sábado, 30 de junio de 2012

A paso de cangrejo

Ficha: A paso de cangrejo, Umberto Eco, editorial Debolsillo, 389 páginas, ISBN: 9788499087108.

Umberto Eco es mucho que un escritor de novelas de éxito, faceta por la que es mucho más conocido por el gran público que por su trabajo en los campos de la semiótica, donde es una autoridad de talla internacional, o por sus artículos de opinión publicados en la prensa italiana. 

De estos últimos precisamente trata el presente libro, son artículos escritos para medios de comunicación italianos escritos entre los años 2.001 y 2.005 donde aborda en su mayor parte temas de política, tanto nacional (italiana) como internacional.

Últimamente vivimos en un perpetuo estado de "shock" debido a la feroz crisis que poco a poco ha ido infiltrándose en todos los ámbitos de la vida pública, parece que no se puede hablar de otra cosa... salvo del tiempo atmosférico, el cotilleo de turno o del onmipresente fútbol. Sin embargo hubo un tiempo, en absoluto lejano, donde nadie sabía que era una hipoteca "subprime", ni una prima de riesgo, ni sabíamos lo que era un NINJA (no income, no job, no assets), y las noticias de carácter económico quedaban reservadas a un aburrido suplemento en los diarios que casi nadie leía. Hablamos de la primera mitad de la pasada década... vamos de hace cuatro días pero que hoy parecen ya momentos mucho más alejados en el tiempo y por desgracia bastante más felices. Tiempos en los que uno podía ver un rato las noticias sin agarrar cabreos prácticamente a diario... los tiempos de la burbuja que todos sabíamos que haría ¡pun! pero que nadie podía suponer entonces que la explosión sería tan virulenta y tan cargada de metralla... 

Umberto Eco comienza esta colección de artículos, escrita y publicada en 2.006 en su primera edición en italiano, echando una mirada retrospectiva a esos primeros años de la primera década del siglo XXI, su conclusión es que la humanidad, o al menos el progreso, se encontraban en un momento no ya de estancamiento sino de claro retroceso. No es nada extraño ya que cualquiera que estudie un poco la historia comprobará tanto que existe un progreso claro en la misma como que ese progreso no es en absoluto lineal... existen épocas de crisis, de vuelta atrás, apariciones de problemas que se creían ya resueltos... la gráfica del progreso humano es siempre discontinua, ondulatoria e impredecible.

Dos asuntos captarán la atención en la mayoría de los artículos recopilados por el brillante filósofo italiano, el fenómeno Berlusconi y lo que trae consigo al inaugurar un nuevo tipo de "régimen" basado en la manipulación mediática y el control de los medios de comunicación, y la política exterior norteamericana posterior al 11 de septiembre con los conflictos de Afganistán e Irak como protagonistas y el papel de los líderes europeos e italianos en relación a los mismos. Son temas que hoy parece que a nadie le importan un bledo, Berlusconi ha sido apeado del poder por el verdadero gobierno de Europa, el Banco Central, y los norteamericanos se han ido de Irak tras ocho años de ocupación con su prestigio nacional bastante más bajo que en el momento de la invasión... pronto harán lo mismo en Afganistán.

Eco es una voz lúcida y erudita en un mundo que parece haber perdido parte de la cordura y el sentido común, leerle es un instructivo placer, en el comienzo del libro le veremos disertar sobre la guerra moderna... un artículo esencial para entender muchas cosas que ocurren hoy día en los conflictos bélicos y como esa "neoguerra" ha cambiado por completo los tradicionales papeles de los bandos enfrentados en un conflicto a la antigua usanza. Habla en contra del racismo, de los dogmas, de la criminalización de los pueblos o las ideas, de la superficialidad de la vida moderna y la "carnavalización" de numerosos aspectos de la misma. De la persistencia de las supersticiones y el porqué de las mismas, de la diferencia entre ciencia, tecnología y magia... 

El sr. Silvio Berlusconi tendrá un gran protagonismo en un buen puñado de artículos, también hablará largo y tendido del pasado fascista de Italia y la persistencia en nuestros días de rasgos comunes con aquella forma de hacer política. Sus ataques sobre el inefable político italiano no serán tanto por sus fines sino por los medios de los que se sirve y el peligroso ejemplo que da al resto de la comunidad internacional. De hecho aunque Berlusconi ya no ocupa la jefatura del estado italiano no hay que buscar demasiado, incluso en nuestro propio país, para encontrar elementos comunes con ese "populismo" si no inventado por él si llevado por su régimen a la máxima expresión. Basado en el control de los medios de comunicación, especialmente la televisión, y en el desprecio al parlamento y demás mecanismos legales, intentando como bien hacía "el Duce" hacer política directamente del palco a las masas... una mezcla de discurso triunfalista, mezclado con victimismo para ineptos, que no resiste el más leve análisis pero que posee un evidente poder de seducción ya que como los eslóganes publicitarios no apela a la razón o a la inteligencia... sino a la víscera. En fin, no hay que ser demasiado severo con el colega Silvio, en casa tenemos ejemplos no mucho mejores.

Otros asuntos tratados por Umberto serán las polémicas entre los representantes de la iglesia católica, o sus brazos políticos, y los políticos y estados laicos, hablará del tema de los crucifijos en las escuelas, de la problemática del aborto, de las nuevas creencias que ocupan el lugar de la tradicional fe en Dios... un divertido artículo titulado "El que ya no cree en Dios cree en todo"... que muestra un lamentable cuadro de la aparentemente ilimitada estupidez humana. El estilo en los artículos varía desde una desnuda sencillez hasta una empalagosa erudición... estamos ante uno de los intelectuales de mayor talla europea y mundial, un hombre de una asombroso nivel cultural... de modo que las múltiples referencias a otras obras y opiniones de pensadores son constantes, sobre todo cuando se mete en temas más afines con sus especialidades filosófico-lingüisticas, de todas formas aunque haya que superar algunas espesuras vale la pena leer cada uno de estos artículos.


Lo mejor: Estilo en general ameno, variedad de temas, bastante ironía y buen humor... Umberto Eco nos revela sus buenas cualidades como escritor en su faceta de articulista. Personalmente prefiero al articulista que al autor de "Baudolino" o "El cementerio de Praga", prefiero al profesor ameno que habla para todos que al enrevesado narrador de sus últimas obras, aunque es imposible hablar de este escritor y no hacer mención a aquella gran novela que fue y es "El nombre de la rosa", cuestión de gustos supongo. 


