"... Si quiero expresar mis opiniones en público, tengo más de una buena oportunidad de hacerlo. He viajado por varias decenas de países. Tengo un pasaporte de la Unión Europea, que me da derecho a trabajo y residencia en dos decenas de naciones democráticas y desarrolladas, y puedo esperar en convertirme en ciudadano estadounidense. Si cualquier lector los revisa, estos elementos deben situarme en el 1 por ciento más afortunado de todos los vivos, por no mencionar a los que han pasado a unirse a la gran mayoría en la que mi otra versión del materialismo cree. En otras palabras, nadie tendría paciencia con mis quejas.
Y sin embargo, me despierto cada día con una penetrante sensación de repugnancia o irritación. Probablemente debería llevar algún tipo de termómetro o instrumento para comprobar que no me convierto en un cascarrabias prematuro."
Ficha: " Amor, pobreza y guerra", autor Christopher Hitchens, Editorial Debolsillo, 537 páginas, ISBN: 9788499087498.
Hace pocos días una amiga familiarizada con este blog me preguntaba de donde sacaba las ideas para encontrar nuevos temas de lectura, le respondí que - de las revistas principalmente y de Internet- . La verdad es que tengo también otras fuentes de "inspiración", una de las más habituales y sencillas es simplemente darme una vuelta por la sección de dos o tres librerías que frecuento mirando novedades editoriales y leyendo las notas de la contraportada de aquellos libros que captan mi interés... me quedo en la memoria con el título del libro o del autor y más adelante busco información en la red, una cosa lleva a la otra, pero por algún sitio hay que comenzar a buscar y en muchas ocasiones he ojeado un libro casi al azar que me ha llevado precisamente a esa o cualquier otra lectura. Es el caso del que aquí me ocupa.
Christopher Hitchens, fue un escritor y periodista británico hasta hace bien poco desconocido para mí, su nombre comenzó a sonarme a raíz de ver publicada el año pasado su autobiografía titulada en castellano "Hitch-22 memorias" que espero leer y comentar aquí en poco tiempo. Quiso la mala suerte que le sorprendiera la enfermedad durante la promoción de la misma y falleciese unos meses después de la publicación en nuestra lengua de este libro, en diciembre del año pasado, justo cuando se encontraba todavía haciendo promoción del mismo. Bastaron unos cuantos comentarios muy favorables sobre su persona y su obra de otros conocidos escritores para que me decidiese a investigar un poco sobre todo aquello que hubiese publicado de su puño y letra... y decidí finalmente comenzar por este libro, una recopilación de algunos de sus mejores artículos publicados entre 1.999 y comienzos de 2.004. Hace poco tiempo leía uno de Umberto Eco centrado prácticamente en la misma época, en ese mundo convulsionado por el 11 de septiembre de 2.001 en los años previos al estallido de la crisis económica.
"Un antiguo proverbio dice que la vida de un hombre está incompleta a menos que, o hasta que, haya probado el amor, la pobreza y la guerra"
Bajo esta premisa el autor nos proporciona en este libro un total de 45 artículos con su firma agrupados en tres secciones, amor, pobreza y guerra.
El amor.
¿Amor a que? Hitchens opta por dos objetos objeto de su "amor", la literatura y su país de adopción, los EEUU. Seremos testigos de su pasión por la literatura y su capacidad de crítica sobre las obras de otros autores, trabajos sobre Churchill, Rudyard Kipling, Trostky, Huxley, Grahan Greene o James Joyce entre otros. En ellos hace gala de sus características como escritor y ensayista, una visión aguda y mordaz, una erudición enciclopédica y un estilo directo y despiadado al que no le van las medias tintas y que no teme llamar a las cosas por su nombre. No es un tipo de lectura al que esté habituado y en ocasiones me ha parecido navegar entre un mar de arrecifes... sin embargo no he dado ni un paso atrás y me he enredado en la lectura incluso de ensayos sobre obras que no he leído plagados de referencias a autores y otras obras de las que no tenía ni idea de su existencia ¿cabezonería?, puede ser, pero también interés morboso por todo cuanto este hombre de inteligencia viva y enorme cultura tuviera que contarme. Reconozco que he disfrutado con sus ácidas críticas sobre la figura del histórico primer ministro británico, mucho más humano y menos heróico de lo que la historia nos muestra, me ha sobrecogido también el artículo sobre Trotsky y su talla intelectual y también he disfrutado con la figura del inmortal escritor irlandés y todo lo que Hitchens nos escribe sobre él.
