sábado, 31 de agosto de 2013

Amo, luego existo


"Las específicas contradicciones del mundo en que nos ha tocado en (mala) suerte vivir han terminado por cuestionar buena parte de las ideas acerca del amor que el pasado nos dejó en herencia, sin que todavía haya emergido una concepción alternativa (ese amor à reinventer ya anhelado por Rimbaud) que no solo se adecúe a las nuevas circunstancias, sino, sobre todo, esté a la altura de aquello a lo que debería dar forma. Y a lo que debería dar forma es a la energía amorosa, a la pulsión hacia el otro, a la desesperada necesidad con la que, en un momento determinado de nuestras vidas, alguien reclama (y se apropia de) nuestro corazón con una fuerza sobrehumana, ofreciéndonos a cambio el milagro de la felicidad más absoluta ante su mera presencia. Porque en eso se sustancia el amor, finalmente. Y es de eso, en definitiva, de lo que nos urge dar cuenta. ¿No les parece lo bastante importante?"

Ficha: "Amo, luego existo", Manuel Cruz Rodríguez, Editorial Austral, 230 páginas, ISBN: 9788467007589

Este libro es uno de los últimos trabajos del filósofo y catedrático Manuel Cruz, autor de más de una veintena de ensayos, y por mérito propio uno de los principales referentes de la filosofía en nuestro país en los últimos veinte años. 

En este libro Manuel se centra en un tema, el amor, que si bien aparece ya en los primeros momentos de la filosofía occidental, recordemos "El banquete" de Platón, no ha sido en su opinión lo suficientemente tratado en el trabajo de los filósofos. Existen temas trascendentes e importantes de los que se ha escrito hasta el infinito... pero no sucede así con el amor, a pesar de ser una de esas experiencias indisolublemente unidas a la naturaleza humana a través de sus múltiples formas.

Tras un interesante prólogo que es toda una declaración de intenciones y una manifestación por un lado de la importancia del amor, pero por otro lado, sobre lo engañosamente fácil que es... de ahí el subtítulo del mismo "la experiencia de escribir sobre la arena",  el texto se divide en ocho capítulos de lectura prácticamente independiente porque versan sobre un determinado filósofo, las circunstancias de su vida y como abordó en la misma el "hecho amoroso" y como el mismo fue reflejado en las enseñanzas que nos dejó... y de paso se ilustra en cada episodio como su vida y obra ilustran un determinado aspecto del fenómeno del amor... tema extenso y polifacético donde los hayan. El autor no intenta abarcar todo el espectro del tema del amor, algo probablemente imposible de realizar en un solo libro, pero desde luego que lo que si hace es profundizar en cada una de estas vertientes del amor, sin duda las más importantes, todo cuanto puede usando inicialmente como guía la experiencia de un determinado filósofo pero no quedándose allí ni mucho menos.
 

Por lo tanto es un libro que se mueve en tres planos diferentes e interrelacionados, por un lado el personaje del filósofo y la experiencia de su vida, como vivió en la misma el amor según lo que sabemos de él, el papel del amor en su filosofía y su relación con su propia experiencia vital y finalmente la enseñanza e ilustración que podemos sacar de esta relación cuando intentamos ahondar en la explicación de lo que significa el amor. Hechos concretos y biográficos, obra filosófica y conclusiones. Estos tres planos los veremos íntimamente entremezclados en cada uno de los interesantes capítulos. 

La impresión que he tenido leyendo este libro es la de una progresión en la dificultad del mismo, aparte de estar ordenado por pensadores cuya fecha de fallecimiento sigue un orden cronológico, desde esa sencillez aparente del primer capítulo que nos muestra el amor idealista por excelencia, el amor platónico, en la figura del mismo Platón y de su obra... hasta el último y endemoniado capítulo dedicado a Foucault, su importante filosofía y su compleja vida que ilustra perfectamente una especie de "atisbo" de lo que sería el amor en un futuro en el que se han trascendido las diferencias de género y las orientaciones sexuales para comenzar de una vez por todas a existir el amor en su aspecto más avanzado y maduro, el amor entre iguales, un tema que todavía se le indigesta a nuestra, aparentemente, moderna o posmoderna sociedad.

El primer capítulo titulado Platón "Eres el hombre de mi vida", nos ilustrará sobre el tan mal comprendido "amor platónico", el amor a la perfección y la belleza encarnados en la figura del ser amado que consigue teñir el mundo entero del enamorado con su presencia y que es amado no tanto en sí mismo como en función de lo que representa. Tras este importante capítulo clásico entre los clásicos y verdadera puerta de entrada nos encontramos con el dedicado a San Agustín y subtitulado "Antes de conocerte era una persona distinta", en el que el autor aborda la vida y la obra del santo cristiano que resulta perfecta para ilustrarnos sobre el amor religioso a Dios y a su obra, el mundo, y como este tipo de amor en determinadas personas obra el milagro de cambiar completamente su naturaleza, de una naturaleza de tipo sensual y marcadamente egoista a otra en la que el sentimiento amoroso muta y se transforma en amor por la humanidad y por todo cuanto abarca el mundo entero.

El tercer capítulo dedicado a Pedro Abelardo y Eloísa "Sólo tengo ojos para tí", se centra en la pareja que simboliza la pasión filosófica por excelencia, un perfecto ejemplo para ilustrar el amor apasionado que rompe con los convencionalismos sociales y nada contracorriente, una historia trágica y violenta pero también ilustrativa de la fuerza del sentimiento amoroso en su vertiente más pasional y física, todo puro deseo, pero no por ello menos auténtica. El cuarto capítulo centrado en Spinoza y subtitulado "Te necesito" se centra en el amor como pasión frustrada y en la naturaleza del deseo... yendo incluso más allá y preguntándose por el sentido que tiene escoger a una determinada persona como objeto del mismo. 

En el quinto capítulo subtitulado "¿Cómo puedes ser tan egoísta?" visitaremos la vida y obra del gran Friedrich Nietzsche y se tratará del tema del amor como reconocimiento en el otro de aquello que uno mismo ya es, y nos hablará de su frustrado y no correspondido amor por Lou Andreas-Salomé, definitivamente su "alter ego" femenino y por eso mismo un amor condenado al fracaso desde el comienzo al no ser él genial filósofo alemán capaz de comprender la necesidad del objeto de su amor, un espíritu libre donde los ha habido encarnado en la figura de una mujer extraordinaria, de una vida tan auténtica como la que quería llevar él mismo.  El sexto capítulo dedicado a la pareja de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir y subtitulado "Deberías haberme mentido" se centra en la vida y obra de los dos pensadores franceses y su compromiso de amor libre que llevaron hasta sus últimas consecuencias. Un experimento fallido en el que no faltaron los "efectos colaterales" aunque en esencia resultara triunfante por la fidelidad que a sí misma se tuvo esta pareja, una fidelidad que le negaron a los demás. En este punto el libro comienza a adquirir una mayor complejidad por el denso entramado que constituye la obra y la vida de cada uno de los filósofos puestos como ejemplo. El existencialismo y sus contradicciones en lo tocante al amor quedará hábilmente diseccionado por el autor.

El libro aborda su parte final con dos capítulos verdaderamente densos y complejos, el séptimo dedicado a Hannah Arendt "¿Qué voy a hacer sin tí?" aborda el tema de la complicada vida de la filósofa alemana y su relación con sus dos maridos, y sobre todo su relación con el que fue uno de los grandes amores de su vida, el filósofo Martin Heidegger. Una vida intensa, con continuos altibajos emocionales que intentan ser comprendidos en su hecho puntual y posterior evolución por el autor, una tarea que parece de antemano condenada al fracaso, y que nos hace partícipes de sus reflexiones culminando en uno de los momentos más interesantes, al menos para mí, cuando se aborda el tema de la soledad y su relación con el amor. Finalmente el capítulo octavo dedicado a Foucault "Esto es una locura" nos habla de la filosofía, vida y obra de este importante pensador del siglo XX, la problemática de su homosexualidad y como la particular forma de abordar la experiencia amorosa influyó en sus ideas, en su empeicinada desmitificación del humanismo y de esas construcciones artificiales que vinieron a sustituir a otras anteriores sin otorgar un grado mayor de libertad al ser humano y la dificultad que existe en desligarlas de la experiencia objetiva. El tema del amor entre iguales, en todas las acepciones de la palabra, queda perfectamente ilustrado a través de su experiencia personal, como homosexual, y su particular filosofía iconoclasta que como la de todos los grandes pensadores se adelanta, y cuestiona, a la mentalidad de su tiempo.

Finalmente tras todo este intenso y en ocasiones dificil viaje el libro termina con un epílogo, que merece una especial atención y que viene a ser un pequeño ensayo en sí mismo, donde se subraya la importancia del amor, pero también su fragilidad, sus contradicciones, su complejidad y la necesidad que como seres humanos todos tenemos del mismo. Todo un digno final para un libro ganador del premio Espasa de ensayo del año de su publicación (2010).

Lo mejor: Un libro denso, pletórico de ideas, muy bien escrito y que trata sobre un tema que a todos nos afecta. No habrá un solo lector que no se reconozca en alguna de las experiencias de estos grandes y singulares personajes, en las conclusiones de su pensamiento o en las de su autor. Merece una lectura tranquila, reposada y reflexiva, se notan y mucho las tablas de Manuel Cruz como ensayista, no será el último libro con su firma que lea. Muy recomendable.


