martes, 31 de julio de 2012

Especial Stefan Zweig


Ficha: "Momentos estelares de la humanidad", Stefan Zweig, editorial Acantilado, 306 páginas, ISBN: 978 84 95359 92 6

El autor.
Hasta fecha muy reciente, probablemente un año o poco más, desconocía la existencia de este escritor que en su día, principios del siglo XX, gozó de una gran fama y prestigio internacional gracias a su obra literaria centrada principalmente en las novelas de corte histórico y biográfico aunque también cultivó la poesía, el ensayo y el teatro. 

Zweig nació en el seno de una acaudalada familia judía austríaca, se doctoró en filosofía y realizó cursos sobre  historia de la literatura, materias que luego le servirían de gran ayuda en su labor artística. Sus medios le permitieron viajar y convertirse en un hombre de mundo y codearse con la élite intelectual de su época. Hombre culto, refinado y con gran amplitud de miras, nunca practicó su religión, su judaismo era un mero accidente de nacimiento. Muy pronto tras una breve participación en la primera guerra mundial se convirtió en pacifista convencido llegando a auto-exiliarse en Zurich. En sus obras aboga por un humanismo sin fronteras de ahí que fuese enemigo declarado de todo nacionalismo, lo que le llevó a una muy temprana oposición al nacionasocialismo alemán de Hitler.

No podía permanecer mucho tiempo en su Austria natal sin sufrir en sus carnes la persecución del nazismo de modo que tuvo que marchar primero a París, luego a Londres... los avatares de la segunda guerra mundial, ocupación alemana de Francia y los bombardeos sobre Londres,  le expulsaron también de esos destinos y terminó recalando en Brasil. Antes de la guerra sus libros fueron prohibidos en Alemania, concretamente en 1.936, recuerdo unas imágenes de nazis quemando libros en las calles, libros de autores judíos, sin duda que en aquella espantosa hoguera, espantosa por el simbolismo de ataque a la libertad de pensamiento que representa, había sin duda alguna muchas obras suyas ardiendo.

Allí en Brasil, en la ciudad de Petrópolis terminaría sus días poniendo fin a su vida en 1.942 en compañía de su esposa convencido de la victoria final del nazismo, había perdido toda esperanza y se había cansado de luchar, no quería vivir para ver el triunfo de Hitler... y fue una pena porque solo con que hubiera demorado unos meses aquella fatal decisión hubiera asistido a la noticia de la derrota alemana en Stalingrado y a la participación norteamericana en la guerra tras el bombardeo de Pearl Harbour, noticias que sin duda alguna hubieran hecho mella en su ánimo y posiblemente le hubiesen proporcionado la esperanza que había perdido.

Momentos estelares de la humanidad.
Esta obra de Zweig pertenece, aunque no totalmente como pronto veremos, al género del ensayo y paradójicamente es una de sus obras más conocidas y populares aunque realmente fuesen las novelas históricas centradas en personajes históricos las que le diesen la fama, novelas biográficas sobre María Antonieta, Dostoievski, Dickens, María Estuardo, Erasmo de Rotterdamm etc. etc. Por lo visto trabajó muchos años en la misma y a pesar de su título y lo que se pueda leer por ahí la colección de los ensayos que reúne es de lo más caprichoso.

Digo esto porque si bien algunos de los catorce ensayos recogidos en la misma indudablemente corresponden a grandes momentos en la historia de la humanidad, puntos de inflexión tras los cuales nada volvió a ser igual... como la caída de Bizancio, la derrota de Napoleón en Waterloo o el viaje de Lénin a Rusia en 1.917, o seguramente también el establecimiento de comunicaciones telegráficas a través del océano Atlántico, las demás corresponden al capricho personal de su autor... así tenemos la historia del senador romano Marco Tulio Cicerón y su caída en desgracia, por muy significativa que fuese como antesala del establecimiento del imperio romano, o el descubrimiento del Océano Pacífico, para los europeos se entiende,  por Núñez de Balboa, o la composición del Mesías por Haendel, el amor otoñal de Goethe por una jóven que le inspirará uno de los más bellos poemas de la literatura... Zweig simplemente ha recogido una serie de acontecimientos históricos o artísticos que tienen como denominador común el azar en algún caso o la limitación en el tiempo, de ahí que hablemos de "momentos" y escribe sobre ellos con maestría. No se trata pues de los acontecimientos más relevantes de la historia de la humanidad tal y como he leído por ahí, lo que no significa que ello los haga menos interesantes. 

El tiempo y su significación como ese minuto en el que el general Grouchy duda y toma la decisión equivocada que ocasionará la pérdida de la batalla de Waterloo por Napoleón, o la inspiración de una noche de la que surgirá el himno revolucionario primero y nacional después de "La Marsellesa", la lucha por la conquista del Polo Sur que privará al británico Scott de la gloria por muy poco, pereciendo incluso en el empeño. O ese descubrimiento casual de los yacimientos de oro en California que despojará al dueño de aquellas tierras, probablemente el hombre más rico que ha existido y que jamás volverá a existir, de su incalculable fortuna... 

Comentaba antes que este era solo un ensayo a medias, y lo es porque todas las historias descritas han sido recreadas y noveladas, con rigor histórico no me cabe la menor duda, pero también incluyendo tanta profundidad y emoción que un relato puramente de ficción no sería más rico. Encima hay dos que son creaciones literarias de Zweig, el poema que dedica a aquel trance que sufrió Dostoievski cuando ya con la venda ante los ojos y delante del pelotón de ejecución fue salvado en el último momento por una conmutación de pena a trabajos forzados. Y también incluye incluso una breve obra de teatro sobre aquella última huida de Lev Tolstoi que culminaría con su muerte en una estación ferroviaria, es uno de los textos más curiosos que he leído nunca. El mismo Tolstoi escribió una obra de teatro inacabada en la que su protagonista huía de la opresión de la vida familiar... contaba su propia historia camuflada, de ahí que Zweig se pregunte ¿y si sustituimos los personajes imaginarios por los reales? ¿como hubiera contado Tolstoi la historia de su propia huida?... y ni corto ni perezoso continúa la historia, me ha parecido un ejercicio absolutamente genial.

Las primeras palabras que me vienen a la mente cuando pienso en la forma de escribir de Stefan son elegancia y emoción. No era un autor que escribiese para una minoría de ahí en parte la gran popularidad de su obra, porque sabía muy bien como conectar con el lector, con ese lector común al que sus obras van dirigidas. Y lo hace a base de darle profundidad psicológica a sus personajes por un lado y sobre todo de dotarles de emoción. Zweig además hace gala de un estilo pulcro y elegante que causa una grata impresión y convierte su lectura en todo un placer, se nota mucho su acervo cultural, sus tablas como escritor, el mimo con el que construye sus historias y sobre todo esa capacidad para proporcionar una hondo calado psicológico y emocional a sus personajes. No hay nada artificioso o aséptico, nada de frialdad, sino más bien una cálida humanidad en cada una de sus historias, hablen de lo que hablen, que sin duda era reflejo de la que él mismo como persona poseía.

Entre los ensayos reunidos en este libro destaco el de Haendel en ese aspecto, como saca lustre a una historia aparentemente banal sobre una gran creación artística, es cierto, pero que aparentemente no tenía más que contar que la imágen de un enfebrecido músico volcado en sus partituras. O la tragedia del capitán Scott con esa muerte inútil a un paso de la gloria... o la lucha del presidente americano Wilson por darle al mundo algo más que una paz temporal tras aquella tragedia de la primera guerra mundial y convertir la paz en algo definitivo... que proféticas las palabras de Zweig en aquel año, 1.927, de la publicación de este libro.

En definitiva un libro espléndido y ameno que constituye una magnífica puerta de entrada a la obra del gran escritor austríaco y que tiene como valor añadido el buen gusto y buen hacer con el que la editorial Acantilado dota a sus libros, me ha gustado mucho el detalle de la publicación del nombre del traductor en la portada del mismo, algo que deberían hacer las demás editoriales, al menos con las obras literarias como esta.

"Ya no veía nada, tampoco oía. Inmóvil, el voluminoso cuerpo yacía entre almohadones. Una cáscara hueca, pesada. Pero, así como en la concha vacía resuena el estruendo del mar, en su interior lo hacía el murmullo de una música ineludible, la más extraña y magnífica de cuantas hubiera escuchado jamás. Poco a poco su apremiante crecida desligó el alma del cuerpo desfallecido, para transportarla hacia la esfera de lo ingrávido. Un caudal hacia otro, un eco eterno hacia la eternidad. Y al día siguiente, aún no habían despertado las campanas de Pascua, falleció al fin lo que de mortal había en Georg Friedrich Händel."


Lo mejor:  Elegancia, majestuosidad, emoción... así es la inmortal prosa de Stefan Zweig, un completo deleite. Un buen puñado de historias que vale la pena conocer y sobre todo que vale la pena leer de la mano de este malogrado escritor al que vale la pena rescatar del olvido.

Lo peor: La tremenda subjetividad con la que fueron escogidas estas historias, son todas las que están pero ¡faltan tantas!, que pena que Stefan se limitase a tan pocas.