Sobre el otro objeto de su amor, los Estados Unidos, Hitchens nos deslumbra con sus conocimientos de los mitos americanos, en especial de su literatura y su cine... ese recorrido por Sunset Bulebard que marea, los restos de esa legendaria ruta 66 recorrida por el escritor en un Corvet rojo por puro capricho y cuyo relato nos remite a las entrañas de esa fascinante américa profunda tan pocas veces retratada fielmente en el cine, la demencial recreación anual de la batalla de Gettysburg y sus mitos, y el para mí mejor artículo con diferencia de esta sección, el enfrentamiento del autor con las absurdas leyes neoyorquinas promovidas por el que era en aquel momento su alcalde, un tal Bloomberg... ni que decir tiene que el político queda muy mal parado al final.
La pobreza.
De nuevo Hitchens se hace la pregunta ¿pobreza de qué?, ¿falta de dinero?, ¿de conocimientos, osease ignorancia? ¿de valores espirituales?... en los artículos de esta segunda parte habrá un poco de todo.
Se abre esta segunda sección con la polémica figura de Martha Stewart, una figura mediática de la televisión americana, y su negocio televisivo que lleva a nuevos niveles el tema del consumismo en los EEUU, si es que tal cosa era posible. El siguiente artículo nos llevará de viaje a una prisión americana donde el autor en persona presenciará una ejecución por inyección letal... lo que le llevará a escribir un alegato en contra de la misma en su peculiar estilo. La desmitificación de la figura de la familia Kennedy a través de un ensayo de otro autor ocupará el siguiente artículo... si el dedicado a Churchill era demoledor este ya es corrosivo como el vitriolo:
"La reputación del tinglado de los Kennedy depende ahora de un lloroso esfuerzo de voluntad: un coro que aplaude y pide que no dejemos morir a la parpadeante Campanilla. A los niños se les puede perdonar que sigan creyendo en hadas, pero resulta algo siniestro cuando la nota aguda pasa de la puerilidad a la senilidad"
Un incisivo artículo sobre las carencias de los estudiantes americanos en lo que se refiere a estudios de historia dará paso a uno de los platos más fuertes del libro, la crítica despiadada del filme Fahrenheit 9/11 de Michael Moore que examinaba con ojo crítico los acontecimientos de aquel fatídico once de septiembre de 2.001, aquí Hitchens abandonará toda mesura para poner "a caldo" al contestatario ensayista y cineasta americano. El periodista británico, más tarde nacionalizado norteamericano, causó polémica en su momento por su encendida defensa de la política exterior norteamericana a raíz de los acontecimientos de aquel nefasto día. Hasta entonces había mostrado una actitud combativa y crítica en extremo con la misma llegando a publicar un libro donde acusaba literalmente al conocido secretario de defensa norteamericano Henry Kissinger de "crímenes contra la humanidad" y le hacía responsable de los peores crímenes posibles.
Ese giro de 180 grados en relación con la política exterior estadounidense le valió por lo visto un sinfín de críticas negativas, la izquierda americana que le había considerado uno de sus más importantes exponentes le terminó repudiando. En su defensa tendría que decir que seguramente se debió a su pasión anti-fundamentalista. Teniendo en cuenta su aversión natural hacia la religión es natural que viese en los fanáticos religiosos islámicos no un enemigo más sino EL ENEMIGO al que no hay que dar ningún tipo de tregua, y por lo tanto debió enfurecerse y sentirse muy decepcionado por la actitud tibia y de medias tintas de una parte de la intelectualidad de su país y de occidente que volvía hacia sí misma parte de la culpa de tamaña atrocidad. Para Hitchens el terrorismo integrista es un enemigo al que hay que combatir sin el menor asomo de piedad y con las ideas bien claras, cualquier otra actitud es simplemente debilidad disfrazada.
