martes, 30 de julio de 2013

El científico rebelde


Ficha: "El científico rebelde", Freeman Dyson, Editorial Random House Mondatori, colección Debolsillo, 376 páginas, ISBN: 978 84 9908 146 5

En una de mis habituales "batidas" buscando libros interesantes por las librerías me topé con este, hace ya casi un año, y me pareció lo suficientemente interesante como para figurar en mi colección. Fue una de esas compras compulsivas de libros que no siempre terminan felizmente y que en ocasiones me hacen lamentar el dinero invertido y el tiempo empleado en su lectura. No ha sido así afortunadamente en esta ocasión.

Cuando lo abordé por fin hace un par de días, pensaba que me encontraría ante la habitual recopilación de anécdotas sobre la vida de los científicos y sus descubrimientos, un tema que me gusta, lo reconozco, pero que he ido dejando aparte en los últimos meses debido a mis intereses mucho mayores con otro tipo de temáticas. De ahí que tras mi última lectura eligiese este libro casi por azar, básicamente para cambiar de tema... el hecho de que NO fuese de filosofía era mérito suficiente ;-).

No obstante el resultado ha sido inesperado, Freeman Dyson nos propone un viaje en este libro que trasciende las fronteras de la ciencia, un viaje interesante, variado, ameno y no exento de profundidad, de modo que a pesar de estos calores que aprietan creo que dejaré para más adelante las lecturas más flojas y "refrescantes". 

El libro me ha enganchado y lo he leído en un par de "empujones", en un par de días vamos. Dyson no solamente es un buen escritor sino que es toda una institución ya en el ámbito de la ciencia, de la física concretamente, ha vivido una larga vida en la que ha conocido a multitud de personajes interesantes de distintas generaciones, y posee una fecunda imaginación que le llevó a elaborar unas aparentemente descabelladas teorías sobre el aprovechamiento futuro de la energía de una estrella mediante la colocación en su órbita de asteroides, la llamada "esfera de Dyson", o la posibilidad de utilizar cometas para establecer en los mismos colonias humanas aprovechando la presencia comprobada de agua, mediante la plantación de árboles modificados genéticamente que crecerían con muy pocas restricciones físicas... algo hay de estas ideas en el presente libro aunque no será ni la vida, ya de por sí interesante, ni las ideas de Dyson las protagonistas del mismo. Destaco como curiosidad la coincidencia entre esta idea de Dyson sobre la habitabilidad de un cometa y la novela "Los árboles integrales" de Larry Niven que leí hace muchos años... Niven no nos habla de cometas sino de un "toroide" de gas en cuyo seno crecen unos árboles kilométricos que sustentan a una civilización... no se si el escritor tenía en mente la teoría de Dyson pero no dejo de encontrar paralelismos entre ambos.




La idea que preside el libro es la vinculación entre la investigación científica y la ciencia misma con sus protagonistas, y como el carácter y la personalidad de los científicos termina afectando a sus descubrimientos. El libro es básicamente una colección de artículos publicados en revistas científicas a lo largo de más de treinta años, la recopilación data del año 2.006, de ahí que en muchos de ellos exista un apéndice donde ya con una visión retrospectiva Dyson nos comenta el impacto que tuvo dicho artículo en su momento y las reacciones posteriores, buenas y malas, así como las puntualizaciones y correcciones que hay que hacer en la actualidad teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y los acontecimientos en el mundo de la ciencia.

Serán frecuentes y abundantes, tal y como corresponde a un hombre que es la historia viva de la ciencia del siglo XX, las referencias a los investigadores del pasado siglo, a la guerra fría y sus protagonistas, disertaciones sobre el tema del pacifismo y la génesis del proyecto nuclear norteamericano, el fin de la guerra fría y de la problemática de los arsenales nucleares, historias de la guerra mundial, anécdotas sobre los aficionados a la astronomía, a los descubrimientos sobre la figura de Isaac Newton, la reivindicación de la figura de Henri Poincaré, la polémica sobre la nueva teoría de cuerdas y los comentarios, interesantes y jugosos, sobre los libros de Brian Green "El tejido del cosmos" y "El universo elegante", este último comentado ya en su día en este blog, y el primero todavía pendiente de leer y comentar aquí...

Las figuras de Oppenheimer y Rutherford serán también tratadas en sendos, e interesantes, capítulos, otra gran figura de la ciencia como Norbert Wiener es rescatada del olvido, emocionantes también son las palabras dedicadas a la persona y la obra de Richard Feynman uno de los gigantes de la física del pasado siglo. El libro concluye con una serie de seis artículos sobre temas que poseen un pie en el mundo de la ciencia y otro en el mundo de la filosofía, para mí sin duda lo mejor del libro. Los grandes retos de la humanidad en la figura de las tentaciones bíblicas "mundo, demonio y carne", que Dyson identifica con la limitación de recursos, mundo, las ideas equivocadas y los fanatismos, demonio, y las limitaciones del cuerpo y mente humanas, la carne.  Probablemente sea el mejor del conjunto y es fiel reflejo de la riqueza de ideas de este gran físico.

La compatibilidad entre las creencias religiosas y la investigación científica será el protagonista del siguiente artículo, la supuesta validez de los fenómenos paranormales será tratada en otro polémico capítulo del libro, la obra de Olaf Stapledon "Hacedor de estrellas", mezcla de filosofía y ciencia-ficción, será comentada en otro artículo a raíz de su vinculación con diversas teorías que hablan de universos paralelos... y finalmente el libro termina con una brillante exposición acerca de la religión donde Dyson aunque agnóstico se alinea con una posición moderada de respeto hacia el fenómeno religioso realizando una crítica constructiva de una obra de Daniel Denett, y dando de paso un "tirón de orejas", sin entrar en polémicas eso sí, a la actitud de otros hombres de ciencia de sobra conocidos.



Lo mejor: Una buena colección de artículos amenos e interesantes de uno de los grandes físicos del siglo pasado, un hombre que sabe romper casi todos los tópicos existentes sobre los científicos como personas aisladas y perdidas en su mundo carentes de más inquietudes intelectuales que las derivadas de su trabajo. Dyson al igual que otros grandes es un intelectual de primer orden cuyo pensamiento trasciende con mucho su campo y que tiene además muchas cosas interesantes que contar. Imprescindible para todos aquellos aficionados a la historia de la ciencia y sus protagonistas.


Lo peor: No es un libro de divulgación científica al uso, aunque desde luego se aprenden muchas cosas sobre la historia de la ciencia no es ese su propósito. Si bien el estilo de Dyson es claro, vivo y fluido en ocasiones la lectura termina demasiado atiborrada de datos que no siempre son relevantes para el tema del que se ocupa.






domingo, 28 de julio de 2013

Sin fines de lucro


"Si el verdadero choque de civilizaciones reside, como pienso, en el alma de cada individuo, donde la codicia y el narcisismo combaten contra el respeto y el amor, todas las sociedades modernas están perdiendo la batalla a ritmo acelerado, pues están alimentando las fuerzas que impulsan la violencia y la deshumanización, en lugar de alimentar las fuerzas que impulsan la cultura, la igualdad y el respeto"


Ficha: "Sin fines de lucro", Martha Craven Nussbaum, editorial Katz, 199 páginas, ISBN: 978 849 29461 74

Martha Nussbaum pertenece a ese reducido grupo de filósofos y pensadores de nuestro tiempo que cumplen una condición: Son indispensables, si no existieran habría que inventarlos.

