martes, 29 de diciembre de 2015

El mundo bajo los párpados


Ficha: "El mundo bajo los párpados", Jacobo Fitz-James Stuart y Martinez de Irujo (Jacobo Siruela), ediciones Atalanta, 350 páginas, ISBN: 978 84 937784 5 3

Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, y por lo visto buena parte de ese tiempo lo vivimos bajo el influjo de los sueños; todos soñamos, todos visitamos a diario ese enigmático mundo del que apenas solemos recordar gran cosa al despertar...  y no importa porque el viaje que nos lleva a la tierra de los sueños es siempre de ida y vuelta. Durante el periodo de vigilia no podemos dejar de pensar, en ocasiones podemos controlar y dirigir los pensamientos, aunque sea brevemente... sin embargo el mundo onírico escapa a nuestro control, un mundo extraño, irracional, cargado de imágenes de nuestro subconsciente... un mundo en ocasiones maravilloso y agradable, la mayoría de las veces simplemente raro, y de vez en cuando un mundo de horror y pesadilla que abandonamos al despertar en medio de una gran sensación de alivio. Forma parte de nuestra vida, la parte más escondida, rara y oculta de la misma, pero asimismo también la parte más despreciada y olvidada.

En este primer ensayo de Jacobo Siruela, editor y fundador de "Ediciones Atalanta", nos conduce a ese mundo perpetuamente ignorado y extraño de los sueños, de su mano nos introducimos de lleno en un viaje a través de la historia de los sueños y conoceremos a diferentes estudiosos del fenómeno onírico desde muy diferentes perspectivas. Veremos que el tema es lo suficientemente rico como para prestarse a estudio desde muy diferentes ángulos y diversas interpretaciones.

El sueño y la historia.
La vinculación entre los sueños y la historia se tratarán en su primer capítulo, no solamente el influjo de los mismos a través de las ensoñaciones, y posteriores interpretaciones de los poderosos, sino  también a su vinculación con el espíritu de los tiempos en cada momento... muy acertada la cita de Hegel "si reuniéramos los sueños de un momento histórico determinado veríamos surgir una exactísima imagen del espíritu de ese periodo". El sueño como producto de la imaginación y de las imágenes residuales de nuestra memoria, pero también de nuestros anhelos y sentimientos más íntimos, no solamente de aquellos que evitamos mostrar a los demás, sino también de aquellos que reprimimos y negamos de forma consciente o inconsciente incluso a nosotros mismos. Muy interesante el trabajo señalado de Carlotte Beradt y su radiografía de los miedos inconscientes de Alemania en la época nazi, a través de los aparentemente inocentes relatos de sueños de sus paisanos en el comienzo del libro.



Y es que los sueños han sido un elemento constante a través de la historia, sueños de gloria y poder, de riquezas, de conocimiento... o simplemente de angustia ante el futuro y sobre decisiones a tomar, no es extraño que su interpretación haya estado vinculada a hechos históricos, la historia sin la interpretación de los sueños, acertada o no, no sería la misma. Los casos, sobre todo en la antigüedad, donde se creía firmemente en el valor profético del sueño y su influencia en el curso de los acontecimientos, más allá de la pura anécdota y la especulación, fueron muy numerosos. El autor nos mostrará una buena colección de casos curiosos y nos hará lamentar, junto a él, que nadie les haya prestado más atención y de que "a la historia de los hombres despiertos le falta, como clamaba Lichtenberg, una historia de los hombres que duermen". Historias sugerentes, que en ocasiones muestran unas increíbles coincidencias entre lo soñado y lo acontecido en la realidad, una conexión que el autor no se cansará de mostrar una y otra vez, no tomando partido por la credulidad... pero induciendo al lector a pensar que la conexión entre el mundo psíquico y los acontecimientos de la realidad quizás sea algo más que una quimera. Creencias y especulaciones aparte de lo que no cabe duda es que el viaje que nos propone Jacobo Siruela es cualquier cosa menos aburrido :-)

El sueño inspirador de artistas, científicos y filósofos tomará rápidamente el relevo, interesante el ejemplo detallado de Descartes, esas ensoñaciones del filósofo francés que fueron el pistoletazo de salida de la moderna filosofía, y es que en el anárquico y salvaje mundo de los sueños las ideas carecen de cadenas y condicionamientos que sí tienen en el estado de vigilia, generalmente con resultados estériles, es verdad... pero cuando se produce una feliz coincidencia surge la chispa. El libro se hace eco de ideas geniales aparecidas en la mente de investigadores, matemáticos y científicos durante el sueño y que fueron el embrión de importantes descubrimientos, aunque por supuesto será en el arte donde estas semillas encuentren el terreno más propicio para brotar... innumerables artistas, especialmente pintores y escritores, han encontrado la inspiración en el mundo de los sueños.

"La historia de los sueños aún no ha sido escrita, y probablemente nunca lo será. No deja de ser sorprendente que, después de tanta experiencia onírica acumulada a lo largo del tiempo, tan digna de recuerdo,el ser humano todavía no haya asumido la importancia que tiene el onirismo en la historia humana y simplemente continúe viviendo su "segunda vida", como si no tuviese ningún valor, ni formase parte de sí mismo"

El sueño y lo sagrado.
El segundo capítulo nos introducirá en la relación entre el mundo de los sueños y las antiguas religiones, si a partir de la era de la ilustración el mundo de los sueños quedó relegado con desdén a un papel marginal y fue sistemáticamente ignorado como algo sin valor, como meros desechos de una actividad cerebral a la que no había que buscar sentido alguno, aunque luego habría voces discrepantes con esa actitud; en la antigüedad el sueño tuvo un carácter sagrado, la apariencia entre la muerte y el sueño, las visiones oníricas que creían que habían sido inducidas por la divinidad y que solamente determinados sacerdotes o intérpretes podían descifrar, constituían una actitud tan opuesta a la actual que forzosamente tiene que llamarnos mucho la atención. Templos consagrados a la interpretación de los sueños, ritos iniciáticos en los que se hacía penetrar a los aspirantes en oscuras cavernas... donde indudablemente serían presa de sueños, y alucinaciones que posteriormente habría que interpretar... sacerdotes especializados en la interpretación de los sueños. Nada ocurría por que sí en el mundo antiguo, la naturaleza y el cosmos entendidos como un todo donde se fundía por igual el aspecto material sensible y el psíquico-espiritual debía por fuerza prestar atención a ese viaje onírico diario. Creencias, mitos,  rituales, leyendas... sueños, todo se funde en una espesa e indefinida amalgama. Aquí el autor se "desmelena" un poco, y como buen conocedor de la antigüedad nos mostrará mil y un detalles de este vínculo entre el mundo onírico y la espiritualidad antigua.

Es de agradecer que exponga el tema sin caer en la pedantería o en abusar en los tecnicismos, nos encontraremos como lectores pisando siempre terreno firme... especialmente interesante es esa esa detallada historia del mito de Esculapio, dios de la medicina, del que un servidor desconocía su vínculo con el mundo onírico y toda la parafernalia que le rodeaba, y ese retrato de la mitología como primitiva psicología y su gran potencial simbólico. El sueño, su vínculo con la espiritualidad antigua y su poder curativo serán los protagonistas de un interesante apartado del libro que explora también el mundo de la superstición y el poder de la creencia en la curación de las enfermedades, aunque sea en el caso de aquellas de claro orígen psicosomático, alusiones a la superstición que otorgaba poder curativo a las manos de un rey, a la estrafalaria figura de Antón Mesmer, al testimonio de un escéptico Montaigne, que no obstante termina por reconocer el poder de la sugestión y la mente en casos excepcionales de curaciones. En definitiva una llamada, que será atendida o no por el lector en función del grado de escepticismo que posea su carácter, a abrir la mente y dejar entrar una visión más completa de la naturaleza del mundo, más allá por lo apuntado por la razón.