Lo peor: Hay dos ediciones del libro, he tenido la desgracia de adquirir y leer la edición de bolsillo, pequeñita y manejable, pero que no recomiendo debido a lo apretado y minúsculo de su letra. En caso de que alguien se plantee su lectura o su compra hará bien en adquirir o tomar prestado la edición original, esa que presentaba Manuel Cruz y que viene reflejada en la fotografía... un tirón de orejas para los editores de Austral que han condensado una edición en formato "normal" en otra en formato de bolsillo manteniendo el mismo número de páginas con las que te dejas literalmente la vista. No es una obra divulgativa o introductoria a la filosofía, por lo tanto, y a pesar de que la considero muy accesible no es recomendable para aquel recién llegado a este tipo de lecturas. Quizás peca de intentar abarcar demasiado y no termina clarificando de forma definitiva ningún aspecto sobre el amor, si es que era esa la intención del lector claro, creo que existen mejores ensayos sobre el tema si esa es la pretensión y que el libro termina dispersándose demasiado en un sinfin de ideas.


domingo, 25 de agosto de 2013

Una historia de la filosofía para la vida cotidiana


Ficha: "Una historia de la filosofía para la vida cotidiana", Pablo Redondo Sánchez y Sebastián Salgado González, ediciones Maia, 284 páginas, ISBN: 978 849 272 4499

Con un atractivo formato de bolsillo y una bonita y llamativa portada se presenta esta obra de divulgación filosófica de la mano de una jóven, e interesante, editorial. Es uno de esos libros que dificilmente pueden pasar desapercibidos... sin haber leído siquiera el texto de la contraportada o el índice, son mis costumbres antes de decidirme por la compra de algún libro, ya tenía decidido incorporarlo a mi colección. 

De nuevo otro libro de filosofía dirigido al gran público no especializado, otro libro que picotea aquí y allá sin profundizar demasiado, algo evidente dada su breve extensión y la amplitud de los temas abarcados, pero que en contrapartida trata de presentar al lector temas filosóficos de notable profundidad de la forma más amena y accesible posible... solo por eso ya vale la pena.

El libro posee unas pretensiones modestas pero interesantes, realiza un recorrido por la historia de la filosofía de la mano de veintisiete filósofos a los que dedica otros tantos capítulos de entre cinco y diez páginas de contenido filosófico muy variable. El libro consta además de un denso y "jugoso" prólogo redactado en forma académica de la mano del director de la colección, el filósofo Felix Duque, una introducción a modo de declaración de intenciones de los autores, y un apéndice con otros seis breves capítulos, esta vez centrados en grandes temas de la filosofía, personalmente creo que es lo mejor del libro, la guinda del apetitoso pastel. 

En definitiva uno de los recorridos más completos que he visto, abordando el pensamiento de cada uno a través de breves exposiciones centradas en la idea, o una de sus ideas, más importantes y relacionándo la misma con hechos del mundo de hoy, de ahí esa parte del título del mismo "... para la vida cotidiana"; y siempre con un lenguaje llano, claro, en ocasiones desenfadado y alejado de cualquier "aroma" de academicismo;  salpicado además de abundantes notas de humor que no siempre acompañan al texto de forma onmipresente, de ahí que se consiga en muchas ocasiones un buen equilibrio entre un estilo coloquial y directo y formas más serias y didácticas... de hecho el contenido más "campechano" y desenfadado abunda principalmente en los primeros capitulos y va paulatinamente desapareciendo, aunque no del todo, en la segunda mitad y sobre todo en esa excelente parte final. La verdad es que se agradece porque una vez que la incapacidad o dificultad para caminar bien está curada las muletas son puro estorbo.

La relación entre la filosofía de Platón y el mundo "ideal" de la publicidad, la letra de un conocido tango y el pensamiento de Sócrates, la imposibilidad del cambio de mentalidad de la iglesia católica explicado a través de los postulados básicos de Santo Tomás de Aquino, Erasmo de Rotterdam y la estupidez humana, los ídolos y Francis Bacon, los trucos de magia y la filosofía de David Hume, la figurada expulsión de Rousseau del programa "La isla de los famosos", el insospechado aspecto abstracto de la fruta, y otras realidades físicas, en comparación con el aparentemente abstracto mundo filosófico de la mano de Hegel... Heidegger y la obsesiva moda de cambiar de teléfono móvil, la relación entre la fenomenología de Merleau-Ponty y un melocotón... El libro demuestra una y otra vez que no importa lo complicado y profundo que parezca un concepto filosófico, puede ser explicado con sencillez y relacionado con elementos de la vida cotidiana que todos conocemos.


Lo mejor: Consigue interesar, o incrementar el interés tal y como ha sido en mi caso, por la filosofía, demostrando desde el comienzo que no se trata de una disciplina del conocimiento humano alejada de las preocupaciones cotidianas y del vivir de cada día. El libro es muy ameno y se lee con agrado y facilidad... la brevedad de cada uno de sus apartados garantiza que nunca se vaya a enredar demasiado en un tema y hacerse pesado. Me ha gustado mucho el prólogo de Felix Duque, interesante aunque muy alejado del tono didáctico y sencillo de la obra, y aparte de algunos capítulos excelentes tengo de nuevo que destacar ese apéndice final "Para seguir pensando... ". Casi lamenta uno que esa parte del libro no sea más larga. Es un libro que vale la pena seguir teniendo a mano tras su lectura, a modo de breviario, especialmente en el caso de algunos capítulos verdaderamente buenos.


Lo peor: Evidentemente la filosofía no puede reducirse simplemente a lo propuesto por los autores, aunque sea un enfoque muy acertado para presentarla al gran público. En ocasiones se dedica demasiado espacio a la parte anecdótica, a la presentación de la situación en el mundo real y poco espacio a la filosofía en sí. De la misma forma que me gustaron especialmente el capítulo dedicado a Sartre y a Popper es una pena el tratamiento que se da a Rawls y su interesantísima teoría de la justicia, es una tableta de chocolate que sabe a muy poco. Esa brevedad de cada uno de sus capítulos se agradece en el caso de alguno de los temas que realmente quedaban muy bien expuestos con poco espacio... pero sabe a demasiado poco en algunos casos que hubiera sido deseable mayor extensión.


jueves, 22 de agosto de 2013

2312


"Alcanzó el pie de los salientes y llegó a la llanura cubierta de escombros de Tricrena Albedo. Allí desaparecía la senda, porque cualquier vía era igual de buena. Podía adentrarse en la noche, ganar terreno al alba, alzarse sobre Yes Tor y contemplar los puntos más elevados de luz en el terreno como la llama de las velas, que después ardía hacia abajo desde sus puntas brillantes. Para caminar perpetuamente en el amanecer, ay, qué deseo tan ferviente. ¿Quién podría soportar el mediodía o el atardecer? Dejar atrás el amanecer, correr de nuevo hacia la noche. Evitar el día, porque quién sabe lo que trae consigo. No tenía ni ideas ni planes. "

 
Ficha: "2.312", autor Kim Stanley Robinson, editorial Minotauro, 526 páginas, ISBN: 978 844 500 1349

Volver a leer una novela de Kim Stanley Robinson ha sido como reencontrarme con un viejo amigo, en 1.999 leí su trilogía sobre Marte (Marte Rojo, Marte Verde, Marte Azul) que me pareció de lo mejor que había leído nunca en el género de ciencia ficción. Pocos años después mis gustos, por aquel entonces centradas en la C.F. me encaminaron por otros derroteros, si bien nunca ha dejado de interesarme este género en el que realmente me formé como lector y al que he sido más o menos fiel desde entonces con alguna lectura ocasional como esta.

Desde aquella memorable trilogía han sido varias las novelas publicadas de K.S. Robinson y la verdad es que no me ha apetecido el adquirir y leer ninguna de ellas, seguramente porque estaban muy alejadas en cuanto a temática y forma de sus novelas "marcianas". Esta que reseño aquí es una excepción, el haber obtenido además el premio Nébula, otorgado por el gremio de escritores del género en Estados Unidos, le otorga un "caché" y una categoría que no pueden pasar fácilmente desapercibidas... al menos para los editores porque hay alguna todavía pendiente de publicar si hago caso a la información de la Wikipedia. El autor en esta vuelve a su mundo recreado en sus novelas sobre el planeta rojo, el hipotético desarrollo de la carrera espacial en el futuro más cercano... desde luego para mí el punto fuerte de este escritor, es el ámbito en el que se mueve como pez en el agua.

2.012 fue un año marcado como "apocalíptico" gracias a los antiguos mayas... ese año se publicó esta novela, cuya primera edición en castellano hizo su aparición este verano. Estamos en el año 2.312, tres siglos adelante en el futuro en medio de una carrera espacial triunfante que no solamente ha llevado a la raza humana a ocupar y "terraformar" el planeta rojo, argumento de su trilogía de los noventa, sino a colonizar el resto del sistema solar.



K.S. Robinson no es como sus colegas Ian Banks (recientemente fallecido R.I.P.) o como Dan Simmons, cuyas obras de ciencia ficción exploran el terreno de la "space opera" con extravagantes civilizaciones alienígenas y viajes intergalácticos, ni tampoco como Larry Niven y su desmelenado afán por las descripciones pseudocientíficas aunque ambos compartan el gusto por la vertiente más "hard" de la ciencia ficción. Robinson es más de andar por casa, quizás por transcurrir en un futuro más cercano, quizás por respeto a la física einsteniana, o por lo que sea, al Sr. Robinson no parecen gustarle demasiado los viajes intergalácticos, de modo que se centra en el aparentemente humilde patio trasero que constituye nuestro querido y viejo sistema solar. 