Conocía desde hace tiempo la existencia de esta filósofa norteamericana a través de varios artículos de la revista Filosofía Hoy, por desgracia no son demasiadas las filósofas o sociólogas de relevancia mundial, de ahí que aquellas que consiguen llegar a la vanguardia del pensamiento inevitablemente terminen llamando la atención, Martha por derecho propio figura entre los filósofos más importantes e influyentes de los Estados Unidos, autora de casi una veintena de libros, poseedora de títulos honoríficos en unas veinticinco instituciones, su trabajo trasciende el ámbito exclusivo de la filosofía, donde ha publicado algunos interesanes trabajos y entra de lleno en el ámbito del derecho y la política.



Es por ese motivo que el año pasado le fue concedido el premio Príncipe de Asturias en el apartado de "ciencias sociales", ella misma en el discurso de aceptación del mismo destacó la paradoja de que se le concediera dicho premio cuando básicamente era una filósofa, sin embargo examinando su obra es más que justificable que le fuese otorgado en ese campo.

En este trabajo que comento aquí, una obra menor pero súmamente interesante, Martha elabora y proclama un poderoso alegato a favor del estudio de las artes y las humanidades. Redactado en un estilo sobrio, denso y vigoroso la autora trata de causar un impacto inmediato en la conciencia del lector y ,como siempre cuando hablamos de esta filósofa, por una muy buena causa.

Las artes y las humanidades pasan un momento crítico en la enseñanza de buena parte del mundo occidental y también en oriente. La tendencia ya existente desde hace bastantes años de ir relegando a las mismas en favor de la ciencia y la tecnología se ha incrementado notablemente estos últimos años con la excusa de la crisis. Si no hay dinero para todo las primeras que sufrirán las consecuencias en cuanto a recortes presupuestarios se refiere serán aquellas disciplinas consideradas "no esenciales". Existe también una clara tendencia de vincular la enseñanza secundaria y universitaria con fines mercantilistas, hay que producir licenciados en carreras técnicas y de ingeniería con el objetivo de proveer a las empresas de mano de obra cualificada, técnicos y especialistas en la actividad productiva. La enseñanza sería pues ante todo una especie de preparación para la vida laboral.

Las necesidades apremiantes de luchar contra el desempleo, en conseguir una mayor competividad, en otorgarle cada vez más importancia a la investigación científica y las aplicaciones tecnológicas que finalmente se traduzcan en actividad económica, bienes de consumo y demás están dando carta blanca a que gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, la India y en general casi todo occidente lleven acabo una cruzada pro-tecnología y pro-ciencia en detrimento de las artes y las humanidades... ahora bien, ese desprecio y ese abandono de unas materias consideradas poco menos que inútiles, como la literatura, la filosofía o la historia, no sale gratis ni mucho menos.

Una democracia exige de sus ciudadanos una participación activa en la política, aunque sea de forma simbólica acudiendo a las urnas cada cuatro años para elegir a sus representantes. El pensamiento crítico tan necesario para la educación para la ciudadanía, para evitar ser manipulados por los políticos demagogos de turno, para evitar ser inoculados con ideas nocivas, nacionalismos, racismo y demás manipulaciones que promueven la división y el odio entre los seres humanos, este tipo de pensamiento crítico que evita las consecuencias perniciosas de la manipulación ideológica, nacionalista y religiosa es precisamente el que promueven las humanidades ... la ciencia ni se ocupa ni se ocupará nunca del mismo. Tampoco habrá nunca ninguna aplicación derivada de la ciencia y la tecnología que nos protega de fanatismos e ideologías orientadas a la esclavización del ser humano.

Es por ello que con su ataque frontal a las artes y humanidades la ideología totalitaria imperante, eso sí bajo un disfraz de sentido común y de "inevitabilidad" mata dos pájaros de un tiro... menores recursos dedicados a la educación a base de marginar o exterminar a las humanidades y de paso la orientación de la educación a formar un tipo de ciudadano dócil y fácilmente manipulable, completamente desprotegido ante las manipulaciones de la política, acostumbrado a ejercitar su mente exclusivamente en tareas relacionadas diréctamente con sus competencias profesionales, acostumbrado a un sistema educativo que simplemente le exige la memorización masiva de datos para su posterior "regurgitación" en exámenes estándard... educación alienante para futuros puestos de trabajo alienantes en una sociedad alienada y extraña a sí misma. Martha pone el ejemplo del estado de Guyarat en la India, cuna de Mahatma Gandhi, donde hace bastantes años que se suprimieron completamente los estudios de humanidades y se centraron en la enseñanza en formación técnica ¿resultado? ... una matanza de unos 2.000 musulmanes por parte de grupos violentos de la extrema derecha hindú, en los libros de texto se mostraba a Hitler como un éroe de la historia... demostrado, si anulamos el pensamiento crítico el resultado es un florecimiento del fanatismo y la intolerancia, en la India y en todas partes.

El libro es excelente, cualquiera de Martha lo es, y súmamente necesario en los tiempos que corren. En el mismo se exponen ámpliamente las relaciones entre la relación entre la imaginación y la literatura y las artes, la importancia de la filosofía y el método socrático de autoindagación y diálogo para generar pensamiento crítico, la necesidad de educar a los ciudadanos de un mundo globalizado en una mentalidad que trascienda diferencias sociales, de género, raciales, étnicas y religiosas, la imposibilidad de una democracia plena de significado si esta está sustentada por ciudadanos sin capacidad de autocrítica y reflexión... el peligro de los totalitarismos está siempre latente, incluso en países con una gran tradición democrática, Martha subraya la importancia por lo tanto de las artes y humanidades poniendo énfasis en la idea de que la clave es no ya tanto si podemos costearnos su enseñanza como si podemos asumir el coste de su desaparición. Además de todo ello expone una serie de argumentos donde deja patente que no solamente son las artes y humanidades las perjudicadas sino que también la investigación, la ciencia y la tecnología se terminan resintiendo. No solamente es necesaria una formación técnica y científica para el ciudadano del siglo XXI, la formación en humanidades es también esencial... aunque parezca estar fuera de lugar en un mundo cada vez más mercantilizado, o precisamente por ese motivo.


"Si no insistimos en la importancia fundamental de las artes y las humanidades estas desaparecerán, porque no sirven para ganar dinero. Sólo sirven para algo mucho más valioso: para formar un mundo en el que valga la pena vivir, con personas capaces de ver a los otros seres humanos como entidades en sí mismas, merecedoras de respeto y empatía, que tienen sus propios pensamientos y sentimientos, y también con naciones capaces de superar el miedo y la desconfianza en pro de un debate signado por la razón y la compasión"



Lo mejor: Ameno, fluido, rebosante de ideas, pleno de sentido común, toda una gozada en suma para el lector habitual de ensayos como un servidor. Se lee con mucha facilidad y el mensaje impacta, justo lo que su autora pretendía. Muy bueno el espacio dedicado a ese genio que fue Rabindranath Tagore de cuya faceta de educador no conocía nada y una pena ver lo que han terminado haciendo con su legado. Muy interesante también ese repaso a la historia de proyectos para una educación diferente de la tradicional. Da gusto encontrar un trabajo donde se revitaliza la filosofía y su papel crítico ¿quién fue el memo que dijo que la filosofía estaba muerta?, quizás la gran filosofía esté en estado comatoso pero la filosofía aplicada a temas específicos y prácticos de la vida está más viva y es más necesaria que nunca.

