martes, 30 de agosto de 2016

La primera ley

"Nunca se tienen suficientes cuchillos"

Logen Nuevededos.

 Ficha: "La primera ley", trilogía compuesta por: "La voz de las espadas", "Antes de que los cuelguen" y "El último argumento de los reyes", editado por Alianza Editorial, con 744, 766 y 903 páginas respectivamente.

Y se acabaron mis vacaciones y mis lecturas veraniegas, a pesar del anterior libro comentado y de esta trilogía que comento a continuación tengo la sensación de haber leído menos que otros veranos, y es que la suma de las dos mil cuatrocientas páginas de esta fantástica trilogía de Joe Abercrombie me saben a muy poco... ha sido sin duda el novelista-descubrimiento de este año y todo un descanso de mis habituales y sesudas lecturas de ensayos filosófico-científicos, que reanudo en breve.

Me encuentro en la lectura de esta trilogía un mundo y una serie de personajes en parte conocidos, al haber empezado la casa por el tejado y haber leído recientemente las tres novelas ambientadas en el mismo mundo cuya construcción comenzó precisamente con la trilogía de "La primera ley". De modo que el reino de "La Unión" tan semejante a esa Europa del medievo y las tierras del norte eran ya "lugares comunes", a los que se han añadido otras localizaciones como el continente del sur o las tierras del viejo imperio... pocas sorpresas pues en cuanto a la ambientación de la trilogía y a las normas que rigen ese despiadado mundo creado en 2.002 por Abercrombie y que le han situado en la cúspide del género de la fantasía, junto con George R. R. Martin, Patrick Rothfuss y Brandon Sanderson.


 Los mismos elementos que están presentes en obras posteriores, como la tremenda "La mejor venganza", la obra maestra "Los héroes" y la polvorienta "Tierras Rojas" los tenemos ya aquí completamente perfilados: Una colección de personajes inolvidables, unos antihéroes que son de lo mejor que ha producido el género, un mundo implacable, ironía y un morboso sentido del humor (elevado al cubo en esta primera trilogía), violencia en grado sumo, con escenas de lucha descritas con una enorme habilidad digna del mejor guionista de cine... y diversión, mucha diversión disponible para el lector que no solamente busca un buen entretenimiento, sin más complicaciones, sino que también busca a un escritor de talento que sepa escribir una historia que le mantenga enganchado de principio a fin, y que además tenga "substancia", no solo diálogos y una acción apresurada y mareante, sino también una buena dosis de intriga, de esa sensación de no saber qué demonios va a ocurrir en el siguiente capítulo y de estar ante un escritor que ha dado el 100%... y que lo ha hecho maravillosamente bien además.

 En esta primera obra, esta trilogía completada a lo largo de seis años Abercrombie quiso que su nombre no pasara desapercibido, imagino que casi todos los escritores lo intentan, pero tengo que destacar la labor de un autor que arriesgó por una fórmula nueva y extrema, y que dio en el blanco. Desde que tuve en mis manos la que sea tal vez su obra más perfecta "Los héroes", la sensación de estar ante un virtuoso de la pluma que sabe darle al lector no solamente lo que este quiere... sino aquello que ni él mismo sospecha que desea no me ha abandonado ni un momento. Hay que emprender la lectura de los primeros tomos de "Canción de Hielo y Fuego" de George R. R. Mártin, concretamente los tres primeros tomos, antes de que su autor perdiera el norte con esas continuaciones lamentables de la cuarta y quinta entregas, para obtener una sensación semejante... un universo menos detallado, una historia más ligera, menos personajes... sin duda, pero con el elemento "diversión" multiplicado, y ese elemento tan escurridizo, ese "nosequé" que hace que no puedas dejar de leer.



Abercrombie se lo tomó con calma, el primer tomo se lo pasa prácticamente presentando a los protagonistas de la trama, la historia avanza poco, y sin embargo uno no se aburre ni un momento, ¿cuánto tiempo habrá pasado el bueno de Joe, "Lord Grimdark" para los amigos, dándole vueltas a la cabeza a la hora de perfilar estos primeros personajes de su trilogía?, se nota mucho su pasado como aficionado a los juegos de rol... aquí vamos a tener un poco de todo, intrigas políticas, un viaje heroico, varias guerras... peripecias sin fin de una pandilla con la que se podrían haber escrito varias trilogías: inolvidable ese grupo de guerreros del norte, Dow el Negro, Tul Cabeza de Trueno, Forley el Flojo, El Sabueso, Hosco Hardling, Tresarboles, y por supuesto la estrella del grupo, Logen Nuevededos también apodado "El Sanguinario", un variopinto grupo de curtidos guerreros que protagonizarán algunas de las páginas más movidas del largo relato.