"Hay en estas páginas un tú en el que se refleja mi yo, la distancia queda abolida, el tiempo se separa de los tiempos. No tengo conmigo un libro, una literatura, una filosofía, sino a un hombre del que soy hermano, un hombre que me aconseja, que me consuela y traba amistad conmigo, un hombre al que comprendo y que me comprende"

"Si tomo los Ensayos, el papel impreso desaparece en la penumbra de la habitación. Alguien respira, alguien vive conmigo, un extraño ha entrado en mi casa, y ya no es un extraño, sino alguien que siento como amigo."


Ficha: "Montaigne", Stefan Zweig, editorial Acantilado, 111 páginas, ISBN: 978 84 96834 29 3

Este ensayo sobre Montaigne no es uno más de los que escribió durante su dilatada y fructífera carrera artística, a diferencia donde otros escritos de una forma casi novelada aquí nos encontramos con un ensayo breve y puro en su forma. No hay prácticamente recreación alguna del personaje y su historia mezclando realidad y ficción. Estamos ante la narración e interpretación de hechos históricos teniendo además siempre como referente su obra inmortal, los Ensayos, aquella por la que es justa y mundialmente conocido.

Es también la última obra que escribió Stefan Zweig, no llegaría a concluirla totalmente cuando tomó aquella fatal decisión de dejar este mundo. Tiene por ese motivo un significado especial, algo hay en la misma de testamento vital si bien tras leerla tampoco advierte la enorme desesperanza en la que vivía su autor en aquellos momentos, aunque desde luego si que hay referencias al momento que le había tocado vivir y su comparación con la época en que vivió Montaigne ¿acaso las palabras del inmortal noble gascón le influyeron para tomar aquella decisión? "La muerte más voluntaria es la más hermosa. La vida depende de la voluntad ajena; la muerte, de la nuestra"... Sin duda que tuvo que tener estas palabras en mente cuando tomó aquella fatal decisión, pero también es verdad que Montaigne era una persona con un profundo amor por la vida y este se haya presente en sus Ensayos de principio a fin.

Hay muchas lecturas de Montaigne, su fantástica y ambiciosa obra, tal vez la más ambiciosa emprendida jamás por escritor alguno, posee multitud de aspectos, casi tantos como temas tratados, la relatividad de las costumbres, la indagación del yo, la educación de los hijos, la relación entre el hombre y el mundo... sin embargo Zweig toma partido desde el comienzo por un tema presente en los Ensayos, el como ser uno mismo y vivir en tiempos turbulentos sin traicionarse a sí mismo, sin perder su propia esencia y conservar la propia humanidad en medio de la locura y la barbarie.

Es a este tema, la fidelidad a sí mismo, al que dedica el comienzo de este breve ensayo. El autor confiesa que leyó los ensayos a los veinte años y que poca cosa pudo sacar de los mismos, fue una de esas lecturas obligadas y rutinarias que poco parecían tener que ver con su experiencia vital. Fue en una posterior relectura de este libro mucho tiempo después, donde a la luz de sus propias vivencias y del clima imperante en aquella Europa donde se resucitaron ideas de corte autoritario anteriores a aquel siglo de las luces, ideas opresivas dignas de los peores tiempos medievales... y encima teñidas y disfrazadas de modernidad y progreso, ideas que volvían a evocar las persecuciones de los judíos, la inquisición y las espantosas matanzas de las guerras de religión que asolaron Europa durante más de un siglo... precisamente la época que le tocó vivir a Montaigne. Existe indudablemente una analogía entre aquel tumultuoso siglo XVI en el que fueron escritos los Ensayos, tan parecido a ese comienzo del siglo XX con el ascenso de los fascismos en Europa y la revolución bolchevique en Rusia, y Zweig no podrá evitar sentirse como Montaigne, asediado en su castillo mientras el mundo a su alrededor pierde la cordura y los campos se tiñen de sangre.

Por eso Montaigne simbolizará para Zweig la honestidad última del hombre íntegro, capaz de mantenerse fiel a sí mismo, conservando la humanidad contra viento y marea. De ahí que ya las palabras de Montaigne no resuenan en el vacío, él mismo está sufriendo lo mismo en sus carnes y ha tenido que exiliarse de su propio país, ha conocido el horror de la guerra y ha visto sus libros arder en la hoguera. Ahora si, ahora si que Montaigne habla también para él. 

Por muy emocionante que sea el tema cuando emprendí la lectura de este librito temía que Zweig se quedase atascado en este aspecto de la vida del escritor francés, por fortuna no fue así y tras esta brillante primera parte que consigue remover conciencias y pulsar la fibra sensible del lector ya conocedor de la temática de los Ensayos, así ha sido al menos en mi caso, prosigue con el relato más sosegado aunque no exento de pasión, de la vida y obra de su biografiado. 

Sus antecedentes familiares, las circunstancias de su vida y el como esa magna obra se va gestando. De una forma sencilla y brillante vamos asistiendo a la creación artística y su porqué al motivo de ese peculiar enfoque que el noble gascón dará a sus escritos, su búsqueda de sí mismo y la evitación constante de dictar sentencia definitiva alguna. Seguramente este es el atractivo principal de los Ensayos, ese tono lúcido y a la vez irreverente del que no se toma en serio a sí mismo, del que no construye, ni pretende siquiera, erigir un edificio lógico y sólido sino que llevado por la inspiración del momento se mueve en total libertad, por el simple puro placer de escribir sin tener que rendir cuentas a nadie. No he leído totalmente los Ensayos, es una tarea que voy realizando poco a poco, sin prisa, es un viaje que no deseo terminar, ¡ pero que bien consigue Zweig captar el espíritu de los mismos y que bien sabe penetrar en el alma de este francés universal !.

Resumiendo, este no es el mejor ensayo escrito sobre Montaigne y su obra, quien busque el, al menos por el momento, ensayo "definitivo" debe remitirse al libro de Sara Bakewell ya comentado aquí. Sin embargo no dejo de preguntarme si Sara hubiese comenzado la elaboración del mismo de no existir este de Zweig.  Naturalmente el mismo es citado ampliamente en su obra, por un lado quiero pensar que sí pero al mismo tiempo sospecho que no tendría la forma final que tiene y desde luego que le hubiera resultado bastante más difícil lanzarse a esa tarea. Stefan ofrece un retrato mucho más breve e incompleto, el personaje de La Boetie es apenas nombrado por ejemplo, sin embargo capta perfectamente el espíritu de la creación de los ensayos y lo hace de una forma brillante. 

"Siempre, pero sobre todo cuando el individuo vea amenazadas su paz interior y su libertad, la palabra y el sabio consejo de Montaigne serán un alivio, pues nada nos protege más en una época de confusión y de bandos opuestos que la lealtad y el humanismo. Basta una hora, o media, con su libro para encontrar una palabra correcta y alentadora"

Lo mejor: Breve, emocionante, bello... ningún admirador de la obra de Montaigne debería perderse este librito y mucho menos los admiradores del escritor austríaco ya que terminó constituyendo, seguramente sin pretenderlo, su testamento vital.

Lo peor: Quedó sin terminar completamente, el relato se cierra con la muerte de Montaigne es verdad, pero quedan citas incompletas por el camino, se nota un tono apresurado en el final y seguramente quedó mucho material que en una posterior revisión del texto, de haber vivido para hacerlo, un escritor tan meticuloso como Stefan hubiese terminado incluyendo.



sábado, 28 de julio de 2012

Bajo la misma estrella

"Tengo tanta nostalgia que puedo echar de menos un columpio en el que nunca he sentado el culo.
 - La nostalgia es un efecto colateral del cáncer- le dije. -Qué va. La nostalgia es un efecto colateral de estar muriéndose- me contestó.
El viento soplaba por encima de nuestras cabezas, y las sombras de las ramas se movían por nuestra piel. Gus me apretó la mano. - Me gusta esta vida, Hacel Grace."


Ficha: "Bajo la misma estrella", John Green, Editorial Nube de Tinta, 302 páginas, ISBN: 978-84-15594-01-7

Entre las últimas novedades editoriales de este año se encuentra esta novela que ha entrado pisando fuerte y que seguramente dará mucho que hablar en los próximos meses. Me encuentro entre los privilegiados que la han leído casi en el momento en que llegaba a las librerías, siempre podré decir aquello de "fui de los primeros en leerla" cuando dentro de unos meses o un año sea mucho más conocida de lo que es ahora, no poseo ninguna bola de cristal ni creo en la adivinación, pero no tengo ninguna duda de que así será.

 No es la primera escrita por su autor aunque sí la primera traducida al castellano, que yo sepa, y también su mayor éxito hasta ahora y se situó en el número 1 de la lista del New York Times, publicación para la que Green ha colaborado como comentarista literario. Bastó echarle una ojeada a la breve reseña que publican en Internet para captar mi atención y decidirme a comprarla esta misma semana, me dije que era una de esas lecturas que no podía dejar pasar. 