"Así, a modo de conjuro protector, la conciencia crítica lanza sus afilados dardos contra toda experiencia que parece trascender el ámbito del relato racional, cuando habría que preguntarse si esos límites no son artificiales y restrictivos, y si la cuestión de fondo no se reduce a esta sencilla e incómoda pregunta: ¿puede en verdad el eunuco opinar sobre el orgasmo?"




Sueño y espacio, el sueño lúcido.
Habitualmente damos por sentado que los sueños son incontrolables, y es así en casi todos los casos... pero hay un tipo de sueños muy especiales, completamente reales y muy bien documentados a lo largo de la historia de sueños en los que el durmiente tiene verdadera conciencia de estar durmiendo. Poco necesita insistir Jacobo Siruela en este punto porque un servidor, y creo que casi todo el mundo, ha tenido alguna experiencia de este tipo; sueños donde existe la conciencia clara de estar soñando y donde nuestro habitual punto de observador en el estado de vigilia obtiene su contrapartida en el estado onírico, uno se convierte en explorador de un mundo creado por su propia mente... suena alucinante y marea pensar en ello, pero es completamente real. Hay testimonios tan antiguos en la historia como aquel de Aristóteles o San Agustín recogidos en el libro, pero no hay que remontarse a épocas tan remotas, autores de trabajos relacionados con el mundo de los sueños y las experiencias propias de sueños lúcidos, y otros que no, aparecen en la obra de Ouspenski, Willen van Eeden, y especialmente d' Hervey de Saint-Denys... estos "onironautas" no presumían de tener poderes o cualidades especiales, simplemente eran investigadores de la psique humana que se acostaban cada noche con un bloc de notas y un lápiz en la mesita de noche, con la firme voluntad de transcribir cualquier experiencia onírica que pudieran recordar al día siguiente al despertar... justo como puede hacer cualquiera. Con paciencia y tesón, habría muchos días que no podrían recordar nada, iban desarrollando esa habilidad y en el caso de este último, H. Saint-Denys, se llegaron a transcribir cientos y cientos de sueños... en ocasiones acompañados de dibujos. En muchos de ellos había tenido la clara conciencia de estar soñando... estas experiencias junto con algunas curiosas "leyes" redactadas por este consumado onironauta serán expuestas en este fascinante capítulo: "No se puede dormir sin estar soñando", "Pensar una cosa equivale a soñar con ella", "Todas las imágenes y sensaciones de nuestros sueños emanan de los recuerdos de nuestra vida real", "La voluntad y la conciencia pueden conservarse durante el sueño para dirigir el recorrido del espíritu a través del mundo de las ilusiones"... serán sus conclusiones.

"¿Qué es entonces el espacio onírico? Saint-Denys lo explicó con justeza y detalle. La memoria ofrece todos los materiales y la imaginación les insufla la vida. Tal es el escenario, pero ésta no es la cuestión, pues este escenario es un espacio vacío, animado por sombras y apariencias huecas. La cuestión radica en conocer cuál es la naturaleza del autor de la obra que ahí se representa"

Un capítulo apasionante, que tendrá su conclusión con el curioso invento de Alan Worsley que en 1.975 inventó un aparato para realizar mediciones de electroencefalograma de personas durmiendo, capaces de detectar los movimientos REM y grabar entonces la actividad cerebral... demostrando que el sueño lúcido era una realidad. Y el curioso chisme inventado en los setenta que llegaba a medio-despertar al durmiente con suaves parpadeos de luz roja en cuanto este entraba en fase REM... induciendo al sueño lúcido, al que se le publicitaban una serie de propiedades curativas, todo pura charlatanería, con fines comerciales.

Sueño y tiempo.
Durante los sueños no solo se trastoca el espacio, con visitas a lugares imaginarios y cambiantes fruto de nuestra imaginación, también la habitual e implacable flecha temporal en la que vivimos inmersos en nuestro estado de vigilia sufre alteraciones... el tiempo se alarga y se encoge como si fuera de goma, salta atrás y adelante, pues como muy bien escribe Jacobo Siruela en este fascinante ensayo, si no existe el espacio ¿porqué no tendría que sufrir alteraciones el tiempo habida cuenta del vínculo tan estrecho existente entre ambos? ... incluso hay constancia de experiencias en sueños donde el tiempo marcha "hacia atrás" y la flecha del tiempo se invierte:

"Pero todo esto parece más bien irrisorio cuando reparamos en lo erróneo que resulta epistemológicamente localizar el tiempo onírico en la dimensión física. Los pensamientos y las emociones no se pueden medir de un modo temporal, al menos si queremos evitar el absurdo. Del mismo modo, el sueño no se desenvuelve en ningún tiempo físico, su desarrollo corre paralelo a la dimensión material"

"El tiempo onírico no pertenece al mundo físico sino al mundo psíquico, y toda su fenomenología ha de entenderse fuera de las leyes espacio-temporales de la materia, ya que la única y verdadera sustancia del tiempo onírico descansa en la experiencia interior. El sueño es pura psique, y el tiempo psíquico obra de otra manera."

Abandonamos aquí el detallado relato de la obra de los investigadores de los sueños y nos metemos de lleno en la especulación, en terrenos más filosóficos... y más apreciados por este que aquí escribe, pues si en los capítulos anteriores el autor se convertía principalmente en un narrador de historia aquí cambia su papel por el de verdadero ensayista y trata de "sentar cátedra" en este terreno tan nebuloso, algo que es de agradecer... pensamientos sobre la naturaleza de los sueños, sobre los límites aceptables de la credulidad y de la apertura de mente... "El escepticismo es el mejor refugio de la inteligencia, pero también puede ser el más estéril, ya que la calidad del escepticismo sólo puede apreciarse en una mentalidad abierta y cáustica; de lo contrario, el escéptico no utiliza su reserva como consecuencia de una actitud crítica, sino como una máscara gregaria tras la cual se ocultan lugares comunes" ... simplemente brillante :-).

Tras este apartado fuertemente filosófico el libro "afloja" un poco la presión y se nos narrará alguna que otra historia, sacada de la literatura y del mito, en la que los sueños tenían ese carácter de ruptura del tiempo y profético, el sueño como predicción tomará el papel principal y asistiremos a entretenidos relatos, como el de Gerolamo Cardano, y su historia de un sueño profético y curativo, o la anécdota contada por Dickens sobre un sueño premonitorio que experimentó... Mark Twain, y Nietzshe se sumarán a esta colección de historias sorprendentes... Grahan Greene será otro de los escritores atrapados por la fascinación de los sueños y su interpretación profética, incluso un escéptico y agnóstico radical como Arthur Schopenhauer se interesó por el fenómeno. El autor se mete aquí en los terrenos más resbaladizos y especulativos del libro al intentar ligar ese vaivén temporal y ese cambio de rumbo de la flecha temporal en el mundo de los sueños con el mundo real, pues si los sueños son indicadores del subconsciente y este también actúa sobre nuestro comportamiento en el estado de vigilia sin que nos demos cuenta... ¿no podría existir una relación entre los sueños y sucesos acaecidos en la realidad?, como siempre será el lector quien vea asomar sus dudas, preste atención a estas ideas o simplemente las deseche de un plumazo, lo que me ha gustado más de este ensayo es esa postura del autor donde ni cree ni deja de creer, pero se esfuerza en mostrar otras posibilidades y deja que las conclusiones las tome el lector, mostrando a cambio una serie de sugerentes ideas y haciéndole pensar.