Destacar también, como no, al cabezahueca de Jezal dan Luthar, seguramente el personaje que tiene la evolución más sorprendente durante la trama, a la feroz Ferro Maljinn verdadero arquetipo y encarnación del deseo de venganza, al dicharadero Pielargo seguramente el compañero de viaje más insufrible que se haya plasmado en una novela, y sobre todo a Bayaz el mago, una auténtica caja de sorpresas de principio a fin... pero por encima de todos estos grandes personajes que imagino que tendrán sus defensores y sus detractores entre los aficionados hay dos que brillan con luz propia, algo nada fácil en una narración construida precisamente a base de golpes de efecto proporcionados por una galería de personajes soberbios, y que merecen una descripción detallada aparte.





Sand dan Glokta. 
Un conocido aforismo de Nietszche reza "Aquello que no nos mata nos hace más fuertes", pues bien el personaje descrito por Abercrombie no podría serlo más. Glokta es uno de los jefes de la "inquisición", una especie de policía secreta dedicada a perseguir cualquier atisbo de traición contra el rey de La Unión, el estado más poderoso de este mundo fantástico donde tiene lugar la acción de "La primera ley". Años atrás Glokta era uno de los espadachines más célebres del país, un apuesto y jóven capitan ambicioso e idealista, lleno de orgullo y soberbia y uno de los héroes, a su pesar, de la guerra contra el emperador de Gurkul, un imperio situado en el continente del sur que estuvo en conflicto con La Unión. La guerra contra el mismo fue breve y victoriosa, pero por desgracia Glokta fue hecho prisionero y sufrió en sus carnes un intenso e interminable martirio en las mazmorras del emperador que le han convertido en un ser completamente diferente de lo que era antes. 


Liberado tras dos años de horroroso cautiverio como prueba de buena voluntad tras firmarse la paz, Glokta es ahora un hombre tullido, con una columna dañada, una pierna inútil sin dedos y fuente incesante de sufrimiento que no se ha hecho amputar para no empeorar aún más su lamentable aspecto, una dentadura devastada que no le sirve ya para nada y alguna que otra tara física que le proporcionan cada día de su vida una buena dosis de dolor, debilidad y sufrimiento, un sufrimiento que posee múltiples caras no solamente en el aspecto físico, sino también en su humillación, en el lamento por las partes de su cuerpo mutiladas y perdidas para siempre, en una vida arruinada, en unos sueños y unos ideales destrozados y pisoteados que ahora solo le hacen sonreír con amargura... se ha convertido en una ruina física y moral, ya no cree en nada, ha visto en lo que puede convertirse un hombre a través del dolor y el miedo y lo ha vivido en carne propia, lo sufre cada día.. 


Contra todo pronóstico sigue vivo y sigue aferrándose a la vida con desesperación, pero ya no cree en nada, su pensamiento, frecuentemente citado por el autor a través de frases en cursiva, es una amalgama de sinceridad brutal, crueldad y cinismo despiadado. Es sin duda el personaje más rico del libro, el más detallado... y también el más interesante. Convertido en un desecho, en una ruina, abandonado por su familia y amigos, un héroe olvidado que solo despierta miradas de asco y aprensión... y curiosamente no ha optado por otra salida que por aceptar y llevar a cabo, con exquisita frialdad y precisión, el último oficio que podríamos sugerir para alguien en su situación... el de inquisidor, el de torturador en el nombre del rey.

