sábado, 25 de mayo de 2013

La vida bajo escrutinio


Ficha: "La vida bajo escrutinio", Antonio Diéguez Lucena, Biblioteca Buridán, 350 páginas, ISBN: 978 841 5216988

Antonio Diéguez, Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Málaga, nos ofrece esta obra introductoria a la filosofía de la biología, un tema donde apenas hay casi nada publicado en castellano. El propósito del libro, tal y como explica el autor en el prólogo del mismo, consiste en ofrecer un material introductorio a todos aquellos estudiantes de biología y filosofía de la ciencia y también para el público curioso en general. 

La filosofía de la ciencia no es en absoluto una disciplina nueva, sin embargo durante muchos años ha estado centrada en las ramas de la física y la química, las llamadas ciencias físicas, mientras que ha ignorado o más bien englobando a la biología, algo que ya no tiene sentido alguno puesto que la biología posee unas particularidades propias muy diferentes de las demás ramas de la ciencia, no solamente en el objeto de su estudio sino también en su metodología.

Ni que decir tiene que la biología está de moda, sus grandes temas ofrecen un atractivo para el gran público mayores incluso que los de la física, asuntos como la genética y su influencia en el comportamiento humano, la definición de vida y su búsqueda en otros mundos, las leyes de la evolución y su compatibilidad con la creencia en una finalidad de la existencia humana, asuntos relativos a la investigación como la clonación, la experimentación con células madre y todos sus derivados éticos etc etc. 

El libro de Antonio Diéguez, aunque permanece en todo momento en un plano académico sobre la enseñanza de la filosofía de la ciencia en su particularidad biológica, no puede menos que hacerse eco de una parte de esas cuestiones, para un servidor demasiado pequeña, que de vez en cuando sitúan a la biología en el centro de la atención mediática. Aclaro ya desde el principio que esta no es una obra de divulgación científica al uso destinada fundamentalmente al gran público, aunque pueda interesar a este tal y como ha sido en mi caso. Es una obra destinada a servir de guía introductoria a los estudiantes de filosofía de la biología. Eso hace que el tono de la misma por un lado sea marcadamente didáctico, seco y conciso más bien, y que huya de las típicas historias paralelas y efectismos propios de muchas obras de divulgación, aquí no hay "ganchos" de ningún tipo, no hay trucos ni historias paralelas, ni apuntes autobiográficos ni nada por el estilo. Es prácticamente, salvo en las conclusiones de los diferentes capítulos, un libro de texto puro y duro, Diéguez nos lleva de la mano durante el recorrido por la biología y sus implicaciones filosóficas, siempre relacionadas con la filosofía de la ciencia, con las distintas teorías sobre la definición de la vida, la teoría de la evolución y la impresionante riqueza de sus implicaciones así como las críticas a la misma desde el punto de vista científico, filosófico y religioso, esta es sin duda la parte más amena del libro y posiblemente también la más interesante para un profano en la materia como yo.

El libro desgrana capítulo a capítulo los temas más importantes de la filosofía de la biología, por ejemplo la definición, o más bien diferentes versiones, de lo que significa la vida biológica con toda su problemática y las diferentes versiones de los distintos autores junto con las polémicas entre los mismos. Lo mismo hará con la teoría de la evolución por selección natural, seguramente el capítulo más importante del libro, así como los capítulos auxiliares al mismo donde se exponen las críticas a la teoría desde la filosofía de la ciencia, que no tienen desperdicio, y desde la religión. Todo un "tema estrella" que el libro abordará de una forma seria y rigurosa con gran profusión de citas y referencias a la obra de los autores protagonistas.

Temas aparentemente menores como la existencia, o inexistencia, de leyes en biología, las explicaciones funcionales, el análisis reduccionista, el concepto de especie y las unidades de selección también relacionados con la teoría de la evolución darwiniana y por supuesto la genética y finalmente la evolución y la naturaleza humana constituyen la otra mitad del libro. Al igual que en el resto el autor trata de condensar la información y mostrarnos un abanico lo más ámplio posible del estado actual de la filosofía de la biología. 

