sábado, 16 de julio de 2016

Conversaciones con Arthur Schopenhauer


Ficha: "Conversaciones con Arthur Schopenhauer", Luis Fernándo Moreno Claros, editorial Acantilado, 362 páginas, ISBN: 978 841 6011834

De nuevo me encuentro comentando un libro sobre uno de mis filósofos favoritos, parece que Arthur Schopenhauer sigue dando motivos a algunos para escribir libros... y naturalmente a los curiosos y aficionados a su filosofía para leerlos. Pensaba que tras leer la excelente obra de Safranski "Schopenhauer y los años salvajes de la filosofía" difícilmente me iba a acercar más a ninguna obra divulgativa sobre el pensador alemán, tengo la opinión de que probablemente ni se ha escrito ni se escribirá ninguna biografía mejor que la del filósofo y divulgador alemán, autor así mismo de otros trabajos biográficos sobre Heidegger, Nietzsche y Goethe, seguramente tan interesantes como el señalado anteriormente. Pero la verdad es que este libro, editado por Acantilado, este mismo año me llamó la atención. 

El mismo se compone de dos partes claramente diferenciadas, por un lado tenemos una introducción a la vida y la obra del cascarrabias de Fráncfort,  y por otra parte una selección de escritos y testimonios de la época de personas que le conocieron en persona y dejaron constancia de sus impresiones sobre la persona y su filosofía. Tanto la introducción como la selección de los textos son obra de Luis Fernándo Moreno Claros, y teniendo en cuenta la excelente calidad de este libro seguramente no va a ser lo último que lea de este interesante divulgador de filosofía.

Creo que en general es poco aconsejable estudiar el pensamiento de uno de los grandes filósofos de todos los tiempos si no se penetra también en el estudio de su biografía, de su época, sus circunstancias y hechos vitales... pero es que en el caso de Schopenhauer el desligamiento entre su filosofía y su vida es simplemente imposible, nunca podremos entenderle bien sin conocer los detalles de su biografía, cuanto más se le conoce en ese aspecto creo que mejor se entienden sus ideas y el porqué de las mismas. Es necesario no dejarse deslumbrar por el espectáculo y colarse entre bambalinas para acceder a los resortes íntimos de su psicología y sus motivaciones, a la vez naturalmente que uno se deja llevar por el torrente de sus ideas... vamos que nunca hay que perder de vista al hombre de carne y hueso tanto en sus virtudes, notables y sobresalientes, como en sus defectos y limitaciones, bastante evidentes y notables también en este caso.

De la primera parte solo comentar que me parece ejemplar, aunque hay referencias a su particular filosofía, y esta siempre queda en segundo plano y se nos presenta muy bien resumida a sus puntos más fundamentales, creo que es una introducción a su vida y obra excelente. La segunda parte, la verdaderamente novedosa y tema principal del libro, abunda en datos biográficos, anécdotas, testimonios de personas que le conocieron... los veremos de todo tipo, por ejemplo los que ahondan en los aspectos más desagradables de su carácter, pero sobre todo veremos testimonios de admiración sincera que nos descubrirán a un Schopenhauer que en algún aspecto contradice esa versión oficial que le retrata como un tipo misántropo, misógino, asocial y poco menos que intratable... aunque ya sabíamos de su pasión por los perros y su defensa, en general, de los derechos de los animales, también veremos su capacidad de ternura hacia los niños, su virtuosismo como conversador, testimonios de su elocuencia y su afilada inteligencia y sentido del humor... y en general muestras de los rasgos de una aguda inteligencia y un talento natural que además fue trabajado sin cesar a lo largo de su vida. 



Casi siempre que nos topemos con Arthur Schopenhauer nos vamos a encontrar con las etiquetas de pesimista, cascarrabias, misógino, racista, misántropo y personaje francamente desagradable e insoportable... sin embargo cuando se examinan muchas de sus ideas más de cerca, cuando se contempla su existencia de un modo más distanciado y se la sitúa en su contexto histórico y reflexionamos no solo sobre lo que era, sino sobre lo que se negó a ser... veremos que Arthur S. no era una persona normal y corriente, ni en carácter, ni en inteligencia, ni en tenacidad y capacidad de trabajo... que se le mida con el baremo que uno quiera, pero no hay duda de que estamos ante alguien verdaderamente excepcional, a la altura de los más grandes filósofos sin duda. Por mucho que siga encabezando las listas de los pensadores más ignorados por la filosofía académica, a la vez que sigue siendo seguramente junto a Nietzsche el filósofo más leído por el público no especialista. Búsquese en Google lo siguiente: "Schopenhauer, memes" ... y tendremos acceso a una gran cantidad de reproducciones de los pocos cuadros que se le hicieron acompañadas de textos humorísticos, casi siempre completamente falsos, siempre en la misma línea de "mala leche". Una que me hizo reír... precisamente porque podía haber sido suya, o por lo menos haberle hecho reír también a él era esta cita falsa "La vida es como una obra de Hegel... una p*** m***** " ;-). No hay que acudir a frases de mal gusto ni de humor grueso como esta, presentes en su obra tendremos imágenes y pensamientos mucho más duros y contundentes que este, aunque quizás expresados de forma demasiado extensa y literaria como para ponerlos en un meme.