Lo peor: Se lee en un periquete y te deja con ganas de más. A más de uno no le va a gustar el lugar en el que deja a la ciencia y la tecnología... personalmente con tanto acérrimo defensor de las mismas tenía ganas de encontrar un autor que simplemente las pusiera en "su sitio", un lugar de honor sin duda, pero sin otorgarles más méritos del que se merecen.


jueves, 18 de julio de 2013

La ciudadela interior


"El esfuerzo personal aparece más bien en las repeticiones, en las variaciones múltiples que se desarrollan sobre un mismo tema, también en la indagación estilística, siempre a la búsqueda de la fórmula impresionante y eficaz. Pero también es cierto que experimentamos una emoción muy particular al entrar en cierto sentido en una intimidad espiritual, en el secreto de un alma, aliarnos así, directamente, a las tentativas de un hombre que, fascinado por lo único necesario, por el valor absoluto del bien moral, se esfuerza por hacer lo que en el fondo intentamos hacer todos: vivir en plena conciencia, en plena luciedez, dar toda la intensidad a cada uno de sus instantes, un sentido a la vida entera. Se habla a sí mismo, pero tenemos la impresión de que se dirige a cada uno de nosotros."
 
 Ficha: "La ciudadela interior", Pierre Hadot, editorial Alpha Decay, 494 páginas, ISBN: 978 84 92837 47 2



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Dedicado a Rosa. 
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Hasta hace pocos días desconocía la existencia de este filósofo francés fallecido en 2.010 a la edad de 88 años. Pierre Hadot fue un filósofo e historiador de la filosofía especializado en el pensamiento de los antiguos, especialmente en la escuela filosófica del neoplatonismo, tradujo al francés "Las Eneadas" de Plotino y es autor de varios trabajos sobre este filósofo, pero también se especializó en el pensamiento de los antiguos estóicos, la culminación de su trabajo sobre Marco Aurelio se expresó con este libro editado originalmente en 1.992 en su país de orígen y publicado el mes pasado en esta editorial en cuya colección "Alpha, Beta & Gimmel", de gusto exquisito tengo que decir, se haya encuadrado.

Son innumerables las obras de la antigüedad de las que conservamos referencias pero cuyos textos se han perdido, aun así es impresionante el legado que los antiguos griegos y romanos nos dejaron en tantos y tantos aspectos de nuestra civilización occidental, que comenzó precisamente con ellos. Por eso hablar de las "Meditaciones" de Marco Aurelio y hablar de un ensayo dedicado a esta singular obra es hablar fundamentalmente de una anomalía, de un capricho del destino... de un libro que NO debería haber llegado hasta nosotros y que debería haber muerto con su autor.

Rescatado y publicado por primera vez a partir de un manuscrito ya perdido en el siglo XVI, el libro está constituido por una serie de pensamientos, aforismos y textos de longitud muy variable (de una línea sencilla y breve hasta cuarenta o sesenta líneas) escritos probablemente en su forma original de su puño y letra y para sí mismo. Marco Aurelio nunca quiso verlos publicados, nunca los mostró en vida, que se sepa, y simplemente fueron recogidos de entre sus pertenencias tras su muerte y probablemente copiados y divulgados debido no ya a su calidad, sino también a su autoría.


Seguidor del pensamiento estóico a través de varios de sus preceptores en su juventud, Marco Aurelio tuvo siempre presente esta filosofía durante su vida. El hecho de que fuese designado a los 17 años por Antonino Pío como su sucesor en el trono imperial, aunque la idea original había sido del emperador Adriano, idea que Antonino respetó, no modificó un ápice su vocación filosófica. Ni sus estudios de leyes ni su aprendizaje de otras materias pudieron apartarle nunca  de la filosofía de sus maestros, Diognetes, Rústico y Apolonio que estos habían recibido, al menos en el caso de Rústico, diréctamente de Epícteto, posiblemente la cúspide de la filosofía estoica y su pensador más importante.

Mi encuentro con la figura de Marco Aurelio no comenzó con la lectura de este ensayo sobre su libro "Meditaciones", sino con la lectura precisamente de las mismas. Hasta ahora no había mencionado este libro en este blog debido a un conflicto personal con el mismo... este libro me fue regalado por una buena amiga a la que le dedico este post y a la que envío un cariñoso saludo ;-) y poco tiempo después leído, o más bien, devorado por mí durante una breve enfermedad que me tuvo postrado en cama varios días. El caso es que me costó terminarlo a pesar de su brevedad, me pareció árido, excesivamente reiterativo, oscuro en muchos pasajes... me dije que una joya de la literatura filosófica no podía ser comentada por mí en esas condiciones, para decir simplemente "no lo he entendido" o "no me ha gustado" mejor no escribir nada... de ahí que reservé su comentario para más adelante para una posterior lectura en mejores condiciones, posiblemente junto a alguna obra del mismo cuño como una que tengo pendiente de leer de Séneca. El proyecto de relectura y comentario como tantos otros quedó apartado en el rincón del olvido... hasta mi encuentro con Pierre Hadot.

Ha sido por lo tanto una suerte del destino, una carambola múltiple... libro de Marco Aurelio ya leído, primeramente regalado, comentarios interesantes sobre Hadot en el libro "Filosofía para la vida" en el sentido de ser el filósofo que intentó revitalizar el concepto "ejercicios espirituales" y de convertir la filosofía en algo más que un saber libresco siguiendo el ejemplo de los antiguos... y encima un libro de Hadot recientemente publicado que versaba justamente sobre Marco Aurelio y sus "Meditaciones"... estaba claro, antes o después me iba a encontrar con esta obra que no solamente ha hecho que me replantee una nueva lectura de las meditaciones del inmortal emperador romano sino también que las tenga a mano durante un tiempo a guisa de "libro de cabecera", vamos lo que eran precisamente para Marco Aurelio. 



Pierre Hadot aparte de filósofo, historiador de la filosofía y helenista autor de traducciones del griego de Plotino, fue teólogo en sus inicios y estuvo muy vinculado a la iglesia, vínculo que abandonó para centrarse en sus estudios filosóficos... no hay que buscar demasiado para adivinar de donde le vino la inspiración del tema de los "ejercicios espirituales", un término asociado principalmente con la religión y el cristianismo pero originalmente del dominio de la filosofía. 

Esa fue la particular obsesión de este erudito, la ruptura de ese límite entre pensamiento y vida, la utilización de ciertas prácticas filosóficas para inculcar poco a poco en nuestro ser el pensamiento filosófico con la finalidad evidente de una existencia más plena, auténtica y dichosa. Esa misma era la intención del emperador romano, al escribir para sí mismo y leer y releer los textos que eran su personal visión del pensamiento estoico, trataba de realizar un proceso de autoaprendizaje y perfeccionamiento... y para ello la mera lectura no basta, aunque sin duda Marco Aurelio leía toda la filosofía que podía, necesitaba algo más, y ese algo era la escritura, aliada excelente de la reflexión filosófica. 

Es por eso que comento aquí que en el caso de las "Meditaciones" asistimos a la lectura de una obra atípica, de una anomalía, de un libro que nunca fue escrito con la intención de ser leído por nadie salvo por su autor. Eso explica muchas cosas, que su lectura en ocasiones no sea sencilla, que se salte de un tema a otro sin orden ni concierto, que parezca una colección de notas dispersas sin unidad temática... vamos lo que era en suma, ya que fue escrito para sí mismo y nunca fue revisado ni preparado para ser leído por otros. Por ejemplo salvo en el primer capítulo en el que Marco Aurelio realiza una especie de "acción de gracias" a una serie de personas que han influido notablemente en su vida, y que se encuentran ya fallecidas, no hay unidad temática alguna... no es un libro para ser leído "a pelo" y de "cabo a rabo" como lo hizo un servidor (y encima aquejado de embotamiento cerebral en medio de un tormentoso resfriado) sino para ser leído poco a poco, y con una guía lectora previa si es posible que nos desmenuce pieza a pieza cada elemento que lo compone, su contexto histórico, la filosofía de la que el mismo es reflejo, la vida de su autor y el sentido de muchas de sus aparentemente enigmáticas frases... y en esa tarea no hay nada mejor que el libro de Pierre Hadot. 