"Los biólogos suelen utilizar en sus explicaciones modelos que no constan de ley alguna. En la mayor parte de los casos lo que hacen dichos modelos es detallar el funcionamiento de un mecanismo o de un proceso biológico mostrando la interrelación de sus elementos, como sucede en el modelo de bicapa lipídica de la membrana celular, o en el modelo quimiosmótico de fosforilación oxidativa de Peter Mitchell, o en el modelo de Rice y Salt de la especiación simpátrida, o en el modelo de equilibrio de McArthur y Wilson para la biogeografía insular. Todos estos modelos son explicativos pero ni contienen ni constituyen en sí mismos leyes biológicas. El modo en que explican -eso sí es necesario reconocerlo- es en buena medida un terreno que debe ser explorado aún por la filosofía de la ciencia"

En definitiva un trabajo muy serio y riguroso, aunque en modo alguno exhaustivo, sobre esta rama aún jóven de la filosofía de la ciencia que estoy seguro que hará las delicias de los aficionados al tema y que muestra muy bien a los neófitos la impresionante riqueza de la biología y de lo mucho, muchísimo, que queda por saber en este apasionante campo.


Lo mejor: Todo un paseo de lujo por la biología y la filosofía de la ciencia asociada a la misma. El libro es una introducción perfecta al tema e incluye tal profusión de datos y bibliografía que constituye una excelente guía de estudio para el mismo. Muy buena la idea de incluir un glosario de términos científicos, que se queda un poco escaso... aunque reconozco que lo he leído muy por encima ya que mi interés con este libro no era aprender biología ni tecnicismos de ningún tipo, aunque sea inevitable. En definitiva un muy buen trabajo, bien estructurado, escrito con gran claridad y donde el autor cede completamente el protagonismo al interés de los temas que aborda, apasionantes para cualquier estudioso, y aficionado, a la biología y la ciencia en general.


Lo peor: No estamos ante el típico libro de divulgación para el gran público, algunos apartados pecan de exceso de términos técnicos y de aridez, hay temas que han quedado demasiado esbozados. Me ha decepcionado también ver su excesiva centralización en las particularidades de la filosofía de la ciencia, aunque en sus peculiaridades biológicas, y no ver más espacio dedicado a la relación entre los descubrimientos en el campo de la biología y su relación con la filosofía "general"; vamos como afectan los descubrimientos en esta área a las concepciones filosóficas del ser humano, de la vida y similares... aunque era algo que desde luego caía fuera de las pretensiones del libro. Es un compendio pues de biología y su relación con la filosofía de la ciencia, campos que poseen ya por sí mismos un gran interés, quien busque algo más debe ya de buscarlo en otra parte.


sábado, 11 de mayo de 2013

Una soledad demasiado ruidosa

"Soy una jarra llena de agua viva y agua muerta, basta que me incline un poco para que me rebosen los más bellos pensamientos, soy culto a pesar de mí mismo y ya no sé qué ideas son mías, surgidas propiamente de mí, y cuáles he adquirido leyendo, y es que durante estos treinta y cinco años me he amalgamado con el mundo que me rodea porque yo, cuando leo, de hecho no leo, sino que tomo una frase bella en el pico y la chupo como un caramelo, la sorbo como una copita de licor, la saboreo hasta que, como el alcohol, se disuelve en mí, la saboreo durante tanto tiempo que acaba no sólo penetrando mi cerebro y mi corazón, sino que circula por mis venas hasta las raíces mismas de los vasos sanguíneos."



Ficha: "Una soledad demasiado ruidosa", Bohumil Hrabal, Galaxia Gutenberg, 102 páginas, ISBN: 9788481099942

Descubrí esta novela gracias a una recomendación de la revista "Filosofía Hoy", no es habitual que en la misma cedan espacio a una obra de ficción en lugar de los habituales ensayos. Leí un poco más sobre este autor checo y su obra, lamentablemente desconocido por mí hasta ahora y finalmente decidí adquirirla y leerla... aquí la tenéis.

Bohumil Hrabal fue un escritor verdaderamente atípico, licenciado en derecho, no publicó su primera novela hasta andar rozando los cincuenta... sin embargo el éxito fue fulgurante porque ya a los dos años había una película sobre la misma. Seguirían otras con el mismo éxito, traducidas a una veintena de idiomas y otorgando a su autor un gran prestigio internacional.