Con la figura de C. G. Jung y su teoría de la sincronicidad y los arquetipos el libro entra en su fase más especulativa, aparecerá, como no, también la teoría cuántica y su indeterminación... un viaje en el que el lector asistirá tan perplejo como fascinado a las ideas que expone el autor, que se guardará siempre de exponer una conclusión definitiva o decantarse claramente por una u otra explicación, y es que no se trata de negar la validez de la ciencia o su método, no se trata de atacar una visión extremadamente racional del funcionamiento del cosmos, sino más bien, de exponer que otras visiones más amplias pueden tener también su validez o por lo menos apuntar a lugares donde quizás en un futuro la ciencia encuentre evidencias. Termina este excepcional, y teórico, capítulo con la obra y vida de John Willian Dunne, y sus trabajos sobre el mundo de los sueños y el tiempo donde se nos narra sus impresionantes experiencias sobre los sueños premonitorios... ideales para dejar "pensativo" al más pintado :-)

"Pero otra observación de mayor calado fue cobrando cada vez más entidad en su investigación: los sueños son un revoltijo de imágenes y experiencias tanto pasadas como futuras, barajadas en la misma proporción. Mucha parte de lo que soñamos no versa sobre circunstancias del pasado, como afirma el psicoanálisis, sino sobre acontecimientos del futuro; y si no reparamos en ello es debido a lo frágil que resulta nuestra memora"


Sueño y muerte.
El sueño y la muerte, serán los protagonistas del último capítulo del libro, sus semejanzas desde la antigüedad con esos hermanos mellizos, Hipno y Tánato, dueños del mundo de los sueños y de la muerte, la metáfora que iguala el sueño y la muerte en la literatura (presente por ejemplo en el monólogo de Hamlet), la idea de la muerte en la filosofía y su analogía con el sueño, el miedo a lo desconocido cuyo ejemplo máximo es el miedo a la muerte... son múltiples los ejemplos en la historia de la literatura de todos los tiempos... la muerte en los tiempos actuales y la visión que de la misma se tenía en el pasado, toda una visión crítica de una de las máximas de la modernidad, la negación y la ocultación de la muerte, y la sustitución del protagonismo del moribundo por el de los familiares que le sobreviven. Aquí Jacobo Siruela se "moja" y toma definitivamente partido si no por una creencia en una vida en el más allá, al menos por un claro agnosticismo:

"Por eso se ha dicho tantas veces que el único sentido racional que tiene la muerte es la confrontación del ser con la nada. Pero esta forma de pensar, esta ideología que suele saludarse como un logro de la madurez intelectual alcanzada gracias a la evolución del espíritu crítico contemplada en toda su desnudez, no es más que un simple postulado, una creencia como tantas otras. Dado que el hecho de no haberse podido demostrar la existencia de una continuidad post mórtem no significa que no exista tal posibilidad, sino solamente que su verificación ha resultado ser imposible"

Aquí ya me parece que el autor pierde un poco el pie... y parece llegar a la conclusión que puesto que la ciencia no puede asegurar la inexistencia del alma o una conciencia desligada de lo material, y puestos a "creer", mejor creer en algo, mejor suspender el juicio y mejor admitir que no sabemos... por lo tanto mejor dejar la pregunta sin respuesta y que cada cual crea en lo que desee, igualando la creencia en la persistencia del espíritu tras la muerte y la destrucción del mismo junto con el elemento material... de momento nada que objetar a dicha opción ya que hay demasiadas preguntas por contestar por parte de la ciencia, demasiados campos donde tiene poco o nada que decir... bueno, una actitud respetable que este lector no comparte, ya que hasta ahora, que yo sepa, no se han encontrado evidencias que respalden una visión alternativa a la proporcionada, hasta ahora, por la ciencia... pero ¿quién sabe si en el futuro no será así?... de momento lo seguiremos buscando en el mundo de los sueños ;-)

Otra cosa es crítica que Jacobo hace de la modernidad y su trato con la muerte, ahí si que no puedo dejar de darle la razón al 100%:

"La huida constante de la muerte es la evidencia más sangrante del fracaso existencial del mundo moderno. El gran espíritu extrovertido, impulsor de las más brillantes conquistas del conocimiento, contrasta vivamente con la falta de sentido que se respira en todo el mundo que ha creado, y el punto en el que confluyen todas las coordenadas de esa dolorosa pérdida de significado se condensa en la ansiedad que produce esperar la muerte".

Aparte de este denso y apasionante ensayo no puedo dejar de alabar el excepcional trabajo desarrollado por la editorial Atalanta y su fundador, autor de este ensayo, al incluir en su catálogo libros simplemente imprescindibles, libros que nos devuelven el placer de leer elevado a la enésima potencia... aquí ya he comentado "Una historia secreta de la consciencia" de Gary Lachman, un libro que si bien me dejó un sabor agridulce también es verdad que me proporcionó un buen número de horas de interesante lectura. "Manual de filosofía portátil" de Juan Arnau, el mejor ensayo filosófico que he leído y uno de esos libros que se pueden denominar "obra maestra" sin caer en la exageración, y por supuesto esa maravilla, no exenta de objeciones y polémicas en los comentarios adjuntos de este blog, que es "La pasión de la mente occidental" de Richard Tarnas. ¿Qué más puedo añadir?, que si no existieran editoriales como esta habría que inventarlas, una pena que la calidad lleve siempre aparejada un precio elevado, no puede ser de otra forma, afortunadamente siempre existe el recurso del préstamo de las bibliotecas públicas como en este caso :-)

Lo mejor: Un ensayo valiente e interesante, muy bien escrito y original que nos remite a esa parte de nuestra vida tan menospreciada e ignorada, que hace pensar, apela a la inteligencia del lector y sobre todo que se disfruta de principio a fin. Me ha gustado mucho ese intento de equilibrio entre realidad y ficción, entre especulación y hechos probados, entre ciencia y metafísica... no era fácil encontrar en muchas ocasiones una actitud equidistante, no siempre se logra, pero en general creo que sí, y es algo bastante meritorio e inusual. Muy buen trabajo.

Lo peor: Como todo libro que se ubica valientemente en tierra de nadie, en un limbo donde la confusión, la malinterpretación y el exceso son tentaciones permanentes, es fácil que pueda recibir críticas tanto de aquellos lectores más impregnados de espíritu racional y científico, como de aquellos más aficionados a la especulación pseudocientífica... aunque me ha gustado mucho, he notado en demasiadas ocasiones una marcada tendencia a esto último, en mi opinión quizás debido, y esto si que es especulativo y opinable lo reconozco, a una falta de verdadera formación científica del autor.

viernes, 25 de diciembre de 2015

En el corazón del mar



Ficha: "En el corazón del mar", Nathaniel Philbrick, Seix Barral, 413 páginas, ISBN: 978 84 322 2440 9