He aprovechado este sábado para comenzarla y leerla de un tirón, los veranos con este clima tan caluroso habitual de Murcia en el que parece vetada toda actividad física incitan a ello, a pasar todo el santo día tumbado devorando páginas y páginas... si te lo puedes permitir claro. Ha sido fácil, sus trescientas páginas engañan ya que la mayor parte del texto está compuesto de diálogos, ingeniosos, chispeantes, cargados de tragedia y de profundidad filosófica, pero diálogos al fin y al cabo. Ello aligera mucho el texto y unido al talento de John Green para hipnotizar al lector y atraparle en una historia tan trágica como interesante hace que no puedas dejar de leer ni un momento... y el que no me crea que haga la prueba.

El libro nos cuenta la historia de Hazel, una chica de diecisiete años enferma de cáncer que se debate entre su lucha contra la enfermedad y la depresión, Hazel ha estado luchando contra la enfermedad desde niña y aunque parece que la misma no avanza, ha sido inevitable sufrir graves lesiones y efectos físicos, el más importante de los mismos es que sus pulmones han quedado parcialmente inutilizados y debe moverse a todas partes con una bombona de oxígeno en un carrito. En un grupo de apoyo a enfermos de cáncer, al que acude solo para tranquilizar a sus padres, conoce a Gus, un chaval al que parece que le ha ido algo mejor en su lucha y que está "casi" curado, eso sí... al precio de tener que vivir con una pierna ortopédica. Entre ambos surgirá una fascinación y una atracción inmediata, están hechos el uno para el otro, y esa es la tragedia, existía una posibilidad muy pequeña de haberse encontrado y ahora que están juntos no saben de cuanto tiempo disponen pero si que viven con la certeza de que será mucho más breve de lo que desean.

Hazel tiene un sueño, anda completamente obsesionada con una novela que relee continuamente, la misma termina abrúptamente y Hazel cree que no vivirá el tiempo suficiente para ver publicada su continuación o bien que esta no se escribirá... y no quiere llevarse a la tumba el deseo de saber como continúa la historia. Gus la ayudará aunque tengan que viajar a Amsterdam a visitar personalmente a su extraño y misántropo autor. No cuento más para no destripar el argumento.


Bajo la misma estrella no es una novela típica, tampoco es la clásica historia de amor adolescente tan de moda últimamente donde los protagonistas son jóvenes, guapos y maravillosos... Hazel, la narradora de la misma vive inmersa en un mundo de dolor del que conoce sus más recónditos secretos, aun así casi nunca cae en la autocompasión porque como muy bien expresa en un momento de la novela pensando en sus padres "si hay algo peor que el cáncer es tener un hijo con cáncer". Esta no es una novela sobre el cáncer sino más bien sobre el dolor, la pérdida y el olvido. La muerte está presente de principio a fin, es verdad, pero también la ilusión por vivir, el amor, la amistad y todo de cuanto bueno posee el ser humano, de ahí que lejos de lanzar un mensaje doloroso y deprimente, que lo hace es verdad, también envía un poderoso mensaje vitalista, de que a pesar de todo vivir vale la pena.


"-Estoy enamorado de ti, y no me apetece privarme del sencillo placer de decir la verdad. Estoy enamorado de ti y sé que el amor es solo un grito en el vacío, que es inevitable el olvido, que estamos todos condenados y que llegará el día en que todos nuestros esfuerzos volverán al polvo. Y sé que el sol engullirá la única tierra que vamos a tener, y estoy enamorado de ti-"


Solo recuerdo un caso de una novela que me haya hecho reír y llorar a la vez y pensaba que difícilmente volvería a leer otra, pero así ha sido, es lo que dice la publicidad sobre la misma y al final ha resultado ser verdad... de modo que para todo aquel lector de lágrima fácil, y que conste que yo no lo soy, recomiendo en primer lugar... leer otra cosa, y si al final puede más la curiosidad tener a mano un paquete de clinex, el que avisa no es traidor, esta sencilla novela posee diálogos inolvidables llenos de sentido del humor y de ironía, nunca vi tantos chistes sobre el cáncer y la enfermedad reunidos, que harán esbozar más de una sonrisa... pero la historia a pesar de rebosar de humor negro es tan trágica y tan dura, está contada con tal maestría y de forma tan íntima buscando la complicidad del lector que al final terminará golpeando el ánimo del más pintado. Porque todos conocemos, unos más otros menos, lo que es el dolor por la pérdida de un ser querido y las reflexiones que se hace constantemente Hazel son también nuestras. A nadie le resultará indiferente esta historia, lo garantizo.


Lo mejor: Lectura sencilla, amena, hipnótica me atrevería a decir... llena de humor e ironía pero también de un desolador sentido de tragedia y profundidad transcendental, ¡que difícil es conjugar todos estos ingredientes y hacerlo encima con la maestría que exhibe su autor!... de diez. Procurad no dejar tareas pendientes en el momento de comenzar su lectura. En definitiva una maravillosa historia con unos personajes también maravillosos e inolvidables.


Lo peor: No era necesario hurgar tanto en el dolor, algún momento y alguna escena de la novela plagada de detalles morbosos es francamente prescindible. Pareciera que el autor quisiera castigar a sus lectores por los momentos en los que les ha hecho reír.




viernes, 27 de julio de 2012

Filosofía sentimental

"... solo recordaré que si bien es cierto que nuestro cuerpo puede apresurarse y tonificarse por medio de una actividad deportiva constante, nuestro psiquismo, mezcla de dramas, remordimientos, lamentos, obsesiones, decepciones, heridas, humillaciones, fracasos, etcétera, permanece igual. Ninguna ascesis, ningún trabajo nuestro sobre nosotros mismos, como aún dicen los predicadores de la vida buena, dará forma a esa pesada e inerte materia prima."

Ficha: "Filosofía sentimental", autor Frédéric Schiffter, 451 Editores, 147 páginas, ISBN: 978-84-92891-12-2

En mis incesantes búsquedas de nuevos títulos de ensayos sobre filosofía a los que "hincar el diente" me encontré con este libro de reciente publicación del profesor de filosofía y ensayista francés Frédéric Schiffter, fue una compra nada meditada, casi de forma compulsiva ya que no tenía referencia alguna de este libro ni conocía nada de su autor. Igual era el bonito diseño de la cubierta unido a la aparente claridad y sencillez de su texto, la contraportada tampoco anunciaba nada especialmente atractivo aunque el elenco de autores cuyas ideas serían comentadas en el mismo, entre ellos mi adorado Montaigne, podía ser una garantía... el caso es que al poco de comprarlo tuve esa sensación molesta de haber tirado el dinero seguramente y que igual aquello no valía la pena.

Afortunadamente mi escepticismo e indiferencia duraron muy poco en cuanto me adentré en sus primeras páginas leídas a ratos perdidos por las paradas de autobús y los bares que frecuento, costumbre que en ocasiones constituye todo un reto, al igual que hace el autor de esta bonita y atractiva colección de pequeños ensayos, los libros me ayudan a aislarme de cuanto me rodea y en ocasiones me proporcionan un refugio cuyo valor estimo cada vez más.

Diez breves capítulos hay en este pequeño libro, diez ensayos sobre filosofía cada uno originado en torno a un pensamiento, diez pensadores u obras en torno a las que giran las ideas magistralmente expuestas por este oscuro profesor de filosofía de un instituto de secundaria en una pequeña ciudad de provincias francesa. Nada famoso en comparación con ese nutrido grupo de pensadores y brillantes autores del país vecino, un librito que seguramente pasará sin pena ni gloria publicado en una pequeña editorial, aunque de gusto exquisito a mi entender si acogen obras como esta.

Como muy bien explica en el prólogo, su autor no pretende hacer un libro de aforismos ni un tratado, simplemente ofrece un conjunto de reflexiones en torno a un determinado tema introducido por este breve pensamiento. Como hilo conductor de los mismos la intención de ofrecer un lado humano de la filosofía, no solamente un debate sobre las ideas expuestas por este conjunto de autores sino también el reflejo de la vida de cada uno de ellos en las mismas sin separar al hombre del pensamiento que expone. Ante todo encontramos en este autor una intención de someter a las ideas a una confrontación con el mundo real, con el ser humano que las esgrime... sin darles más vueltas ni perder el contacto con la realidad.

"Los aprendizajes de la sabiduría son puramente psicológicos y deberían basarse en la fuerza conjunta de la razón y de la voluntad. Pero semejante conjunción es una ficción, una invención de los filósofos. Una broma."

Es un concepto el de su filosofía profundamente materialista y pesimista, no lo niega, sin embargo no se recrea en las miserias humanas pero tampoco trata de eludir el aspecto tenebroso y trágico. Un difícil equilibrio que a mi parecer ha logrado plenamente... ¿una prueba de ello? pues que no soy masoquista para nada y he disfrutado mucho con la lectura de este libro, es más, no he podido evitar sentirme retratado en muchas de las ocasiones en las que habla el autor. Cuando se refiere a la vida que lleva como "aburrido" profesor, cuando habla del refugio que encuentra en los libros para protegerse de la vulgaridad que le rodea, cuando nos habla del impulso creador y como en cierta medida las ideas son, como bien comentaba Proust, un "sucedaneo" de las penas. Creo que han sido los tres o cuatro primeros capítulos en los que me he llegado a decir "yo también hubiera hablado de este tema si hubiese escrito un libro de filosofía" ¿cual de los libros que he leído hasta ahora me han producido esa sensación?... la verdad es que este ha sido el primero.