Lamentablemente los sucesos de 1.968 de la llamada "Primavera de Praga" que hicieron soñar a la clase media checa con el advenimiento de la democracia y el fin de la dictadura comunista se cobraron su tributo. Hrabal se unió al apoyo de un manifiesto en pro de la democracia llamado "la anticarta"... adhesión que le costó el ser expulsado de la asociación de escritores checos y finalmente la censura y prohibición de su obra durante los años setenta. Más tarde podría publicar sus obras pero en un formato y tiradas reducidas... en las llamadas ediciones "samizdat" de extensión y tirada muy reducidas que de forma clandestina pasaban de mano en mano, seguramente de forma gratuita o por un precio simbólico, con la única obligación de hacer y distribuir más copias por parte de sus lectores. Esta novela fue publicada originalmente en este formato, troceada capítulo a capítulo, no vería su publicación en formato normal hasta 1.980 y lo haría a través de una editorial alemana. El autor la consideraba su mejor novela, llegó a afirmar que solamente había vivido para escribirla.

Boumil Hrabal falleció en 1.997 al caerse desde la habitación de su hospital situada en un quinto piso, nunca llegó a aclararse si se trató o no de un suicidio aunque parece lo más probable, él mismo había hecho apología del mismo en sus obras. Se le enterró en una caja de roble con la inscripción "Pivovar Polná", fábrica de cervezas de Polná, una cervecería muy querida por él donde seguramente había pasado mucho tiempo bebiendo y donde hasta se conocieron sus padres... de ahí seguramente la afición del personaje principal de esta obra, el operario de un minúsculo taller de reciclado de papel Hant'a, por la misma. No me extrañaría nada encontrar en otras obras suyas una importante presencia cervecera, la república Checa es el país del mundo con mayor consumo per cápita de cerveza, son inventores de la tipo "lager", la más popular y consumida en el mundo, y seguramente al menos en esa modalidad poseen la de mejor calidad.

La novela nos trae una historia sencilla, apenas pasa nada durante la misma, el protagonista nos cuenta su historia, no hay acción, no hay diálogos, solamente un texto uniforme sin separación de párrafos... todo escrito de corrido y solamente dividido en unos pocos capítulos que debieron de coincidir con las ediciones semiclandestinas de la novela. Hant'a es ya casi un anciano al que falta muy poco para jubilarse, se gana la vida prensando papel en un sótano y preparandolo en unos paquetes amarrados con alambre... listo para ser enviado a una planta de reciclado de papel. A través de una trampilla en el techo cada día le cae un montón de papel de todo tipo, envoltorios de regalo, libretas, papeles sueltos, en ocasiones papeles de deshecho del matadero llenos de sangre, y también libros, muchos libros. Cada día repite la misma rutina, revuelve los montones de papel en busca de sus más preciados tesoros, libros, de todo tipo... libros que en su gran mayoría, aunque esto no lo aclara diréctamente, no han sido deshechados por sus propietarios sino mandados destruir por el gobierno. Los más valiosos terminarán en su cartera para ser posteriormente trasladados a su piso, donde almacena ya varios miles rescatados en los 35 años que dura su trabajo en el prensado de papel. 

La lectura y el consumo masivo de cerveza son los únicos alicientes que tiene en la vida, trabaja en unas condiciones inhumanas, en un sótano sucio, polvoriento y atestado de ratones... aun así mantiene la cordura, más o menos, e incluso es feliz, es feliz porque tiene acceso gracias a su trabajo a aquello que más ama en esta vida, a los libros. Se considera todo un privilegiado por ello, su vida puede parecer gris y monótona exteriormente, pero su vida interior, su pensamiento está atiborrado de historias, de filosofía, de ideas... y a su manera es feliz con lo que tiene. El autor reflejará en la novela el mundo interior de Hant'a de forma magistral... su trabajo diario, sus alucinaciones debidas a la borrachera en la que vive permanentemente, sus delirios en los que personajes literarios famosos y distintas apariciones hacen acto de presencia serán básicamente sus únicas relaciones personales. Bohumil Hrabal también nos hará partícipes de historias de su juventud en una especie de crisol alucinante, caótico pero también fascinante... y todo ello con una prosa de gran belleza, un estilo preciosista y denso... denso como esos paquetes de papel que prepara cada día en los que suele incluir a modo de regalo joyas literarias que nadie leerá nunca y que están destinadas a su destrucción. 