Naturalmente que ensayos sobre las "Meditaciones" hay muchos... pero quiso la casualidad de que tuve hace mes y medio uno de estos, cuyo título no recuerdo, y que tras hojearlo en la librería lo dejé en su sitio sin mayor interés ¿el motivo?, que me parecía que aquello era una historia de batallitas de la edad antigua... no me interesaba la vida y milagros de un emperador romano poniendo a este libro como un suceso anecdótico, me interesaba justo lo contrario, un libro centrado en la figura de Marco Aurelio como escritor, como filósofo... y si acaso de paso tocando el tema de que este hombre fue también emperador de Roma en el momento de su mayor apogeo, algo anecdótico para el mismo Marco Aurelio que seguramente hubiera sido mucho más feliz dedicándose plenamente a la filosofía y regentando una modesta hacienda, si es verdad lo que cuentan de él. Me importaba y me importa bien poco su peso histórico o su papel en la Roma de aquellos días, irrelevante ya, pero mucho su papel como filósofo y el como y el porqué de esta obra. El libro de Hadot justamente se centra en esto y es una completa maravilla.

 
Si hablamos de un ensayo filosófico sobre un pensador estoico de la antigüedad dicha expresión "atufa" a rollo patatero a un kilómetro a la redonda, lo se, no obstante estamos hablando de un clásico que no solamente trata sobre temas filosóficos propios de la época sino que su temática trasciende todas las distancias temporales y geográficas.

Escrito además por un gran conocedor del tema, alguien que se pasó estudiando, leyendo y reflexionando sobre esta obra más de veinte años antes de escribir una sola línea y que demuestra en el libro que se puede analizar y diseccionar una obra clásica sin caer en excesos de pedantería, con un lenguaje llano y asequible sin tecnicismos filosóficos de ningún tipo que necesiten de un glosario para ser comprendidos y que sabe hablar de tú a tú al lector poniéndose en su piel. Claridad expositiva, sencillez y cualidades didácticas en extremo. Su lectura es una delicia, desde el comienzo uno asiste a un tratado de interpretación de textos, un ejercicio histórico bien documentado, referencias cruzadas en su punto justo... y sobre todo las mismas palabras del filósofo recogidas una y otra vez en citas textuales de una traducción personal del mismo Hadot y que difiere bastante de la que hallamos en castellano. 

Pero sobre todo y ante todo es una magnífica guía de la filosofía estóica, de su pasión por la razón, por la verdad por las virtudes morales, por su inspirada visión de la bondad humana, por la nobleza y la pureza de sentimientos. Hasta ahora sentía mis preferencias filosóficas de lado de la escuela epicúrea por su llamamiento a disfrutar de los placeres de la vida y su concepto materialista, de hecho todavía Epicuro y sus seguidores me caen de maravilla ;-)... pero tachaba a los estoicos de "aguafiestas", de sosos y estirados que parecían vivir en un constante prepararse para la muerte, para la desgracia, para lo peor ... y en esa preparación parecía que realizaban en realidad una negación de la vida. No es así para nada, ahora lo se, si existió en la antigüedad una filosofía noble, virtuosa y de rostro humano fue precisamente la de los pensadores estoicos, un Epícteto, un Séneca... un Marco Aurelio.

Filosofía del deber, del bien moral, de la aceptación de todo aquello que no depende de nosotros... pero en modo alguno una filosofía de la resignación o de la pasividad, y mucho menos una filosofía que pusiera al ser humano por detrás de otras consideraciones, todo lo contrario. Pierre no se cansa de escribir sobre ello, de mostrarnos la relación entre filosofía y vida, entre la forma de pensar y la forma de vivir y por supuesto en la forma que tenían los estoicos de aceptar las desgracias pero también de celebrar las bondades de la existencia. Para nada era una filosofía de la negatividad y sí en cambio de la trascendencia, de los elevados ideales, del autoperfeccionamiento de uno mismo, de sus deberes con los demás y de su compromiso con la humanidad. Es por eso que a pesar de sus referencias a los dioses, al destino, a las virtudes, a la moralidad, o precisamente por ello, el estoicismo y las enseñanzas de Marco Aurelio, enseñanzas que no iban dirigidas a nadie salvo a él mismo, siguen teniendo ese gancho y ese atractivo dieciocho siglos tras su muerte.

Es precisamente en estos que podríamos calificar de "tiempos líquidos", parafraseando al Sr. Bauman, en los que la lectura de Marco Aurelio, Epícteto, Séneca y otros, en medio de esta brutal crisis no solamente económica sino también de valores e ideas; es en estos tiempos donde cobra especial valor el pensamiento de este tipo de autores, que si bien poseen unas características propias de los tiempos que les tocó vivir, súmamente distintos de los nuestros, nos hablan de muchos asuntos que hoy siguen en plena vigencia, la felicidad, el como vivir, el sentido de la vida, la atención al momento presente, la superación de las adversidades, el dominio de si... no, Marco Aurelio en sus meditaciones no nos va a hablar sobre economía ni sobre la composición y organización de una legión romana, ni sobre las leyes del comercio ... nos habla de la angustia ante la muerte, de la soledad, de lo verdaderamente importante de la vida, de la lealtad y del honor, de la sencillez de la existencia, de la importancia relativa de las cosas, de la inmensidad del tiempo y del espacio, del órden del universo, de la brevedad de la vida y de la miseria y grandeza del ser humano... palabras que todavía hoy poseen plena vigencia y que se siguen leyendo con agrado, sobre todo cuando un guía de lujo como el Sr. Hadot analiza, desmenuza y las presenta convenientemente engalanadas y ordenadas para el paladar de los golosos lectores.

"Recorro las diversas etapas de la natureza si parar hasta que, caído, descansaré entregando mi aliento a este aire que respiro todos los días, convirtiéndome en la tierra de donde mi padre recogió su gérmen, mi madre mi sangre, mi nodriza su leche; la tierra que me da todos los días, por tantos años, el alimento y la bebida, que me sostiene mientras camino, y que tanto me aprovecha."

"Por la mañana, cuando sintieses pereza al levantarte, piensa: Yo me levanto para cumplir con los oficios propios de un hombre. ¿Me desazonaré, pues, si voy a ejecutar aquello para lo que nací, para lo que vine al mundo? ¿A esto fui formado, para arrellanarme en la cama, caliente entre mis cobertores?- Pero esto, dirás, es más agradable- ¿Fuiste formado, entonces, para solazarte? Y, en suma, ¿naciste para la pasividad o para la actividad? ¿No ves cómo las plantas, los pájaros, las hormigas, las arañas, las abejas, tienen cada cual su tarea propia y contribuyen, a su vez, al buen orden del mundo? Entonces tú ¿no querrás hacer lo que incumbre al hombre? ¿No te apresurarás en poner por obra lo que se conforma con tu naturaleza?"