Una actitud polémica, visceral si se quiere, pero que hasta cierto punto resulta comprensible y que motivó precisamente la edición de este libro, Hitchens ama la polémica, a diferencia de otros escritores él nunca eludió la polémica y el debate de modo que en cierta medida la publicación de esta colección de artículos en 2.004 con la guerra de Irak coleando era una forma de desafío.
La religión formará el corpus temático principal de los artículos restantes de esta segunda parte, me parecieron especialmente interesantes el dedicado al Dalai Lama, una figura a la que Hitchens como buen iconoclasta, se apresura a desmitificar con unas declaraciones de Su Santidad que dificilmente veremos recogidas en la prensa oficial y que personalmente me causaron una desagradable impresión por mi admiración por su figura... aunque no me sorprendieron tampoco del todo habida cuenta de mi propia postura crítica en relación con las religiones, incluyendo mi querido budismo. Y sobre todo me ha gustado el artículo en el que describe su entrevista con un grupo de autoridades católicas en relación al proceso de canonización de la Madre Teresa de Calcuta... no me dice nada que no supiera ya pero me sorprendió gratamente el papel de este periodista en el proceso, estamos ante todo un personaje ¿como es que no supe de su existencia antes?... y pensar que hay gente de mi entorno que me considera culto ;-).
Dos interesantes artículos cierran esta "jugosa" segunda parte del libro. Uno dedicado al futuro de la religión que nos regala fragmentos como este:
"Nadie afirma que hay una línea directa que vincula la fe con el asesinato y la esclavitud. Pero es innegable que existe tal vínculo. Cuando analizo los sermones de Bin Laden, no puedo ver que su reivindicación de autoridad e impulso divino sea mejor o peor que la de cualquier otro. Y no me satisface discutir sus conclusiones solo con gente que comparte su premisa esencial".
Y otro sobre aquel espantoso film de Mel Gibson sobre las últimas horas de Jesucristo y todo su trasfondo ideológico, Christopher cargará contra él, no tanto por los dudosos valores artísticos de la película sino sobre todo por la ideología que sustenta... y lo hará con la maestría habitual, de la que salvo excepciones hace gala en todo este libro, citas históricas, afilados comentarios, y sobre todo la sensación permanente de estar ante un pensador valiente, inteligente y apasionado que no deparará ni un momento de aburrimiento.
La guerra.
Aquí tenemos al Hitchens más polémico, al más visceral, seguramente también al más conocido y el que deja de lado toda contención y pretensión de objetividad. Personalmente lo prefiero mil veces al crítico literario de erudición extenuante, se nota que al amigo Christopher la política era un tema que le apasionaba y con el que no regateaba esfuerzos... si en un artículo anterior describía su viaje por los arrabales de Hollywood y por la mítica ruta 66 en esta ocasión nos lleva de viaje al Kurdistán turco e irakí para presentarnos la lucha del pueblo Kurdo por ocupar el lugar que merece en el mundo. Una vuelta por la república balcánica de Montenegro nos mostrará el ambiente de tensión entre la misma y Serbia que culminaría con la independencia de la primera varios años después.
Sin embargo el mejor artículo de esta última parte, en mi opinión, es el descarnado relato del viaje del autor a Corea del Norte durante el mandato de King-Jong-il, llamado irónicamente "Chico Pequeño" en el mismo. Quien le iba a decir a Hitchens que tanto él como el mandatario coreano dejarían este mundo en el mismo mes, ironías del destino. No se si las terribles condiciones del país se han suavizado algo tras el viaje que precedió a este artículo realizado en 2.001, pero creo que no, que continúa el férreo control de la censura y continúa la espantosa hambruna del pueblo norcoreano. El retrato de pesadilla narrado por el periodista británico nos hace plantearnos si el mundo imaginado por Orwell en su novela 1.984 no se hizo realidad en aquel pequeño rincón de Asia.
Cuba y su anhelante espera de un cambio de régimen, artículo de marzo de 2.000, nos mostrarán otro capítulo de otra parte del mundo que ansía la libertad, aunque en este caso al menos es consciente de ello. La voladura de una fábrica de medicamentos en Jartum (Sudán) por parte del gobierno norteamericano de la administración Clinton en 1.998, ferozmente criticado por Hitchens, dará paso a la última parte del libro centrada casi exclusivamente en Irak, Afganistán y Pakistán en los años posteriores al 11-S.