A papel prensado e ideas condensadas me ha sabido precisamente este libro, solo poco más de cien páginas, pero que impresionante calidad, Bohumil era un escritor de talento, y el suyo era un talento privilegiado, a años luz del actual escritor medio que podemos ver en las librerías donde se recogen las últimas novedades y best-sellers. No he podido evitar devorar esta novela, eran bocados demasiado suculentos como para masticarlos despacio... sin embargo he hecho con la misma algo que no suelo hacer, terminarla en varias sesiones de lectura en las que prescindía del marcapáginas... para perderme un poco por el texto y volver a releer capítulos anteriores. Esta es una novela que vale la pena disfrutar varias veces, tenerla a mano, volver a repasar la historia... una historia donde apenas pasa nada y simplemente se asiste a los desvaríos de un ser singular. De verdad que nadie me pida este libro que no pienso soltarlo de la mano en bastante tiempo.

"Finalmente llego a la penumbra de mi casa, me siento en una banqueta, la cabeza se me cae y acabo dormitando con los labios húmedos sobre las rodillas. A veces me quedo dormido, encogido de este modo, hasta medianoche y, al despertarme, levanto la cabeza y me doy cuenta de que tengo el pantalón empapado en la rodilla, es la saliva de haber dormido acurrucado como un gatito en invierno, como la madera de un balancín, porque yo puedo permitirme el lujo de abandonarme ya que nunca estoy abandonado, estoy solo para poder vivir en una soledad poblada de pensamientos, porque yo soy un poco el Don Quijote del infinito y de la eternidad, y el Infinito y la Eternidad sienten predilección por la gente como yo."


Aquí como curiosidad se puede ver un mural que hay en Praga dedicado al escritor, junto al mismo en ese bocadillo que hay encima del gato hay escrito un texto en checo, en el mismo y traducido por el autor del artículo de la wikipedia supuestamente pone:

"Estoy de pie aquí, la frente coronada de mil arrugas, estoy aquí de pie, como un viejo San Bernardo, y miro a la lejanía, muy lejos, hasta el confín de mi infancia"




Lo mejor: Proporciona una lectura hipnótica, sublime, en un estilo y una temática que recuerda al realismo mágico de la literatura latinoamericana y naturalmente tratándose de un autor checo también a Kafka aunque de hecho posee un lenguaje propio y original. Seguramente no será el único libro de Bohumil que lea. Maravilloso ese último capítulo donde asistimos a la descomposición del personaje y de su mundo interior, también el primero, y realmente cualquiera... es un libro que no importa por donde lo leas o lo abras. Hay escritores, malos escritores de hecho se mire como se mire, que comentan que al lector hay que pescarlo como a los peces, con moscas y gusanos, seguramente porque también hay pésimos lectores. Este libro en cambio te atrapa como si fueras una mosca, los buenos escritores no usan cebos... el cebo es el lector, y con obras como esta uno no puede más que caer rendido.

Esta pequeña gran obra, está impregnada de fatalismo y de un sentimiento de tragedia, está claro que el autor volcó aquí mucho de sí mismo, es por ello una especie de acto de protesta contra un régimen político que despreciaba la inteligencia, que asfixiaba las libertades y la creatividad del individuo y en suma constituye un acto de rebeldía contra todo totalitarismo. También es un canto de amor a los libros y a la libertad interior que promueven... en fin, que no hay que perdérselo es una maravilla ¿cuántas veces podemos ver a un creador tan satisfecho con una obra propia?... si Bohumil en las postrimerías de su vida con la perspectiva que dan los años decía que había valido la pena vivir, con todo lo que ello conlleva, solo para haber escrito esta obra lo decía por algo. Solamente poco más de cien páginas pero que valen más que la obra completa de muchos escritores.

Lo peor: A pesar de la calidad de la edición y del texto no compensa su elevado precio en relación con su tamaño, para la mayoría de los lectores una pequeña edición barata de bolsillo sería mucho mejor. Lectores habituales de las obras de Dan Brown, Ken Follet, Stephen King y similares pelajes que se olviden de este, Bohumil Hrabal pertenece a otro mundo, a otra galaxia.






viernes, 3 de mayo de 2013

Religión para ateos


Ficha: "Religión para ateos", Alain de Botton, RBA divulgación, 299 páginas, ISBN: 9788490062876

De nuevo tengo que comentar un libro centrado en la temática religiosa, a mi memoria han venido rápidamente tanto "El espejismo de Dios" de Richard Dawkins, como "Dios no es bueno" de Christopher Hitchens, ambos ya reseñados en este mismo blog. A diferencia de los dos citados el de Alain de Botton no es un libro sobre la crítica, desde una perspectiva atea, a la religión. Tampoco es un libro que pretenda un acercamiento entre las posturas religiosa y agnóstica, nada de eso, de modo que nadie busque en esta obra un feroz ataque a la religión desde el punto de vista científico tal y como hace el amigo Dawkins, ni tampoco un análisis implacable de la historia y el presente de las religiones como hace Hitchens.