Lo peor:  Aparecidos en su mayoría en los diarios "L'espresso" o "La Repubblica" como artículos periodísticos están evidentemente enfocados en noticias que en el momento de su escritura eran actualidad y además pensados para el lector italiano. Naturalmente en ellos también enfoca muchas otras cuestiones de interés que trasciende lo local, de ahí que el libro viera una traducción y edición en castellano al año de publicarse en italiano, no obstante es inevitable el enfoque de la mitad o más de los mismos en la política del país transalpino, apasionante si uno es de allí... pero mucho menos si no es el caso, de ahí que se pierden muchas cosas para los lectores de otros países al haber innumerables referencias a políticos y escritores italianos que solo pueden entenderse allí. De todas formas como dice el refrán "en todas partes cuecen habas" ... siempre se pueden sacar elementos de interés de un escritor tan rico en ideas como Umberto Eco.



viernes, 22 de junio de 2012

Procrastinación

"Dedicado a Rosa, mi procrastinadora favorita"

Ficha:  Procrastinación, Piers Steel, editorial Grijalbo, 287 páginas, ISBN: 9788425343964

¿Qué demonios significa procrastinación?, creo que me encontré con esta palabreja hace un par de años a lo sumo en una de mis habituales incursiones en la web, creo que en Microsiervos, y erróneamente le atribuí el significado de comenzar cosas y dejarlas a medias, pensaba también que sería uno de tantos anglicismos que invaden nuestra lengua castellana... pues no, ni lo uno ni lo otro. Procastinar viene del latín "procastinare" que significa diferir, aplazar... y tras leer este libro tengo que decir que es una definición que se le queda corta, no solamente significa aplazar una acción sino además hacerlo indebidamente, a sabiendas de que es algo que uno debería hacer y que se aplaza porque a uno le apetece. 


No es procastinar por ejemplo, siguiendo el ejemplo que nos da el Dr. Steel, dejar para más tarde el cortar el césped si nuestra casa está en llamas... se trata más bien de posponer una acción necesaria a costa de algo más interesante, sencillo o divertido. Aplazamos por sistema tareas para las que no nos sentimos preparados, por baja autoestima o porque realmente lo sean, tareas que encontramos aburridas y aquellas que se proyectan demasiado adelante en el tiempo. En cambio somos mucho más diligentes cuando se trata de divertirnos, de realizar algo que nos pone a prueba y a la vez entra dentro de nuestras posibilidades y aquello que requiere una atención inmediata y cuyo resultado vamos a obtener en un lapso corto de tiempo.

Vamos, algo que cualquiera ha hecho infinidad de veces e incluso la mayoría hacemos continuamente, ¿he comentado ya que procrastinador debería ser uno de mis apellidos? ;-), a pesar de saber que esas dilaciones en el tiempo luego se cobrarán su tributo. El análisis de la procrastinación, de porqué posponemos continuamente tareas para el futuro, de su coste en la vida tanto de las personas como de las naciones y de su reducción, puesto que la supresión sería poco menos que imposible e indeseable incluso, constituyen el tema central del libro.

Lo primero que llama la atención de ese concienzudo ensayo del Dr. Piers Steel, es que de buenas a primeras es que nos quita la idea de la cabeza de la identificación de procrastinación = pereza, un procrastinador no es un vago, un vago no tiene intención real de hacer aquello que pospone, el procrastinador si que posee esa voluntad... sin embargo no consigue comenzar la tarea, o terminarla que es casi lo mismo, una y otra vez retrasa su ejecución en el tiempo para al final realizarla en el último momento, con los nervios a flor de piel y de forma chapucera corriendo el riesgo de no poder hacerla finalmente debido a cualquier adversidad con la que no contaba.

El autor nos proporciona esta sencilla ecuación a la que llama ecuación de la procrastinación aunque más bien debería llamarla "ecuación de la motivación", porque precisamente de eso se trata, la procrastinación no puede sobrevivir junto a la motivación al igual que la luz no puede andar de la mano de la oscuridad, es imposible.

MOTIVACIÓN =   EXPECTATIVA X VALORACIÓN  /  IMPULSIVIDAD X DEMORA DE LA SATISFACCIÓN

Es decir, la motivación para realizar una tarea viene dada por el producto entre la expectativa de realizarla, es decir de que tal tarea entre dentro de nuestras posibilidades, mayores posibilidades = mayor expectativa y la valoración que le asignemos a dicha tarea DIVIDIDO entre nuestra impulsividad o tendencia natural a actuar sin pensar y carecer de autocontrol multiplicada por la demora de la satisfacción, mayor valor para resultados más diferidos en el tiempo.

El libro hablará largo y tendido de esta ecuación, de cada una de sus variables y como podemos aumentarlas o disminuirlas para al final llegar al propósito de aumentar la motivación... pero no se detendrá solo ahí.

Cuando abordé la lectura de este libro pensaba que me encontraría con un libro mas de autoayuda, otro más del montón... sin embargo me ha sorprendido gratamente la seriedad del estudio, al que el autor lleva dedicados más de diez años y que seguramente conoce como nadie en el mundo; de hecho ha convertido el estudio de la procrastinación en su caballo de batalla personal y su modo de vida al frente de un departamento especializado en recursos humanos en la universidad de Cálgary. El libro aunque pueda parecer un sesudo tratado sobre psicología no lo es, está escrito y pensado para el lector medio no especializado, y lleno además de ironía y buen humor.

El Dr. Steel por lo tanto no se dedica a sermonearnos ni a machacarnos con mensajes de ánimo, simplemente nos muestra un problema inherente al género humano, lo desmenuza, lo analiza, nos muestra el porqué actuamos así, sin moralinas de ningún tipo; nos muestra las repercusiones increíblemente negativas que tiene tanto en nuestra vida personal, familiar, laboral... incluso en la política a todos los niveles, nadie se libra del mismo... y finalmente nos brinda la solución. Naturalmente no hay una receta mágica pero sí atajos y consejos útiles y prácticos para paliar sus efectos. Me ha gustado mucho el capítulo dedicado al orígen neurológico de la procrastinación y sus razones biológicas aunque reconozco que donde brilla el libro con mayor intensidad es en el apartado práctico, nos muestra los principales aliados de la procrastinación en nuestra vida cotidiana y como plantarles cara y limitar sus efectos nocivos. Tampoco es que nos descubra la rueda y el autor deja bien claro que procrastinar forma parte de la naturaleza humana y sería una quimera erradicarlo por completo. Aun así los consejos aportados están repletos de sentido común y en cierta forma son intuidos por el lector durante la lectura del libro, una actuación de dentro hacia afuera en relación a nuestra concienciación y motivacion personales pero también una modificación de nuestro entorno para ponernos las cosas más fáciles conscientes de lo difícil de la lucha, unos consejos realmente útiles


Lo mejor: Interesante, ameno, divertido incluso... y a la vez riguroso, avalado por uno de los mayores especialistas mundiales en procrastinación. Cualquier lector interesado en organizar mejor su vida, hacerla más productiva y por ende más interesante encontrará inspiración de sobra en el mismo. Es más, se sorprenderá de la amplitud del tema y de sus implicaciones.