No puedo evaluar de la misma manera todos los capítulos, hay alguno que casi considero prescindible o donde a mí entender su discurso didáctico se aparta bastante del poderoso comienzo del libro, pero estamos ante una obra tan personal, de tan libre factura que es inevitable que quede salpicada por las circunstancias personales de su autor. No se privará de darnos en ocasiones abundantes datos autobiográficos como excusa para sus disertaciones filosóficas, si bien tampoco abusará en absoluto de las mismas. Hubiera sido por su parte un ejercicio de deshonestidad no hacerlo dado el tema del libro. Schopenhauer, el novelista Marcel Proust, Freud, Michel de Montaigne, el episodio bíblico del Eclesiastés, Spinoza, Chamfort, José Ortega y Gasset... en sus páginas veremos desfilar los más variados temas y los filósofos de más diferente pensamiento, lo que le convierte a la introducción, creo que no premeditada, a la obra y pensamiento de los mismos. 

Particularmente me ha gustado mucho el capítulo dedicado a Schopenhauer y su brillante disección de su obra magna "El Mundo como Voluntad y Representación" en referencia al sufrimiento de la vida humana. También el dedicado a la figura de Michel de Montaigne y su temática obsesiva de la muerte aunque luego el capítulo derive rápidamente hacia un enjuiciamiento de los Ensayos con una brillantez y capacidad de síntesis para captar el alma del gran escritor gascón realmente admirable, de diez. Mención aparte merece el capítulo dedicado a Marcel Proust y a su inmortal obra "En busca del tiempo perdido" donde nos expone sus ideas sobre la creación artística o literaria y su capacidad para si no mitigar al menos transmutar las penas y el dolor en un sentimiento más fácil de sobrellevar.

El último capítulo dedicado al tema del amor y la visión del mismo a través de una obra de José Ortega y Gasset también merece ser mencionado, e incluso citado:

"A la euforia del encuentro de dos soledades que se esfuerzan por coexistir, viene rápidamente a mezclarse la sensación de la corrosión del tiempo que pasa, la angustia de la separación, la certeza de la pérdida. Puede comprenderse que ante la perspectiva de tales sufrimientos, sea más simple, más tranquilizador, más pequeñoburgués, entregarse a la rutina del desenfreno o a la proeza del casamiento. El amor es la forma más exquisita de la incomodidad de vivir"

Que nadie busque paz de espíritu en este libro, ni tampoco recetas o soluciones para la angustia de vivir, ni manuales de ningún tipo para filosofar, sufrir menos, o lo que sea... no es ese su objetivo, tan solo mostrarnos las reflexiones interesantes, honestas, desmitificadoras y sinceras de su autor ¿pesimismo?, sin duda, pero también un día ventoso y nublado que sirve de marco a un mar gris y embravecido puede ser bello de contemplar. Lo que sí hay en el mismo es sentimiento, tal y como su título indica, y mucho, en la medida de que como una vez fue definido el sentimiento, estos no son sino el reflejo del pensamiento en el cuerpo. Unidad pues de cuerpo y alma, de lo espiritual y lo terrenal, del mundo de las ideas y la materia a través del sentimiento usado a guisa de puente.

Lo mejor: Sencillez, honestidad, claridad meridiana. No posee las cualidades que adornan a otros autores mucho más experimentados, originales y ambiciosos. Sin embargo este filósofo francés, de segunda o tercera fila, ha conseguido hacerme disfrutar con su libro.Espero con ilusión su próxima obra titulada "El techo de Montaigne", confío en que no tarde demasiado en publicarse y que mantenga el nivel de esta.

Lo peor: La excesiva brevedad quizás, y también en que en medio de tanta reflexión realmente uno no termine de sacar conclusiones definitivas, tampoco el autor lo pretende es cierto, pero al final te das cuenta de que los temas daban para mucho más y que realmente aparte de pasar un buen rato y hacerte reflexionar brevemente tampoco te han aportado demasiado. Debería ser más ambicioso en próximas obras, creo que Frédéric es un filósofo bastante mejor de lo que quiere hacernos creer aunque sea como divulgador y comentarista de ideas ajenas. Necesaria una "cultura filosófica" previa, este no es un libro para neófitos en el tema aunque si bien carece de dificultades técnicas hace frecuentes referencias a autores sobre los que es necesario poseer conocimientos, aunque sea bastante rudimentarios y superficiales como es mi caso.





miércoles, 25 de julio de 2012

Amor, pobreza y guerra

"... Si quiero expresar mis opiniones en público, tengo más de una buena oportunidad de hacerlo. He viajado por varias decenas de países. Tengo un pasaporte de la Unión Europea, que me da derecho a trabajo y residencia en dos decenas de naciones democráticas y desarrolladas, y puedo esperar en convertirme en ciudadano estadounidense. Si cualquier lector los revisa, estos elementos deben situarme en el 1 por ciento más afortunado de todos los vivos, por no mencionar a los que han pasado a unirse a la gran mayoría en la que mi otra versión del materialismo cree. En otras palabras, nadie tendría paciencia con mis quejas.

Y sin embargo, me despierto cada día con una penetrante sensación de repugnancia o irritación. Probablemente debería llevar algún tipo de termómetro o instrumento para comprobar que no me convierto en un cascarrabias prematuro."

Ficha: " Amor, pobreza y guerra", autor Christopher Hitchens,  Editorial Debolsillo, 537 páginas, ISBN: 9788499087498.

Hace pocos días una amiga familiarizada con este blog me preguntaba de donde sacaba las ideas para encontrar nuevos temas de lectura, le respondí que - de las revistas principalmente y de Internet- . La verdad es que tengo también otras fuentes de "inspiración", una de las más habituales y sencillas es simplemente darme una vuelta por la sección de dos o tres librerías que frecuento mirando novedades editoriales y leyendo las notas de la contraportada de aquellos libros que captan mi interés... me quedo en la memoria con el título del libro o del autor y más adelante busco información en la red, una cosa lleva a la otra, pero por algún sitio hay que comenzar a buscar y en muchas ocasiones he ojeado un libro casi al azar que me ha llevado precisamente a esa o cualquier otra lectura. Es el caso del que aquí me ocupa.

Christopher Hitchens, fue un escritor y periodista británico hasta hace bien poco desconocido para mí, su nombre comenzó a sonarme a raíz de ver publicada el año pasado su autobiografía titulada en castellano "Hitch-22 memorias" que espero leer y comentar aquí en poco tiempo. Quiso la mala suerte que le sorprendiera la enfermedad durante la promoción de la misma y falleciese unos meses después de la publicación en nuestra lengua de este libro, en diciembre del año pasado, justo cuando se encontraba todavía haciendo promoción del mismo. Bastaron unos cuantos comentarios muy favorables sobre su persona y su obra de otros conocidos escritores para que me decidiese a investigar un poco sobre todo aquello que hubiese publicado de su puño y letra... y decidí finalmente comenzar por este libro, una recopilación de algunos de sus mejores artículos publicados entre 1.999 y comienzos de 2.004. Hace poco tiempo leía uno de Umberto Eco centrado prácticamente en la misma época, en ese mundo convulsionado por el 11 de septiembre de 2.001 en los años previos al estallido de la crisis económica.

"Un antiguo proverbio dice que la vida de un hombre está incompleta a menos que, o hasta que, haya probado el amor, la pobreza y la guerra"

Bajo esta premisa el autor nos proporciona en este libro un total de 45 artículos con su firma agrupados en tres secciones, amor, pobreza y guerra. 

El amor.
¿Amor a que? Hitchens opta por dos objetos objeto de su "amor", la literatura y su país de adopción, los EEUU. Seremos testigos de su pasión por la literatura y su capacidad de crítica sobre las obras de otros autores, trabajos sobre Churchill, Rudyard Kipling, Trostky, Huxley, Grahan Greene o James Joyce entre otros. En ellos hace gala de sus características como escritor y ensayista, una visión aguda y mordaz, una erudición enciclopédica y un estilo directo y despiadado al que no le van las medias tintas y que no teme llamar a las cosas por su nombre. No es un tipo de lectura al que esté habituado y en ocasiones me ha parecido navegar entre un mar de arrecifes... sin embargo no he dado ni un paso atrás y me he enredado en la lectura incluso de ensayos sobre obras que no he leído plagados de referencias a autores y otras obras de las que no tenía ni idea de su existencia ¿cabezonería?, puede ser, pero también interés morboso por todo cuanto este hombre de inteligencia viva y enorme cultura tuviera que contarme. Reconozco que he disfrutado con sus ácidas críticas sobre la figura del histórico primer ministro británico, mucho más humano y menos heróico de lo que la historia nos muestra, me ha sobrecogido también el artículo sobre Trotsky y su talla intelectual y también he disfrutado con la figura del inmortal escritor irlandés y todo lo que Hitchens nos escribe sobre él.