Debidamente acompañado de sus fieles "practicantes" que es como se denominan a los verdugos enmascarados al servicio de la Inquisición, tendremos muestras a lo largo de la trilogía de su pericia como hábil interrogador y despiadado torturador, capaz de sacarle una confesión de culpabilidad al más pintado, sea culpable o no, carente de compasión, dotado de una afilada inteligencia, hábil y calculador... aunque fiel hasta la muerte a su rey y sus superiores, le veremos arrastrarse cojeando, siempre martirizado por su pierna deforme, condenado a consumir alimentos en forma de puré, en ocasiones sufriendo pesadillas y la incontinencia de sus intestinos... siempre al borde del abismo, sin duda alguna estamos ante el personaje más lamentable y detestable de todo el género fantástico... y sin embargo al final me llegó a caer simpático, y creo que es una sensación compartida con todos los lectores de esta excelente trilogía, porque a pesar de su repugnancia uno se da cuenta de que está ante un ser que a llegado a amar el sufrimiento, el propio y el ajeno, y que a través de esa malsana relación, que hace tiempo que podía haber atajado con el suicidio, nos encontramos con el más alto concepto del heroísmo posible, el de aquel que aparentemente no tiene ya motivos para vivir, aquel cuya vida es un horror permanente... y a pesar de todo ahí está, aferrándose como una garrapata a esa vida miserable y preguntándose continuamente "¿porqué lo hago?", una pregunta que resonará una y otra vez en el relato y que quedará ahí en el aire... un apunte más, aunque resulte increíble no estamos ante un sádico que goza con el sufrimiento de sus víctimas puesto que ya nada en la vida le produce ya placer, pero es inevitable que disfrute con la humillación de sus víctimas y ese "bajarle los humos" a gente que desprecia. Se manchará las manos muchas veces de sangre, hasta los codos vamos, pero casi siempre lo hará obedeciendo órdenes.

"Cuando Glokta entró renqueando en el soleado salón, la Reina Terez le dirigió una mirada altiva sin hacer el más mínimo esfuerzo por disimular el desprecio y el asco que le producía su persona. Como si una cucaracha acabara hacer acto de presencia ante su regia persona. Pero ya veremos. Después de todo, el camino ya lo conocemos. Nosotros mismos lo hemos recorrido, y hemos arrastrado por él a muchas otras personas. Primero se va el orgullo. Luego llega el dolor. Inmediatamente después viene la humildad. Y al poco ya está ahí la obediencia"

Logen Nuevededos.
¿Qué pasaría si mezcláramos el personaje creado por Robert Louis Stevenson en su obra "El extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hide", a Cónan el bárbaro y a William Munny el pistolero protagonizado por Clint Eastwood en "Sin perdón"?... pues que ahí tenemos a Logen Nuevededos, apodado para su desgracia también como "El Sanguinario". Logen es un norteño que capitanea a un grupo de guerreros que se encuentran exiliados tras el ascenso de Bethod al trono del norte, el tal Bethod ha unificado unas tierras duras e inhóspitas y unido a los clanes guerreros, pero también está saldando cuentas de pasados conflictos, ese grupo de guerreros que, o bien, no han recibido la gracia y el perdón de su violento monarca, o bien, simplemente rehúsan servir a su lado vaga por los bosques sobreviviendo como pueden en unas tierras plagadas de peligros. En su ruda mentalidad de guerreros solo aceptan como jefe al más duro, al más experimentado, al que todos temen... y por algo han elegido a Logen.

Tras el inquisidor Glokta nos encontramos al personaje más complejo y rico no solamente de la trilogía, sino también de estas seis novelas que Abercrombie le ha dedicado a ese particular y violento universo de su creación, Logen es el arquetipo de personaje que no consigue huir de su pasado, y al igual que el tullido inquisidor una pura contradicción. Seguramente es el más noble y recto de los guerreros, el más valiente, nunca rehúsa una tarea por difícil que sea, cumple con su palabra, es alguien en quien se puede confiar, un soldado inteligente y formidable con una experiencia en combate sin igual... y sin embargo posee la más nefasta reputación de todo el norte, lo cual es decir muchísimo.


Logen tiene una serie de cualidades que le hacen único, para empezar una increíble suerte y una capacidad asombrosa para salir con vida de las más apuradas situaciones, por eso no dejará de exclamar tras cada una de las mismas "sigo vivo" a lo largo de los tres libros, por desgracia también una suerte negra en lo que se refiere a rehuir las situaciones violentas... las atrae como la miel a las moscas, lo cual inevitablemente le hará aumentar sin cesar la lista de sus enemigos, de los que quedan vivos al menos, porque otra de sus cualidades es una eficacia impresionante en el arte de matar, astuto, duro, rápido como el rayo, resistente al dolor y al cansancio... su cuerpo muestra innumerables cicatrices de su historial de combates, su melena y su barba no consiguen ocultar una red de cicatrices que hacen que su rostro se asemeje a "una tabla de tajar carne"... ha sobrevivido a más guerras y combates a muerte que nadie, y eso no es lo peor.