Hay ocasiones en las que una feliz cadena de acontecimientos te llevan a un libro, cuando en octubre me sumergí en la lectura del fantástico ensayo de P. Hoare "Leviatán o la ballena", me llamó mucho la atención la historia que se narraba en el mismo acerca del buque ballenero "Essex", una historia verídica que fue muy popular en su tiempo y que inspiró a Herman Melville para escribir su inmortal "Moby Dick". Buscando "Moby Dick" en Youtube me encontré con el trailer de una película basada en la historia del malogrado buque ballenero, y justo esta navidad vi que había un ensayo escrito por un desconocido autor norteamericano y publicado hace ya quince años donde se narraba, con gran meticulosidad y abundancia de datos, qué ocurrió exactamente con aquel buque aquel 20 de noviembre de 1.820... y qué sucedió a continuación. La película basada en el libro se estrenó este mes de diciembre y confieso que no la he visto aún... aunque ya puedo anticipar alguna que otra crítica negativa leída en Internet y alguna que otra libertad que se han tomado con la historia nada más visualizar los varios "trailers" que pululan por la red todavía no la he visto. Esta entrada queda pues incompleta en su parte final a falta de comentar la misma. Aviso que voy a destripar la historia de arriba a abajo sin contemplaciones, de modo que si alguien entra por casualidad a este blog, no ha visto aún la película y piensa verla... que no siga leyendo :-)

La historia era truculenta a más no poder, y debió narrarse una y otra vez al calor de una chimenea con algunas pintas de cerveza de por medio, en el tiempo que los marinos pasaban en tierra entre una expedición y otra sin nada más que hacer... y también debió pasar a la imaginación colectiva en todos aquellos marinos que se embarcaban en un barco ballenero en la primera mitad del siglo XIX... mucho más en la isla protagonista del relato, la gran estación ballenera de Nantucket, que en el tiempo en el que transcurre la historia era el principal centro ballenero del mundo. Una isla que como bien comenta el autor de este ensayo "flotaba literalmente en aceite de ballena", un lugar arenoso, inhóspito, con un clima endiablado, sin recursos... y no obstante densamente poblado por más de 7.000 habitantes en 1.819 (llegaría a superar los 10.000 más adelante) que vivían casi exclusivamente de la caza de la ballena. En el momento en que transcurre la acción había más de setenta barcos balleneros en activo que capturaban varios miles de cachalotes al año, era la especie más perseguida y cotizada, en expediciones que duraban entre dos a tres años y que una vez agotada la pesca en las inmediaciones de la isla les llevaron a todos los grandes océanos del mundo. 

En aquella época no existía el canal de Panamá, los barcos de Nantucket recorrían todo el Atlántico hasta doblar cabo de Hornos y se internaban profundamente en el océano Pacífico, todavía mal conocido en aquella época, no solamente eran expediciones de pesca, eran verdaderos viajes exploratorios, verdaderos viajes de aventuras con medios rudimentarios, navegando a vela, cazando cachalotes a arponazo limpio, jugándose la vida en cada pesca, batallando con tormentas, con unas cartas marinas rudimentarias que no siempre les avisaban de la localización de arrecifes y aguas traicioneras, luchando contra la falta de suministros y el escorbuto, pasando hambre casi siempre, y trabajando como demonios por un sueldo miserable... es difícil imaginar un trabajo más duro y peligroso que se cobraba un buen tributo cada año en vidas humanas. Se puede sentir moralmente asco y desdén por esa tremenda maquinaria industrial centrada en el exterminio de unos pacíficos animales cazados con saña y crueldad... pero uno cuando conoce los detalles de lo que suponía la pesca "a mano" de aquellos leviatanes no puede dejar sentir admiración por aquellos superhombres, y también pena que tanto valor, tanto esfuerzo y sacrificio tuviera como objetivo el enriquecimiento de unos pocos y la aniquilación de una de las especies animales más hermosas, inteligentes y notables de este planeta.


Cuando pensamos en monstruos marinos habitualmente nuestra imaginación se queda fijada en el feroz tiburón blanco, la saga de películas centradas en estos impresionantes animales han quedado de alguna manera incrustadas en nuestras pesadillas... confieso que el pensamiento "tiburón" ronda mi cabeza siempre aunque me bañe en la playa más cutre, estéril e infecta del Mediterráneo, sin embargo ¿puede un tiburón aun tratándose de un monstruo de seis metros hundir un barco?, ni de coña... pero esto mismo es lo que hizo un cachalote de entre veinticuatro y veintiséis metros aquel infausto 20 de noviembre de 1.819 con el Essex, un ballenero que aunque no era de los más grandes de su tiempo desplazaba una nada desdeñable masa de doscientas treinta y ocho toneladas... era un animal bastante más grande que los que actualmente nadan por los océanos, que no llegan a los diecinueve metros, pero habitual en la época en la que todavía los balleneros no habían terminado de dar caza a los ejemplares más grandes, especialmente codiciados por ser más "rentables" en términos de número de barriles de grasa y "espermaceti", el líquido con aspecto de semen que le da a la especie su nombre en inglés "sperm whale" o ballena de esperma, una sustancia con la que se elaboraba el aceite de ballena y que tenía múltiples usos en la industria de la cosmética y como uso en la fabricación de lubricantes ... aunque en aquella época se usaba fundamentalmente para la elaboración de velas y se quemaba en las lámparas de los alumbrados públicos... había ciudades enteras iluminadas con aceite de cachalote.



El ensayo es pródigo en detalles, conoceremos a los componentes de la tripulación, al novato capitán George Pollard, cuyas vacilaciones y decisiones equivocadas contribuyeron en buena medida al desastre de la expedición, al valiente y decidido primer oficial Owen Chase... y al resto de los marineros de esta desgraciada tripulación desde el camarero al grumete. El libro contiene además un plano detallado del barco, un plano de la expedición hasta el lugar del desastre... y una estimación de lo que fue la ruta de evacuación, en la que los esforzados marineros trataron de llegar desesperadamente a la costa chilena en unas frágiles embarcaciones, en modo alguno aptas para largas travesías, con escasa agua y víveres para afrontar este desafío, sometidos a las implacables inclemencias del tiempo, al estado siempre cambiante del mar, tempestades incluidas, y sobre todo al martirio espantoso del hambre y la sed... que solo serían el comienzo del horror que más adelante tendrían que vivir. Es difícil imaginar un cuadro más atroz y espantoso.

El relato no da lugar a un respiro, uno sabe como terminó el asunto... lo tenemos en las primeras páginas, el avistamiento por un barco de una ballenera, así es como se llamaban las barcazas con las que se daba caza a los cachalotes y demás cetáceos, donde quedaban dos supervivientes esqueléticos, llenos de llagas, encima de un lecho de huesos humanos de los que se esforzaban en chupar el tuétano y que a sus salvadores les costó quitarles de las manos... un horror que conmovió el corazón de los marinos más duros y experimentados hasta hacerles derramar lágrimas. No fueron los únicos supervivientes y no todos tuvieron que recurrir al canibalismo para sobrevivir... el proceso que llevó a ese estado desde el momento del hundimiento del buque hasta el rescate tres meses y varios miles de millas marinas después, junto con lo que pasó con los supervivientes desde su rescate hasta el final de sus días meticulosamente narrado es el tema principal de este libro, una historia que más allá del morbo y los detalles truculentos, que tiene en abundancia, es fundamentalmente una historia de supervivencia y superación impresionante. 

Todos aquellos que hayan leído o conozcan la historia de la expedición de Shackleton y el salvamento de su tripulación en una situación desesperada y que consideren que aquello es el "no va más" de la pericia como navegantes y los extremos a los que puede llegar el ser humano cuando su supervivencia está en juego harían bien en echarle un vistazo a este libro y conocer mejor la historia del Essex y sus supervivientes. La abrumadora cantidad de datos históricos sobre la isla de Nantucket, que no por casualidad posee en su bandera como escudo un cachalote, y la comunidad de piadosos y, paradójicamente, pacifistas cuáqueros que la habitaban, sin duda en aquel momento los mejores marinos de la tierra, encantará a los lectores aficionados a datos históricos e historias reales basadas en rigurosas investigaciones. 