Sobre el otro objeto de su amor, los Estados Unidos, Hitchens nos deslumbra con sus conocimientos de los mitos americanos, en especial de su literatura y su cine... ese recorrido por Sunset Bulebard que marea, los restos de esa legendaria ruta 66 recorrida por el escritor en un Corvet rojo por puro capricho y cuyo relato nos remite a las entrañas de esa fascinante américa profunda tan pocas veces retratada fielmente en el cine, la demencial recreación anual de la batalla de Gettysburg y sus mitos, y el para mí mejor artículo con diferencia de esta sección, el enfrentamiento del autor con las absurdas leyes neoyorquinas promovidas por el que era en aquel momento su alcalde, un tal Bloomberg... ni que decir tiene que el político queda muy mal parado al final.

La pobreza.
De nuevo Hitchens se hace la pregunta ¿pobreza de qué?, ¿falta de dinero?, ¿de conocimientos, osease ignorancia? ¿de valores espirituales?... en los artículos de esta segunda parte habrá un poco de todo.
Se abre esta segunda sección con la polémica figura de Martha Stewart, una figura mediática de la televisión americana, y su negocio televisivo que lleva a nuevos niveles el tema del consumismo en los EEUU, si es que tal cosa era posible. El siguiente artículo nos llevará de viaje a una prisión americana donde el autor en persona presenciará una ejecución por inyección letal... lo que le llevará a escribir un alegato en contra de la misma en su peculiar estilo. La desmitificación de la figura de la familia Kennedy a través de un ensayo de otro autor ocupará el siguiente artículo... si el dedicado a Churchill era demoledor este ya es corrosivo como el vitriolo:

"La reputación del tinglado de los Kennedy depende ahora de un lloroso esfuerzo de voluntad: un coro que aplaude y pide que no dejemos morir a la parpadeante Campanilla. A los niños se les puede perdonar que sigan creyendo en hadas, pero resulta algo siniestro cuando la nota aguda pasa de la puerilidad a la senilidad"

Un incisivo artículo sobre las carencias de los estudiantes americanos en lo que se refiere a estudios de historia dará paso a uno de los platos más fuertes del libro, la crítica despiadada del filme Fahrenheit 9/11 de Michael Moore que examinaba con ojo crítico los acontecimientos de aquel fatídico once de septiembre de 2.001, aquí Hitchens abandonará toda mesura para poner "a caldo" al contestatario ensayista y cineasta americano. El periodista británico, más tarde nacionalizado norteamericano, causó polémica en su momento por su encendida defensa de la política exterior norteamericana a raíz de los acontecimientos de aquel nefasto día. Hasta entonces había mostrado una actitud combativa y crítica en extremo con la misma llegando a publicar un libro donde acusaba literalmente al conocido secretario de defensa norteamericano Henry Kissinger de "crímenes contra la humanidad" y le hacía responsable de los peores crímenes posibles. 

Ese giro de 180 grados en relación con la política exterior estadounidense le valió por lo visto un sinfín de críticas negativas, la izquierda americana que le había considerado uno de sus más importantes exponentes le terminó repudiando. En su defensa tendría que decir que seguramente se debió a su pasión anti-fundamentalista. Teniendo en cuenta su aversión natural hacia la religión es natural que viese en los fanáticos religiosos islámicos no un enemigo más sino EL ENEMIGO al que no hay que dar ningún tipo de tregua, y por lo tanto debió enfurecerse y sentirse muy decepcionado por la actitud tibia y de medias tintas de una parte de la intelectualidad de su país y de occidente que volvía hacia sí misma parte de la culpa de tamaña atrocidad. Para Hitchens el terrorismo integrista es un enemigo al que hay que combatir sin el menor asomo de piedad y con las ideas bien claras, cualquier otra actitud es simplemente debilidad disfrazada.

Una actitud polémica, visceral si se quiere, pero que hasta cierto punto resulta comprensible y que motivó precisamente la edición de este libro, Hitchens ama la polémica, a diferencia de otros escritores él nunca eludió la polémica y el debate de modo que en cierta medida la publicación de esta colección de artículos en 2.004 con la guerra de Irak coleando era una forma de desafío. 

La religión formará el corpus temático principal de los artículos restantes de esta segunda parte, me parecieron especialmente interesantes el dedicado al Dalai Lama, una figura a la que Hitchens como buen iconoclasta, se apresura a desmitificar con unas declaraciones de Su Santidad que dificilmente veremos recogidas en la prensa oficial y que personalmente me causaron una desagradable impresión por mi admiración por su figura... aunque no me sorprendieron tampoco del todo habida cuenta de mi propia postura crítica en relación con las religiones, incluyendo mi querido budismo. Y sobre todo me ha gustado el artículo en el que describe su entrevista con un grupo de autoridades católicas en relación al proceso de canonización de la Madre Teresa de Calcuta... no me dice nada que no supiera ya pero me sorprendió gratamente el papel de este periodista en el proceso, estamos ante todo un personaje ¿como es que no supe de su existencia antes?... y pensar que hay gente de mi entorno que me considera culto ;-).


Dos interesantes artículos cierran esta "jugosa" segunda parte del libro. Uno dedicado al futuro de la religión que nos regala fragmentos como este:

"Nadie afirma que hay una línea directa que vincula la fe con el asesinato y la esclavitud. Pero es innegable que existe tal vínculo. Cuando analizo los sermones de Bin Laden, no puedo ver que su reivindicación de autoridad e impulso divino sea mejor o peor que la de cualquier otro. Y no me satisface discutir sus conclusiones solo con gente que comparte su premisa esencial".

Y otro sobre aquel espantoso film de Mel Gibson sobre las últimas horas de Jesucristo y todo su trasfondo ideológico, Christopher cargará contra él, no tanto por los dudosos valores artísticos de la película sino sobre todo por la ideología que sustenta... y lo hará con la maestría habitual, de la que salvo excepciones hace gala en todo este libro, citas históricas, afilados comentarios, y sobre todo la sensación permanente de estar ante un pensador valiente, inteligente y apasionado que no deparará ni un momento de aburrimiento.


La guerra.

Aquí tenemos al Hitchens más polémico, al más visceral, seguramente también al más conocido y el que deja de lado toda contención y pretensión de objetividad. Personalmente lo prefiero mil veces al crítico literario de erudición extenuante, se nota que al amigo Christopher la política era un tema que le apasionaba y con el que no regateaba esfuerzos... si en un artículo anterior describía su viaje por los arrabales de Hollywood y por la mítica ruta 66 en esta ocasión nos lleva de viaje al Kurdistán turco e irakí para presentarnos la lucha del pueblo Kurdo por ocupar el lugar que merece en el mundo. Una vuelta por la república balcánica de Montenegro nos mostrará el ambiente de tensión entre la misma y Serbia que culminaría con la independencia de la primera varios años después.

Sin embargo el mejor artículo de esta última parte, en mi opinión, es el descarnado relato del viaje del autor a Corea del Norte durante el mandato de King-Jong-il, llamado irónicamente "Chico Pequeño" en el mismo. Quien le iba a decir a Hitchens que tanto él como el mandatario coreano dejarían este mundo en el mismo mes, ironías del destino. No se si las terribles condiciones del país se han suavizado algo tras el viaje que precedió a este artículo realizado en 2.001, pero creo que no, que continúa el férreo control de la censura y continúa la espantosa hambruna del pueblo norcoreano. El retrato de pesadilla narrado por el periodista británico nos hace plantearnos si el mundo imaginado por Orwell en su novela 1.984 no se hizo realidad en aquel pequeño rincón de Asia.

Cuba y su anhelante espera de un cambio de régimen, artículo de marzo de 2.000, nos mostrarán otro capítulo de otra parte del mundo que ansía la libertad, aunque en este caso al menos es consciente de ello. La voladura de una fábrica de medicamentos en Jartum (Sudán) por parte del gobierno norteamericano de la administración Clinton en 1.998, ferozmente criticado por Hitchens, dará paso a la última parte del libro centrada casi exclusivamente en Irak, Afganistán y Pakistán en los años posteriores al 11-S.

Dos artículos escritos respectivamente los días 12 y 13 de septiembre de 2.001 nos mostrarán las impresiones cercanas a aquel día que convulsionó el mundo. Eran días de noticias frenéticas y posteriormente de agrios debates donde Hitchens carga contra todos aquellos intelectuales que trataron de buscar un sentido a la agresión de ver en la misma una respuesta a la agresiva política norteamericana de los años precedentes, algo así como un castigo o una expiación de las culpas acumuladas durante mucho tiempo. Christopher atacará de pleno esa idea aunque si bien es cierto que no entonará valores sensibleros y patriotas como los esgrimidos por los políticos conservadores acerca del ataque a la "libertad" y la "democracia"... no el meollo del asunto para el periodista británico estará en otra parte.

Polémicas con Noam Chomsky, debates contra otros intelectuales de la izquierda americana, un viaje a Pakistán donde nos mostrará un implacable retrato de la complejidad de aquella parte del mundo y su dificil equilibrio, los errores múltiples de la política norteamericana por una parte pero también mostrará el aspecto voluble de unos "aliados" que nunca lo han sido realmente. Su experiencia en la guerra de Irak y su relato de la liberación de una de las ciudades del sur de país junto con su enconada denuncia de los crímenes de guerra de Sadam Hussein y sus deseos de paz para la zona con la confianza de que tanta muerte y destrucción terminasen trayendo algo positivo concluyen el libro.