Dos artículos escritos respectivamente los días 12 y 13 de septiembre de 2.001 nos mostrarán las impresiones cercanas a aquel día que convulsionó el mundo. Eran días de noticias frenéticas y posteriormente de agrios debates donde Hitchens carga contra todos aquellos intelectuales que trataron de buscar un sentido a la agresión de ver en la misma una respuesta a la agresiva política norteamericana de los años precedentes, algo así como un castigo o una expiación de las culpas acumuladas durante mucho tiempo. Christopher atacará de pleno esa idea aunque si bien es cierto que no entonará valores sensibleros y patriotas como los esgrimidos por los políticos conservadores acerca del ataque a la "libertad" y la "democracia"... no el meollo del asunto para el periodista británico estará en otra parte.
Polémicas con Noam Chomsky, debates contra otros intelectuales de la izquierda americana, un viaje a Pakistán donde nos mostrará un implacable retrato de la complejidad de aquella parte del mundo y su dificil equilibrio, los errores múltiples de la política norteamericana por una parte pero también mostrará el aspecto voluble de unos "aliados" que nunca lo han sido realmente. Su experiencia en la guerra de Irak y su relato de la liberación de una de las ciudades del sur de país junto con su enconada denuncia de los crímenes de guerra de Sadam Hussein y sus deseos de paz para la zona con la confianza de que tanta muerte y destrucción terminasen trayendo algo positivo concluyen el libro.
"Irak no puede volver al baazismo. Es increíblemente improbable que opte por una teocracia islámica, ya que es un Estado en el que ninguna fe o facción tiene un predominio absoluto. Es demasiado rico, en realidad y en potencia, como para desplomarse en la penuria. Y emerge de un período de gobierno de pesadilla frente al que es preferible cualquier cosa. Así que atrévanse a repetir, pese a todo, la pregunta que quita el aliento: ¿Y si funciona?"
Aclaro que las anteriores líneas fueron escritas en octubre de 2.003...
Antes de terminar este comentario me gustaría recomendar a todo aquel que tenga interés por este libro el excelente artículo sobre el mismo en el blog "Lecturas porcinas", un trabajo exhaustivo que me recuerda el largo camino que me queda por recorrer antes de sentirme mínimamente satisfecho por mis publicaciones en Internet ;-)
Lo mejor: Una buena muestra del hacer de este filósofo, periodista y ensayista británico prematuramente desaparecido. Un escritor que no dejará indiferente a nadie y que impresiona por su honestidad, su erudición y valentía. Porque valentía es lo que se necesita para no hacerle ascos a las polémicas y plantarse en programas de televisión a defender sus ideas, atacar posturas fanáticas sin miedo a las amenazas y sobre todo cambiar en un determinado momento de ideas o de postura respecto a algo si está en concordancia con su conciencia.Hitchens no se "casaba" con nada y con nadie y en esta colección de artículos hay un ejemplo de ello.
Lo peor: El paso del tiempo ha pasado factura, ¿opinaba lo mismo respecto a política internacional en época más reciente?... el siniestro nombre de la prisión irakí de Abu Graib aparece en el libro como lugar de detención, martirio y ejecución en la época de Sadam... ¿que escribió al respecto cuando fueron conocidas las violaciones de derechos humanos por parte de las tropas estadounidenses?. En el libro hay un bonito artículo sobre Cuba y su anhelo de democracia... hablando de Cuba ¿por qué el nombre de Guantánamo no aparece ni una sola vez?. En la época de redacción de los artículos estaba ya en marcha la siniestra prisión para acusados de terrorismo ¿por qué no hay un solo artículo sobre este lugar o siquiera mención alguna?. Sinceramente Hitchens me produce una serie de sensaciones encontradas, una mezcla de admiración y respeto junto con un poco de asco y aversión, seguiré leyéndole, es un escritor interesante al que en ocasiones es complicado seguir el ritmo pero que por algún motivo no puedes dejar de leer.
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