Lo mejor: Un ensayo meticuloso, muy bien documentado, fruto de un trabajo intenso de recopilación de datos e investigación histórica que pretende poco menos que ser la última palabra de una historia poco conocida, hasta ahora, y que constituye por méritos propios uno de los relatos más impresionantes de una época y un mundo ya desaparecidos. Se lee con gusto, con facilidad y con una creciente ansiedad y estremecimiento que hace que uno no pueda terminarlo hasta verlo concluido. Los aficionados a las novelas y ensayos de temática marina disfrutarán enormemente con este relato, hay mucho, muchísimo material de ese tipo para disfrutar en este ensayo.

Lo peor: La parte final, en la que una vez concluida la historia, el autor nos cuenta con pelos y señales de donde ha sacado cada uno de los elementos que componen la narración, qué parte es verídica, y qué parte ha sido supuesta, siempre desde el rigor histórico, donde se comparan las diferentes historias contadas por los supervivientes y las contradicciones entre las mismas, junto con la opinión final del autor, si bien resultará de interés para los lectores más aficionados a la investigación histórica resultan ser un "coñazo" para aquellos que como un servidor sólo queríamos una narración lo más fidedigna, si, pero que tampoco nos mostrasen las "tripas" del porqué se ha escrito tal o cual cosa... esa parte me la he saltado por considerarla de escaso interés, aunque habrá , no tengo la menor duda a quien le guste especialmente. 


lunes, 21 de diciembre de 2015

El mar interior


Ficha: "El mar interior", Philip Hoare, Ático de los Libros, 334 páginas, ISBN: 9788 493 972 004

El pasado mes de octubre comenté aquí uno de los ensayos más sobresalientes que había leído en mucho tiempo, "Leviatán o la ballena", de Phlip Hoare era un curioso trabajo centrado en el mundo de los cetáceos y que tomado ese elemento como punto inicial iba mucho más allá, por momentos me recordó a los "Ensayos" de Montaigne en el sentido de la libertad que el autor se había tomado al escribirlo, no era solamente introducir al lector en el fascinante mundo de las ballenas, era también hacerle partícipe de la pasión del autor, de su experiencia y vivencias personales con estos animales, con la historia de su caza, con el imperio comercial que se creó a su alrededor, los viajes de exploración y sus principales protagonistas... eso y mucho más. Eran tantos los elementos que comentar, analizar y describir que uno tenía la sensación de que el escritor se podía haber extendido hasta el infinito... como soy aficionado a las obras singulares, a los escritores excéntricos y sobre todo a cualquier libro que rezume pasión y amor por el tema del que trata, especialmente si este es tan atractivo como el mostrado en el mismo, me dije que leería cuanto encontrara de este autor, que el mismo pertenecía a ese selecto grupo del que vale la pena leer cuanto caiga en mis manos. 

Me he dado prisa, aquí tenemos su segundo ensayo, este ya no ha obtenido ningún premio, que yo sepa, y se publicó cuatro años más tarde, ya en 2.013. Viene de la mano de esta pequeña pero sumamente interesante editorial, Ático de los Libros, como alguna otra cuyos libros comento por aquí que también se ha hecho merecedora de mi atención.

Hoare vuelve al género con el que tanto éxito tuvo en su anterior obra, un ensayo de tema marino, en este caso con las mismas características que el anterior, un ameno relato de principio a fin donde se entremezclan la historia, la leyenda, anécdotas de todo tipo, vivencias personales, datos científicos... en esta ocasión con el mar como protagonista, ese "mar interior" que simboliza la composición de nuestro cuerpo, constituido en más de un 50% de agua, el componente fundamental del océano, y también por el mar como elemento de nuestros recuerdos... y es que el mar es un tema que da para mucho.

Cualquier persona que tenga una cierta edad y que haya estado ligada al mar, o que haya vivido a sus orillas, guarda dentro de sí un buen puñado de recuerdos asociados al mar, a los vientos que soplan desde el océano, a las olas y las playas, las gaviotas, los peces y las algas... recuerdos de días de vacaciones jugando en la arena de niños, recuerdos de objetos encontrados en la playa... el mar como lugar mítico, como fuente de misterios, de emociones y también de miedos, de recuerdos de tiempos pasados, de esa niñez perdida y vuelta a evocar una y otra vez, de ese sabor salado y amargo... de esa sensación de libertad y ese encontrarse con uno mismo en la soledad de una playa con sus sonidos característicos... hay algo mágico en el mar, algo que no nos deja indiferentes al mismo y que cada persona podría evocar a su manera. Hoare nos hará partícipes de su mar interior que también es el nuestro, ya que cualquier lector de este ensayo podría redactar una obra semejante a su manera... seguramente no con lugares tan fascinantes y exóticos como los que nos trae el escritor británico, en mi caso solo serían recuerdos de varios lugares del mar Mediterraneo, alguno del Atlántico y algún recuerdo ya lejano de una costa del Pacífico... nada en comparación con lo Philip muestra aquí.


Tras unos primeros paseos en bici de madrugada por la costa de su Southampton natal en la costa inglesa, donde nos hará un retrato de esa deteriorada y decadente línea costera, a la vez que nos hará partícipes de su obsesión por zambullirse cada día en el mar, independientemente de la estación y temperatura del agua, justo antes del amanecer... como en una especie de ceremonial religioso-marino de renovación diaria, su pasión por las aves y su capacidad de observación, la historia de la zona de donde es oriunda su familia, su vida solitaria en una casa destartalada donde todavía convive con los fantasmas de su infancia... sin duda un tipo curioso. 

En el segundo capítulo nos introducirá en la geografía, botánica, historia y zoología de la isla de Wight, como siempre contándonos su vivencia personal en un viaje a la misma y su visita de los sitios más característicos de la misma, viaje que servirá de punto de inicio a sus habituales historias sobre lugares y personajes curiosos que estuvieron ligados a la isla, nos informaremos sobre los datos zoológicos de las especies de aves que anidan allí y la historia de su convivencia con los humanos y mil y un detalles más... Hoaré al igual que en su anterior libro salta de la zoología a la botánica, la historia, la literatura o sus experiencias personales con la misma facilidad con la que uno se rasca la cabeza, nunca sabes lo que te vas a encontrar a la vuelta de una página, simplemente uno entra en el juego y se deja llevar porque como narrador posee ese don que le permite tocar cualquier tema manteniendo el interés del lector. 