"Irak no puede volver al baazismo. Es increíblemente improbable que opte por una teocracia islámica, ya que es un Estado en el que ninguna fe o facción tiene un predominio absoluto. Es demasiado rico, en realidad y en potencia, como para desplomarse en la penuria. Y emerge de un período de gobierno de pesadilla frente al que es preferible cualquier cosa. Así que atrévanse a repetir, pese a todo, la pregunta que quita el aliento: ¿Y si funciona?"

Aclaro que las anteriores líneas fueron escritas en octubre de 2.003... 

Antes de terminar este comentario me gustaría recomendar a todo aquel que tenga interés por este libro el excelente artículo sobre el mismo en el blog "Lecturas porcinas", un trabajo exhaustivo que me recuerda el largo camino que me queda por recorrer antes de sentirme mínimamente satisfecho por mis publicaciones en Internet ;-)


Lo mejor:  Una buena muestra del hacer de este filósofo, periodista y ensayista británico prematuramente desaparecido. Un escritor que no dejará indiferente a nadie y que impresiona por su honestidad, su erudición y valentía. Porque valentía es lo que se necesita para no hacerle ascos a las polémicas y plantarse en programas de televisión a defender sus ideas, atacar posturas fanáticas sin miedo a las amenazas y sobre todo cambiar en un determinado momento de ideas o de postura respecto a algo si está en concordancia con su conciencia.Hitchens no se "casaba" con nada y con nadie y en esta colección de artículos hay un ejemplo de ello.

Lo peor: El paso del tiempo ha pasado factura, ¿opinaba lo mismo respecto a política internacional en época más reciente?... el siniestro nombre de la prisión irakí de Abu Graib aparece en el libro como lugar de detención, martirio y ejecución en la época de Sadam... ¿que escribió al respecto cuando fueron conocidas las violaciones de derechos humanos por parte de las tropas estadounidenses?. En el libro hay un bonito artículo sobre Cuba y su anhelo de democracia... hablando de Cuba ¿por qué el nombre de Guantánamo no aparece ni una sola vez?. En la época de redacción de los artículos estaba ya en marcha la siniestra prisión para acusados de terrorismo ¿por qué no hay un solo artículo sobre este lugar o siquiera mención alguna?. Sinceramente Hitchens me produce una serie de sensaciones encontradas, una mezcla de admiración y respeto junto con un poco de asco y aversión, seguiré leyéndole, es un escritor interesante al que en ocasiones es complicado seguir el ritmo pero que por algún motivo no puedes dejar de leer.



viernes, 20 de julio de 2012

Invitación a la filosofía


"Nosotros, que no somos sabios, que no somos más que aprendices de sabiduría, esto es, filósofos, todavía hemos de aprender a vivir, a pensar, a amar. Nunca se acaba de aprender, y por eso necesitamos siempre filosofar".

Ficha: "Invitación a la filosofía", André Compte-Sponville, editorial Paidós, 200 páginas, ISBN: 9788449301759.

De nuevo vuelvo a temas filosóficos y de nuevo vuelvo a hacerlo de la mano del conocido filósofo francés del que ya he comentado otras obras recientemente aquí. 

Hace poco ví un vídeo en la red donde el también filósofo Michel Onfray hacía una distinción entre dos tipos de pensadores, los pertenecientes a la "resistencia" y los "colaboracionistas", dos calificativos con mucho más significado en Francia que aquí. Aunque no daba nombres vino a mi mente rápidamente el de André a mi cabeza en lo que a "colaboracionistas" se refiere. 

No hay duda si Onfray es un "resistente" y un innovador que pretende reescribir la historia de la filosofía oficial Compte-Sponville no ha dudado en poner su sabiduría y su oficio al servicio del gobierno de su país como miembro del Comité Nacional Consultivo de Ética Francés. Tampoco es ningún innovador que aporte nuevas teorías, que yo sepa, ni tampoco pretende revisar la historia de la filosofía como su colega mencionado... sin embargo no creo que pueda calificarsele de un filósofo del montón en el sentido de que siempre ha nadado un poco, o bastante, contracorriente al sentir una especial predilección por los grandes temas de toda la vida que fueron caballo de batalla de los filósofos clásicos. 

Decididamente André es un filósofo moderno y clásico a la vez. De ahí su defensa de la filosofía como arte de vida, la sencillez y la claridad de su estilo, la preocupación por las grandes cuestiones y también, y esto es algo que muchos filósofos modernos descuidan, el acercamiento de la filosofía al gran público. Sus obras, o al menos las que yo he podido leer, no son en modo alguno estudios especializados sobre cuestiones metafísicas alejadas de la experiencia cotidiana, ni tampoco sesudos estudios sobre el lenguaje y la construcción que a través de este hacemos del mundo, ni ensayos sobre lógica o siquiera temas políticos.


No, nada de eso, André es un clásico entre clásicos, con una pasión especial por la enseñanza y una voluntad irreductible de volver a proporcionar a la filosofía su utilidad en el día a día. Tarea en la que no está solo y haría compañía al anteriormente citado Michel Onfray, con algunas reservas, pero también a Lou Marinoff o a Alain de Botton entre otros. Todos ellos son autores más que recomendables y muy accesibles para el gran público con poca formación académica... la prueba es que yo mismo soy aficionado a tales lecturas :-).

Esta que aquí comento es la última publicada en castellano y seguramente la más accesible ya que se trata de una recopilación de textos introductorios a los grandes temas de la filosofía, han sido ordenados y divididos en doce breve capítulos con la intención expresa de ser escritos para estudiantes de bachillerato e incluso están dedicados a sus hijos, unos adolescentes en la época en la que fue escrito, el año 2.000. 


Si buscamos un texto ameno y accesible sobre filosofía ¿que más podemos pedir?, André nos lo pone en bandeja con este texto dotado como otros reseñados aquí de su particular estilo ameno y conciso. Es difícil expresar más ideas en menos páginas, los temas abordados son algunos de los más importantes de la historia de la filosofía, la moral, la política, el amor, la muerte, el conocimiento, la libertad, Dios, el ateísmo, el arte, el tiempo el hombre y la sabiduría. En cada uno de ellos André hará gala de su maestría a la hora de enseñar e ilustrar al lector, sin andarse por las ramas, con las citas y pensamientos de otros autores necesarias pero ni una más, con sus habituales referencias a Spinoza, Epícteto, Montaigne, Descartes... donde sigue mostrando sus preferencias, nada nuevo para cualquiera que se atreviese con la lectura de su maravilloso Pequeño tratado de las grandes virtudes ya comentado en este blog. De hecho el capítulo dedicado al amor es un pequeño resumen del que escribió para este.

"El sabio no ama más la vida porque sea más feliz que nosotros. Es más feliz porque la ama más"

Es un texto muy accesible en general aunque también está en función del tema escogido, por ejemplo el dedicado al tiempo es especialmente complejo, también lo es el dedicado al conocimiento, en cambio el dedicado al arte me ha parecido soberbio y eso que era un tema que a priori me parecía complicado y que se prestaba a áridas explicaciones.

"Necesitamos la belleza, necesitamos la verdad, pero aún más nuestro encuentro con ella, nuestra fusión con ella, la unidad, y por eso necesitamos a los artistas: no para embellecer la verdad, lo que no sería más que artificio o decoración, sino para poner de manifiesto o revelar su belleza intrínseca, para aprender a verla..."

¿Para qué otro libro de iniciación a la filosofía? pues porque en mi opinión nunca hay que perder de vista la intención inicial, los fundamentos, lo más importante... de ahí que no me canse de volver a bajar al punto inicial de partida, André conduce a este mejor que nadie, de nuevo la lectura de este libro me ha vuelto a recordar el porqué me gusta la filosofía. Habitualmente no suelo leer la parte dedicada a la bibliografía, es más, ni siquiera incluyo las páginas de la misma en el cómputo de número de hojas que incluyo en la ficha de cada libro comentado aquí... sin embargo en este he hecho una excepción porque me ha parecido muy bien estructurada y pensada para que el lector encuentre ideas prácticas para continuar su propia indagación en los temas mostrados ¡hasta hay símbolos que indican la dificultad de las obras recomendadas! ... algo que me parece verdaderamente ejemplar :-).


Lo mejor: Entretenido, ameno, sencillo aunque no exento de profundidad. Una lectura muy gratificante que tampoco demandará, salvo en contadas ocasiones, demasiados esfuerzos más allá de una lectura atenta y reposada. Posee como otras obras de este autor un equilibrio perfecto entre forma y contenido de manera que su lectura no reta continuamente el intelecto del lector pero tampoco le permite una lectura con el "piloto automático" puesto como suele ser habitual tantas veces en la narrativa. El estilo de Sponville es simple pero pleno de significado como toda obra filosófica que se precie, en este libro en particular nos encontramos ante verdaderas lecciones de filosofía de modo que no estará de más una revisión cada cierto tiempo.