Lo peor de todo, el motivo por el que aparte de "Nuevededos", le falta la mitad del dedo corazón de la mano izquierda, le apodan "Sanguinario" es porque en ocasiones cuando el nivel de estres y tensión en medio de un combate llega al paroxismo desaparece ese soldado feroz pero disciplinado y contenido y aparece otra cosa... su rostro se transforma, aparece una sonrisa horripilante y enloquece, a partir de ese momento hay que tener cuidado ¡qué digo cuidado! ... salir pitando, porque su precisión,  velocidad, resistencia al dolor se multiplican... a la vez que su ferocidad y su incapacidad para distinguir el amigo del enemigo. Toda esa nobleza de carácter, toda esa contención de su ira y su capacidad para pensar con frialdad y mantener la lucidez en las situaciones apuradas, da paso a una locura asesina capaz de arrollar todo cuando se pone al alcance de sus manos, es entonces capaz de cometer cualquier atrocidad contra cualquiera y ponerle los cabellos de punta al más experimentado guerrero del norte, se convierte en un arma letal, aunque por poco tiempo eso sí, para luego no recordar nada... ni que decir tiene que en su historial posee no solamente una lista interminable de enemigos caídos ante su espada, "ha matado más hombres que la peste", sino también de amigos que cometieron el error de estar demasiado cerca, o bien, de víctimas que creyeron que "El Sanguinario" tendría algún atisbo de piedad. No es extraño que se haya convertido, muy a su pesar, en un completo indeseable, en alguien que como bien le acusa Bethod "¡estás hecho de muerte!".

"A Logen le hubiera gustado sentir lo que ellos sentían. Le hubiera gustado llorar la muerte de un hombre bueno. Llorar por el hecho de que tal vez hubiera sido él quien la causó. Pero las lágrimas no llegaban. Mientras contemplaba la tierra recién removida el sol desaparecía detrás de las montañas y la fortaleza de las Altiplanicies se oscurecía. Y él seguía sin sentir nada.

Si quieres ser un hombre nuevo, tienes que estar en sitios nuevos y hacer cosas nuevas con gente que no te conoce de nada. Si vuelves a los viejos usos de siempre, ¿qué otra cosa vas a ser sino el mismo hombre de siempre? Hay que ser realista. Había jugado a ser un hombre distinto, pero todo habían sido mentiras. De esas que son tan difíciles de desenmascarar. De esas que uno se cuenta a sí mismo. Él era el Sanguinario. Esa era la verdad, y por mucho que deseara ser otra persona, no había forma de escapar. Logen quería que algo le conmoviera.

Pero al Sanguinario no le conmovía nada."


 Aunque no afecta a la inmersión del lector en ese mundo tan especial, marco de la historia, no hubiera estado de más un poco de creatividad por parte de Abercrombie con el tema de los mapas... de forma sorprendente no hay ninguno que permita situar los lugares de la acción, un defecto imperdonable para un escritor de fantasía en mi opinión, este que he "cazado" en la red, al igual que las imágenes de personajes que ilustran mi post se debe a la generosidad de algún aficionado que lo ha dibujado para los lectores, gracias mil, o quizás ... y espero que no sea así, a un descuido de la edición española. No importa demasiado al final desde luego, pero son detalles que se agradecen y que hubieran "redondeado" un trabajo por otra parte admirable.

Poco más que decir que evite destripar más la historia... reflexiones sobre el sentido del deber, sobre el valor de la venganza, la importancia de contener las emociones, la falsedad de determinados valores como el patriotismo y las convenciones sociales... los hilos que verdaderamente mueven el mundo, la hipocresía, el poder del dinero, y en definitiva sobre las miserias humanas en un mundo fantástico e inventado, pero más parecido al nuestro y en concreto al espíritu de nuestro siglo XXI de lo que quisiéramos. Un mundo donde no parece existir el blanco y el negro sino tonalidades diferentes de gris, como la visión de Ferro Maljinn de forma irónica, un mundo donde no parece haber nadie sano, nadie completamente bueno o malo, y donde nadie se libra de cometer estupideces o realizar alguna que otra maldad, y donde veremos a personajes detestables y moralmente inmundos realizar acciones positivas y a personas buenas y razonables cometer maldades y errores, un mundo donde nadie tiene la conciencia demasiado limpia. Muy bueno todo el apartado dedicado a la política, y esa evolución de varios personajes, especialmente los de Jezal dan Luthar y Ardee West que junto con la nombrada Ferro Maljinn constituyen la contrapartida femenina al impresionante "reparto" de la obra.