Lo peor: Lo de siempre... que la pelota queda en nuestro tejado y corresponde a nosotros sacarla de ahí, el conocimiento del problema y sus soluciones solo son el primer paso. Como cualquier libro de autoayuda, porque este lo es al fin y al cabo, corre el peligro de quedar abandonado y olvidado en la estantería criando polvo sin haber calado lo suficientemente hondo en el lector como para motivarle a actuar.




domingo, 17 de junio de 2012

Perros de paja

"El cielo y la tierra son implacables. Los seres de la creación son para ellos meros perros de paja". Lao Tse


Ficha: "Perros de paja, reflexiones sobre los humanos y otros animales", John N. Gray, editorial Paidós, 196 páginas, ISBN: 9788449321610

Hace tiempo que en mis búsqueda de las obras más interesantes del pensamiento contemporáneo me encontré con este filósofo británico al que NO hay que confundir con ese otro John Gray, psicólogo norteamericano autor del conocido "Los hombres son de marte y las mujeres de venus". No, este autor no tiene nada que ver, estamos ante un filósofo y especialista en temas políticos de primera categoría. Articulista en The Guardian entre otros y autor de varios libros entre los que destaca este aquí comentado. Espero un día de estos leer y comentar aquí uno publicado recientemente titulado "Anatomía de Gray" que recoge sus artículos más interesantes publicados en la prensa y en el que a buen seguro habrán unas cuantas páginas de este "Perros de paja".

"Perros de paja" es un libro breve y sencillo, y a la vez radical y demoledor, en él su autor esgrime la teoría de que el ser humano no es ni mejor ni peor que el resto de las especies animales, que esa supuesta superioridad basada en la auto-conciencia, la razón y la inteligencia solo es una ilusión, que ni somos la especie elegida por un supuesto ser superior, algo con lo que los no-creyentes estarán de acuerdo, ni tampoco existen todas esas atribuciones espirituales que habitualmente asignamos al género humano. Solo somos una especie más, que gracias al desarrollo de su inteligencia y su habilidad para modificar el entorno se ha propagado por el mundo como una plaga, amenazando con alterar el equilibrio natural y amenazándose a sí misma con la extinción.

"Quienes deseen realmente huir del solipsismo humano deben evitar los lugares vacíos. En lugar de retirarse al desierto, donde se verán confrontados de nuevo con sus propios pensamientos, harán mejor buscando la compañía de otros animales. Un zoo es mejor ventana desde la que contemplar el mundo humano que un monasterio"

No solo las religiones deistas como el Cristianismo, Judaismo e Islam son puestas en tela de juicio, también lo serán el humanismo y la fe en el progreso humano y la tecnología, también el ateismo y cualquier idea de trascendencia que nos haga sentirnos "especiales" por encima de cualquier otra forma de vida... más numerosos, más inteligentes y también más criminales. Jhon Gray no deja lugar a dudas, no deja ningún resquicio que nos salve... ataca no solamente a las religiones sino también la fe en la tecnología y el progreso humano, las ideas de que un futuro será forzosamente mejor y también carga contra todo tipo de idealismo, las virtudes y la bondad son papel mojado cuando está en juego nuestra supervivencia, la idea de justicia y la ética poseen una forma variable en función también de las modas y las circunstancias... nada hay de sagrado en la vida humana, los valores universales son meras convenciones carentes de sentido, la historia nos lo demuestra una y otra vez.

También aborda asuntos como la inexistencia del yo, realiza una feroz crítica a la filosofía occidental y sus ideales platónicos, algo en lo que estaría de acuerdo Michel Onfray... solo que John Gray va mucho más lejos al afirmar que también el humanismo es una falacia, es la sustitución de unos ideales cristianos por otros del mismo tipo. También se despacha a gusto contra aquellos que atacan la religión y se denominan ateos... para Gray solo son la otra cara de la misma moneda ya que al definir algo como negación de otra cosa de forma indirecta la están reivindicando y otorgándole existencia.

"Pero no podemos alcanzar el desinterés amoral de los animales salvajes ni el automatismo sin elección de las máquinas. Quizá podamos aprender a vivir con mayor ligereza, con menor carga moral. Pero no podemos retornar a una existencia puramente espontánea"

Gray no pierde demasiado tiempo en atacar las ideas de las religiones, consciente de que ellos mismos son sus peores enemigos, sobre todo carga contra la idea de progreso humano, el progreso tecnológico es real pero es una utopía pensar que en el futuro próximo este se vaya a extender a la conciencia o a la humanidad en su conjunto... en definitiva una visión desgarradora, oscura, pesimista, cruda... pero que uno no deja de preguntarse al toparse con la misma si no será completamente auténtica, si todos los ideales del mundo no son realmente, como apunta Gray, fruto del autoengaño necesario para vivir y seguir adelante.

"Ha surgido una economía próspera de psicoterapeutas, religiones de diseño y boutiques espirituales. Pero detrás de todo ello se esconde también una ingente economía gris de industrias ilegales que proporcionan drogas y sexo. La función de esta nueva economía, tanto la legal como la ilegal, es entretener y distraer a una población que, aunque esté ahora más ocupada que nunca, tiene la secreta sospecha de que sus esfuerzos no sirven para nada.

 La industrialiación creó la clase obrera. Ahora, esa misma industrialización la ha vuelto obsoleta. Si un colapso económico no le pone freno, acabará haciendo lo mismo con casi todo el mundo."


 ¿Que nos queda pues?... si renunciamos a las religiones pero también proclamamos la inexistencia de sus valores universales, así como a los valores esgrimidos por los humanistas y la filosofía, si abandonamos toda ilusión de progreso, toda idea de que un futuro será mejor, de que alguna vez cesarán, o al menos se reducirán drásticamente el sufrimiento y la injusticia, ¿que nos queda si excluimos de la vida todo deseo de trascendencia y toda idea de que estamos aquí para algo?... 

"Los demás animales no suspiran por una vida inmortal. Ya la tienen. Incluso los tigres enjaulados viven su vida sin tener apenas conciencia del tiempo. Los seres humanos no pueden alcanzar ese momento interminable. Sólo pueden tomarse un respiro del tiempo cuando dejan de soñar con la inmortalidad. "

"Los demás animales no necesitan propósito alguno en su vida. Siendo, como es, una contradicción para sí mismo, el animal humano no puede vivir sin uno. ¿Tan inconcebible nos resulta que el objetivo de la vida sea sencillamente ver?"



Lo mejor: Breve, directo y contundente... John Gray es un pensador radical que no hace prisioneros, corta por lo sano y sin anestesia. En este libro realiza un retrato descarnado, cruel y por desgracia demasiado vívido del ser humano, nos pone en nuestro sitio vamos... muestra como una falacia la idea de sustituir unos ideales y unos valores por otros, para él todos son más de lo mismo, incluso los más nobles y elevados pueden justificar los mayores crímenes y atrocidades, la historia reciente nos lo muestra una y otra vez. La presunción de que somos mejores que las demás especies y sobre todo que podemos llegar a serlo... , forma el verdadero punto clave del libro. Es uno de esos libros que son de lectura obligada para entender el mundo en el que vivimos ahora, la historia y la evolución futura de la sociedad humana... se esté o no de acuerdo con lo expuesto en el mismo es simplemente imprescindible... eso sí, no es apto para estómagos y sensibilidades delicadas, más de uno sentirá deseos de arrojar este libro al fuego, y es que la verdad es especialmente dolorosa cuando te la escupen a la cara sin miramientos.