"Todo lo que acontece es tan vulgar y usado como la rosa en la primavera, y los frutos en el verano: tal es la enfermedad, la muerte, la calumnia, la traición y cuanto alegra o aflige a los necios"


Lo mejor: Un ensayo excelente sobre el estoicismo y la obra de Marco Aurelio, extensamente documentado y brillántemente expuesto, no solamente convierte al lector en incondicional de la obra del malogrado emperador sino que consigue inocularle su pasión por esta hermosa filosofía de la antigüedad.

Lo peor: En algún punto el libro se "espesa" un poco, sobre todo en el capítulo dedicado a analizar la temática y la estructura de la obra, ahí pierde su claridad expositiva y se contagia del desorden de la obra original. El libro es denso, largo y puede resultar cansino por reiterativo. Solo recomendable para interesados en la filosofía estoica, el viaje es fascinante pero al igual que sucede cuando uno viaja a los trópicos hay que estar previamente vacunado.


viernes, 12 de julio de 2013

Filosofía para la vida


Ficha: "Filosofía para la vida y otras situaciones peligrosas", autor: Jules Evans, editorial Grijalbo, 422 páginas, ISBN: 978 84 253 4934 8

De nuevo otro libro de asuntos filosóficos, y de nuevo otro libro de divulgación filosófica para el gran público, es muy extraño pero sigo sin aburrirme con el tema asi que de nuevo tengo que comentar aquí otra obra semejante a las ya reseñadas de Alain de Bottom, Niguel Walburton, Fernándo Sabater... etc, de momento no veo ni el final, ni asomo de hartazgo alguno de mis lecturas sobre el amor a la sabiduría.

Mónica Cavallé en su excelente libro "La sabiduría recobrada", que no me canso de citar y de tener presente, hacía una distinción entre la filosofía puramente especulativa, de orden académico, y aquella centrada en el objetivo primigenio de la misma, el dominio del arte de vivir... es sobre esta segunda acepción sobre la que versa este libro.

Jules Evans es un autor novel en asuntos filosóficos, periodista de profesión posee un gran interés en la filosofía, especialmente en la de la antigua Grecia. Él mismo describe como se acercó al tema a raíz de una crisis personal que le llevó a recibir tratamiento psicológico, aquejado de una fuerte depresión y ansiedad social, esta terapia de tipo cognitivo conductual realizada le ayudó bastante y le puso en contacto con cosas que ya conocía de su época de estudiante, concretamente con la sabiduría de los primeros filósofos de occidente, de esa forma tuvo el convencimiento pleno, al vivirlo en persona, que esas obras de sabiduría de hace tantos siglos podían ser todavía útiles al hombre de nuestros días. Fue el comienzo de una pasión por la filosofía, en su vertiente práctica tan desconocida por el gran público, que se ha terminado materializando finalmente en este libro.

Si tuviera que compararlo con alguna obra anterior que ya haya leído solo puedo citar como antecedente claro a los dos primeros libros de Lou Marinoff "Más Platón y menos prozac" y "Pregúntale a Platón", por su enfoque práctico y su combinación de divulgación filosófica con el relato de "casos reales" en los que los que el asesoramiento filosófico ayudó a resolver problemas concretos de personas reales... eso sí, con una diferencia importante, en el caso de Lou Marinoff se trataba ante todo de una declaración de intenciones de un asesor filosófico que trataba de exponer su método y no solamente divulgar la filosofía de determinados autores sino ante todo defender la figura del asesor filosófico, como es su caso particular, para realizar tareas que quedan fuera de la competencia del psicólogo, o incluso que resultan más apropiadas para un filósofo que para un terapeuta. En el caso de Jules Evans los casos expuestos no son habitualmente el resultado del asesoramiento filosófico externo sino del descubrimiento personal e individual y la aplicación de lo leído y estudiado a la vida real, incluso a situaciones verdaderamente extremas que parecen imposibles de asumir por nadie.



El autor es partidario de llevar la filosofía a la calle, sacarla del entorno académico y pregonar sus virtudes terapeúticas en competición directa con esa literatura de auto-ayuda de carácter psicológico y espiritual tan de moda en los últimos años. De ahí su defensa de las comunidades filosóficas, de los cafés donde se debaten temas de filosofía y cualquier opción, y en el libro aparecen relatadas unas cuantas con entrevistas a sus protagonistas, que lleve la antigua sabiduría al público en general. Parece de antemano una labor condenada al fracaso ya que la misma palabra filosofía asusta, lo he podido comprobar en persona con más de un amigo y conocido que al verme con algún libro en las manos termina haciendo un mohín de desagrado o sorpresa al constatar el tipo de lectura en el que ando enfrascado... en fin, como siempre ellos se lo pierden ;-)


El libro tiene un bonito punto de partida, el fresco de Rafael "La escuela de Atenas", donde el artista plasmó una escena donde figuraban muchos de los filósofos más célebres de la antigüedad, aunque ni todos fueron cohetáneos, ni siquiera todos eran griegos... se puede ver en el centro mismo a Platón, que señala al cielo, y a Aristóteles que hace el signo opuesto señalando a la tierra... a Diógenes tumbado de forma desidiosa en la escalinata, a Heráclito en primer término abstraído, seguramente en pensamientos místicos, a Pitágoras absorto escribiendo un tratado, a Epicuro a la izquierda tocado con una corona de laurel, a Euclides dando una clase, seguramente de geometría, en una pizarra puesta en el suelo, Sócrates, Hipatia, Parménides, Ptolomeo... todo un elenco impresionante, la pretensión primera del libro de Jules Evans es hacerlos revivir en la mente del lector con una nitidez mayor que la de esta inmortal obra de arte.


Jules Evans enumera cuatro pasos sacados del método socrático que a su modo de ver tiene que seguir cualquier filosofía para instruirnos sobre el arte de vivir, los enumero aquí:

1. Los seres humanos pueden conocerse a sí mismos. Podemos usar nuestra razón para analizar nuestras creencias y valores inconscientes.

2. Los seres humanos pueden cambiarse a sí mismos. Podemos usar nuestra razón para cambiar nuestras creencias, lo cual cambiará nuestras emociones, ya que estas derivan de las creencias.

3. Los seres humanos pueden crear conscientemente nuevos hábitos de pensamiento, sentimiento y acción.

4. Si seguimos la filosofía como forma de vida, podemos vivir con más plenitud.

Según Evans todos los filósofos están de acuerdo con los puntos del uno al tres, sin embargo difieren notablemente en la interpretación que se puede dar al punto cuatro, el significado de "una vida con más plenitud" es lo que marca las distancias entre unos y otros.

El libro está estructurado en cuatro apartados en conjunto semejante a una clase de un día en una imaginada escuela de filosofía ateniense. La mañana dedicada al estoicismo y centrada en tres de sus máyores representantes, Epícteto, Musonio Rufo y Séneca. Es una clase exigente al ser la primera que requiere un "plus" de disciplina y autocontrol, a la vez que de un interesante auto-exámen. Son filósofos duros de pelar, realizan un continuo llamamiento a la crítica a uno mismo, a buscar refugio de los embates y calamidades de la vida en la fortaleza interior, nos enseñan a estar siempre preparados para lo peor, a pensar en que en cualquier momento podemos perderlo todo, su filosofía es un adiestramiento continuo en la aceptación de la vida tal y como viene, de la muerte, la virtud del esfuerzo... abundarán los testimonios de verdaderos "estóicos" vivientes y del valor de este tipo de filosofía, más que probado, para superar las desgracias que suele acarrear la existencia.