Extra: Parece ser que no hemos visto todavía el final de las novelas de Joe ambientadas en el universo de la Primera Ley, este mes de noviembre Alianza Editorial va a publicar una serie de relatos ambientados en el mismo, algunos protagonizados por viejos conocidos de sus "fans" y que llevará el título de "Filos mortales", un tocho de más de 500 páginas que promete... aunque tengo mis reservas siempre que un novelista se mete en el fregado de escribir relatos, y lo más interesante de todo, según revela el propio Abercrombie en su página web en un post de hace un par de días, se encuentra trabajando en una nueva futura trilogía, también recreada en el mismo mundo, pero posterior en el tiempo unos 25 ó 30 años, con un paulatino abandono de la tecnología propia del medievo y un inicio de algo parecido a una industrialización... veremos en qué queda todo esto, pero la cosa promete ;-).


Lo mejor: Abercrombie en estado puro, ironía, cinismo y mala leche en cantidades industriales, multitud de "medios tiempos" y pausas en la historia que vendrán estupendamente a ese tipo de lector paciente que no desea terminar un libro con rapidez, una sucesión de historias contadas con virtuosismo y una galería de personajes impresionantes y extremos, maravillosos esos insertos en el texto con los pensamientos de Glokta por ejemplo... ¿qué más se puede pedir a una serie de fantasía?. En definitiva diversión y entretenimiento a raudales que se lee en un suspiro a pesar de su extensión.

Lo peor: Como contrapartida a tanto peloteo por mi parte a Abercrombie, que parece que me llevo comisión ;-), tengo que cargar un poco las tintas en este apartado... veamos, no voy a entrar en el tema de la pornografía de la violencia o la supuesta glorificación de unas conductas más que reprochables, pues estamos ante un producto cuya única finalidad consiste en divertir y enganchar al lector, especialmente si tiene una vena morbosa, gamberra e iconoclasta como es mi caso, por mi parte ¡objetivo cumplido con creces!, pero es que hay elementos en el relato que me gustan menos... el morbo que llega a cansar un poco, tanta violencia gratuita que en ocasiones llega a asquear... la gracieta de detener la acción, como hace Tarantino en sus películas, de forma cómica... restando dramatismo, aunque habrá quien haya agradecido el detalle. Aunque Abercrombie en novelas posteriores se redimió, en parte, de su incapacidad para mostrar personajes femeninos interesantes, o al menos a la misma altura que sus contrapartidas masculinos, desde luego que no lo consigue en esta primera trilogía... lo siento pero no trago al personaje de Ferro Maljinn... me gusta mucho más por ejemplo el de Ardee aunque resulte en ocasiones un poco patético, marca de la casa ya lo se. Otro asunto es el personaje de Bayaz y del tratamiento de la magia en general en esta obra... no me extraña que en novelas posteriores el tema de la magia hiciera un poco "mutis por el foro". Toda esa enrevesada historia sobre Juvens, el creador y demás parafernalia místico-mágica-histórica me parece lo peor logrado del relato con diferencia ¿algún lector sacó algo en claro de la misma? ¿a alguien le ha gustado?...  a mí no desde luego. El viajecito al confín del mundo, ese viaje a ninguna parte, me pareció lo más prescindible de la historia... justo lo que en otras novelas de fantasía es el plato fuerte, el sentido de la maravilla ante mundos imaginados en los que se sumerge al lector, ese precisamente es el punto débil de Abercrombie, no solamente en esta primera trilogía, sino que creo que en todas las demás novelas ambientadas en este universo, algo hay en el mismo, algo superficial e infantil que no termina de cuajar... pero que le vamos a hacer, nadie es perfecto, esa atención a la psicología y en la creación de personajes impactantes tenía que tener su contrapartida en alguna debilidad :-).


lunes, 29 de agosto de 2016

Los años del miedo


Ficha: "Los años del miedo", Juan Eslava Galán, editorial Planeta, 572 páginas, ISBN: 9788408077053

Tras haber comentado en este blog su recomendable "La Primera Guerra Mundial contada para escépticos", me quedaron ganas de volver a leer algún ensayo más sobre historia de este peculiar autor, y he aprovechado este verano en el que me he encontrado este en una librería para seguir aumentando la lista. 