Una de las cosas buenas que tiene leer a un autor cuyas obras abarcan un nada desdeñable período de años es comprobar su evolución, a la par que la de uno mismo como lector claro. Tras leer esta obra no tengo la menor duda, el escritor norteamericano ha cambiado para mejor... algún fiasco hay en su carrera como en la de todo escritor pero sin duda alguna que esta novela es todo un acierto y con ella recuperamos al mejor autor de ciencia ficción "realista", si es que tal expresión tiene sentido en este género, que recuerda a los mejores Arthur C. Clarke e Isaac Asimov.

Si en la mencionada trilogía era el planeta Marte y la aventura de su colonización y "terraformación" el eje central de las novelas, aquí el eje lo constituye la descripción de los logros humanos a través de su expansión por el sistema solar a lo largo de tres siglos. Estamos en el año 2.312, la humanidad vive el momento más brillante de su historia, ha colonizado Marte, Venus, Mercurio, las lunas de Saturno y Júpiter, convertido miles de asteróides en enormes habitáculos espaciales denominados "terrarios", irónico nombre que en castellano alude también al criadero de reptiles y anfibios... la tecnología ha proseguido su avance imparable cuyo máximo exponente son los qubos, miniordenadores cuánticos de una extraordinaria potencia. El desarrollo también ha tenido sus sombras y en la Tierra conviven y malviven once mil millones de personas de las cuales más de cinco mil millones no tienen acceso a los elementos más básicos para la subsistencia. Todo ello mientras las razas nacidas en el espacio gozan de una vida casi idílica, aunque no exenta de peligros, en comparación, disfrutando además ya por término medio de dos siglos de existencia merced a los avances médicos.

En ese mundo diverso, complejo, políticamente fraccionado, "balcanizado", se desarrolla la acción. Una de las principales científicas de Mercurio sufre una aparentemente muerte natural, su nieta Cisne Er Hong, junto con una serie de amigos y colaboradores de la fallecida emprenden una investigación para aclarar los motivos que pudieron llevar a este crímen y de paso se ven envueltos en una trama que pretende desestabilizar el equilibrio de poder existente en el sistema solar. Visitaremos Mercurio y la ciudad móvil de Terminador, el cinturón de satélites que orbitan más próximos al sol que el mismo Mercurio los llamados "vulcanoides", visitaremos la Tierra, Venus, Titán, Jápeto, Saturno... seremos testigos de la vida en multitud de asteróides convertidos en "terrarios", la historia nos llevará a bordo de un crucero espacial, al espacio frío y desnudo, a la tórrida superficie de Mercurio recorrida por los románticos caminantes solares... a pesar del número nada desdeñable de personajes y de la acción centrada casi siempre en la protagonista Cisne y su insufrible qubo parlanchín que lleva insertado en la cabeza, es el universo particular recreado el indudable protagonista.

"Terminador gira en torno a Mercurio como los caminantes solares, moviéndose a la velocidad de rotación del planeta, planeando sobre veinte gigantescos raíles elevados, que juntos empujan y guían hacia poniente una ciudad bastante mayor que Venecia. Los veinte raíles discurren alrededor de Mercurio como el prieto anillo de boda de una novia, sin apartarse mucho de los cuarenta y cinco grados de latitud sur, pero trazando amplios desvíos al sur y al norte para evitar los trechos del terreno que son especialmente accidentados"

Hay partes del libro en forma de minicapítulos introductorios que en ocasiones se centran en aspectos técnicos o curiosidades de esa historia proyectada en el futuro por Robinson, incluso se toma la molestia de recrear una cronología desde finales y comienzos del siglo XX hasta el siglo XXIV en el que transcurre la acción... toda una declaración de intenciones al denominar el período actual (hasta 2.060) como "la vacilación"... es decir el periodo histórico en el que todo el mundo era consciente de los peligros medioambientales y la amenaza del cámbio climático y nadie hizo nada para evitar sus funestas consecuencias que ocasionaron posteriormente millones de víctimas tras el deshielo de buena parte de los polos y la elevación de once metros del nivel del mar. Robinson nos lanza un claro mensaje con esta novela, "no tenemos remedio", al menos mientras no salgamos de nuestro globo terráqueo. 

Es curiosa la contraposición entre los avanzados colonos espaciales en todos los sentidos, tanto el nivel tecnológico, el alto nivel de vida, la ausencia de dogmatismos e ideologías nocivas, el alto grado de permisividad sexual que lleva a un futuro de seres andróginos y hermafroditas donde la diferenciación de sexos y razas no tiene sentido alguno... todo ello en relación con los atrasados terrícolas que viven inmersos en sus interminables luchas de poder y los sesgos ideológicos, culturales y religiosos que los tienen atrapados en un pasado que las generaciones colonizadoras dejaron muy atrás. La visión de unos mundos idílicos, aunque artificiales, en comparación con una tierra devastada, agotada, sin selvas, sin casi especies animales salvajes, superpoblada y presa de las mayores injusticias... vamos como el mundo de hoy y lo que nos espera por el camino que vamos.

No estamos sin embargo ante una "distopía" en modo alguno ya que hay un gran optimismo en esta novela, pero sí ante una obra de ficción que hunde sus fundamentos en la actual realidad, en los últimos descubrimientos de la ciencia y la exploración del sistema solar, que realiza una serie de hipótesis culturales sobre la posible evolución de las diferentes civilizaciones humanas y que en definitiva fundamenta todas sus esperanzas de un futuro mejor para la humanidad en el desarrollo de la carrera espacial, única forma a juicio del escritor de continuar con la evolución del ser humano hacia algo mejor. Como toda buena obra de ciencia ficción, y esta lo es indudablemente, el fondo prevalece sobre la forma. No solamente es interesante lo que el autor expone sino también lo que sugiere, las segundas lecturas, la dirección a la que apuntan sus ideas... en ese aspecto concreto me ha parecido una novela excelente y muy superior a la trilogía de Marte.

Aparte de la recreación de estos artefactos y mundos imaginarios me ha gustado especialmente el tratamiento de los aspectos psicológicos de la protagonista. No es habitual en este género, pero en cierta forma la historia lo requería ya que la mayor parte de la misma está siendo vista a través de un singular personaje que resume perfectamente las complejidades y los retos que tendría que afrontar una futura evolución humana donde la vida se prolonga más allá de los cien años, se libra una fuerte batalla contra el vacío existencial y la soledad, por una parte y el hedonísmo egoísta por otra, amén de la especial sensibilidad de la que hace gala Cisne Er Hong, su también peculiar sexualidad y el hecho de haber experimentado en sí misma con toda una variedad de añadidos y "gadgets" cerebrales, intoxicaciones bacterianas alienígenas incluidas, llevar consigo una hiriente computadora parlante amante de los juegos de lógica (posiblemente los diálogos con ella son de lo mejor de la novela) y haberse empeñado en hacer de su vida, su cuerpo y su cerebro una obra de arte viviente. La complejidad psicológica y las reacciones y comportamientos incomprensibles están servidos, cuando ella es la protagonista de algún capítulo ya se sabe de forma anticipada que no hay lugar para el tedio.



Lo mejor: Todo un pulso imaginativo, un viaje fascinante al que el autor sin respiro nos lleva de una punta a otra del sistema solar un espacio inhóspito, despiadado y no obstante "domable". Eso sí, de momento solamente en la imaginación bienintencionada y benébola de un escritor enamorado de la ciencia y el progreso humano. Sin duda alguna una de las mejores de su autor, que nace con vocación de clásico del género, sin prácticamente un momento de desinterés o de aburrimiento.

Lo peor: Una novela de ciencia ficción pura y dura en el más clásico estilo con sus virtudes derivadas de la exposición de ideas y el impresionante despliegue imaginativo, y los habituales defectos del género especialmente en su vertiente "hard". Exceptuando a la protagonista nos topamos con personajes insultantemente planos, a los que el escritor en ocasiones no dedica ni dos líneas para describir físicamente, dedicándo en cambio párrafos y párrafos a las descripciones de los diferentes hábitats artificiales y a los diferentes mundos escenarios de la acción. La trama argumental tiene poco interés en sí, no aclara ni significa gran cosa, exceptuando la parte de la misma que transcurre en la Tierra, posiblemente por sus conexiones con el mundo actual. Sobra la parte del inmigrante venusiano, metida en la historia a martillazos, y sobre todo el "bodorrio", cumplido homenaje al final de la trilogía marciana.

Todo en definitiva está supeditado al juego de imaginar un grandioso escenario donde en ocasiones los protagonistas y su historia simplemente se pierden. Hay por lo tanto que entrar en el juego del escritor y convertirse en su cómplice para disfrutar de esta novela. Solo recomendable para forofos del género, existen obras más interesantes para el público general que desee introducirse en la ciencia ficción que esta novela... aunque probablemente también los aficionados a la ciencia puede disfrutar mucho de la misma, si es que hay alguno de ellos que no guste también de la ciencia ficción ;-)


martes, 20 de agosto de 2013

La última noche en Twisted River


Ficha: "La última noche en Twisted River", autor John Irving, Tusquets Editores, 654 páginas, ISBN: 978 84 8383 238 7

Aunque tenía referencias a dos de sus obras, "Las normas de la casa de la sidra" y "El hotel New Hampshire" por sus adaptaciones cinematográficas la verdad es que John Irving era un autor completamente desconocido para mí. Si me he embarcado en su lectura ha sido a raíz de su recomendación por parte del "club de lectura de Murcia". He faltado en otras ocasiones a mis "deberes" con este club, pero me dije que ahora aprovechando el periodo veraniego y la mayor disponibilidad de tiempo libre para leer no debía fallar en esta ocasión. 