Tras la dura prueba de autocontrol y de lucha consigo mismo que preconiza la escuela estóica viene un poco de relax, hay que aprender también a disfrutar de la vida... retomamos las enseñanzas a la hora de la comida y la siesta con el filósofo por excelencia del "vivir el momento", Epicuro, el filósofo de los pequeños placeres, del disfrute de la amistad y del goce de vivir. Se nos hablará de su vida, del jardín que fundó con unos cuantos amigos y de la vida apartada y sencilla que allí llevaban, una existencia frugal y a la vez dichosa y despreocupada.

Como la vida es algo más que la disciplina, el cuestionamiento de nuestras ideas, la aceptación de lo inevitable y el disfrute del momento llegamos a la clase de primera hora de la tarde... el momento de adentrarnos en la mística de la existencia con Heráclito, los métodos de Pitágoras para imbuir de sabiduría nuestra vida mediante la memorización de sus principios y finalmente la escuela de los escépticos y su empeño en cuestionarlo todo y examinarlo todo bajo el prisma de la crítica reflexiva.

El ser humano no es una isla solitaria y aislada, vivimos en sociedad, nuestro papel en la misma será abordado en la última clase del día que tiene como protagonista a la política, en la misma veremos las distintas opciones en relación con la actitud del individuo ante los demás, Diógenes y su postura anárquica y cínica, Platón y su ideal de la justicia, Plutarco y su concepto del heroísmo y finalmente Aristóteles y su filosofía de la plenitud de la existencia. 

Tras estas "clases" magistrales el libro concluye con una serie de interesantes apéndices no sin ante dedicarle un capítulo extra al "arte de la despedida", es decir a la muerte. El primer apéndice se cuestiona el poder de la razón humana y su relación, siempre subordinada, a las emociones. El segundo nos ofrece una comparación entre algunas de las filosofías expuestas y las filosofías orientales, finalmente el siguiente nos expone, demasiado brevemente en mi opinión, algunas de las filosofías "dionisíacas" en contraste con el saber "apolíneo" de Sócrates. 

Mención aparte merecen las últimas páginas del libro donde aparte de la habitual bibliografía se señalan múltiples fuentes de información existentes, tanto en libros como en enlaces de internet, vídeos de Youtube etc etc... una verdadera mina para todos los lectores interesados en ampliar sus conocimientos en los temas expuestos. Un verdadero ejemplo de como ofrecer al lector la más completa y actualizada guía sobre temas filosóficos relacionados con el libro. 

El libro está redactado en un estilo periodístico claro, ameno, sencillo y conciso, no hay apenas terminología propia de la filosofía, también es verdad que hablamos de unas enseñanzas y unas exposiciones a nivel del gran público no especialista, incluso pensando en que para muchos esta podría ser su primera lectura en estos temas... es una idea que seguramente Jules Evans tenía siempre en mente a la hora de escribirlo. A pesar de que termina pecando de superficialidad la verdad es que se agradece la facilidad con la que se lee el libro, en mi caso lo terminé en un par de días con el esfuerzo justo, es una "perita en dulce", toda una golosina para los aficionados a estos temas.

No podía dejar de citar aquí el excelente blog de este jóven autor que me ha hecho lamentar no poseer mayores conocimientos de inglés, http://philosophyforlife.org/  tiene muy buena pinta y lleva abierto desde 2.008 con una cadencia de actualización que supera las dos entradas por semana, ya lo tengo añadido a mi lista de "marcadores" en mi navegador.

Aunque no me gusta demasiado poner enlaces de Youtube que pueden "cascarse" cualquier día, aquí tenéis el acceso al canal de esta página web de vídeos donde Jules Evans tiene un canal:



Lo mejor: Exposición clara de unas sabidurías sobre el arte de vivir sin fecha de caducidad, abundantes casos reales de puestas en práctica de las mismas, interés humano... existen libros que son un fin en sí mismos, que parecen agotar el tema que abordan y que uno los lee y dice "bueno, ya aprendí suficiente sobre esto", no es el caso de este libro, es una ventana abierta, una puerta que invita a ser traspasada y a seguir indagando, aprendiendo y reflexionando sobre todo lo expuesto. 

Otro de los puntos fuertes del libro, que me gusta especialmente, es su visión crítica de las filosofías reseñadas, algo inevitable si tenemos en cuenta que algunas de ellas son contradictorias entre sí, eso me recuerda en esto al libro de Niguel Walburton que ya comenté aquí en su día. No suele ser frecuente y siempre es una agradable sorpresa.


Lo peor: En su intento de captar todo aquello que puede ser de más utilidad para la vida se dejan demasiadas cosas en el tintero, que nadie pretenda ver en este libro una guía de las filosofías de la antigüedad porque realmente no lo es. Me resulta inevitable lamentar la superficialidad y también cierto regusto sensacionalista a la hora de exponer los casos reales y también cierto "tufillo" a psicología y autoayuda que hará que el público más versado en temas filosóficos rehuya su lectura.

martes, 9 de julio de 2013

Política del rebelde


"Efectivamente, ahí es donde actúa el veneno, en la subordinación de la acción a los ridículos y minúsculos fines de la permanencia en la función. No molestar al elector, no contrariarlo, jurarle la excelencia en lo insípido o en discursos artificiosamente encubridores de la realidad y sobre todo, reiterar la profesión de fe al modo mágico y religioso de los derviches giradores. El parlamentario se agita bajo sus oropeles de figurante en el escenario en el que trata de preervar y enmascarar lo que, entre bastidores, traman los actores realmente decisivos. Si lo supiera lo negaría, pues su excesiva vanidad no le permite aceptar la pobreza de su papel."



Ficha: "Política del rebelde. Tratado de resistencia e insumisión", Michel Onfray, editorial Anagrama, 320 páginas, ISBN:  978 843 3963 192

Comentar de nuevo aquí un libro de Michel Onfray es como volver a visitar a un viejo amigo, ahí quedan los libros comentados ya aquí de este interesante escritor y filósofo francés, concretamente su ameno y divertido "Antimanual de filosofía" que supuso su despedida del ejercicio de la docencia, "El sueño de Eichmann" que venía a matizar algunas ideas recogidas por Hannah Arendt en su histórico trabajo "Eichmann en Jerusalén", libro este último que espero poder comentar dentro de poco aquí, y sobre todo el manifiesto hedonista "La fuerza de existir"  verdadera declaración de principios del pensador galo. 

Este libro cuya reseña publico hoy viene a ser la continuación de ese manifiesto hedonista, al igual que este comienza con una declaración de principios personal enraizada en su propia biografía. Onfray en un ejercicio de honestidad bastante raro entre los filósofos comienza definiéndose a sí mismo, escribiendo sobre detalles de su vida personal... y no es un capricho egocéntrico ni un ejercicio narcisista, su filosofía en cierta forma es resultado de su carácter y sus experiencias vitales, de forma que es indisoluble de su biografía. Esa influencia decisiva seguramente existirá de forma más o menos velada en el caso de casi todos los pensadores, otra cosa es que lo reconozcan abiertamente. Onfray puede hacerlo sin sonrojarse, su vida, hasta donde yo se al menos, es un ejemplo vivo de su forma de pensar, imposible separar al filósofo del hombre en este caso.