De nuevo me encuentro con un libro que no solamente proporciona una buena cantidad de datos y anécdotas para el lector curioso deseoso de saber más, sino que se lee casi de un tirón gracias a su ameno tono humorístico y a la colección de anécdotas que trae insertas en el texto. Nada de un ensayo típico al uso... nada de eso, capítulos en general breves, muy diversos, donde no solamente se aportan datos sobre aquella España negra, negrísima, de los inicios de la posguerra, sino que a modo de relato de ficción leeremos las andanzas de varios españoles dignos representantes de los tipos sociales de entonces... entre otros de un estraperlista bastante canalla, buena muestra de aquellos "vencedores" de la guerra civil que hicieron caja con la desgracia y necesidades de sus compatriotas, un trabajador hijo de un represaliado de la República en prisión, ejemplo de la España de los "perdedores" de la guerra que tuvieron que aguzar el ingenio para sobrevivir, un delincuente buscavidas de poca monta, y un cura superviviente del "terror rojo" digno representante del estamento eclesiástico que jugó un papel determinante en el apoyo ideológico al régimen.



Veremos transcurrir los años desde aquel mes de mayo de 1.939 en el que sonaban continuamente los disparos de los piquetes de ejecución y reinaba el más absoluto terror entre los supervivientes de la España Republicana, siempre pendientes del timbre de la puerta por si llamaba la policía de día o de noche, del país que una vez pasado lo peor y aunque estaba teóricamente en paz no dejaba de sangrar ni de sufrir. Penurias económicas, hambre, racionamiento, miedo, enfermedades derivadas de la desnutrición, vamos de la miseria en suma... un cuadro en el que cuesta reconocer la España de hoy pero que no está tan lejos en el tiempo y que vivieron los padres y abuelos de mi generación, la de los nacidos en los sesenta, la misma del actual jefe de estado. 

Planeando por encima de todo estaba la figura de un dictador, un autoproclamado "caudillo" que no fue más que un arribista con suerte que supo aprovechar las oportunidades que se le brindaron para deshacerse de sus enemigos políticos y una vez ganada la guerra y bien afianzado en el poder centró todo su mediocre talento en una sola causa.. agarrarse a la silla que ocupaba con desesperación. Solamente así se justifica que en una nación destrozada por una guerra civil el presupuesto del estado se destinara en casi su mitad a la policía y la defensa. Tenía muy bien aprendida la lección que en ocasión dictó un estadista romano, aquella que rezaba "ten contentos a los militares y ríete de los demás".



Veremos como no faltaron las ocasiones en esos primeros años en las que su autoridad fue cuestionada desde sus mismas filas, que no todo era uniformidad y unanimidad en apoyar su figura, y como su astucia y firmeza, junto con una considerable dosis de suerte, le fue afianzando más y más en el poder. Política de terror, una machacona campaña propagandística que los españoles tenían que soportar hasta en la sopa, y también las prebendas con las que supo engolosinar a quien le convenía cuando hacía falta... aparte del conformismo y la comodidad de la mayoría naturalmente, baza con la que cuentan siempre todos los gobernantes, no solamente los autoritarios. Aquél país que queda ya tan lejano pero al que no deja de parecerse nuestra España actual a pesar de todo, tuvo que sufrir su mandato durante casi cuarenta años... y todavía hay quien recuerda aquella época con nostalgia, naturalmente que dependerá mucho de como le fue a cada cual imagino... y naturalmente por esa añoranza, casi siempre insidiosamente presente, de una infancia y juventud perdida ya en el tiempo ¡qué me van a contar! ;-).


Las críticas irreverentes y la completa desmitificación de Franco era algo que ya me esperaba en este libro, hay de eso en ingentes cantidades, pero la obra no se queda en un torpe alegato antifranquista de denuncia tan facilón de hacer, ni mucho menos... siempre en tono irónico, el libro también carga las tintas contra la "alternativa" monárquica, representando al que iba a ser el futuro rey Juán III el abuelo de nuestro actual monarca como un pelele, estúpido, putero, borracho y vividor que se pegó la gran vida en Portugal mientras que la gente del país pasaba las de Caín, vamos un Borbón de la cabeza a los piés, al que la propaganda oficial de este régimen nos ha presentado siempre como aquel monarca que "se sacrificó por España"... una ironía porque con "demócratas" como ese a uno hasta le empiezan a caer bien los franquistas. El cuadro que formaba por otra parte el gobierno de la República en el exilio no podía ser también más lamentable, con esos adversarios políticos el invicto caudillo tuvo desde luego las manos bien libres porque si bien es cierto que hubo mucha represión y propaganda también hubo colaboración, y mucha, tanto interna, especialmente de la iglesia y del poder económico, como de los gobiernos democráticos del exterior. Todos tardíos y torpes intentos para presionar al régimen de poco o nada sirvieron, aparte de ser completamente inútiles y contribuir únicamente al final al sufrimiento del español de a pie, ese que siempre termina pagando el pato, y naturalmente como en el caso de todas las dictaduras también terminaron afianzando más en la silla al dictador de turno ya que pocas cosas hay más queridas para un dictador que ese "enemigo exterior", que justifique su política.