Lo peor: Una demolición sistemática... ¿alguna alternativa?, ninguna, Gray nos dice también que las cosas van a seguir como están o si acaso evolucionar a peor, que no tenemos remedio, que solo somos simios con aires de grandeza no mejores que los que corretean por la sabana africana... que somos una enfermedad del mundo y que antes o después el planeta lanzará sus anticuerpos para exterminarnos como la plaga que somos, o bien que nosotros mismos crearemos las condiciones para ello... es inevitable... pues vale, ahora dormiré mucho mejor. En definitiva, nos viene a decir que da igual que sigamos durmiendo o no, que es lo mismo... de modo que mejor seguir con nuestras fantasías de un mundo futuro más justo, de que la vida tiene sentido, de que existen verdaderamente los ideales, la bondad, la belleza, la verdad... y que podemos evitar ser como somos. Conclusiones tristes y pesimistas ¿reales? ... que cada lector lo juzgue por sí mismo.





viernes, 15 de junio de 2012

La fuerza de existir

"Fallecí a la edad de diez años, una bella tarde de otoño, bajo una luz que daba ganas de vivir eternamente"


Ficha: La fuerza de existir, Michel Onfray, editorial Anagrama Colección Argumentos, 228 páginas, ISBN: 9788433962690

Era algo inevitable que en mi recorrido por la obra de los filósofos y pensadores contemporáneos tarde o temprano me topara con Michel Onfray. No fue en este caso un encuentro casual a través de la red, ni tampoco a través de alguna reseña de libros en la revista Filosofía Hoy, aunque alguna había leido y olvidado... simplemente me dí de bruces con algunos de sus libros en la Biblioteca Regional en la sección de filosofía... y es que un autor de éxito con más de treinta títulos en su haber tiene forzosamente que haber dejado un rastro imposible de ignorar.

Este que aquí comento me pareció una buena opción como muestra de su pensamiento, no en vano lleva el subítulo de "Manifiesto hedonista", un manifiesto, una declaración de intenciones... a ver que tenía que contarme. Dejé para más adelante su "Antimanual de filosofía", su "Tratado de ateología" y esa historia alternativa de la filosofía dividida en tres tomos. con tales títulos será inevitable que vuelva a leer más obras de este autor... sobre todo si me dan la oportunidad, como en este caso, de leerlas "de gorra" :-).

Pues sí, toda una declaración de intenciones, una declaración apasionada y contundente no exenta de valentía. Porque es valentía lo que se necesita para bucear en el pasado y mostrarnos parte de la historia de su vida, de esa infancia dura y dolorosa con la que tuvo que lidiar y que tras una buena cantidad de obras publicadas se decide por fin a relatar en este libro. ¿A cuento de qué hablarnos ahora de esa historia en un libro de filosofía?... pues a modo de ejemplo, Onfray es un filósofo materialista, enemigo acérrimo de todo mundo de ideas platónico y de toda idea de trascendencia, para él es la materia, el cuerpo y todo lo existente en sí, lo inmanente (palabra que usa frecuentemente y que me obligó a consultar el diccionario) es toda la realidad y la vida de un filósofo es también la historia y el porqué de su filosofía. Imposible separar al hombre y su vida de las ideas pues, imposible no usar la própia vida como ejercicio filosófico.

"Cuatro años, cuatro inviernos interminables, cuatro veces doscientos cincuenta días de gelidez y de hiel, mil días ante el cadáver putrefacto de mi infancia. A los catorce años, tengo mil años... y la eternidad a mis espaldas".

Esa muerte que nos anuncia a la edad de diez años se refiere a su abandono por parte de sus padres, más bien por parte de su madre, en un horfanato... allí pasaría cuatro años, cuatro dolorosos años que se llevaron como tributo buena parte de su infancia y le marcaron para toda la vida. Y aunque no lo afirme diréctamente es esa durísima experiencia, de abandono y sumisión a una irracional disciplina y trato cruel por parte de los "hermanos salesianos", una historia de terror más que una narración idílica y nostálgica, tal y como suelen ser las historias sobre la niñez contadas a través de la distancia de los años. 

" Para no morir a causa de los hombres y su negatividad, para mí existieron los libros, luego la música, en una palabra, el arte, y sobre todo la filosofía. La escritura le puso el broche de oro a ese conjunto. Treinta libros después, tengo la impresión que debo ordenar mis palabras."


Ese solo será el arranque de este libro, un largo prefacio de más de cincuenta páginas narrado con maestría y de forma sobrecogedora... afortunadamente no solamente le ajusta las cuentas a ese demencial sistema educativo basado en la disciplina y el miedo, también le servirá para reconciliarse con su madre a la que seguramente debió de odiar durante años por haberle abandonado, a ella le dedica el libro.

"Maduramos, en verdad, cuando ofrecemos a los que nos arrojaron a los perros, sin saber lo que hacían, un gesto de paz necesario para llevar una vida sin resentimientos..., un gasto de energía demasiado costoso. La magnanimidad es una virtud de adultos"

A partir de ese momento el libro se divide en capítulos temáticos donde el filósofo francés nos expone sus ideas más importantes sobre su "manifiesto hedonista" en función del tema abordado. Comienza con una revisión de la historia oficial de la filosofía y nos explica como se ha dado preponderancia a una serie de filósofos en detrimento de otros, ignorados deliberadamente, y como esa historia oficial de la filosofía, blanco de sus ataques en distintos libros, nos muestra siempre lo mismo a través del tiempo. La defensa del mundo de las ideas platónico, la dualidad cuerpo-alma o cuerpo-mente, el desprecio por la vida terrenal y el mundo de la carne, las ideas de trascendencia como si hubiera que avergonzarse de esta naturaleza humana y solo fuesen reseñables aquellas que buscan elevarse sobre el mundo material. 

Punto a favor para Platón y su antecesor Sócrates, para Aristóteles, para la escolástica medieval, para Descartes... incluso para Kant aunque ya su filosofía empieza a apuntar en sentido contrario. Condena de los pre-socráticos a los que se desprecia sistemáticamente, bien para los estóicos que preconizan la paz interior a base de soportar las penalidades de la vida pero condena, y vilipendio para los epicúreos por ensalzar el placer aunque se tratase de ensalzar los placeres sencillos, se huyera de los excesos y se celebrara la vida.