Si en "La fuerza de existir" nos narraba su experiencia traumática del paso por el orfanato, experiencia que le marcó por vida y que constituyó un impulso decisivo para lanzarle de cabeza al mundo de los libros y del pensamiento a modo de refugio; en este caso nos hablará con todo lujo de detalles, reales o fruto de su imaginación deformada por el tiempo, de su paso durante un verano por la siniestra fábrica de quesos de su pueblo. El tono es el mismo, igual de tétrico, que el del orfanato... aunque ya aquí no estamos ante la experiencia dolorosa de un niño abandonado, estamos ante el ejemplo de un hombre hecho y derecho que decide decir basta. El momento en el que deja los guantes y el uniforme de obrero y decide salir de allí y mandar a paseo al capataz de la fábrica debe de ser uno de los momentos clave de la vida de Michel:

"Sólo el fantasma de mi infancia y mi adolescencia habita todavía esos parajes. Pero lo que jamás olvidaré, lo que llevaré conmigo a la tumba y nunca dejará de trabajarme el alma, es la mirada de quienes asistían a la escena ese día en que me despedí: una mezcla de envidia y de desesperación, un deseo de expresar lo que no podían permitirse el lujo de decir. Al escribir hoy este libro que desde entonces llevo en mí, pienso en los ojos vacíos de quienes no pueden entregar su mandil".

No hay la menor duda, su filosofía, su vida y su carácter corren parejas. Pocos hay que puedan decir lo mismo, seguramente nunca será honrado con ningún puesto oficial como Comte-Sponville, ni tampoco ocupará una cartera ministerial como Luc Ferry, ni falta que le hace. Onfray es el fundador de la universidad popular de Caen, un logro personal del que podrá estar satisfecho toda su vida. Estamos hablando de un hombre que lleva toda su vida empeñado en ser la viva imágen de las ideas que profesa, libertario, hedonista, "nietzscheano de izquierdas", defensor de un ateísmo materialista con la máxima primera y última de "gozar y hacer gozar".



Al igual que hice en mi crítica anterior de Žižek es necesario escucharle y verle en acción, al igual que en el caso del filósofo esloveno Michel Onfray tiene muchos vídeos en Youtube, algunos de ellos subtitulados al castellano, en ellos le veremos asistir a debates televisivos y a espacios culturales sobre su pensamiento e ideas que vale la pena visitar.

No estamos aquí ante el rey de los "tics" nerviosos ni ante un personaje extravagante, sino más bien ante uno de los pensadores más lúcidos e inteligentes de nuestros días que hace siempre gala de un gran autocontrol y sentido común. Es curioso verle tan tranquilo y equilibrado a la vez que hace frente a todo tipo de preguntas y ataques a sus ideas... esa tranquilidad y presencia de ánimo se transforma en pasión y ferocidad sin concesiones a la hora de escribir. No posee el estilo elegante y pulcro de un Compte-Sponville, aquí estamos ante el rey de los adjetivos y epítetos, en ocasiones su prosa deviene en pura poesía, otras raya en la pedantería y la artificiosidad... pero siempre de forma apasionada, Onfray no es un escritor políticamente correcto aunque nunca pierde la elegancia, nunca cae en el mal gusto ni roza siquiera la escatología...  es incisivo y lacerante cuando quiere, y ante todo siempre tiene las ideas claras, otra cosa es que en muchas ocasiones prefiera dar rodeos y andarse un poco por las ramas.

Tras la introducción ya señalada de su terrorífico e instructivo paso por la fábrica de quesos el libro entra en un emotivo primer capítulo donde se habla de los campos de concentración nazis y de la huella que dejaron en varios pensadores y como los campos pueden ser vistos como un símil ,exagerado pero cierto, de la explotación capitalista. El segundo capítulo utilizando una comparación con la "Divina comedia" de Dante nos hablará del infierno, no de los círculos infernales imaginados por el inmortal poeta florentino sino de la analogía del mundo moderno con el infierno dantesco. Onfray divide el infierno capitalista en tres círculos, el de los condenados, el de los réprobos y el de los explotados... con todo lujo de detalles y explicaciones llenas de referencias literarias, en su prosa el horror adquiere tintes dramáticos y poéticos, posiblemente lo mejor del libro.

Los dos capítulos siguientes se centrarán en el análisis del sistema capitalista y su mezcla indisoluble con la política y en los ideales de izquierda tomando como referente la revolución de mayo del 68 que según Onfray hay que volver a retomar y concluir, en vez de darla ya definitivamente por muerta y enterrada. El libro continúa con un análisis de la actitud y papel del individuo en el momento actual con una enconada defensa del individualismo como contrapunto al borregismo oficial. La obra  finalmente termina con una defensa de Georges Sorel y su sindicalismo revolucionario como alternativa a la actual socialdemocracia, completamente servil con el sistema capitalista y cómplice del liberalismo económico, y también como alternativa a posturas más violentas y radicales.

Finalmente tendremos un breve capítulo homenaje a un activista francés del XIX y una especie de guía de lectura dividida en los mismos apartados del libro. Es complicado explicar con detalle un libro como este en el que el fondo y la forma se hayan unidas de forma tan íntima, todo cuanto puedo decir aquí a modo de conclusión es que este es uno de los pensadores que considero imprescindibles, no encuentro concebible afirmar estar al día en asuntos de filosofía contemporánea y no leer a M. Onfray, no es el único autor desde luego pero si que es de los más importantes.


Lo mejor:  Michel Onfray en estado puro, imprescindible si ya se conoce la obra del filósofo francés. La lectura no siempre es fluida, no siempre se adivina el lugar al que el autor nos quiere llevar... pero el viaje vale la pena, ideas expresadas de forma contundente pero también poética, huyendo del típico estilo simple y descarnado. Un libro interesante, con temática de lo más actual, digno de ser leído con atención, y que como todo buen libro de filosofía capaz de mover a la reflexión. Hay una calidad literaria y un afán de expresar las ideas con belleza que seguramente tendría el beneplácito de su "archienemigo" filosófico Compte-Sponville, aunque posean estilos radicalmente diferentes :-).


Lo peor: En ocasiones demasiado endiosado, demasiado vagar y vagar por intrincados vericuetos para al final decir bien poco, demasiado barroco... Onfray es amante de los excesos. Al final el mensaje queda demasiado diluido, creo que por ello no consigue el impacto deseado en el lector. Interesante como ejercicio estilístico, como declaración de principios, como demostración de estética en el pensamiento y en el lenguaje y creo que poco más... en el momento en el que aborda el terreno de la acción directa del "que hacer" se pierde bastante, para tales conclusiones no era necesario dar tantas vueltas Michel. Creo que cuando deja de mirarse un poco el ombligo y aborda la crítica y el análisis de otros filósofos, especialmente ese trabajo fantástico que está realizando con su "contrahistoria" de la filosofía, es cuando brilla a mayor altura.


sábado, 6 de julio de 2013

El acoso de las fantasías

Ficha: "El acoso de las fantasías", autor "Slavoj Žižek", editorial Akal, 266 páginas, ISBN: 978 844 6027720

De nuevo comento aquí otra obra del filósofo esloveno, ya en su día me acerqué a una de sus más recientes, y mejores, obras titulada "Primero como tragedia, después como farsa"que recomendaban en la revista Filosofía Hoy como puerta de entrada para todos aquellos audaces lectores decididos a abordar el complejo pensamiento de Žižek. En la última edición de la citada revista lo incluían entre la docena de pensadores más importantes del momento actual... aunque no han faltado críticas a la selección apuntando que por ejemplo faltan Michel Onfray y Zygmunt Bauman (algo con lo que estoy de acuerdo) y para quitar de la misma a Slavoj (algo con lo que NO estoy de acuerdo).