El libro, incluso en su versión barata de bolsillo que es la que he leído yo, está abundantemente salpicado de fotografías, algunas en color, de carteles de propaganda, de publicidad de productos de la época y sazonado con muchos detalles de la vida cotidiana, algunos sorprendentes, otros no tanto por haberlos escuchado por boca de mis padres y abuelos, y alguno que otro porque un servidor que ya tiene sus añitos había visto y tocado con sus manos. Un buen número de guiños a la nostalgia que imagino que eran inevitables ya que a pesar de la dureza de aquellos tiempos y el primer impulso de olvidar todas esas calamidades no dejan de formar parte de nuestra historia viva.

La iglesia española, con su decidida colaboración con el régimen, su papel activo en la represión y la censura, fue junto con el ejército y la falange una de las columnas del régimen, su claro apoyo a la causa del alzamiento nacional en contra de un régimen que había recortado sus privilegios y amenazaba con hacerlo aún más, junto con su sacrificio y persecución sufrido en la zona republicana durante la guerra le dieron el respaldo moral que necesitaban para ver no solamente recuperados sus privilegios, perdidos en el anterior régimen, sino verlos considerablemente aumentados... el caudillo era generoso con los valedores de su régimen, de hecho todavía hoy es fácil rastrear los restos de esa colaboración en nuestro país en forma de privilegios, indignos de un estado aconfesional, que no laico como creen algunos, aunque siempre puede uno informarse sobre tiempos pasados, como con este libro por ejemplo, para poder exclamar que al menos algo sí que ha cambiado... y sin duda para mejor, por muchas taras y residuos indeseables que quedan de esa época,  no es nada en comparación con la situación que había en esos horribles años cuarenta y posteriores de los que trata este libro.


Lo mejor: Un libro ameno y entretenido, bastante instructivo que no solamente nos ayuda a entender como era esa España del 39 al 52, época abarcada en el ensayo, sino también facilita entender nuestra España de ahora... porque aunque la situación haya cambiado en algunas cosas radicalmente, casi siempre para bien, es cierto que subsisten todavía demasiadas pulsiones y tendencias más propias de otras épocas, especialmente en este extraño 2.016, año teóricamente sin gobierno donde uno ve una y otra vez que seguramente las cosas no han cambiado tanto como nos creemos y todavía es posible, aunque parezca difícil de creer, reconocer a ese país de hace setenta y siete años. Me ha gustado el posicionamiento del autor no a favor ni en contra de la derecha o izquierda política, sino claramente a favor del español de la calle, ese que tan solo quería vivir con un mínimo de dignidad  y que tuvo que sufrir enormes sacrificios, hablando en general por supuesto, para salir a flote... vamos de esas generaciones que vivieron la guerra y los que nacieron inmediatamente en la posguerra, la generación de mis tíos, padres, y abuelos y de todo lo que tuvieron que pasar para que nosotros disfrutemos de este país tal y como lo dejaron. 

Por otra parte hay multitud de datos históricos y dudas aclaradas sobre determinadas cosas, como el papel del país en la segunda guerra mundial, un tema bastante controvertido, y demás intrigas políticas que son de agradecer y que en definitiva hacen que el libro valga la pena.

Lo peor: El tono costumbrista y de "coña marinera" e ironía empleado demasiadas veces en aras de su amenidad, el libro podía haber sido mucho más dramático o más serio, se agradece porque así es más fácil de leer... pero queda un "regustillo" en el fondo a nostalgia que no termina de gustarme, comprensible perfectamente debido a la edad de su autor... y es que el tiempo pasado casi siempre parece mejor. De todas formas su obra anterior "Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie" la pongo ya en mi lista de libros pendientes por leer y comentar, no me cabe la menor duda de que me va a resultar interesante.