Lo alejado del tipo de libros que suelo leer últimamente, unido a su extensión y la en ocasiones lentitud exhasperante del relato narrado por Irving han puesto a prueba en más de una ocasión mi tenacidad y paciencia como lector, pero bueno, aquí está su comentario.

La historia en esencia es bien simple, un padre y un hijo se ven forzados a abandonar una aldea maderera situada en medio de los bosques junto al peligroso "río retorcido"...  "Twisted River", ha ocurrido un estúpido accidente y como resultado del mismo se ha cometido un homicidio. En las circunstancias de aquellos momentos les parece la única solución posible debido a la maldad y los métodos expeditivos del alguacil del condado. Estamos en 1.954, el relato se alargará 51 años a partir de esa fecha, centrándose en determinadas épocas clave (1.967, 1.983, 2.000, 2.001 y 2.005) donde el relato de la historia de estos dos singulares fugitivos, Dominic el cocinero y su hijo el futuro escritor Danny, reinician sus vidas. Es un continuo huir, cambiar de residencia, cambiar de amigos, de parejas sentimentales, de circunstancias en cuanto su estancia en un lugar determinado se vuelve peligrosa. Boston, Vermont, Iowa, Toronto... en esos sitios tendrán nuevas vivencias, conocerán a nuevas personas y establecerán una nueva vida, solo para tener que recomenzar en otra parte años más tarde.

Los años, los kilómetros, las experiencias, las personas y también las novelas de Danny con fuertes contenidos autobiográficos serán el marco de la historia. Padre e hijo vivirán una accidentada vida que parece negarles en todo momento la tranquilidad y la estabilidad. No obstante allá donde se establecen crean rápidamente fuertes vínculos con las personas con las que conviven que no les olvidarán fácilmente. Dominic irá de restaurante en restaurante, su vida será bastante menos accidentada que la de su hijo, no demasiado afortunado con sus relaciones ni tampoco con la suerte que le depara la vida, el éxito como escritor apenas podrá compensar otras pérdidas mucho más importantes. Junto a ellos, Ketchum, el único y fiel amigo de los primeros tiempos, será su conexión con Twisted River, J. Irving prendado por la humanidad y las particularidades de este personaje le irá dotando cada vez de más protagonismo en la historia. 

Ese gusto por el retrato psicológico de los personajes, su juego con los demás y con el resto de los elementos de la historia, la minuciosidad en los detalles y la en ocasiones exhasperante lentitud del relato son la marca de este reciente trabajo del escritor norteamericano. Este más preocupado por la riqueza de matices que por la verosimilitud del relato, da la impresión de que al igual que los personajes del mismo no desea abandonar cada uno de los escenarios propuestos, que sale de ellos a la fuerza y de mala gana. El tiempo pasa y se alarga en demasía... pero parece que ninguno de sus protagonistas tiene derecho a morir de muerte natural ni de exhibir otra salud que la de hierro... incluso pasando de los ochenta años. Repasando los bosquejos de otras novelas de John advierto similitudes con esta historia, afición por los personajes extravagantes e irreales, melodrama e historias curiosas y rocambolescas. Es posible que más adelante me atreva con otra de sus novelas, tendrá que ser cuando sienta verdadera "hambre" de historias semejantes y muchas, muchas ganas de leer porque reconozco que es un ingrediente necesario cuando se aborda una novela como esta.


Lo mejor: Bonita y optimista, para todos aquellos que llevamos viviendo toda la vida en el mismo sitio resulta un poco embarazoso el ver a unos personajes que una y otra vez se "reinventan" a sí mismos, y con éxito además, afortunadamente es solo un ejercicio de ficción ;-). A todos aquellos que gusten de relatos densos y extensos les encantará, algunos de los personajes... sobre todo el del viejo ganchero, su novia "seisjarras" y el pedorro de su perro "héroe", son difíciles de olvidar. En definitiva a todo aquel que guste ya del trabajo de este escritor seguramente va a disfrutar con esta huída perpetua y trasiego de personajes que nos trae John Irving.

Lo peor: Demasiado larga, podría tener fácilmente doscientas páginas menos y no perder interés; en ocasiones se tarda bastante tiempo en agilizarse el relato, en que pasen cosas vamos. El formato elegido de grandes saltos en el tiempo precisa de contínuos "flasback" atrás y adelante para que el lector se entere de que es lo que ha pasado en los últimos años. El novelista presenta con lujo de detalles a un buen número de personajes para a continuación desecharlos como clinex usados, se entiende el hecho para no convertir la novela en una gigantesca bola de nieve pero da la sensación de que en ocasiones no hace más que "marear la perdiz". Solo para seguidores de John Irving y para lectores cabezotas emperrados en terminar todo aquello que comienzan... afortunadamente su paciencia se verá recompensada al final aunque tendrán que luchar contra el tedio y el aburrimiento en no una desdeñable cantidad de capítulos.


jueves, 15 de agosto de 2013

Fouché

Ficha: "Fouché. Retrato de un hombre político", autor "Stefan Zweig", Random House Mondatori, 232 páginas, ISBN: 84 8306 992 X

Escribió una vez un célebre filósofo hindú "solo los tontos dan consejos porque nadie los sigue", lo que no deja de ser una verdad a medias en mi caso porque al menos en asuntos de libros suelo seguirlos casi todos. Es más, alguna vez he aprovechado incluso alguno que no iba dirigido a mí. Consciente de que no importa cuanto sea, la vida y el tiempo de que dispone un aficionado a la lectura será siempre insuficiente para leer todo lo que quisiera, suelo aprovechar los buenos consejos sobre lectura porque son como regalos inesperados, atajos que me llevan a descubrir obras y autores que por mí mismo dificilmente hubiera encontrado. Tengo que decir que raramente suelo lamentar el seguirlos.

Y así fue, a través de un consejo que ni siquiera iba dirigido a mí, como descubrí en su día al autor japonés Haruki Murakami, un autor fascinante aunque un poco olvidado por mi parte estos últimos dos años. De modo que me apresuré a recoger un consejo reciente de un compañero de actividades senderistas; no recuerdo ni como ni porqué surgió el nombre de Stefan Zweig en una conversación, el caso es que tras comentarle que había leído un par de obras suyas, comentadas oportunamente aquí, me dijo "lee su novela Fouché"... le daría las gracias en este blog si recordase siquiera su nombre :-). El caso es que recordé el consejo y en mi primera visita a la biblioteca tras el viaje busqué y encontré la novela recomendada, aquí está su comentario.


No comentaré nada aquí sobre la vida y obra de Stefan Zweig porque ya lo hice en su momento; si me gustaría reseñar en cambio que en esta novela, una de sus obras biográficas, encontramos al escritor en plena forma, en su mejor momento, y con todas las virtudes narrativas que lo convierten en uno de los grandes autores del siglo pasado. Stefan posiblemente sea el mejor escritor de biografías noveladas de todos los tiempos. Ese interés por los personajes del pasado dota a su obra de una "atemporalidad" que hace que aun hoy, más de setenta años tras su trágica muerte, siga siendo un autor plenamente actual. Es una percepción muy personal mía y lo se, pero apuesto a que la calidad media de sus escritos es bastante superior a la de la gran mayoría de los autores contemporáneos de novela histórica. He disfrutado enormemente con esta novela de Zweig ¿tiene este hombre algún libro malo o mediocre?, teniendo en cuenta el trabajo de documentación, el pulido y cuidadoso estilo y la emoción, su verdadero toque personal, que sabe impregnar a las obras que he leído de él me costaría mucho creerlo.

Antes de acercarme a este libro desconocía por completo la figura histórica de Joseph Fouché, no me considero un analfabeto en cuestiones históricas y al menos su nombre debería sonarme... sin embargo no ha sido así y me he encontrado con un personaje completamente desconocido, al que no obstante le tocó vivir en uno de los momentos más apasionantes de la historia de Europa y del mundo, la revolución francesa, el gobierno y las guerras de Napoleón Bonaparte y finalmente la restauración borbónica... un total de cinco cambios de régimen, la Convención republicana surgida en la revolución, el Directorio, Napoleón Bonaparte, Luis XVIII, de nuevo Napoleón y finalmente de nuevo con Luis XVIII y la restauración borbónica... en todos ellos ocupó puestos relevantes, comisionado de la convención para la provincia del bajo Loira, represor de la ciudad de Lion, ministro de la policía con el Directorio, posteriormente con Napoleón... durante años saltó de un puesto a otro, siempre influyente, siempre constituyendo un poder en la sombra, temido por los jefes de estado, verdugo de Robespierre, mantuvo una relación tensa y dramática con Napoleón... su cabeza peligró en multitud de ocasiones y siempre supo salir a flote merced a sus cualidades humanas y su inteligencia.

Estas cualidades en su mayoría no eran en absoluto benévolas, una inteligencia brillante fría y calculadora, un gran control de sus emociones, una enorme ambición, impresionante capacidad de trabajo, una casi total ausencia de vicios y de debilidades humanas... salvo su apego por el poder, audacia y valor mezcladas con una enorme dosis de prudencia, sereno, imperturbable... y también despiadado cuando la situación lo requería... y sobre todo, y por encima de todo, carente de escrúpulos y cualquier tipo de ideal, traidor nato, llevó el arte de la traición a sus más altas cotas, nunca tuvo la más mínima fidelidad con nadie que no fuera consigo mismo.