Reconozco que no es un autor fácil de leer ni de entender, puedo decirlo tras dos obras suyas leídas con mejor o peor fortuna, reconozco también que sus pensamientos están tan súmamente embebidos de la filosofía de Lacan, Hegel, Bordieu, Marx y muchos otros que da la sensación de no tener apenas ideas originales, que su prosa en demasiadas ocasiones es enredada, anárquica, sus líneas de argumentación complejas, en ocasiones embrolladas... todo eso y mucho más es cierto. Sin embargo posee algo que hace que uno comience uno de sus libros y no lo pueda soltar de las manos... tienes la sensación de no estar enterándote de casi nada y aun así no puedes dejar de leer.

Para mí sus ganchos son fundamentalmente dos, aunque podría añadir más, en primer lugar una visión original y tremendamente aguda de la realidad, y en segundo lugar una referencia contínua a elementos de la cultura popular que consiguen captar la atención del lector al referirse a obras de cine, series y novelas de todos conocidas. Žižek no le hace ascos a nada, lo mismo utiliza el símil de los diferentes modelos de inodoros europeos, referencias al cine porno, al cine de autor y también al más popular... su visión peculiar, siempre aguda y sorprendente, termina enganchando al lector que es una y otra vez sorprendido.


En uno de los múltiples vídeos que tiene dedicados en Youtube y como parte de una película sobre su vida y obra comenta que "no le gusta escribir", de modo que posee un truco para hacerlo... anotar pensamientos inconexos en un procesador de textos, podemos verle aporreando un teclado a dos dedos, para una vez añadidas una cantidad considerable de notas empezar a unir los diferentes pensamientos y frases para darles "cuerpo" en forma de texto. Hay que decir que para ser alguien que odia escribir lo hace más que nadie. El último año por ejemplo, y siempre siguiendo mis referencias de la revista filosófica mencionada, ha publicado varios libros que suman más de 1.200 páginas... ningún filósofo escribe y publica más que Žižek, me pregunto si no será en el fondo algo masoquista. Viendo también como escribe siento un poco de compasión por sus editores, no me cabe la menor duda de que los correctores de estilo tienen que hacer horas extra cuando cae un escrito de este filósofo en sus manos.

Antes de leer cualquiera de sus libros recomiendo encarecidamente verle en acción, es un espectáculo, en un inglés bastante peculiar, aunque bastante fluido, con una pronunciación desastrosa, simplón y repleto de latiguillos, como el archiconocido "and so on and so on" que suele repetir docenas de veces en sus intervenciones. No hablemos encima de sus tics nerviosos... debe tocarse las narices como una docena de veces cada cinco minutos como mínimo... todo ello configura una especie de imágen de filósofo chiflado, o filósofo espectáculo, que el mismo Žižek deplora... no le gusta verse a sí mismo y es comprensible. Si después de asistir al visionado del film que lleva su nombre o a cualquiera de sus conferencias que abundan en Internet uno da el paso adelante y se lanza a leerle ¡enhorabuena! :-). En uno de los vídeos responde humorísticamente a la pregunta de un periodista de "¿por qué no trabaja como psicoanalista?", a lo que contestó "soy demasiado nervioso, no tengo paciencia, ¿es que no me ve?, si yo estoy para que me psicoanalicen... ".

Payasadas, tics, chistes verdes y escatologías aparte, Žižek es un filósofo muy serio, personalmente le considero uno de los grandes referentes del pensamiento de izquierdas de comienzos de este siglo. Más que en elememtos propios Žižek aporta una interpretación y mezcla bastante original que conjuga el psicoanálisis de Lacan, el sentido de la historia de Hegel, las ideas de Marx y otros pensadores marxistas. En este libro, alejado de temas políticos, le vemos desplegar el sustrato de su pensamiento con la fantasía, y su análisis y desenmascaramiento como objetivo.

Fantasía es mucho más que imaginar cosas sobre aquello que no se tiene o no se ha podido conseguir, el elemento "fantasmático" está presente en nuestra vida hasta en las situaciones más ordinarias y cotidianas, le veremos analizar y desmenuzar concienzudamente el elemento fantástico presente en la sociedad contemporánea, su relación con la ideología, la relación entre fantasía y goce, el ciberespacio y su relación con el elemento fantástico... todo un laberinto de espejos en el que vale la pena perderse, un laberinto a cuya salida uno se pregunta ¿qué me ha querido contar?, al final apenas recuerdas otra cosa que los chistes, las referencias culturales y los pensamientos y puntos de vista ingeniosos... y poco más. Sin embargo algo tiene Žižek que engancha, más que capítulos o partes del libro resaltaría ciertas visiones originales y afiladas de la realidad que salpican aquí y allá este maremagnum de ideas que constituye el libro y que golpean al lector siempre por sorpresa. Son estas visiones ácidas y agudas de la realidad las que finalmente se te quedan prendidas como espinas tras leer, ningún lector de este libro por ejemplo olvidará fácilmente el símil entre inodoros e ideología, la analogía entre el sexo preadámico y el "fistfucking", el doble mensaje del recital que se da a los pasajeros sobre medidas de seguridad en los aviones, la broma del mono y el wisky cuando habla del pensamiento intelectual de derechas e izquierdas, el capítulo dedicado al sexo en el cine y el visionado de la pornografía, la diferencia entre perversión y sadomasoquismo, las referencias al cine de David Lynch...


"Este acoso de las fantasías del que habla Petrarca en Mi secreto, esas imágenes que nublan nuestro razonamiento, han llegado a sus últimas consecuencias en los medios audiovisuales del presente. Entre los antagonismos que caracterízan nuestra época (la mundialización de los mercados frente a la afirmación de los particularismos étnicos, etc.), quizás el más importante de todos sea el antagonismo entre una abstracción que cada vez determina en mayor medida nuestras vidas (bajo el aspecto de la digitalización, de las relaciones especulativas del mercado, etc. ) y el diluvio de imágenes pseudoconcretas"

Lo mejor: El diluvio de ideas y los sugerentes puntos de vista que nos ofrece el peculiar pensador esloveno, el juego fascinante de psicoanálisis lacaniano sumado a las referencias culturales, su desparpajo y espontaneidad, su falta de escrúpulos a la hora de escribir sobre cualquier cosa, no hay tema demasiado escabroso, demasiado escatológico o demasiado políticamente incorrecto para Žižek, su filosofía no es apta para todos los paladares al igual que no todas las formas de humor hacen la misma gracia a las mismas personas. Algunas ideas y visiones de la realidad resultan muy interesantes, especialmente el capítulo dedicado al fetichismo me ha parecido lo mejor del libro.


Lo peor: Creo que pierde muchos puntos cuando abandona los temas políticos como eje principal de su pensamiento, en ocasiones es demasiado endiosado, complejo, anárquico, árido e insufrible... ¿se puede entender a Žižek sin leer a Lacan? seguramente solo a medias. De vez en cuando tengo que comentar un libro aquí que no puedo recomendar a casi nadie, incluso al osado lector que quiera iniciarse en el pensamiento de este autor hará bien en elegir otras obras. En mi opinión en su mayor parte termina resultando banal, un puro ejercicio de automasturbación mental del que solamente quedarán para el lector poco avezado en temas filosóficos, como un servidor, poco más que el recuerdo de las referencias obscenas, los chistes malos y algunas singulares visiones e interpretaciones culturales. Lo paradójico es que si quitamos las gracietas de turno y esas llamadas a la atención del lector, que parecen púramente anecdóticas, el libro resulta prácticamente infumable. Naturalmente pienso seguir leyéndole a pesar de todo, ya quisieran otros autores de filosofía tener la mitad del morbo y el interés de Žižek ;-)