Celebración en suma, según Onfray, de la filosofía del dolor y la muerte, de la negación del goce de vivir, celebración de la vergüenza y del sentimiento de culpa por ser humanos y poseer tan "baja naturaleza". Todo lo contrario de lo que los filósofos por él ensalzados buscaban, filósofos marginales, despreciados sistemáticamente por una historia oficial de la filosofía que no es ni de lejos la única posible aunque sí la peor para subyugar y reprimir al espíritu humano y convertirle en un títere de supuestas ideas más "elevadas" incrustadas en la esencia misma de nuestra civilización inspirada en el modelo judeo-cristiano. 

Estas son las líneas maestras de su pensamiento que nos irá relatando en sucesivos capítulos, dedicados a la historia alternativa de la filosofía, al papel del cuerpo en el desarrollo humano y la filosofía como obra de vida, al fundamento de la moral enfocado en el goce de la vida y al respeto al prójimo, aunque la palabra hedonismo parezca sugerir lo contrario... Onfray no deja títere con cabeza y aunque en ocasiones su estilo es dificil de digerir por su densidad y múltiples referencias en general habla claro y apoya sus razonamientos lo suficiente como para ganarse al lector. Una tarea digna de Hércules esta reescritura de la filosofía y pensamiento occidentales.


Posteriormente el libro aborda otros temas más concretos, se centra en un ataque furibundo de la ética judeocristiana, pero también del nihilismo predominante en estos tiempos en los que venimos asistiendo a un cambio de paradigma, anclados todavía en el antiguo pero sin sustituirlo completamente por un nuevo... ruinas del antiguo paradigma jerárquico, paternalista y machista que sin embargo siguen sin constituir nada nuevo, al rechazo a unos valores se sucede una ausencia, no una sustitución, de los mismos. El autor nos pone en guardia con esa supuesta muerte de los valores judeocristianos proclamados por el laicismo... y sin embargo continuamente presentes incluso entre gentes que ya no profesan religión alguna a través de nuevas formas, de ahí que hable de "la necesaria descristianización" de la civilización occidental.



Tras despacharse a gusto con las ideas a "sustituir" en aras de una nueva era basada en su postulados hedonistas, se centra en un interesante análisis de la sexualidad humana, el papel de la familia a través del ideario tradicional judeocristiano y los problemas que conlleva y su papel en la infelicidad humana. Es esta parte del libro para mí una de las más interesantes y donde el autor abandona ese fárrago continuo de referencias y adopta un estilo más claro y más inspirado:

"El temor a la castración en el individuo macho, además del deseo de la sociedad de controlar una potencia que la impugna y la pone en peligro, les permite a los hombres, a los usuales edificadores de ciudades, naciones, religiones y reinos, codificar el sexo. El código de buena conducta libidinal femenina se vuelve, por lo tanto -por pura imposición de la arbitrariedad masculina-, ley inquebrantable. Potencia del falocentrismo y temor a la castración... "

Defensa por tanto del amor libre, de la libertad a la hora de decidir la propia sexualidad, elección voluntaria del modelo de familia y un nuevo planteamiento de las relaciones de pareja alejadas del habitual contrato social ya completamente caduco que solo sirve, en opinión de su autor, para causar dolor e infelicidad y someter al ser humano a algo que no le es connatural.

No será la sexualidad el último objetivo de su manifiesto hedonista, también el arte y posteriormente los asuntos éticos relacionados con los avances en genética y la política ponen el punto y final a un libro pequeño pero rebosante de ideas y extremadamente denso que invita al lector a reflexionar sobre la naturaleza del mundo en el que vivimos y en como todo está relacionado, comienza hablando de filosofía, se pasa a la religión, luego a las normas y convenciones sociales, a la sexualidad, al mundo del arte y finalmente a la bio-ética y la política... junto con ese prólogo biográfico. ¿Una mezcla confusa y arbitraria?... desde luego creo que no.


Lo mejor:  Michel Onfray no puede dejar indiferente a nadie, a más de uno le chirriarán las ideas expuestas en este libro y resto de su obra, pero no cabe duda de que es uno de los grandes pensadores contemporáneos ¿demasiado radical? ... bueno teniendo el clima reinante en los últimos tiempos de ese cáncer llamado "pensamiento políticamente correcto", del renacimiento de los fanatismos religiosos y su empeicinada defensa de unos valores caducos que solo han servido para esclavizar al hombre, sumado a la instalación en el mundo de la política del "todo vale si sirve a mis fines"... pues que quieren que les diga, si no existiera alguien como Michel Onfray y otros como él habría que inventarlos. Seguramente no conseguirá cambiar nada de este mundo imperfecto... pero ahí está la semilla puesta en sus libros.

Lo peor: En pocas palabras, pedante, pretencioso y pagado de sí mismo. Demasiadas referencias a pensadores y autores franceses, algo casi normal por ser su marco de referencia natural... pero no estaría demás menos miradas al ombligo. Dificilmente su mensaje hedonista de celebración de la vida y el goce de la existencia, su mensaje revolucionario que nos invita a la no-colaboración con ese poder al servicio de las nefastas ideas de siempre podrá prender e influir lo suficiente más allá de una minoría con inquietudes intelectuales. Creo que apunta en la dirección correcta pero dista mucho de presentar su mensaje de una forma que todos lo puedan entender y sobre todo de una forma útil, sencilla y fácil de recordar. En el fondo no puedo evitar la sensación, quizás equivocada, de estar ante un gran pensador y filósofo demasiado alejado de la experiencia de la realidad, aunque predique justo lo contrario.




domingo, 10 de junio de 2012

La trampa del ego






"Desgraciadamente, la mayoría de los filósofos de la identidad personal han quedado atrapados en la trampa de la "identidad" y, en consecuencia sus argumentos han sido erróneos. Y cuando la filosofía se equivoca, es como una persona que trata de clavar natillas en la pared. No sólo no dejará de dar martillazos, sino que insistirá en que si las natillas son algo real, que sin duda lo son, tiene que ser posible sujetarlas a la pared."


Ficha:"La trampa del ego", autor "Julian Baggini", editorial Paidós, 242 páginas, ISBN: 9788449326608

Tuve conocimiento de la existencia de este libro de Julian Baggini a través de una reseña de este libro en la revista "Filosofía Hoy", anteriormente había visto alguno de sus trabajos publicados y aunque no me decidí a comprar ninguno de sus libros la verdad es que me llamaron la atención, títulos tan llamativos como "El cerdo que quería ser jamón" o "¿Nos toman por tontos?" dificilmente pueden pasar desapercibidos. Tras la lectura del que comento ahora no podré resistir la tentación de volver a enfrascarme en la lectura de alguna de sus obras. No creo exagerar si digo que estoy ante uno de los más lúcidos pensadores de nuestro tiempo, ante una de esas inteligencias notables, pletórica además de sentido común, que le hacen a uno reconciliarse con el género humano, tan dado a la estupidez y al fanatismo.

El tema del ego, palabreja que viene del griego y significa "yo" de ahí las etimologías "egoista" o "egocéntrico", no es nada nuevo en filosofía, de hecho la pregunta acerca de que es lo que constituye nuestra identidad, la esencia de una persona si es que tal cosa existe es un debate de siglos, presente además en todas las religiones y en todas las filosofías.