Stefan nos compone un cuadro fascinante de un ser humano excepcional, tanto en lo bueno, su sentido práctico, oportunismo, inteligencia, capacidad de trabajo y ausencia de debilidades, como en lo malo, su desprecio del género humano, su falta de compasión y de cualquier tipo de lealtad. Esa abundancia de cambios de rumbo y de chaqueta, esa traición con toda causa que ya no le interese, ese cinismo extraordinario que le llevó, siempre por pura conveniencia personal, a votar a favor de la muerte de un rey, destruir iglesias y reliquias sagradas, mandar cañonear con metralla y asesinar a más de mil civiles y religiosos indefensos en la represión de Lion durante la revolución francesa, constituirse en el ministro de la policía más eficaz de la historia de Europa ante el cual hasta un Napoleón Bonaparte se veía impotente para controlar sus acciones. Fouché encarna al político "perfecto" al diplomático que sabe nadar entre dos aguas, al intrigante que sabe cuando actuar y cuando refrenarse, que sabe cuando tiene que hablar y lo que tiene que decir... y por supuesto que sabe cuando callar. Todos los que estaban a su alrededor, aunque nominalmente ejercieran cargos más importantes, eran marionetas en sus manos, fue tan temido y odiado como necesitado en los momentos difíciles de aquellos años.

Ante un personaje de tamaña catadura es muy sencillo erigirse en juez y pronunciar una condena... Stefan lo hace, pero tal y como tenía por costumbre en sus biografías, no se contentará con el relato de los hechos, con proporcionar datos al lector y una narración de los acontecimientos más relevantes. Ante todo a Stefan le interesa la naturaleza del hombre del que habla, sus circunstancias, sus motivaciones, penetrar en su psicología y borrar todo rastro de maniqueísmo, de blanco y negro. Así advertiremos que si bien el implacable ministro de la policía en una época de terror tuvo que usar el mismo como herramienta para medrar, e incluso sobrevivir en aquellos tiempos espantosos donde la guillotina hacía horas extras, nunca derramó sangre de forma arbitraria. Mil quinientos o más franceses perecieron debido a sus ordenes en Lion, pero la verdad es que cualquier otro enviado de París para la represión habría hecho lo mismo. 

Nunca se ensució las manos con sangre si pudo evitarlo, Fouché no era un carnicero sino un intrigante, un jugador, un enamorado de los juegos de poder que fueron su única y auténtica pasión. Era un hombre extraño, ni especialmente malo ni evidentemente bueno... simple y completamente amoral. No era el terror ni la fuerza bruta su arma principal, sino la información, en su labor como ministro de la policía creó una red de espías que le hicieron tener en un puño a varios gobiernos... estos caían, se sucedían y realizaban venganzas sobre sus opositores, sin embargo a pesar de varios exilios y caidas en desgracia, a pesar de distintos vaivenes de la fortuna que no siempre le fue favorable, al final volvían a contar con Fouché. 

Stefan se esfuerza en mostrarnos todos los matices de su personalidad, en sacar a la luz sus cualidades positivas... Fouché medró en una situación política excepcionalmente convulsa, fue gracias a esa situación de "río revuelto" como obtuvo sus oportunidades de enriquecerse y sobre todo de ejercer el poder en la sombra de los poderosos... pero también es cierto que fue ante todo un hombre de paz que nunca buscó el conflicto ni fue partidario de guerra alguna, es más, se opuso a las campañas de España y Rusia de Napoleón, aunque no por humanidad sino por prudencia. En medio de la estupidez, las ansias de venganza y la megalomanía él fue siempre el mismo, inteligente, prudente, ambicioso e intrigante, traidor de todas las causas, desagradecido, embustero e inmoral pero en modo alguno un monstruo. La tierna y afectuosa relación que siempre mantuvo con su mujer e hijos le delata, la frugalidad y ausencia de debilidades que suelen corromper a los ricos y poderosos también... Fouché es en verdad todo un regalo para cualquier biógrafo por su complejidad y riqueza de matices.


Lo mejor: La cuidadosa y elegante prosa de Stefan nos proporciona en esta obra un detallado relato de la vida de uno de los personajes más controvertidos, temidos y odiados, de su época. Su apasionante existencia es relatada con todo lujo de detalles, ignoramos cuales han sido inventados y cuales han sido extraídos de los anales de la historia y de las obras de otros autores, no importa demasiado, la habilidad de narrador de S. Zweig seduce y atrapa desde la primera hasta la última página, como siempre la habilidad para pulsar los resortes emocionales del lector es su principal baza. La penetración del autor en la psicología de los personajes, especialmente el duelo de titanes entre Fouché y Talleyrand, y entre el primero y Napoleón es posiblemente lo mejor del libro.


Lo peor: No estamos ante un tratado de historia, aunque Stefan es sincero en cuanto a los momentos y periódos de tiempo de los que no se sabe nada del personaje protagonista, señalando las lagunas existentes en el conocimiento de su vida, es dificil, cuando no imposible, discernir en ocasiones entre el material histórico en el que se ha basado y el añadido de su "cosecha", cuanto ha recogido de las crónicas históricas y cuanto ha inventado, en que punto se ha basado en su innegable erudición y en que punto se ha dejado llevar por la pasión de su capacidad inventiva. En fin, esto es un tema que ya solo puede interesar a los forofos de la historia, indudablemente si no ocurrió todo al 100% tal y como nos lo cuenta Stefan desde luego que si mereció ser así ;-)


miércoles, 14 de agosto de 2013

Todo tiene dos asas


"Cada cosa tiene dos asas, una, por la que es llevadera, la otra, por la que no lo es. Si tu hermano te hace una injusticia, no lo tomes por el lado de la injusticia que él te hace, pues es el asa por el que la cosa no es llevadera; pero si lo tomas por el otro lado, por el de que él es tu hermano, un hombre que fue criado y alimentado junto a tí, entonces lo tomarás por el buen lado, el que lo hace soportable"

Epícteto. Manual (43)



Ficha: "Todo tiene dos asas. Guía estoica para conquistar el arte de la vida", Ronald Pies, Alianza Editorial, 165 páginas, ISBN: 978 84 206 4339 7

Supe de la existencia de este simpático librito a través de la lectura de "Filosofía para la vida" de Jules Evans, comentado hace poco en este blog. Es fácil encontrar obras de pensadores estoicos en castellano, lo que ya no es tan sencillo es encontrar un libro que trate de condensar y resumir el pensamiento estoico en sus líneas más fundamentales para presentarlo al público en general. El libro mencionado de Jules Evans lo hace aunque no solamente con el estoicismo sino que dedica espacio a otras filosofías de la antigüedad, Pierre Hadot en un trabajo mucho más serio y riguroso también realiza esta tarea en su excelente "La ciudadela interior"... aunque como mero pretexto para la mejor comprensión de la obra de Marco Aurelio que comenta y disecciona en su ensayo.

Ronald Pies, psiquiatra clínico, profesor de psiquiatría y autor de diversos ensayos, tanto en su campo como en el la divulgación del pensamiento filosófico, nos presenta un pequeño libro de bolsillo donde realiza un cumplido homenaje al pensamiento de los antiguos estoicos y extrae del mismo todo aquello que juzga valioso e interesante para el hombre de nuestros días. Se trata de una obra divulgativa, enfocada al público en general, con un contenido muy bien ordenado y estructurado dividido en tres tipos de elementos: 

En primer lugar una colección de citas de los distintos pensadores estoicos, especialmente de las "Meditaciones" de Marco Aurelio, que sirven como hilo conductor, pero también de Séneca, Epicteto, Cicerón, Boecio... e incluso de otros pensadores que nada tienen que ver con el estoicismo pero cuyas palabras bien podrían encuadrarse en sus ideas, hay citas de la bíblia, de Buda, Confucio y una serie de rabinos judíos. 

En segundo lugar tenemos sus explicaciones a los textos citados y los comentarios de los mismos, enfocados siempre en torno al gran tema del que se habla, posiblemente uno de los puntos más fuertes del libro es la buena organización interna y la capacidad de Ronald para "atacar" los asuntos clave del estoicismo que también son los de la vida humana en sí. Se nota mucho aquí su experiencia como psicólogo clínico, sus lecturas y formación como aficionado a la filosofía. Temas como el conflicto entre la razón y la emoción, la mortalidad y el sentido de la vida, la moralidad y el respeto hacia uno mismo, el control de la adversidad, el perfeccionismo y la aceptación de uno mismo, la armonía con el universo, la vida centrada en el momento presente, las opiniones ajenas, el vínculo con el resto de los seres humanos, la persecución de la felicidad y la satisfacción con lo que se tiene... cualquiera de estos capítulos daría tema sobradamente para un libro entero.

Finalmente en tercer lugar, con la intención clara de resultar lo más útil al lector, y tal y como es costumbre entre los autores anglosajones de libros de autoayuda, se nos presentan una serie de casos "reales" de personas enfrentadas a situaciones dificiles donde en ocasiones se siguen o bien se vulneran los principios estoicos y se sacan conclusiones y analiza cual debió ser la respuesta correcta ante los retos de la vida... personalmente considero que este tipo de historias están de más aunque entiendo su utilidad para mostrar al lector el vínculo entre la filosofía y el arte de vivir. Desde que Lou Marinoff  "destapó la caja de los truenos" con su "Más Platón y menos prozak" es casi inevitable encontrar estos comentarios, para mí de puro relleno, en libros de divulgación filosófica que despiden un fuerte "tufo" a ensayo de autoayuda del montón. 



Lo mejor: Un libro breve, sencillo de leer, muy bien estructurado, que se lee en un santiamén y que proporciona al lector una visión muy ámplia de la escuela filosófica del estoicismo y su utilidad para la vida del hombre actual. Ideal para tener siempre a mano y releer una y otra vez. La selección de las citas y la exposición de los temas es excelente. Muy recomendable como introducción al estoicismo.