En el siguiente capítulo nos llevará a Londres y la historia de los oceanários de la ciudad, a los primeros intentos de los taxonomistas por definir morfológicamente a los cetáceos, a la historia de los avistamientos de ballenas varadas en la costa... y entre anécdotas y datos históricos nos relata su experiencia como espectador durante la autópsia de una marsopa... era lo que faltaba a su relato para hacerlo más vivo e interesante que nunca. Las islas Azores y los cachalotes serán el tema del siguiente capítulo... donde como es habitual seremos testigos de más historias sorprendentes y de experiencias de avistamientos de cetáceos, junto con más datos sobre el mundo de estos animales... si a uno le quedaba algo de curiosidad por satisfacer después de la lectura de su anterior libro, pues aquí llega otra buena andanada de casos y cosas sobre las ballenas :-)



El quinto capítulo nos lleva a Ceilán con las ballenas azules como protagonistas, naturalmente ese será el punto de partida, porque definir en pocas frases lo que este hombre es capaz de narrarnos en unas páginas es del todo imposible, de nuevo vuelve a deleitar a sus lectores con sus historias y las descripciones de los lugares que visita, para este libro no ha realizado una labor de documentación inferior a la de su primera obra, da la impresión de que Hoaré se quería "vaciar" por completo en este nuevo ensayo, y desde luego que hace lo posible por interesar y también "abrumar" al lector no solamente con las historias que nos relata... sino también con su sensibilidad y peculiar visión de aquello que contempla:

"De repente, junto a nuestra proa, la ballena sale a la superficie, dispersando su tarjeta de visita en el aire. La vaporosa erupción alcanza los dos pisos de altura. Balaenoptera musculus: el rorcual azul, más conocido como ballena azul. Parece increíble que exista una criatura tan bella"

"De súbito sostiene sus aletas de cola elevadas contra el cielo, como si hubiera izado una vela gigante desde las olas. Son inconmensurables, enormes y de una pieza, y están situadas en el ángulo preciso respecto al animal, como los estabilizadores de cola de un avión. Se quedan en el aire durante un segundo, temblando por su magnitud y por la potencia del cuerpo al que están conectadas. Anuncian el final del encuentro. Con esta postrera floritura, nuestra audiencia ha concluido, dejándonos con ganas de más. Drew y yo coincidimos en que hay algo sexual en las ballenas. Elegantes, sensuales e intocables, son la tentación definitiva. Es eso lo que nos atrae de ellas. "·

El sexto episodio nos llevará más lejos todavía, a los mares del sur y las tierras de Tasmania, si en el libro Hoare ha dedicado espacio no solamente a los cetáceos sino tambíen a los albatros, los cuervos, gaviotas, charranes, focas y demás fauna marina, en esta ocasión nos sorprenderá hablándonos de la historia de la colonización de esa lejana isla, de sus primitivos habitantes, exterminados por los colonos, y del singular, y teóricamente extinto, "tigre de Tasmania", el tilacín. Algo parecido nos narrará en el siguiente episodio, en esta ocasión dedicado a las islas de Nueva Zelanda y su historia y exploración, los maoríes, las ballenas... dos capítulos llenos de anécdotas e historias curiosas, pero también de dolor y muestras de lo peor de lo que es capaz el ser humano. 

El libro terminará con el regreso del autor a casa y el reencuentro con su querida, familiar y espantosamente fea costa inglesa :-)


Lo Mejor: Un libro en la línea de este singular escritor británico, denso, repleto de historias y datos históricos, de vivencias personales, un libro donde se esfuerza todo lo posible en mostrarnos su íntima conexión con el mar, que alcanza niveles casi patológicos... una sana locura de la que nos hace partícipes y donde muestra su buen hacer a la hora de escribir ensayos llenos no solamente de datos para satisfacer la curiosidad del lector más exigente, sino también para hacernos soñar. Muy bueno.

Lo Peor: El libro sigue la estela dejada por el anterior pero no llega a su altura. Tiene momentos memorables, me quedo con ese primer capítulo, tan sencillo y tan honesto... pero luego naufraga un poco, los tres últimos capítulos, los dedicados a su viaje a Tasmania y Nueva Zelanda flojean un poco en relación al resto, esa ha sido mi impresión. Algo que por otra parte en nada empaña un excelente trabajo que le sitúa a la cabeza de mis escritores de ensayo preferidos.


martes, 15 de diciembre de 2015

Oliver Twist


Ficha: "Dickens I - Oliver Twist", Charles Dickens, editorial Gredos, 474 páginas, ISBN: 978 84 473 8285 9

Hace unos meses que a los kioskos están llegando estos voluminosos libros, publicados por la editorial Gredos, y que constituyen una interesante recopilación de grandes obras de la literatura agrupadas en torno a sus autores. Este que muestro en la foto, es el primer tomo dedicado a Charles Dickens y que además del estudio introductorio a la obra del genial autor inglés a cargo de Fernando Galván, incluye "Oliver Twist" y "Tiempos difíciles". Comentaré solo la primera obra, ya que he dejado la segunda para más adelante.

Hablar a estas alturas de un libro tan conocido como "Oliver Twist", cuya historia todos hemos visto en muchas ocasiones en forma de dibujos animados y algún que otro clásico del cine en nuestra niñez y juventud parece estar de más. De todas las obras de Dickens esta es, junto con David Copperfield, la más representada... dibujos, cine, e incluso un musical con la historia de la misma, incluso en fecha reciente, en 2.005 Roman Polanski, dirigió una nueva versión... que por cierto he visionado hace muy poco para comentarla también aquí.

Alguien comentó alguna vez con una buena dosis de ironía que los clásicos eran "ese tipo de libros que todo el mundo conoce y que casi nadie ha leído", en casa sin ir más lejos, obtuve un comentario despectivo cuando comenté que me lo estaba leyendo... parece que leer a Dickens a estas alturas es algo cuanto menos excéntrico, que embarcarte en la lectura de un clásico (y cualquier gran novela de Dickens merece ese apelativo sin duda) es poco menos que una pérdida de tiempo... yo no es así, no es así por muchas razones, pero especialmente porque más allá de la temática y los aspectos que han soportado mal el paso del tiempo, hay otros que todavía podemos considerar interesantes y que por desgracia siguen en vigor, y también porque leer a un maestro del lenguaje, a un escritor de esos de los que hoy en día no abundan precisamente, a un experto en proporcionarle al lector una y otra vez un variado entretenimiento y una historia que engancha de principio a fin... pues como que merece la pena ¿no?.


El mismo año del comienzo de la publicación por entregas de Oliver Twist, 1.837, ascendía al trono la reina Victoria de Inglaterra, puesto que ocupó hasta su muerte en 1.901... la publicación de esta novela marca por lo tanto el comienzo del reinado más largo y decisivo en la historia de aquel país, que dio su nombre a toda una época dentro y fuera de sus fronteras, Dickens sería considerado con los años, y todavía hoy, como el mejor escritor británico de esa periodo. Oliver Twist era su segunda novela y con ella superó el éxito de su primer trabajo "Los papeles póstumos del club Pickwick", también publicada por entregas. Esa forma de edición, en publicaciones periódicas, fue una de las claves de su éxito popular... le leían muchas personas que no tenía posibilidad de adquirir el libro de la forma tradicional, y a la vez le proporcionaban al autor una suerte de "retroalimentación" basada en las críticas que cada entrega iba produciendo... no sería de extrañar en absoluto una adaptación del autor a tales gustos y a una modificación de la historia, de hecho es lo que percibe en esta novela, hay una marcada diferencia entre su primera parte y el resto... el autor va creando nuevos hilos argumentales que fluirán en paralelo añadiendo siempre un toque de suspense al final de cada capítulo, destinado indudablemente a "enganchar" al lector parar que siguiera comprando y leyendo cada entrega. Vamos tal y como se hace hoy en día con las series de televisión y los culebrones... nada nuevo bajo el sol, pero que en aquel entonces podían pillar al lector mucho más desprevenido.

Evidentemente Dickens no era el inventor de esa fórmula, tampoco se quedó en ella y obras posteriores fueron mucho más elaboradas y ambiciosas, obras que fueron ya concebidas en una pieza y más trabajadas por el autor, con más hondura psicológica y mucho más esfuerzo... Dickens es evidente que en fechas posteriores no solamente buscó la fama y dinero, que ya tenía, sino también pasar a la historia de la literatura... pero eso serían ya otros tiempos, en la época de Oliver Twist buscaba desesperadamente el éxito, la estabilidad económica y la huida de cualquier penuria económica, que por desgracia conocía muy bien.