Una de las cosas que uno lee cuando se interesa sobre el  Budismo es la "vacuidad" del fenómeno del yo, es decir su no-existencia dada la imposibilidad de definirlo en función de nuestro cuerpo, pensamientos, sensaciones etc... el yo se ve como un conjunto de "agregados", sin embargo como paradoja los budistas creen en la reencarnación, de modo que surge la pregunta ¿si la naturaleza del yo no es real que es lo que se reencarna?. Para los cristianos la esencia del ser humano sería su alma inmortal, siendo el cuerpo un mero vehículo necesario, algo así como la diferencia entre hardware y software. Desde que el filósofo Descartes enunció su famosísimo "cogito ergo sum", y mucho antes desde la filosofía de Platón, la filosofía ha estado impregnada de esa dualidad cuerpo-alma, defendida por muchos y denostada actualmente por la gran mayoría de los filósofos. El debate sigue abierto aunque leyendo el libro de Julian Baggini uno piensa fácilmente "esto es lo que hay, asunto cerrado".

En busca de la perla.
Así se titula la primera parte del libro, cuatro capítulos donde vamos a asistir a la búsqueda del yo mediante eliminación. En el primer capítulo se hará una indagación buscando la esencia de nuestro "yo" en el cuerpo. Se hará a través del testimonio de dos transexuales, uno de ellos casualmente budista, y a través del testimonio de personas que han afrontado graves pérdidas en el aspecto físico, desfiguraciones, accidentes graves, y como dicha pérdida ha afectado a su identidad. La conclusión del mismo es que si bien el yo no está en el cuerpo, es inútil buscarlo ahí, algo con lo que los budistas estarían de acuerdo, no es cierto que la percepción de nosotros mismos no se vea afectada ante un cambio importante o radical. El yo no está en el cuerpo, pero está claro que se puede ver muy alterado por este.
En el segundo capítulo asistiremos a recientes investigaciones sobre el cerebro, como han afectado lesiones cerebrales, traumatismos, operaciones y tumores, a la identidad de muchas personas y como estos cambios fisiológicos han trastocado prácticamente su identidad, al final se llega a la paradoja de la llamada "fragilidad robusta", el sentido de la identidad muestra ser asombrosamente fuerte y a la vez vulnerable... también la conclusión de los neurólogos es clara, no existe un centro en el cerebro donde resida nuestra identidad por mucho que los cambios físicos en el mismo nos afecten.

El tercer capítulo trata de encontrar el sentido de nuestra identidad a través de los recuerdos, el ejemplo más claro es el de la demencia producida por Alzheimer... sin embargo, y esto es algo que he aprendido dolorosamente en mi vida personal, no se puede afirmar que el sentido del yo esté solamente en los recuerdos, aun siendo estos súmamente importantes, probablemente más que cualquier otra cosa, no lo son todo. La naturaleza cambiante de la memoria, su funcionamiento y su importancia en la identidad personal es tratada en este importante apartado.

El cuarto capítulo se centra en el debate sobre la existencia o no del alma, a través de un teólogo británico, máximo exponente de la defensa del alma como núcleo central del ser humano y usando la razón como medio de análisis, Julian nos expone aquí las ideas de este pensador que a diferencia de otros defensores de esta causa no evita entrar en el debate dejando a un lado el comodín de la "fe" tan habitual en los creyentes. Ni que decir tiene que el teólogo terminará "escaldado", los argumentos del autor del libro terminan poniendo al descubierto los fallos de los razonamientos en defensa de la existencia del alma, un edificio lógico armonioso con el problema de contener en sí mismo partes inexistentes. Un puzzle que ha sido completado a base de encajar algunas piezas imaginarias dificilmente puede darse por válido. Pues no, el ego, el yo, ese sentido de la identidad que todos poseemos no posee una naturaleza inmaterial aparte del aspecto físico... aunque sea más que este.

Construcciones.
El libro entra ya en el meollo del asunto en esta segunda parte, si no existe algo que constituya el núcleo de nuestra identidad está claro que el ego no es sino una construcción, un agregado de distintos elementos como dirían los budistas... ¿pero que piezas forman esa construcción?. El quinto capítulo nos hablará del trastorno de personalidad múltiple y nos presentará a una señorita que durante casi dos años vivió una doble vida como aplicada estudiante e investigadora universitaria por un lado y como prostituta de lujo por otro, nos presentará casos de personalidades múltiples en este caso con marcados tintes patológicos... no obstante más allá de estas distintas versiones de sí mismo no queda nada claro que cada una de esas facetas constituya una personalidad completa en sí misma. El sexto capítulo nos habla del "yo" social y como la visión que de nosotros tienen los demás y el contexto cultural forma parte ineludible de nuestra identidad... aunque nunca la defina por completo.

El séptimo capítulo nos muestra la tésis del autor del libro, hasta el momento solo había estado recopilando datos, con abundantes análisis de los mismos es verdad, pero había poco de cosecha propia, se hace un resúmen de lo expuesto hasta el momento y se entra de lleno en la "teoría del haz":

"Este es el truco del ego. El truco es crear algo que tiene un fuerte sentido de unidad y singularidad de lo que es en realidad una secuencia desordenada y fragmentada de experiencias y recuerdos, en un cerebro que no tiene ningún centro de control. Lo fundamental es que el truco funciona. Es como un truco de mecánica, no un truco de magia. La pretensión del mago es hacerte creer que ha sucedido algo que nunca sucedió. Los trucos de los mecánicos, los ingenieros y los científicos, en cambio, son atajos o improvisaciones que les permiten lograr que los sistemas se comporten como ellos quieren que lo hagan, evitando los medios habituales de hacerlo."

Este no es un capítulo tan sencillo como los anteriores, el mismo autor recomienda leerlo despacio y con suma atención, posiblemente necesita varias lecturas... pero vale la pena porque es la exposición más clara y completa que he visto nunca sobre el enigma del yo. 

El octavo capítulo trata sobre la posibilidad de identificar el yo con una ilusión, una idea secundada por el Budismo y atacada y desmontada por el autor que nos muestra sus inconsistencias... existe ilusión pero no en cuanto a que exista algo sino más bien a la solidez e inmutabilidad de eso que existe. El noveno capítulo nos expone el tema del cambio en la personalidad a través de las circunstancias cambiantes de la vida y de la influencia del entorno para producir modificaciones en el comportamiento y la personalidad del individuo.