Lo peor: Lo bueno si breve dos veces bueno... aunque no siempre, esa intención del autor de resultar útil y crear un librito de consulta para tener siempre a mano, una especie de breviario estoico, no está completamente conseguida. Me hubiera gustado que se prescindiera de esas historias supuestamente sacadas de la vida real y que el autor hubiese trabajado más los comentarios a los textos... da la impresión de haber construido un libro a base de juntar fragmentos de otros, especialmente del excelente libro "Las consolaciones de la filosofía" de Alain de Bottom, una obra mucho más completa y recomendable que esta aunque no tenga ese marcado sentido práctico del que Ronald quiere imbuir a su pequeño manual.




Ficha: "De la brevedad de la vida y otros diálogos", Lucio Anneo Séneca, Globus Comunicación, 214 páginas, ISBN: 84 8223 404 8

Ya lo he comentado aquí en más de una ocasión, soy un fanático seguidor de la revista "Filosofía Hoy" que suelo adquirir religiosamente cada mes que sale a la venta, es más, incluso ando recopilando los primeros números que no compré en su día. Ello tiene como consecuencia, aparte del fajo de los números de esta revista que suelo tener a mano, siempre con varios ejemplares pendientes de leer, la proliferación en mi biblioteca de una plaga de libros amarillos... el papel es de calidad regular, pero eso sí, están todos encuadernados en unas brillantes y duras tapas amarillo-limón que convierte la tarea de eludir discretamente mi afición por la filosofía en algo poco menos que imposible.

De modo que una vez leído el libro de Robert Pies me dije que debía continuar "tirando del hilo", seguir con el tema del estoicismo y de paso leerme alguno de estos enanos amarillos que para eso están. Rebuscando entre los mismos encontré un par de obras de autores estoicos, el primero seguramente el más conocido e importante de todos, al menos en función de la obra que la posteridad nos ha legado de él, hablo del inefable Lucio Anneo Séneca, pensador influyente y autor brillante, controvertido y contradictorio donde los hayan.



El hecho de que la filosofía no es sabiduría sino amor por la misma posiblemente nadie lo entendió mejor que este romano nacido en Córdoba, provincia de Hispania, entre el año 1 y 3 de nuestra era. 

Séneca nunca se tuvo por sabio, pero si en cambio persiguió la sabiduría con ahínco durante toda su vida, esa era para él la ocupación de la filosofía. Tomadas por separado su vida y su obra ambas con perfectamente consecuentes consigo mismas... el problema surge cuando comparamos una con la otra.

Así tenemos al filósofo estoico preocupado por la virtud, por llevar una vida sencilla desapegada de los bienes materiales, por el control emocional, por la aceptación de la adversidad y la muerte, por el sentido del deber... y por otra parte tenemos al cortesano servil y falto de escrúpulos que amasa una gran fortuna, seguramente de forma fraudulenta pese a que en sus escritos diga lo contrario. Un cortesano y preceptor del futuro emperador Nerón que no tendrá escrúpulos en escribir textos satíricos y difamatorios contra el anterior emperador Claudio, que aceptará honores y prebendas y usará de su influencia para obtener cuanto poder y riqueza puede, que durante su vida tomará parte en distintas conjuras contra el poder. 

Solo se apartará del círculo de cortesanos que rodean a Nerón cuando este se torna peligroso y teme por su vida tras el asesinato de Agripina, madre de Nerón y su principal valedor en la corte imperial... finalmente como todo aquel que se relaciona con serpientes terminará siendo mordido y envenenado. Caído en desgracia como supuesto participante en un complot para derrocar a Nerón, Séneca es condenado... se le otorga la gracia del suicidio y este se abre las venas, la aceptación de su muerte, a pesar de lo patético de la misma y lo paródica que resulta en relación con la muerte de su admirado Sócrates, será seguramente el elemento más filosófico de su vida.

En este librito vienen cinco de sus más importantes diálogos filosóficos, el verdadero "núcleo duro" del pensamiento de Séneca, con un estilo vigoroso, brillante y apasionado, el autor defiende su punto de vista sobre las grandes cuestiones que gobiernan la vida de los hombres. Séneca no es un pensador preocupado por la naturaleza de los dioses, los orígenes del cósmos o la composición del universo, es ante todo un filósofo centrado en la ética, en el como hay que vivir, por eso muchas líneas de su pensamiento siguen hoy tan vigentes como cuando fueron escritas en el primer siglo de nuestra era.

De la brevedad de la vida, habla de la importancia de aprovechar el tiempo, realiza una enconada defensa de la vida activa y condena las ocupaciones estériles, para Séneca solo la búsqueda de la sabiduría es tiempo bien empleado precisamente porque solamente el sabio vive una vida plena, la cantidad de años no mide el tiempo vivido sino que es más importante la calidad de los mismos, en que se ha ocupado ese tiempo.

"A muchos desamparó la edad mientras, trepando a la cumbre de la ambición, luchaban con los principios; a otros, después de haber arribado por mil indignidades a las dignidades supremas, les llega un miserable desengaño de que todo lo que han trabajado ha sido para el epitafio del sepulcro"

De la providencia, aborda el importante y siempre controvertido tema de los males del mundo y el motivo por el cual estos afectan a los hombres buenos. Séneca viene a defender la idea de que los males que afectan al hombre son solo males en función de como este los afronte, y más aún, defiende una y otra vez la conveniencia de la existencia de adversidades y desgracias a modo de pruebas que sirven para fortalecer el espíritu de los buenos, de modo que se vuelve a incidir en lo relativo de todo aquello que se define como mal.

"Sábete que esto mismo es lo que los hombres buenos deben hacer: no temer las cosas duras y difíciles, no quejarse del destino, tomar cuanto sucede como un bien y dirigirlo hacia el bien. No interesa lo que sobrellevas, sino cómo lo sobrellevas."

"Nada malo puede sucederle a un hombre bueno: los contrarios no se mezclan. Del mismo modo que tantos ríos, tan grande cantidad de lluvias caídas de lo alto, tanto vigor de fuentes medicinales, no cambian el sabor del mar y ni siquiera lo modifican, así el ímpetu de las cosas adversas no subvierte el ánimo del varón fuerte: éste permanece en su estado y todo cuanto sucede lo tiñe con su propio color, pues es más poderoso que todas las realidades externas. Y no digo que no las sienta, sino que las supera. Calmo y tranquilo, enfrenta sus embates. Todas las adversidades son para él ejercitaciones."

La superación de las adversidades tomadas como pruebas, la obtención de cosas positivas a través de la desgracia, el lado malo y engañoso de la falta de dificultades... Séneca escribió este diálogo durante su exilio de siete años en Córcega, no es de extrañar que en estas dificiles circunstancias se dedicase a escribir sus tragedias, consolaciones y algunos de sus diálogos filosóficos que más inciden en la aceptación de los golpes adversos de la fortuna y en el aprovechamiento de los mismos para templar el ánimo.

De la vida feliz, en cambio está escrito durante su estancia en la corte de Nerón, justo antes de que decida renunciar a sus cargos y autoexiliarse en una de sus numerosas propiedades. Corresponde pues este diálogo a su momento "cumbre" como consejero del cruel emperador. Esa plenitud que alcanzó en su carrera política se plasma en el que seguramente es el más brillante y filosófico de sus escritos, curiosamente no es la obra de alguien en dificultades que escribe sobre la tragedia de la vida y como aguantar los embates de la fortuna, sino de alguien que debido a su situación personal parece rozar ya la felicidad, felicidad que para Séneca solo podía tener sentido con la consecución de la verdadera sabiduría. De ahí que en este diálogo se examine y analice cual debe ser el comportamiento del sabio en la vida. 

"Nada importa, pues, más que no seguir, como ovejas, el rebaño de los que nos preceden, yendo así, no a donde hay que ir, sino a donde se va. Y ciertamente nada nos envuelve en mayores males que acomodarnos al rumor, persuadidos de que lo mejor es lo admitido por el asentimiento de muchos, tener por buenos los ejemplos numerosos y no vivir racionalmente, sino por imitación"

"La vida feliz es, por tanto, la que está conforme con su naturaleza, lo cual no puede suceder más que si , primero, el alma está sana y en constante posesión de su salud; en segundo lugar, si es enérgica y ardiente, magnánima y paciente, adaptable a las circunstancias, cuidadosa sin angustia de su cuerpo y de lo que le pertenece, atenta a las demás cosas que sirven para la vida, sin admirarse de ninguna; si usa de los dones de la fortuna, sin ser esclava de ellos."

De la tranquilidad del alma, aquí encontramos al Séneca más humano, acaba de morir asesinada su principal amiga y apoyo en la corte de Nerón, Agripina, y cada día que transcurre ve su posición más comprometida y peligrosa. Séneca comienza a retirarse cada vez más de los asuntos públicos y se centra más en sus escritos filosóficos, a esa época de desengaño y frustración política corresponde este diálogo.

En él habla del veneno de la envidia y el aburrimiento, la bondad de la vida contemplativa tan insoportable para aquellos que no poseen paz interior y en definitiva de la importancia vivir en paz consigo mismo, paz siempre amenazada desde fuera y sobre todo desde dentro. Queda muy claro que a Séneca ya se le estaba pasando por la cabeza la idea de renunciar a sus cargos e irse de Roma.

