.


"Si no insistimos en la importancia fundamental de las artes y las humanidades estas desaparecerán, porque no sirven para ganar dinero. Sólo sirven para algo mucho más valioso: para formar un mundo en el que valga la pena vivir, con personas capaces de ver a los otros seres humanos como entidades en sí mismas, merecedoras de respeto y empatía, que tienen sus propios pensamientos y sentimientos, y también con naciones capaces de superar el miedo y la desconfianza en pro de un debate signado por la razón y la compasión"



Lo mejor: Ameno, fluido, rebosante de ideas, pleno de sentido común, toda una gozada en suma para el lector habitual de ensayos como un servidor. Se lee con mucha facilidad y el mensaje impacta, justo lo que su autora pretendía. Muy bueno el espacio dedicado a ese genio que fue Rabindranath Tagore de cuya faceta de educador no conocía nada y una pena ver lo que han terminado haciendo con su legado. Muy interesante también ese repaso a la historia de proyectos para una educación diferente de la tradicional. Da gusto encontrar un trabajo donde se revitaliza la filosofía y su papel crítico ¿quién fue el memo que dijo que la filosofía estaba muerta?, quizás la gran filosofía esté en estado comatoso pero la filosofía aplicada a temas específicos y prácticos de la vida está más viva y es más necesaria que nunca.

Lo peor: Se lee en un periquete y te deja con ganas de más. A más de uno no le va a gustar el lugar en el que deja a la ciencia y la tecnología... personalmente con tanto acérrimo defensor de las mismas tenía ganas de encontrar un autor que simplemente las pusiera en "su sitio", un lugar de honor sin duda, pero sin otorgarles más méritos del que se merecen.


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