Lo peor: Los temas tratados darían no para un libro sino para una docena, uno por capítulo como poco, de ahí que hay que tener siempre en cuenta tal y como el mismo autor nos lo dice en su inicio, y en su mismo título, que estamos ante una obra de iniciación a la filosofía, no hay que buscarle más intención que esa, que la de servir de punto de partida. Una pena tanta referencia a obras de filósofos franceses en la bibliografía que no se encuentran traducidas al castellano. A muchos lectores les resultará cargante el tono didáctico de profesor de liceo, de conferenciante que habla desde el púlpito, empleado habitualmente por André, y su aparente distanciamiento de cuestiones más prácticas y concretas... tendré que seguir repasando su obra.




lunes, 16 de julio de 2012

El mundo sin nosotros

 "El firmamento será siempre azul, y la Tierra perdurará y reverdecerá en primavera. Pero tú, hombre, ¿cuánto tiempo vivirás?".

Gustav Mahler. La canción de la Tierra.


 Ficha: "El mundo sin nosotros", autor Alan Weisman, editorial Debolsillo, 388 páginas, ISBN: 978 84 9989560 4

Érase una vez un periodista, llamado Alan Weisman, que escribió un artículo a comienzos de la pasada década rememorando los años transcurridos tras el accidente nuclear de Chernóbil, en 1.986, donde hacía alusión a los cambios experimentados en la zona contaminada en torno a la trístemente célebre central nuclear. Y como desde entonces tras haber sido abandonada y privada de toda presencia humana y aún contaminada por la radiación y el plutónio la naturaleza parecía no haberse visto afectada gravemente por aquellas terribles condiciones e incluso a la fauna salvaje parecía haber vuelto a la zona... el artículo por lo visto causó sensación y un tiempo después su editor le hizo la siguiente pregunta "¿que pasaría si los humanos desaparecieran simultáneamente de todas partes?", este libro es el intento de responder a esa pregunta.

No todos los escritores pueden presumir de tener una obra suya comentada en exclusiva en la Wikipedia, y de forma extensa además, el libro que comento en este blog ha sido una de los ensayos más exitosos de los últimos años, publicado con gran éxito en los Estados Unidos, aquí teneis el enlace a  "El mundo sin nosotros" como podeis comprobar es un artículo de lo más completo que disecciona muy bien el contenido del libro.

Weisman tuvo que pasar años documentándose de forma exhaustiva para escribir esta obra, ha viajado a la zona desmilitarizada de la isla de Chipre y la península de Corea, a Panamá, a Inglaterra, a Texas, a la frontera entre Polonia y Bielorrusia, desde las nieves del ártico en Canadá hasta la sabana africana del parque nacional de Serengueti en Kenia. Entrevistas con paleontólogos, cosmólogos, químicos, ingenieros, responsables de parques naturales... el trabajo de campo y el esfuerzo de documentación de Weisman ha sido impresionante, cabe preguntarse cuanto material ha debido quedar fuera para evitar que el libro se hiciese interminable.

El libro no solamente nos habla del "día después" a una hipotética desaparición humana y la repercusión que ello tendría en la vida del planeta, geografía y clima ... sino también como el ser humano ha ido modificando el entorno y como ha influido decisivamente en la configuración actual del mundo, dividiendo continentes, extinguiendo especies, arrojando CO2 a la atmósfera en cantidades inmensas, talando bosques, inundando el océano con plásticos, edificando kilómetros y kilómetros cuadrados de hábitats artificiales de cemento y hormigón, allanando montañas, cambiando las especies animales y vegetales en todas partes... ¿que pasaría con todo eso si el ser humano desapareciera? ¿como ha cambiado en el pasado? ¿como eran la vida salvaje y los bosques antes de nuestra irrupción en la historia del planeta? ¿desaparecerían nuestras huellas? ¿como? ¿cuanto tiempo llevaría?... 


Este aparentemente breve, no llega a las cuatrocientas páginas, pero denso ensayo nos sorprende una y otra vez... nos sorprende cuando su autor nos indica en tantas ocasiones la fragilidad de cosas del entorno humano que consideramos sólidas y difíciles, si no imposibles, de cambiar... y nos habla acerca de la rapidez con la que la naturaleza, lenta pero tenaz, constante e invencible sigue su curso y nada la detiene. Ante todo es un toque de atención y una lección de humildad. No somos tan importantes, no somos tan poderosos, no somos tan fuertes ni tan letales como nosotros mismos creemos... por muchos agujeros que hagamos en el fondo de la balsa en la que navegamos esta simplemente escorará, nos arrojará por la borda y seguirá su curso. 

Seguramente es la lección más reveladora del libro, el mundo ha cambiado muchas veces antes de que nosotros estuviésemos en él, y lo va a seguir haciendo, con o sin nuestra ayuda, la vida no termina con la raza humana... aunque esta se empeñe en estinguir a una buena parte de sus compañeros de viaje. Obras humanas tan impresionantes como las ciudades, las refinerías, los puentes, los canales, las centrales nucleares... todo ello es como un barquito de papel navegando en el océano. Ese impulso vital del que nosotros también somos parte y que nos ha llevado desde las copas de los árboles hasta el espacio seguirá su curso. 

Sorprende conocer la rapidez con la que la naturaleza cambiaría el entorno que conocemos y como la vegetación invadiría las ciudades, como las grandes obras de ingeniería colapsarían por falta de mantenimiento y como se propagarían los incendios químicos y radiactivos, sorprende comprobar la fragilidad de todo ese entramado y sorprende más aún conocer la rapidez con la que la naturaleza se adapta y la tenacidad con la que la vida vuelve a resurgir una y otra vez. Dióxido de carbono que vuelve al océano y de este a las conchas calcáreas de los moluscos... metales pesados que vuelven a infiltrarse en la corteza terrestre, goteras que devienen en grietas y terminan derrumbando tejados, puentes de acero que se vienen abajo por una falta de mantenimiento que comienza por una pintura descascarillada... centrales nucleares ardiendo por la evaporación de los circuitos de refrigeración, refinerías en llamas, rebaños de vacas y ovejas pasto de los depredadores, ratas de alcantarilla llevadas rápidamente a la extinción por falta de residuos humanos que devorar, cucarachas que se extinguen con nosotros en los climas más fríos por falta de calefacción... si, verdaderamente es una pena ;-)

Puede parecer un tema triste, desagradable y pesimista... pero realmente creo que es justo al revés. No es que el autor sugiera que una desaparición humana del planeta fuese algo positivo para el conjunto de la biodiversidad, sino que esta, tal y como la conocemos, aunque está gravemente amenazada por la contaminación derivada de las actividades humanas ha estado realmente mucho más amenazada en el pasado y aun así... ha sobrevivido y no solo eso, sino que se ha multiplicado. De forma que aun en el peor escenario posible, el escenario de nuestra propia auto-extinción, algo nada improbable por desgracia, ello solo supondría nuestro fin, pero no el fin del planeta y ni mucho menos de la vida. 

Este hecho, terrible para nosotros pero indiferente para la gran mayoría de la vida sobre el planeta, solo sería un capítulo más en la historia de los grandes cambios y extinciones... en mucho menos tiempo del que creemos el mundo quedaría irreconocible, en unos pocos miles de años a un visitante del espacio exterior le costaría trabajo encontrar vestigios de nuestro paso por el planeta. No se vosotros pero yo me voy más tranquilo de este mundo sabiendo no solamente que todo va a continuar sino que además ir a mejor entra dentro de lo posible.

"Las convulsiones y presiones lo transformarán en algo distinto. Como ocurrió con los árboles enterrados en pantanos hace mucho tiempo: fue el proceso geológico, y no la biodegradación, el que los convirtió en petróleo y carbón. Quizás las altas concentraciones de plástico se conviertan en algo parecido. A la larga se transformarán. El cambio es el signo distintivo de la naturaleza. Nada permenece inalterable".
Dr. Anthony Andrady.



Lo mejor: Un ejercicio impresionante de imaginación y de documentación, narrado en un estilo directo y ameno no dejará indiferente a nadie. Una lectura obligada para todo aquel que ande interesado en temas de ecología y divulgación científica, no es fácil encontrar obras con un enfoque original y que además terminen siendo verdaderamente instructivas, este libro lo es en grado sumo. Agradará tanto a los lectores de ensayos y obras de divulgación como a todos aquellos aficionados a las obras de ficción... el libro tiene un pie a cada lado, ficción especulativa a la par que el rigor informativo de un periodista no especializado en nada pero que ha contado con el asesoramiento de un elenco impresionante de técnicos y especialistas, el capítulo final dedicado a "agradecimientos" a diferencia de lo que sucede en otras obras es de lectura obligada.