"Innumerables son las calidades de las culpas; y uno solo es el efecto del vicio, que es el de descontentarse de sí mismo. Y esto nace de la destemplanza de ánimo y de los cobardes o poco prósperos deseos, que no se atreven a tanto como apetecen, o no lo consiguen; y adelantándose en esperanzas, están siempre inestables, accidente forzoso a los que viven pendientes del querer ajeno"

"Aquí principalmente tiene origen el afecto de aquellos que detestando su ocio se quejan de que les faltan decentes ocupaciones; y de ello nace asimismo la envidia de los ajenos acrecentamientos que se alimenta en la propia pereza; y así los que no pudieron adelantarse desean la ruina de los otros"

"Conviene retirarnos en nosotros mismos, porque la conversación que se tiene con los que no son nuestros semejantes descompone todo lo bien compuesto, y renueva los afectos y las llagas de todo aquello que en el ánimo está flaco y mal curado. Pero también, conviene mezclar y alternar la soledad y la comunicación, porque aquella despertará en nosotros deseos de comunicar a los hombres, y esta otra, de comunicarnos a nosotros mismos, siendo la una el antídoto de la otra. La soledad curará el aborrecimiento que se tiene a la turba, y la turba curará el fastidio de la soledad".

De la constancia del sabio, corresponde a su época del exilio en Córcega,  de ahí su tono de resignación y aceptación de la adversidad que corre paralelo a De la providencia, en él expone el ideal estoico de la fortaleza del sabio ante las adversidades, especialmente ante el daño producido por las opinones ajenas, los insultos, injurias y afrentas. El sabio situado en una posición de superioridad mental y moral según Séneca ha de mostrarse tan imperturbable a las ofensas de sus semejantes como un adulto ante las travesuras de un niño o ante los desvaríos de un loco, en su mano está, y por eso es precisamente sabio, no sentir daño ni ofensa alguna, ni tampoco rencor hacia el autor de dichos ataques a su persona.

"¿Piensas que aquel rey ignorante, que con una nube de saetas oscureció el día, llegó con alguna a ofender al sol, o que habiendo echado muchas cadenas en el mar, pudo prender a Neptuno? De la manera que las cosas divinas están exentas de las manos de los hombres, sin que la divinidad reciba lesión de aquellos que queman sus templos; así todo lo que se intenta contra el sabio, con desvergüenza, insolencia o soberbia, se intenta en vano."

Encumbrado a lo más alto, como cualquier personaje público de primer orden Séneca se vió en el punto de mira de multitud de enemigos políticos, las críticas hacia su falta de coherencia entre lo dictado en sus escritos filosóficos y su vida personal no son meramente el fruto de una visión moderna y retrospectiva de los que le sobrevivieron en el tiempo, sino que dicha falta de coherencia fue señalada ya en su momento por sus contemporáneos. La falta de categoría moral de alguno de sus acusadores no esconde el hecho de que Séneca amasara una inmensa fortuna que dificilmente pudo obtener por medios lícitos, aunque en De la vida feliz defienda a capa y espada la compatibilidad entre el ejercicio de la filosofía, e incluso la obtención de la misma sabiduría, con la posesión de riquezas siempre que uno no se apegue a las mismas, muestre generosidad con las mismas y hayan sido obtenidas de forma honrada. De la misma forma que en sus escritos inevitablemente tenían que influir sus emociones y circunstancias personales, como ocurre con cualquier ser humano, no deja de percibirse por ello cierto grado de hipocresía o lo que es peor auto-engaño, algo dificilmente excusable a un filósofo.  


Lo mejor: Hay obras en las que es complicado, si no imposible, escoger y señalar algún párrafo por su interés o brillantez, hay otras donde es bien simple porque uno las lee y rápidamente su atención queda captada por tal o cual fragmento... y hay otras, como esta selección de algunos de los mejores diálogos, de Séneca donde el asunto se torna complicado precisamente por su abundancia. Séneca era un escritor verdaderamente sobresaliente, incluso cuando incide una y otra vez en las mismas ideas sabe sacar partido de su dominio del lenguaje para evitar saturar o aburrir a sus lectores. Hay multitud de momentos brillantes en su exposición de sus ideas filosóficas. No siempre uno está completamente de acuerdo, en ocasiones percibe ideas discutibles y argumentos endebles... pero siempre expuestos de forma tan magistral que uno no puede hacer otra cosa que admirarse ante la capacidad y la potencia del discurso del inmortal filósofo.

Lo peor: Séneca renunció a sus cargos, renunció a su fortuna, finalmente dio ejemplo de lo que predicaba tanto en sus escritos aceptando su final y poniendo fin a su vida. Ello desde luego lo confirma como filósofo... pero en modo alguno le hace sabio. Su falta de escrúpulos como adulador de Nerón, incluso llegó al extremo de defender el asesinato de Agripina acusándola de conspirar contra el imperio, para salvar su pellejo... cuando precisamente fue a la misma a la que debía su posición en la corte y toda su fortuna, le convierten en un tipo poco recomendable, por no decir en un indeseable y un cobarde. Solo cuando se vió acorralado sin remedio dio ejemplo, con una muerte que queriendo emular la de Sócrates terminó siendo una parodia de lo que había leído en el diálogo de Platón. Ello no quita validez a sus ideas o a sus escritos, esto es lo más importante, pero resulta cuanto menos lamentable cuando se leen sus textos y se reflexiona sobre quién los escribió.




Ficha: "Sobre la naturaleza de los dioses", Marco Tulio Cicerón, Globus Comunicación, 114 páginas, ISBN: 84 8223 404 8

Cicerón viene a ser una especie de reverso de Séneca en algunos aspectos, aquí estamos hablando de un orador, jurista y político de primer orden, uno de los más importantes personajes de su época. Un personaje público que en un determinado momento de su vida, breve pero intenso, decidió escribir tratados de filosofía... es pues fundamentalmente un político metido a filósofo, y no al revés.

Estamos en los últimos años de la roma republicana y asistimos al surgimiento del imperio en medio de las guerras civiles que le precedieron, un tiempo tumultuoso y apasionante donde era dificil decir hacia donde se encaminaba el curso de la historia. 

 Cicerón se mantuvo alejado tanto de las luchas entre Pompeyo y César primero como de la conspiración de Bruto contra César... no obstante sus amistades con los enemigos de César, los encendidos discursos contra Marco Antonio, las Filípicas, y su defensa de la república romana le terminaron costando la vida al aliarse Octavio con Marco Antonio y darle el primero la espalda.

Debido a esta intensa actividad política y legislativa fue una sorpresa para muchos cuando le vieron publicar una serie de tratados filosóficos, Cicerón se autoexilió en un retiro voluntario de la política, debido no solamente a los peligrosos tiempos que le estaba tocando vivir sino también por la dolorosa pérdida personal de su hija Tulia. Es en ese momento cuando desveló a sus ciudadanos su interés por la filosofía, que por lo visto le había acompañado toda su vida. En un corto periodo de tiempo escribe varios tratados filosóficos, uno de los cuales, el breve "Sobre la naturaleza de los dioses", dedicado a Bruto y escrito el mismo año del asesinato de César, es una de sus obras más importantes de este periodo.

Si a Séneca poco o nada le importaba especular sobre la naturaleza del mundo y el universo, sino más bien dar lecciones de ética sobre como debía comportarse un gobernante y cualquier persona abocada a ocupar un cargo público, en Cicerón tenemos en este caso una obra puramente especulativa sobre la naturaleza del mundo. Es un libro singular, cuando comecé su lectura pensaba que me encontraría algo así como con una especie de "cosmogonia estoica", es decir una explicación de la visión estoica de la naturaleza del mundo a través de la especulación sobre la existencia o no de los dioses y su naturaleza. De forma sorpresiva me he encontrado con una exposición, posiblemente deformada y subjetiva, de la naturaleza del mundo pero no de los estoicos sino de los epicúreos... para ser luego larga, y ácidamente, criticada y desmontada por Cicerón.

En el libro se presenta una especie de diálogo imaginario entre el senador Cayo Velleio y el senador Cayo Cotta. El primero se muestra como un apasionado defensor de las doctrinas de Epicuro en relación con la visión que este gran filósofo tenía de la naturaleza del mundo... Cayo Cotta, alter ego de Cicerón en el tratado, que en principio tendría que defender la visión estoica se dedica en cambio a desmontar uno por uno todos los argumentos de la visión epicurea sin aportar por su parte ninguna alternativa. Esta era la visión personal de Cicerón, el eclecticismo, tomar de aquí y allá todo aquello que fuese bueno y adecuado a la razón. 

Cicerón no podía aceptar la visión epicurea del universo ya que esta quedaba desligada del ejercicio de la virtud, de modo que si tal y como decían los epicureos los dioses existen pero en nada se preocupan de los asuntos humanos, si el mundo no es sino una combinación de átomos sujetos a sus propias leyes físicas... entonces no hay ningún fundamento moral para la religión ni para las leyes. Por lo tanto, aunque de forma indirecta, Cicerón adopta los planteamientos del estoicismo en cuanto a la naturaleza del mundo, y no porque crea en ellos sino porque los considera útiles para el buen funcionamiento de los asuntos públicos.

Lo mejor: Un breve tratado muy sencillo de leer, ameno, escrito con maestría, que muestra tanto la visión del mundo epicurea como las objecciones, y también prejuicios, de los que se les hacían objeto en su época. Paradójicamente constituye una obra de divulgación del epicureismo, tan perseguido, aniquilado y despreciado... debido precisamente a que parece ser un tratado en el que se le ataca sin misericordia. Ha sido una de las paradojas de la historia, el conocer esta filosofía a través de los que no estaban de acuerdo con ella principalmente.