Guste o no a los más entendidos en filosofía Schopenhauer es uno de los filósofos más queridos por el aficionado a la filosofía, su contundencia unida a un lenguaje claro con claras connotaciones literarias, lleno de color e imágenes poéticas difícilmente puede ser ignorado. Era un charlatán, lleno de prejuicios y pagado de sí mismo, pomposo y cargante como pocos, pero con una capacidad de ponerse en lugar del lector y llamar su atención verdaderamente envidiable, estoy convencido que hubiera sido un escritor de talento independientemente de lo que hubiera escrito... su devoción y amor a la filosofía, con la que unió su vida todo cuanto pudo resultan aún hoy verdaderamente chocantes. 

Por las páginas recopiladas por Luis Fernándo Moreno Claros desfilan testimonios que nos hablan de un Arthur Schopenhauer extremadamente culto, que conocía muy bien aparte del alemán el francés, inglés e italiano... y lo suficientemente el español para haber traducido al aleman "Oráculo manual y arte de prudencia" de nuestro Baltasar Gracián, a un apasionado de la música, un melómano que adoraba a Mozart y especialmente a Rossini, que interpretaba a la flauta obras de este último compositor y que no se perdía un concierto ni una obra de teatro, que trabajaba incansablemente en la revisión y escritura de sus obras, que leía con avidez en varios idiomas, latín y griego incluídos, y que poseía una considerable biblioteca donde siempre se estaban amontonando más y más libros, que adoraba a su perro de lanas... al que para reprenderlo le insultaba llamándole ¡hombre! ... al silencioso comensal que iba cada día a comer a un caro restaurante pero al que bastaba encontrar un compañero de mesa culto y versado en filosofía para cambiar completamente y deleitar a quienes estuvieran cerca con apasionados y profundos discursos filosóficos, a una persona rígida e inamovible en algunos aspectos, pero muy considerada y amable en otros... en definitiva a alguien que dentro de sus limitaciones supo sacarle todo el partido posible a la vida e irse al otro mundo con la satisfacción de haber hecho algo único, y alguien a quien por mucho que lo intenten los académicos del mundo de la filosofía no pueden ningunear ni hacer callar tanto como quisieran ;-) ... para ellos quizás estemos hablando de alguien irrelevante para la filosofía oficial, pero cuyas ideas se resisten a morir y que permanecen ahí de forma permanente sin constituir la corriente principal del pensamiento, es verdad, pero tampoco sin desaparecer nunca del todo, pues mientras siga existiendo el sufrimiento en el mundo, mientras exista alguien que se pregunte el porqué de ese aparente sinsentido que significa vivir, ahí estará el viejo Schopenhauer, aún vivo en sus ideas, para ponerle una mano en el hombro y empezar a decirle "sé como te sientes, y mira, te voy a explicar el porqué de tus tribulaciones y decirte como puedes intentar sentirte menos triste y miserable... ", quizás con remedios equivocados, pero siempre con la compasión por el dolor ajeno como enseña.

Finalmente para terminar pongo aquí el enlace a una magnífica reseña de este libro, mucho mejor que la mía ;-), perteneciente al blog "El vuelo de la lechuza", mi lugar filosófico favorito en la red.


Lo mejor: Un libro que puedo recomendar a todos los aficionados a la filosofía y figura del gran pensador alemán sin reservas, perfecto también para introducirse en la vida y obra de Schopenhauer que nos descubre aspectos poco tratados en otras obras. Consigue lo que parecía a priori imposible... lograr que nos llegue a caer simpático, creer que le entendemos, y hasta lamentar su muerte en plena posesión de sus facultades y desear que hubiese vivido unos cuantos años más para legarnos más obras y pensamientos. Uno se da cuenta que a pesar de los excesos de carácter no hubiera sido tan difícil cogerle cariño de haberle conocido en persona.

Lo peor: No es una biografía tan exhaustiva como la de Safranski, ni mucho menos, quien desee entrar de lleno en la vida y obra del filósofo no encontrará una introducción mejor que la del divulgador alemán. Aunque la parte inicial es interesante y está francamente bien, es fácil encontrar introducciones a su pensamiento seguramente más interesantes y con más datos. Recomiendo por ejemplo a los interesados en la figura y pensamiento de este gran filósofo a modo de introducción el ejemplar de la colección de grandes filósofos, dirigida por Manuel Cruz y fácil de encontrar en los kioscos, escrita en este caso por Joan Solé... realmente buena, y sencilla de leer.



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