Nuestro yo futuro.
Tras las conclusiones de la segunda parte donde el yo ha sido analizado y radiografiado hasta el más mínimo detalle ¿que podemos esperar de nuestra identidad futura? ¿que pasa con la muerte? ¿y con la evolución humana? ¿se puede vivir una vida plena y feliz tras asumir como ciertos los descubrimientos mostrados en los capítulos anteriores?... la respuesta en esta tercera parte. Imaginemos una vida sin fe o una vida que niega la muerte... o una última opción que renuncia a una trascendencia eterna y mira cara a cara el final de esa ilusión de existencia continuada en el tiempo, de esa solidez de algo que no es más que un conjunto organizado de elementos completamente dispares entre sí... de nuevo aparecen en escena las religiones, en este caso la Budista y su teoría de la reencarnación, y la cristiana con su dogma de la resurreción de los cuerpos. También hace acto de presencia la ciencia y sus innovaciones en el campo de la lucha contra el envejecimiento y las implicaciones éticas que acarrearía una vida extremadamente larga ¿sería deseable?... hay quienes piensan que si. 

Al final el autor se hace la pregunta de si la aceptación como correcta de la teoría del haz produciría algún cambio en las personas... las conclusiones son que no, porque es una teoría demasiado dificil de aceptar y en el fondo a todos nos encanta pensar que en algún lugar existe algo que constituye nuestra esencia:

"La visión de la perla ha arraigado tan profundamente que, después de todo, no podemos ver que merece ser arrojada a los cerdos. Los haces desordenados, complicados y amorfos son más extraordinarios y más humanos que las piedras preciosas, duras y frías."




Lo mejor: Un trabajo riguroso, apasionante y lleno de sentido común. Existen otros temas de la filosofía que pueden interesar o no al lector, pero si tuviéramos que hacer una lista sobre los más importantes y aquellos que más nos afectan en el terreno personal este estaría en el número uno y a mucha distancia de cualquier otro. Julian Baggini ha escrito un libro fantástico y muy accesible al lector medio y aunque posea una dificultad variable vale la pena enredarse en sus partes más profundas y reflexionar sobre las mismas. Aunque expongo en este comentario algunas de sus conclusiones más importantes, a modo de spoiler ;-),  estas son lo de menos... hay que seguir el razonamiento de sus argumentos, los testimonios, las opiniones de los expertos. El libro está muy bien documentado y no deja nada al azar. Se notan también las tablas de Julian a la hora de escribir libros para el público general, no especializado, por la claridad de sus explicaciones y esa habilidad, no demasiado frecuente, de ponerse en lugar del lector. Una verdadera joya.


Lo peor: Aunque proponga y defienda una tesis este no es el trabajo definitivo sobre el tema, ni mucho menos. Una obra tan breve como esta por muy bien documentada que esté no puede pretender abarcar todos los aspectos de algo tan extenso como la naturaleza humana, porque al fin y al cabo es de eso de lo que se habla, estamos ante el sentido de la identidad que poseemos y el autor se pregunta sobre si hay algo más que una construcción mental y el por qué todos la tenemos, creo que todavía se puede ahondar mucho más en el tema. Una pena que el autor no sea practicante de la meditación ni deportista practicante de algunas modalidades de "riesgo"... creo que podría enriquecer este trabajo sobre el ego gracias a esas experiencias.




martes, 5 de junio de 2012

El filósofo en zapatillas




"Buscamos respuestas filosóficas a problemas filosóficos, pero estas respuestas pueden no armonizar con el ánimo de la pregunta si el propósito es acabar con un misterio. La sensación de drama que acompaña a la perplejidad se suele evaporar una vez que se resuelve. Para los individuos atraídos por la filosofía como una forma de escapismo más adulto que las historias de fantasmas, duendes y ovnis, resulta un fiasco."


Ficha: "El filósofo en zapatillas", autor Nicholas Fearn, editorial Destino, 262 páginas, ISBN: 9788423340194.

En mis relativamente frecuentes visitas a la Biblioteca Regional suelo parar a curiosear en la sección de filosofía donde ando a la búsqueda de títulos accesibles a mi nivel de neófito en el tema. El otro día tuve la suerte de toparme con este libro, debo tener unos gustos bastante comunes porque alguno hay, un título de Compte-Sponville concretamente, que no consigo pillar ni a posta. No conocía este autor y el libro captó mi atención, era casi lo que estaba buscando y aunque recientemente he leido y comentado aquí otro semejante, en apariencia, de Alain de Botton la verdad es que esta obra ha conseguido interesarme hasta tal punto que no he podido soltarlo una vez comenzada su lectura.

Su autor, licenciado en filosofía por el King's College de Londres es autor de otro libro de gran éxito relacionado con la filosofía, "Zenón y la tortuga", conseguir unas ventas exitosas y traducciones de tu obra a veinte idiomas con el tema de la divulgación filosófica es una hazaña al alcance de muy pocos, vamos un "más difícil todavía" que solo unos pocos autores han conseguido. Además de autor de éxito es articulista en varios medios de comunicación británicos, trabajo que le ha servido de base para la confección de esta interesante obra.

El planteamiento del libro no puede ser más simple, el autor se hace a sí mismo las tres preguntas más importantes, a su juicio, de la filosofía. Tratará de responderlas mostrando las conclusiones de filósofos actuales, la mayoría norteamericanos, muchos de ellos entrevistados por él en persona. La idea es mostrar un reflejo vívo y fresco de la filosofía actual y de sus respuestas a estas tres grandes cuestiones.

¿QUIÉN SOY?
La primera parte está centrada en esta pregunta, desglosada en cuatro capítulos veremos desfilar por sus páginas asuntos como el problema del yo y su búsqueda y definición, probablemente el tema más antiguo de la filosofía, el libre albedrío y el destino, la mente humana en oposición a la máquina, un tema muy de moda en las últimas décadas en las que el desarrollo tecnológico promete alcanzar la llamada inteligencia artificial y el eterno debate entre cuerpo y alma.

¿QUÉ SÉ? 
Tras esta "jugosa" primera parte, llena de profundidad y temas transcendentales el libro se embarca en una tarea no menos apasionante, los límites del conocimiento y la inteligencia humanas, el análisis del lenguaje, las ideas innatas, el tan denostado "posmodernismo" y su opuesto, la corriente denominada "pragmatismo"... de nuevo una sucesión de profundas ideas y la defensa de las mismas por una serie de apasionados pensadores que en ocasiones arrojan más sombras que luces, algo típico en ocasiones de la filosofía, donde no parece haber nunca ideas definitivas y cada respuesta atrae más y más preguntas.

¿QUÉ DEBO HACER?
El libro termina con esta tercera parte dedicada al mundo de la moral y la importancia de la misma en la sociedad humana, su posible extensión al mundo animal y sus límites, y finalmente termina en un solemne capítulo sobre el sentido de la vida y la muerte.

El libro es una pequeña maravilla porque consigue sintetizar en pocas páginas las cuestiones más importantes sobre la filosofía en toda su historia y el estado actual del pensamiento filosófico sobre las mismas. Es un trabajo que no da reposo al lector y que le lleva una y otra vez a los asuntos más fascinantes que quepa imaginar sobre la naturaleza humana y el pensamiento. La búsqueda del yo, la existencia o no del libre albedrío y sus implicaciones en la vida, los límites del lenguaje y como con él construimos y damos forma al mundo, el autor nos conduce a todos estos temas mostrándonos las conclusiones de filósofos actuales, conclusiones en ocasiones contradictorias entre sí, ilustradas con multitud de fragmentos de sus investigaciones.