Oliver Twist marcó un hito, era la primera vez que en una novela inglesa el protagonista era un niño, tal característica le ha dado a la historia una patina de obra "juvenil" que no tiene ni por asomo cuando uno se acerca al original, lo primero que llama la atención es la crudeza con la que Dickens nos expone las durísimas condiciones de vida de los pobres de su época, hospicios donde literalmente mataban de hambre a los niños, golpes, duchas de agua fría, internamiento en mazmorras... de como los bajos fondos se nutrían de gente del campo y desheredados, calles estrechas, lóbregas y colmadas de inmundicias, llenas de un gentío ruidoso y pendenciero... un escenario de pesadilla, donde no obstante, aparece una y otra vez el sentido del humor y la ironía.

Porque aunque la historia de "Oliver Twist", y buena parte de la obra de Dickens, esté rebozada por un lado de despiadada crítica social y por otro imbuida de un fuerte idealismo y sentido de la moral, hay un elemento que sobrevuela casi todo el relato de principio a fin, la ironía, en ocasiones sutil, en otras no tanto... hay situaciones cómicas e hilarantes que a buen seguro hicieron reír a más de un lector de la época, incluso en medio de la tragedia y el drama... esta era una característica que no gustaba demasiado a George Orwell y que consideraba un defecto común a la mayoría de los escritores ingleses, cuestión de gustos, en mi caso indudablemente es uno de los atractivos del libro. Como también lo es el elemento apuntado por Fernando Galván, el uso que hace Dickens del lenguaje para diferenciar unos personajes de otros... cayendo en la caricatura, si, pero también evitando ese fastidioso defecto no solamente de autores noveles, sino también de otros consagrados que deberían saber ya lo que se traen entre manos cuando escriben líneas de diálogo, es decir: la diferenciación, el dotar de una característica única a cada personaje, y no hacer que unos y otros hablen con la misma voz. A falta de profundidad psicológica, que no vamos a encontrar aquí, es un excelente sucedáneo.

Destacar otra característica de Dickens que vale la pena comentar aparte de ese uso continuo de la ironía y la maestría con la sátira y retrato de los personajes: las descripciones. 

No es que uno se imagine el Londres de 1.837... es que literalmente lo "ve", Dickens amaba profundamente el campo a cuyas virtudes oponía la vida en los suburbios de la gran urbe, pero no podía evitar complacerse en las descripciones de la misma, las callejuelas, avenidas, puentes, barrios, casas... el interior de los antros donde se mueven los personajes de la trama, hay descripciones visuales de múltiples elementos, un truco para "llenar de paja" un relato que tenía que estirar durante dos años... bueno, pues vale, pero no tengo la menor duda de que el escritor londinense disfrutaba con ello, se le nota. Precisamente esa descripción minuciosa del Londres de la primera mitad del XIX fue uno de los alicientes que me motivó para escoger esta obra, en el reciente ensayo leído en octubre a cargo de Bill Bryson "En casa" se despertó en mí el interés por este periodo histórico y especialmente ese lugar geográfico, de modo que una posterior lectura de una obra de Dickens era hasta cierto punto algo lógico ¿quién mejor para hacernos de guía?.


Comentar antes de terminar que recomiendo el visionado de la película de Polanski, me pareció un ejercicio soberbio, no solamente por el trabajo de los actores y la ambientación, sino por el trabajo con el guión del que habían sido eliminados partes muy importantes de la novela, eliminado personajes y cambiando elementos... y sin embargo, bueno, casi me gusta más que el original :-), un trabajo redondo.



Lo mejor: Un clásico imperecedero, creo que es la mejor opción para acercarse por primera vez a Dickens, no posee la complejidad y perfección de obras posteriores, pero tampoco la oscuridad y falta de esperanzas que poco a poco fue calando en el gran novelista. El relato engancha, y salvo por alguna que otra acrobacia en el argumento, y alguna que otra carga de sentimentalismo bobalicón la verdad es que todavía se lee con placer. Esa sociedad profundamente injusta e inhumana con el pobre retratada por Dickens por desgracia no es solamente cosa del pasado, aún hoy al igual que entonces hay muchos que tratan de culpar a los pobres de su situación, la "meritocracia" más despiadada campaba a sus anchas en la Inglaterra de la época, y aún hoy en la sociedad inglesa se pueden ver restos de esa mentalidad, en la que a la miseria material se trata de unir la miseria en lo moral para calmar conciencias.

Lo peor: Como muy bien apuntaba Orwell en su ensayo dedicado a Dickens, este era un moralista, pero no un revolucionario o un reformador, consiguió ser famoso y unirse a una burguesía acomodada... que era en el fondo el objetivo de su vida, denunciaba las injusticias, pero siempre sin intentar subvertir el orden, sus ataques a las instituciones eran ante todo en el plano moral, simplemente si los que más tienen poseyeran algo más de humanidad, moral y caridad cristiana el mundo sería mucho mejor... no aclara claro está como es posible amasar una fortuna y a la vez ser generoso. El pobre Oliver llega a resultar tan bueno, virtuoso y tan desvalido que termina dando un poco de "asquito"... lo mismo para algunos personajes "bueno-ñoños" de la obra, el malvado Fagin es de lejos el personaje más interesante.




Apoteosis de lo infundado


"Los filósofos exaltan la tranquilidad espiritual, la aequanimitas, como el fin supremo y más digno de nuestra existencia. Pero, si es así, nuestro ideal deberían ser los animales, que en lo que se refiere a impasibilidad no dejan nada que desear. Miren a una oveja o a una vaca pastando. No recuerdan el pasado ni adivinan el futuro; viven por entero en el presente, el cual, siempre que haya buenos pastizales, los satisface plenamente"



Ficha: "Apoteosis de lo infundado", Lev Shestov, Hermida Editores, 192 páginas, ISBN: 9788 494 360671

Confesaba Emil Cioran en la obra ya reseñada aquí "Conversaciones" que uno de los filósofos que más le habían influido en su juventud fue Lev Shestov, o León Chestov tal y como se le suele llamar en castellano, un filósofo ucraniano que se podía englobar en los llamados "espiritualistas rusos", una especie de "Dostoievski filósofo", según sus palabras. Cioran debía guardar todavía con él una deuda de gratitud cuando en el breve tiempo que estuvo al frente de una pequeña editorial francesa no dudó en reeditar obras suyas. 

Shestov, cuya obra está todavía en su mayor parte inédita en nuestra lengua, ha merecido la atención de la editorial Hermida Editores que ha editado este pequeño ensayo para intentar dar a conocer al filósofo en nuestro ámbito. Una decisión acertada, estupenda la traducción de Alejandro Ariel, que confío en que sea secundada más adelante por otras empresas del mundillo editorial, pues en vistas de lo que he podido leer no me cabe la menor duda de que Shestov es un filósofo que merece ser rescatado del olvido.

Parece cínico alegrarse de la muerte de alguien a la edad de 72 años, no tan anciano al fin y al cabo, pero un servidor casi se alegra de ello teniendo en cuenta que tal suceso aconteció en la Francia de 1.938, faltaba un año para el comienzo de la guerra y le iba a tocar vivir momentos sumamente difíciles... sobre todo teniendo en cuenta su popularidad y su nacionalidad judía; de haber permanecido en la Europa ocupada hubiera terminado dando con sus huesos en un campo de concentración... y si no, le hubiera tocado vivir el horror de una confrontación mundial, holocausto judío incluido.