Alain de Botton recoge una idea de Auguste Compte que pretendió crear una especie de religión para agnósticos, con sus templos, sus sacerdotes y su jerarquía... era un intento de desbancar a la religión y despojarla de su papel en la sociedad. Compte era consciente de que la supresión sin más de la religión podía traer problemas, dejaba un vacío en muchos ámbitos que había que llenar de algún modo de ahí su idea de tratar de fundar una especie de pseudo religíón basada en la sabiduría clásica y en la razón... fue un buen intento que terminó en un estrepitoso fracaso, posiblemente porque tal y como indica Alain trató de parecerse demasiado al cristianismo copiando incluso parte de su terminología.

Alain de Botton es un filósofo del que ya he comentado algún libro aquí en este blog, lo considero todo un maestro del ensayo, pocas veces tiene uno el placer de encontrarse con un estilo tan elegante y diáfano como el de este escritor, filósofo, presentador, teórico de la arquitectura, emprendedor... y quien sabe cuantas cosas más. Su obra "Como cambiar tu vida con Proust" ofrecía una visión lúcida en clave filosófica de la obra del inmortal escritor francés. Su otro libro ya comentado "Las consolaciones de la filosofía" es toda una joya de la divulgación de esta rama del pensamiento... que nadie tenga la menor duda, Alain es un escritor privilegiado y sus libros se leen con placer, puedo dar fe de ello. Este me parece incluso mejor que los ya comentados en este blog.

De Botton desde un principio no se hace ilusiones, comienza con una declaración de principios donde asegura que no gustará ni a los ateos recalcitrantes ni a las personas de fe. Es lógico porque en su trato con el mundo ha debido de conocer a muchos, tanto de un lado como otro, y dificilmente una postura moderada, intermedia, que examina la religión no ya para criticar y destruir, no es ese su propósito, sino para tratar de ver lo bueno que hay en la misma para tratar de copiarlo a la sociedad laica, dificilmente un trabajo así puede gustar a las dos posturas extremas. Es un deseo imposible... y esa es su misión, recoger el testigo de Compte y lanzar el reto a quien quiera oirlo y seguirlo, este sería algo así como "no nos apresuremos a condenar todo lo que representa una religión porque nos equivocaríamos de plano". Tampoco es una llamada a la reconciliación, a un imposible acercamiento de posturas, es fundamentalmente un toque de atención a todos aquellos agnósticos y ateos que posean la suficiente capacidad para examinar friamente el fenómeno religioso sin dejarse llevar por las pasiones. Evidentemente el libro también va dirigido a las personas religiosas, aunque en este caso más bien les proporcionará argumentos sobre la bondad y los efectos beneficiosos, cultural y socialmente de las distintas fes religiosas que profesan... aunque no hay en el libro el menor atisbo de defensa de dogma alguno ni puede haberlo teniendo en cuenta que está escrito por un ateo confeso.

Por supuesto sus ideas chocan con la tradicional postura tanto en uno como en otro lado, Alain es valiente, posee un gran poder de convicción en la forma en que presenta sus argumentos, y no duda en lanzar una buena cantidad de cargas de profundidad a una sociedad laica que junto con los elementos perniciosos de la religión ha expurgado también una serie de costumbres, actividades y recursos de las religiones para mantener la cohesión de la sociedad, para inculcar sus valores y para apoyar al ser humano en definitiva... no solamente para mantener sus privilegios, su estructura y jerarquías, sus dogmas y su supervivencia en el tiempo, porque si las religiones fueran únicamente eso hace siglos que hubieran desaparecido. Eso parece por desgracia que hay muchos agnósticos que lo han olvidado o simplemente no lo quieren ver.

"... este libro no se propone hacer justicia a ninguna religión en particular, porque ya tienen todas sus propios apologistas. Procura en cambio examinar facetas de la vida religiosa que contienen conceptos que podrían aplicarse a los problemas de la sociedad secular, y dar sus frutos. intenta desechar los aspectos más dogmáticos de las religiones y destilar los que podrían ser más oportunos y balsámicos par las mentes que en nuestro tiempo tienen que afrontar las crisis y penas de la existencia finita en nuestro atribulado planeta. Y espera también rescatar parte de la belleza, ternura y sabiduría de todo lo que, al parecer, ha dejado para siempre de ser verdadero."