Llega un punto en que es fácil sentirse abrumado por la profundidad de las ideas expresadas y sus implicaciones, aunque la divulgación es su meta reconozco que es un libro que te hace pensar a base de bien y constituye todo un "festín" para el lector curioso aficionado a estos temas. A diferencia de otros trabajos de divulgación filosófica el libro no está enfocado en un tema concreto o con un objetivo como el de Alain de Botton recientemente comentado aquí, sobre el tema de "aprender a vivir", sería una buena muestra de esa filosofía especulativa tal y como la define Mónica Cavallé, alejada de los problemas del día a día y del "como vivir", pero igualmente apasionante, no creo que defraude a ningún aficionado a cuestiones filosóficas.



Lo mejor: Ameno, sencillo de leer y a la vez considerablemente profundo, su autor es un excelente comunicador, se nota el oficio de periodista y el enfoque de trabajo de investigación con el que dota al libro, sabe como presentar un tema, como hacerlo accesible al lector y como hacerle partícipe de la aventura del pensamiento filosófico. Un libro pequeño pero súmamente denso y muy bien escrito y documentado.


Lo peor: Si nunca se ha leido un libro sobre divulgación filosófica mejor no empezar por este. Quizás plantee demasiadas cuestiones alejadas de los comunes mortales pendientes de otros temas... lo que podría ser una virtud para otros, deseosos de bucear en aguas más profundas. ¿Por qué centrarse solamente en filósofos anglosajones?... se echa de menos la presencia en el libro de autores europeos y asiáticos.


Cuánto pesa el alma


Ficha: "Cuánto pesa el alma", autor Len Fisher, ediciones Debolsillo, 258 páginas, ISBN: 978-84-9908-672-9

Vuelvo a mis lecturas de divulgación científica con este curioso libro, su autor un científico australiano con más de 80 trabajos científicos y capítulos de libros sobre ingeniería química, ciencia alimentaria e instrumentación científica, entre otros temas, nos lleva por apasionante recorrido por algunos de los capítulos más curiosos de la historia de la ciencia.

Solemos creer habitualmente que el progreso científico avanza de una forma progresiva y lineal aunque haya descubrimientos y trabajos que lo impulsan rápidamente en ocasiones. Mucho menos conocida es la cantidad de callejones sin salida e investigaciones infructuosas que lo jalonan y mucho menos algunas ideas que ahora nos parecen descabelladas y que inspiraron famosos experimentos que en ocasiones terminaron en desastre. Sobre estas disparatadas ideas y sus protagonistas Len Fischer ha escrito este entretenido ensayo.

21 gramos.
 Circula desde hace bastante tiempo por la red aquel famoso experimento en el que se intentaba "pesar el alma", recuerdo haber ido hace unos años a ver al cine aquella película titulada "21 gramos", que no recomiendo a nadie salvo que se padezca de aficiones masoquistas, cuyo título hacía referencia precisamente a los experimentos del médico Duncan McDougall en un hospital de Massachusetts con sus camas-balanza intentando comprobar si en el momento de la muerte existía alguna "entidad" que abandonaba el cuerpo y si la misma estaba dotada de peso... una pena que sus experimentos no arrojasen una conclusión definitiva y que sus resultados, sin contrastar ni verificar suficientemente tal y como él mismo reconocía, hayan dejado todavía el tema lo suficientemente "enturbiado" como para que siga siendo aprovechado por magufos del tres al cuarto.

Todos conocemos también el experimento de Franklin con los rayos en las tormentas, o los de Galvani sometiendo a cadáveres de rana a descargas eléctricas para comprobar como se contraían los músculos, experimentos que debieron de inspirar a la autora de Frankestein, Mary Shelley. Conocido de sobra también es el intento a lo largo de siglos de los alquimistas, precursores de nuestros modernos químicos, por encontrar la piedra filosofal o los experimentos de Galileo haciendo caer objetos para verificar la velocidad de caida... o los experimentos con la luz. Menos conocido es por ejemplo que el genial investigador de Pisa publicó un trabajo donde se daba forma y dimensión al infierno... o la metedura de pata de Newton al dudar de la naturaleza ondulatoria de la luz, error que llevó cien años demostrar y que casi acaba con la carrera de Thomas Young, el primer científico que consiguió demostrar que la luz participa tanto de naturaleza corpuscular como de naturaleza ondulatoria.

El libro habla también de las teorías sobre el origen de la vida y la pugna entre los llamados "vitalistas" y los llamados "mecanicistas" y las disparatadas teorías, o al menos así parecen ahora, que estuvieron vigentes mucho tiempo. El libro concluye con un interesante apéndice donde aparecen hechos conocidos y comprobados científicamente como la ley de la gravitación de Newton, la relatividad, los campos de fuerzas, la definición y formas de la energía, los átomos etc etc cuyo origen y desarrollo han sido relativamente recientes.

Cualquier aficionado a la ciencia disfrutará con este libro que nos muestra no solamente descubrimientos y caminos acertados, sino también muchas teorías equivocadas, experimentos fallidos, rencillas y conflictos entre científicos, batallas de ideas con sus correspondientes experimentos... la historia de la ciencia es en verdad apasionante y la obra de Fisher nos muestra algunos de sus más interesantes capítulos.



Lo mejor:  Entretenido, ameno y didáctico tal y como suelen ser los libros de divulgación científica, en este caso el hecho de que esté centrado en historias y experimentos curiosos le otorga mayor atractivo. Al final lo anecdótico termina pasando a un segundo plano y se terminan aprendiendo muchas cosas sobre la historia de la ciencia, con el gancho de lo curioso o de la idea excéntrica terminamos aprendiendo bastante sobre la filosofía de la ciencia y del método científico casi sin darnos cuenta.

Lo peor: El libro termina sabiendo a poco, la historia de la ciencia posee muchos más casos curiosos que los relatados en este trabajo. El interés varía mucho desde el potente arranque inicial con ese doctor "chiflado" intentando pesar el alma al capítulo sobre la búsqueda de la piedra filosofal... sólo apto para los amantes de la química, a mí consiguió arrancarme más de un bostezo la verdad, creo que este autor baja bastante de nivel como divulgador cuando aborda temas en los que es un especialista, algo paradójico. El libro engaña un poco porque al final termina siendo mucho más prosaico de lo que promete en sus inicios aunque tiene también sus momentos brillantes, especialmente en el último capítulo sobre el origen de la vida. Se nota bastante que su autor es un hombre de ciencia y aunque hay científicos con gran valía como divulgadores creo que no es el caso de Fisher, al menos en este libro, estaré pendiente de otros trabajos suyos que vea publicados.