Lo peor: Solo para aficionados a las filosofías de la antigüedad. Lamentablemente el discurso de Cicerón no va más allá de la crítica del universo propuesto por los epicúreos al que califica de falso y dogmático... añadiendo él por su parte sus propios dogmas como la creencia en la virtud como el bien supremo. Hubiera sido deseable que el gran orador romano se hubiese extendido mostrando a su vez el discurso estoico sobre la naturaleza del mundo y los dioses, aunque habida cuenta de su posición intermedia y crítica, como buen ecléptico, con cualquier visión del cosmos se hubiera visto en un problema al tener que criticar a su vez los planteamientos estoicos mucho más "respetables" en su época.
 


domingo, 11 de agosto de 2013

Excedente cognitivo


Ficha: "Excedente cognitivo", Clay Shirky, Ediciones Deusto, 232 páginas, ISBN: 978 842 342 8632

Alguién definió hace unos años al impacto que tiene internet en el mundo como "la revolución silenciosa", para todos aquellos que lo hemos vivido casi desde sus mismos comienzos desde los años noventa y que hemos nacido, crecido y vivido más de la mitad de nuestra vida en un mundo sin internet es una frase que tiene mucho sentido.

En ese gran grupo de usuarios de internet podríamos clasificar al autor de este libro, Clay Shirky, el cual a sus 49 años de edad es actualmente uno de los pensadores más influyentes en el campo de internet, las redes sociales y uno de sus más respetados "visionarios". 

Con un marcado talante optimista, Clay expone en este libro como la existencia de un enorme potencial cognitivo tradicionalmente ignorado y desaprovechado está comenzando a dar sus frutos gracias a las posibilidades que brindan internet y las redes sociales.

En ocasiones las ideas más revolucionarias permanecen ocultas y camufladas ante nuestras mismas narices, casi todo lo expuesto por C. Shirky en este libro parecen verdades de perogrullo... que hasta ahora no habían captado la atención de los medios y los usuarios de internet, a pesar de constituir por sí mismas una realidad... realidad que va en un progresivo aumento.

Antes de la llegada de internet a nuestras vidas y por lo tanto antes de las posibilidades de conexión masivas que crean las redes sociales, el excedente de tiempo libre del que disfrutaban los ciudadanos estaba centrado casi exclusivamente en actividades puramente pasivas, la expresión "matar el tiempo" tiene su máximo exponente en el hecho de ver televisión, aunque no es la única actividad que puede meterse en esta categoría es desde luego con diferencia la más popular.



Clay pone varios ejemplos, el más llamativo consiste en un cálculo donde se compara el tiempo invertido en crear ese enorme proyecto común que es la Wikipedia con el tiempo medio que pasan los estadounidenses viendo la televisión. A pesar del ímprobo esfuerzo que ha supuesto poner en marcha ese ciber-proyecto con millones de artículos el tiempo invertido en crearlo es una ínfima parte del tiempo dedicado por los consumidores de televisión en un solo año... con el tiempo que los norteamericanos dedican a ver televisión en un solo año podrían crearse más de cien wikipedias.

Ese es el tema fundamental del libro, la relación entre ese "excedente cognitivo" que es un hecho desde hace muchas décadas, con los proyectos que están surgiendo en internet basados en la creación individual y en la solidaridad exenta de afán de lucro. Todavía hoy en día la gran mayoría de la población sigue enfrascado en aficiones y actividades de tiempo libre que los reducen a meros consumidores pasivos, algo considerado hasta no hace mucho como "normal", siendo por contra una actividad creativa y activa vista como algo raro o extravagante. Especialmente si dicha actividad creativa era realizada por el puro amor al arte, sin pretensiones de buscarle utilidad de ningún tipo más allá de la mera satisfacción de realizarla.

Hoy en cambio las tornas han cambiado, internet y las redes sociales facilitan enormemente el encuentro, comunicación, solidaridad y creación de proyectos en común. No solo eso, por primera vez los seres humanos tenemos unas posibilidades en ese campo que están más allá de lo que siquiera podíamos soñar tan solo hace un par de décadas. La actitud de los ciudadanos, al menos en el caso de todos los afortunados que vivimos en el primer mundo y disfrutamos de conexión a internet, está cambiando de forma completamente irreversible en relación a la gestión de nuestro tiempo libre, en relación a la mentalidad imperante hasta hace bien poco de invertir el mismo en actividades meramente pasivas y consumistas... estamos pasando de una mentalidad puramente vegetativa e inactiva, donde uno se limita a visualizar y consumir aquello que otros deciden que tiene que ver a tomar parte de forma activa en su tiempo de ocio creando nuevos contenidos y compartiendo los mismos. Siempre han existido las actividades creativas, como la escritura por ejemplo, pero las posibilidades de ver algo que uno mismo hubiera escrito publicadas eran muy restringidas... no digamos ya el hecho de hacerlo simplemente porque si, sin pretender para nada obtener beneficios económicos con ello y pese a todo ver aquello que uno "ha hecho" accesible para todo el mundo. La creatividad y la publicación del fruto de la misma estaba indisolublemente ligada al riesgo económico, a la criba y censura de un editor o de un galerista, y por supuesto a la pretensión de obtener un beneficio con ello.

Ahora todo ha cambiado y la red posibilita la creación y la publicación instantánea de todo tipo de contenidos, y que se haga a costes ridículos y con un alcance global, inmenso. Evidentemente eso tiene como primer factor negativo el hecho de que la red esté inundada virtualmente de basura y contenidos de escaso o nulo valor, pero también por contra posibilita que existan millones de personas dedicadas a una actividad creativa sin barreras ni impedimientos de ningún tipo, la posibilidad de contacto entre todas ellas, la creación de comunidades que comparten contenidos de forma solidaria... e incluso la creación de megaproyectos tan impresionantes como la Wikipedia que ha jubilado a la mismísima enciclopedia británica, al menos en su versión en papel. 

Clay es optimista respecto a estas nuevas posibilidades, naturalmente ve los aspectos negativos, pero en general su mensaje es que estamos mucho mejor que antes, personalmente como autor de varios blogs estoy completamente de acuerdo ;-) ... si alguien me hubiera dicho hace solamente diez o doce años que un día estaría escribiendo comentarios sobre libros, relatando mis experiencias en actividades deportivas y publicando puras y simples opiniones sobre cualquier cosa, y encima que el contenido de estos blogs estaría visible automáticamente en internet de forma automática y sin coste adicional alguno, aparte de la inversión en tiempo y esfuerzo por mi parte, no me lo hubiera creído. 

Pero es así, no solamente con la creación de blogs, sino también con proyectos mucho más serios donde una comunidad se crea y cuyos miembros se vinculan entre sí con muy distintos objetivos... desde para crear y compartir fotos humorísticas de gatos, compartir coche en trayectos de trabajo o turísticos, buscar y compartir alojamiento, actividades benéficas sin ánimo de lucro, compartir información de todo tipo o realizar acciones informativas en países donde existe la censura... las posibilidades son infinitas e internet y las redes sociales, siempre en continuo crecimiento y evolución, lo posibilitan. 

Existía por lo tanto según el autor una necesidad latente de hacer todas estas cosas, necesidad que no podía ser satisfecha hasta ahora y que simplemente los medios que disponemos actualmente hacen posibles... ello forzosamente ha de tener consecuencias en nuestra vida y en la forma de entender el mundo. Las nuevas generaciones que han nacido en medio de esta nueva realidad dificilmente llegarán a entender que un día existió un mundo donde la gente dedicaba su tiempo libre a ver la televisión sin interactuar de ninguna forma, donde se podían crear contenidos artísticos en forma de texto, imágenes o vídeo pero no existía la posibilidad de compartirlos con los demás, un mundo donde existían empresas y medios de comunicación que tenían el monopolio del ocio y la información que podía llegar o no a los ciudadanos... está más que demostrado que cuando la personas disponen de nuevos medios, e internet y las redes sociales no son en definitiva más que eso, los van a usar de las formas más insospechadas y van a encontrar en los mismos utilidades que sus creadores jamás pudieron prever... y no hay que olvidar que estamos solamente en el inicio.


Lo mejor: Un ensayo brillante, ameno, muy bien escrito y de gran interés que viene a mostrar un aspecto de internet en el que no solemos pensar demasiado, habitualmente estamos acostumbrados a ver valoraciones negativas y sensacionalistas en relación con la red sin que se incida tanto en lo bueno y grandioso que tiene la misma... somos unos privilegiados por asistir a un cambio de paradigma en la historia de la humanidad similar a los que acontecieron con el uso de la imprenta y el teléfono, posiblemente incluso mayor... Clay nos recuerda, e incluso descubre, que existe un potencial enorme, gigantesco, en nuestra actividad como especie inteligente y que el aprovechamiento de este potencial va a cambiar y de hecho está cambiando el mundo. No sabemos el rumbo que tomará este cambio, pero hay una cosa clara y en eso personalmente coincido con su autor, bajo ningún concepto será tal y cual lo imaginamos, no importa cuan utópico pensemos que será, no importa cuan siniestro y apocalíptico lo pintemos, es lo único de lo que estoy seguro, que será sorprendente.


Lo peor: Se centra en un aspecto muy concreto de internet, en el uso que se le da a la red por parte de sus usuarios para el tiempo libre, a través de ordenadores y dispositivos móviles y en el cambio de mentalidad, el cambio de paradigma, que esto lleva consigo... sin embargo deja muchos otros asuntos relacionados con internet, como el exceso de información, la facilidad para distorsionar y manipular la misma, la privacidad, la falta de espíritu y pensamiento crítico etc etc completamente de lado. Hay un mensaje básico "seamos positivos, valoremos bien esta nueva libertad y veamos que pasa" que no convencerá a muchos lectores.