Lo peor: No existe nada perfecto, el libro no abarca todas las posibilidades ni todo lo que hay en el mundo humano... por ejemplo el capítulo dedicado a los mares está incompleto ¿que pasa con los barcos?. Las simpatías y aversiones particulares del autor han dejado su huella y deja claro que no siente demasiado afecto por los gatos ;-) aparte de demostrar ignorancia en lo que se refiere a la dieta de los pequeños felinos domésticos. Los ejemplos propuestos para la desaparición de las ciudades y las construcciones humanas están demasiado centradas en sus queridos USA... faltan más datos concretos sobre el deterioro de las construcciones de ladrillo más habituales de otras latitudes por no hablar de las ciudades de climas más templados, aunque el ejemplo del destino de Nueva York no deje de ser impresionante. Una putada comprobar que el bronce es de los materiales más resistentes al paso del tiempo... ¿imaginais una ciudad entera convertida en colinas cubiertas de vegetación ?... y que como único vestigio de nuestro paso solo se preservan esas horripilantes esculturas de las rotondas, mejor no estar ahí para comprobarlo ;-)




domingo, 1 de julio de 2012

El temor de un hombre sabio

"Tras un largo y aterrador momento, las manos de Felurian me sujetaron y me arrastraron hasta la superficie como si yo no pesara más que un gatito. Me acercó su cara, ante sus ojos oscuros, duros y centelleantes. Con voz nítida, dijo: hago esto para que escuches y no te quepa duda alguna, un hombre sabio contempla con temor la noche sin luna"


Ficha: "El temor de un hombre sabio", Patrick Rothfuss, editorial Plaza & Janes, 1.190 páginas, ISBN: 978 840 1339639


En noviembre del año pasado se publicó esta imponente novela del escritor americano Patrick Rothfuss, un autor relativamente recién llegado al mundo de la narrativa fantástica en el que entró por la puerta grande tras aquella sensacional "El nombre del viento", de la que la novela aquí reseñada es su continuación. Fue entonces cuando conocí la obra de este autor merced a la labor publicitaria de su editorial. Recuerdo que había todo un "stand" abarrotado con los voluminosos ejemplares de esta como si de un muro de ladrillo se tratase. Esta segunda parte de la llamada "Trilogía del asesino de reyes" fue publicitada a bombo y platillo tanto en las librerías como en Internet. No es que habitualmente haga mucho caso de la publicidad pero tras captar mi atención lo suficiente como para buscar información en la red quedé convencido de que tal vez valdría la pena leerla. Así lo hice y la novela mencionada fue una de las lecturas más interesantes de este género fantástico, que vive una segunda edad de oro, que haya podido leer. Es raro que un libro no solo cumpla las expectativas que despierta su campaña publicitaria sino que a demás uno tenga la sensación de que los comentarios favorables se han quedado cortos... pero así fue en este caso.

Poco después adquiría esta segunda parte, la cual ha permanecido esperando mi atención varios meses mientras mis apetitos lectores marchaban por derroteros bien distintos.  Tengo que decir que la espera valió la pena y también ha valido la pena el esfuerzo de devorar esas más de mil páginas. Una lectura en la que me he tomado mi tiempo, consciente de que emprendía un viaje largo que no querría completar demasiado pronto. La tercera y última parte, titulada provisionalmente "Las puertas de piedra", todavía no ha aparecido en el mercado americano... mi único consuelo es que la edición española no tardará en llegar en cuanto aparezca la edición original dado el éxito que ha cosechado esta todavía incompleta trilogía.

¿Qué puede esperar un ansioso lector de esta segunda parte de la historia?... pues en pocas palabras, más de lo mismo, y a la vez menos de lo esperado.

Más de lo mismo.
La historia planteada por Rothfuss posee una estructura bien definida desde el comienzo, de forma que evidentemente en este segundo tomo de la trilogía nos encontramos con la historia narrada en la posada Roca de Guía por su protagonista, el sorprendente Kvothe, personaje de leyenda que vivía una vida anónima hasta ser descubierto por Cronista, una suerte de escribiente-notario itinerante. Allí junto con Bast, en su papel de ayudante del posadero y con una naturaleza también muy alejada de las apariencias, formarán la base de la historia que transcurre paralela a la narración... la narración en sí es lo que da cuerpo a este mamotreco de más de mil páginas, dicho en todo nada despectivo ¿sería tan importante el Quijote si terminase al final de su primera parte?... creo que el dicho "lo bueno si breve dos veces bueno" no vale para todo, y para una novela mucho menos. Me sorprende ver opiniones por la red que consideran este libro como "demasiado extenso"... estaría de acuerdo si la calidad de la prosa, la riqueza del vocabulario, la emoción de la historia y el nivel, por así decirlo, hubiese retrocedido varios escalones en relación con la primera parte, pero no es así, en mi opinión son otros los reproches que habría que hacerle.

La historia continúa donde quedó en el anterior volumen, las andanzas, aventuras y desventuras de Kvothe en la universidad, sus problemas para reunir el dinero de la matrícula de cada semestre, las relaciones con sus amigos y la enigmática Auri, su amistad con Denna, mujer a cuyo destino se encuentra ligado casi como si de una ley natural se tratara, su investigación sobre los Chandrian y los Amir... . La mitad del relato se centrará en ese ambiente tan rico y magistralmente descrito por Rothfuss e la universidad, se nota que el autor está completamente enamorado del mismo y dará tema de sobra para la historia. Sin embargo pronto Kvothe abandonará ese entorno y se verá envuelto en una serie de peripecias a lo largo del mundo, un aluvión de experiencias que le dejarán marcado y que le harán cambiar y evolucionar, dicho de un modo vulgar "se nos va a la mili y se nos hace un hombre", y a la vez se añadirán un buen número de jugosas historias a su leyenda.

Menos de lo esperado.
Siento "pincharle el globo" a cualquiera que haya leído la primera parte y que esperase leer esta segunda con ansiedad esperando la revelación de tantas y tantas maravillas anunciadas, uno de los ganchos de esta historia. Suceden muchas cosas es verdad, tal y como cabría esperar en una novela de más de mil páginas, pero muchas menos de las esperadas. También ese sentido de la novedad, ese sentido de la maravilla que le llegaba a uno a embargar en determinados momentos del inicio de la historia se han quedado en el camino.

 La sensación que tengo tras su lectura es que el autor ha "inflado" una serie de aventuras que no daban para tanto, que consumen cantidad de páginas, y que dejan la narración en un tiempo demasiado cercano al punto en el que terminó la historia del primer día. Por lo tanto las expectativas que uno tenía antes de comenzar esta voluminosa segunda parte se ven defraudadas en lo que concierne al avance de la historia, sin embargo... 

Aquí tenemos de nuevo a Rothfuss en estado puro, a esa peculiar forma de narrar las historias, a ese rico vocabulario con ese chorro de vocablos antiguos que no se sabe bien de donde han salido, si existían o no antes de esta novela, a esos giros en la trama, a ese detenerse y deleitarse en determinados momentos, a ese "tempo" acelerado en ocasiones más de lo debido, como esa elipsis en torno al primer viaje por mar, y a esa lentitud y riqueza de ideas... como los capítulos dedicados al encuentro con Felurian llenos de una contenida e imaginativa sensualidad, o los dedicados a la estancia del protagonista con el pueblo de los Adem, lleno de reconocibles referencias orientales. En definitiva un Rothfuss pletórico de inspiración, de ideas, prendado de su obra, de sus personajes, de ese maravilloso mundo recreado en su imaginación, una historia narrada con esmero, con mimo, en la que se busca siempre el tono de originalidad, el narrar en la medida de lo posible la acción por senderos sinuosos y sin perder el tono hermoso y lírico de la primera parte...


"La sonrisa de Penthe era brillante como un penique nuevo. Era como el agua fresca sobre mi reseco y cansado corazón. La dulce sonrisa de una mujer jóven: no hay nada mejor en el mundo. Es más valiosa que la sal. Sin ella, algo enferma y muere dentro de nosotros. Estoy seguro. Una cosa tan simple. Qué raro. Qué maravilloso y qué raro."


Lo mejor: Una historia interesante, muy bien narrada con un estilo sencillo y a la vez original que huye de recursos fáciles, llena de lirismo y belleza, aunque no exenta de tragedia y partes oscuras. En definitiva un viaje en el que no hay que apresurarse y que invita a detenerse una y otra vez. Por cierto... casi se me olvidaba, excelente el trabajo de Gemma Rovira Ortega como traductora al igual que ya hizo con la primera parte, a veces olvidamos que detrás de un hermoso libro en castellano hay una labor ardua de traducción detrás y en este caso concreto no ha debido ser una tarea sencilla.


Lo peor: A pesar de los esfuerzos del autor la evolución del personaje no termina de cuajar, hay mucha diferencia entre el Kvothe del momento de la narración y el protagonista de la misma, son dos personajes completamente distintos, algo comprensible... pero ha quedado demasiado por hacer. Si el autor pretende cumplir con las expectativas otorgadas a los lectores queda todavía mucho por contar, la impresión es que    se ha quedado prendado del personaje principal y del entorno donde transcurre la mayor parte de la narración en estas casi dos mil páginas de la historia hasta ahora contada, es decir ese marco maravilloso de la universidad... un lugar donde se nota que se siente a gusto y que no parece querer abandonar, aunque estoy seguro que la mayoría de sus lectores comparten esa sensación, queda por ver como se las arreglará con la tercera parte... contar todo lo que sigue oculto todavía y mantener el nivel de la narración mucho me temo que le va a llevar otras dos mil páginas... por mi parte como si son cuatro mil al final... aunque dudo mucho que sea una opinión mayoritaria entre sus lectores ;-)