El libro parte de una postura realista, el enemigo no va a desaparecer, acostumbrate a vivir con él, es más... aprende de él ¿por qué sigue teniendo tanto éxito? ¿qué tienen las religiones que las hace tan duraderas e incombustibles?. Esta obra trata de responder a esa pregunta y de paso se plantea la cuestión de como podría la sociedad laica copiar todos esos elementos beneficiosos de las religiones para su propio provecho. En el fondo es un ataque solapado y venenoso a las religiones, mucho más mortífero, mil veces más, que el lanzado por Dawkins e Hitchens y cualquier otro porque rehuye el enfrentamiento directo, que no sirve para nada, y muestra en cambio el porqué de la seducción del elemento religioso... al mostrar sus bondades y su fortaleza paradójicamente también lo hace de su punto flaco. Lo que Alain muestra en este trabajo no es tibieza o ambigüedad, aunque lo parezca, sino la vía o el camino a seguir para un futuro mundo sin los aspectos perniciosos de las religiones pero a la vez con sus beneficios. Ahora bien, una cosa es mostrar el camino y otra muy distinta es seguirlo..

Y ahí es donde precisamente el libro de Alain escora y hace aguas, se deja arrastrar por lo que parece una idea brillante y hay momentos en el mismo en que verdaderamente resulta irritante por su ingenuidad. En su trabajo hay tanto ideas interesantes como proposiciones verdaderamente ridículas que me hacen pensar que en algunos asuntos no parece conocer al ser humano de nuestro tiempo, ese hijo de la modernidad que habitualmente anda más perdido que una mula en un garaje. Queda muy bien como declaración de intenciones pero resulta muy poco práctico y desprovisto de visión de la realidad en algunos asuntos. Parece también ignorar el hecho de que muchos no creyentes son asi mismo acérrimos individualistas, de hecho lo somos la gran mayoría, para que negarlo. Creo que fué Dawkins quien comparó un grupo de ateos con un "rebaño de gatos"... habitualmente tachamos a los creyentes de borregos por ese motivo, ignorando que precisamente tal y como reza el dicho "en la unión está la fuerza". De ahí que conseguir que nos pongamos de acuerdo en aceptar la construcción de templos, rituales y festividades de signo laico que se solaparían con las propias de carácter religioso parece una auténtica utopía en estos tiempos por no decir algo más fuerte.

Me quedo no obstante con lo mejor con diferencia de este interesante trabajo, el análisis de los mecanismos psicológicos y los resortes que utilizan las religiones de manera magistral... hay mucho que aprender de ellas en este campo y será muy dificil que ninguna organización, ya sea privada o estatal pueda hacerles sombra. Es sencillo de entender debido a que de momento el vacío que dejan cuando se retiran de la vida pública no es llenado de ninguna otra forma, por mucho que la ciencia y la tecnología por ejemplo traten de no solamente de aliviar el sufrimiento humano y ofrecer comodidades sino también un desfile interminable de entretenimientos. Destacar que el libro está repleto de ilustraciones, unas representan obras de arte religioso y otras hacen mención a los temas tratados. Un añadido muy acertado que dota al libro de mayor interés.


Lo mejor: Lo de siempre en cualquier libro de Alain de Botton, sencillez y claridad expositiva, amenidad, dosificación perfecta de las ideas, accesibilidad y buena estructuración temática... toda una gozada para el lector habitual de ensayos y que también será muy del gusto del lector ocasional.


Lo peor: Nadie asegura que en un futuro una "religión laica" que consiguiera ponerse en pie, extenderse, y desplazar de la escena a las religiones habituales, dotadas de su aparato metafísico y trascendente, no incurriría en los mismos excesos que achacamos a las religiones dogmáticas ¿no podrían sencillamente terminar desvirtuándose y cayendo igualmente en el fanatismo?... es muy ingenuo pensar que basta con cambiar el color para cambiar la realidad. Personalmente un servidor prefiere un mundo sin religiones organizadas de ningún tipo, ni reveladas, ni pseudo-laicas, ni de ninguna especie. Muchos ateos que lean su libro le tacharán de demasiado indulgente y comprensivo.