La filosofía de Shestov podemos encuadrarla fácilmente en el existencialismo, uno de corte espiritual o religioso, heredero directo de Sören Kierkegaard, pero también muy influido por Nietzsche, y sobre todo por esos dos grandes escritores-filósofos de su tierra, Tólstoi y Dostoievski. Aunque se pueden tener más detalles de su filosofía en el artículo que le dedica la Wikipedia, solamente comentaré aquí brevemente lo que se puede encontrar en esta obra.


La misma comienza con una especie de falsa apología de la forma aforística que escogió para este ensayo, como enemigo declarado de los sistemas filosóficos que era, la forma aforística, también la preferida por F. Nietzsche y por el, en cierta forma, sucesor en su pensamiento E.M. Cioran, le parecía la mejor. No pretendía criticar los sistemas que pretenden contener la filosofía y a la vez crear uno propio. El pensamiento disperso, deshilachado (aparentemente) y breve sería su marca de fábrica en esta obra. No me da esa impresión para nada, pero bueno, por algún sitio tenía que empezar.

La defensa del aforismo, la crítica de cualquier sistema, la defensa del filósofo que se toma licencias literarias y poéticas, la defensa de la claridad, la defensa a ultranza de que la filosofía nunca debe estar alejada de las preocupaciones más importantes del individuo y que además esta no debe reducirse a una historiografía académica, que debe llegar a todo el mundo y sobre todo... que no debe tranquilizar el ánimo, ese papel que se lo otorguen a otras disciplinas, la filosofía para Shestov debe inquietar, remover la conciencia, ser fruto de la reflexión pero también de la desesperación y del sufrimiento, debe centrar su objetivo más en la pregunta que en la respuesta... y debe asumir también que hay respuestas que son imposibles de responder. 

El Positivismo, y muy especialmente las corrientes filosóficas en boga a comienzo del siglo XX en Alemania, son el principal blanco de sus dardos... la ciencia y el método científico no terminaban de convencer a Shestov, él creía también en el conocimiento derivado de experiencias místicas y del puro subjetivismo, aunque no fuera científico, aunque filósofo hay en su actitud una visión poética y trágica de la vida, de ahí las múltiples referencias literarias, sobre todo de autores rusos, que vamos a encontrar a lo largo del texto... serán estas referencias quizás lo único dificultoso de su lectura para el lector no ducho en la literatura de ese país, no importa demasiado porque afortunadamente Shestov no se enreda demasiado en referencias literarias... y bueno, en cierta forma también es un acicate para acercarse a esos autores.

"La filosofía no debe tener nada en común con la lógica; la filosofía es un arte que tiende a abrirse paso a través de la cadena lógica de las deducciones y que lleva al hombre al ilimitado mar de la fantasía, de lo fantástico, en el que todo es igualmente posible e imposible"

Resulta chocante su defensa, hasta cierto punto, de la metafísica, de la filosofía como arte o especie de literatura, su defensa de las antiguas alquimia y astrología... y no es que creyera en esas cosas, es que era consciente de que sus sucesoras, la química y la astronomía, le parecían mucho más secas y prosaicas... en las mismas poco quedaba ya para la imaginación y la fantasía, Shestov creo que se hubiera sentido más a gusto con la ciencia de nuestros días, mucho menos seca y reduccionista que la de su tiempo, aunque no creo que le gustase el mundo de hoy... de hecho creo que le horrorizaría.

"El periodo de estancamiento de la experiencia espiritual no debería emplearse para juzgar cualquier posibilidad vital a partir de las posibilidades conocidas, sino, al contrario, para demostrar que por más rico y variado que haya sido el pasado, no agota siquiera una milésima parte de la diversidad de la realidad; de lo que fue no se puede inferir en modo alguno que será."

"Los pensamientos más importantes y notables, las revelaciones, vienen al mundo desnudos, sin envoltura verbal; hallar las palabras para ellos es un asunto especial, muy complicado, todo un arte. Y a la inversa: las estupideces y vulgaridades vienen ya ataviadas en harapos viejos pero abigarrados, por lo que es posible presentarlas al público directamente, sin ningún esfuerzo"

Antes de terminar quiero destacar la excelente entrada, como es habitual, dedicada a este libro en el blog, "El vuelo de la lechuza", cuya lectura me motivó a buscar, comprar y leer este pequeño-gran libro. Gracias ;-).

Lo mejor: Una obra amena, sencilla de leer y muy bien escrita. Espero que pronto se publiquen más obras de este olvidado filósofo en nuestra lengua. En definitiva una obra que me ha recordado el porqué me gusta y por qué sigo leyendo filosofía. Muy recomendable.

Lo peor: Como ya he apuntado, las referencias abundantes a autores rusos puede incordiar o aburrir en algunos apartados, al menos para el lector que no conoce bien a los mismos, hay que "sobrevolar" y aceptar algunas partes suspendiendo el juicio crítico ya que uno no pisa terreno firme... quizás me hice también unas expectativas un poco altas que no terminaron de materializarse en buena parte del libro... aunque al final, en esos cuatro o cinco últimos y extensos aforismos, el libro se redime del todo y deja un excelente "sabor".



jueves, 3 de diciembre de 2015

Estética del Polo Norte


Ficha: "Estética del Polo Norte", Michel Onfray, Gallo Nero Ediciones, 173 páginas, ISBN: 9788 416 529 209

No podía imaginar Michel Onfray, cuando ayudaba a su padre a sembrar patatas en el campo en aquel lejano verano de 1.969, que treinta años después para conmemorar el ochenta cumpleaños de su progenitor ,ambos padre e hijo, emprenderían un viaje a las lejanas, desoladas e inmensas tierras de la isla de Baffin. Fue a raíz de una respuesta que su padre, hombre de pocas palabras, le dio a su parlanchín y seguramente algo insufrible hijo... le dijo que de poder realizar el viaje de sus sueños lo haría al Polo Norte, probablemente no se le ocurría otro lugar más alejado y solitario donde pudiera estar lejos de tantas cosas que le hartaban en este mundo... sea como fuere Michel, que es hombre de palabra donde los haya, le obsequió en su ancianidad con este viaje soñado, y le otorgó por lo tanto con el mejor regalo que un hijo le puede dar a un padre en su vejez, su compañía permanente y el cumplimiento de un deseo que nunca imaginó que una vez se vería cumplido. 

Este libro es un emotivo homenaje del gran filósofo galo, subrayo lo de gran, a su progenitor... si en su recomendable "La fuerza de existir" hacía las paces con su madre y en cierta forma se disculpaba con ella por haberla odiado durante años, en este pequeño librito de hermosa factura, editado por una minúscula editorial madrileña, no deja de recalcar la gratitud que siente hacia su padre, un humilde agricultor que trabajaba las tierras de otros y que nunca pudo abandonar el umbral de la pobreza, fue gracias sobre todo al trabajo, brutal, y los sacrificios de toda una vida del mismo por lo que Michel pudo ir a la universidad, y doctorarse en filosofía a los 27 años, algo que él siempre tuvo muy presente.

Este trabajo fue publicado en francés en el año 2.002 y ha sido editado por primera vez en castellano este mismo año. Deben quedar al menos una docena de obras suyas sin traducir y es bueno que poco a poco vayan apareciendo, y también reeditándose algunas que ya son complicadas de encontrar. Onfray, como tantas veces he comentado aquí, no es plato para todos los gustos, pero es uno de esos filósofos de los que no puedes decir que da lo mismo que estén o no, que pueda afirmarse que son prescindibles o que no dejen huella en el lector, algo que se puede decir de bastantes escritores mediocres que están de más, pero no es el caso, para nada, del filósofo francés.

Estética del Polo Norte es un viaje a uno de los territorios más extremos del planeta, pero también es un viaje interior, así de entrada nos encontramos con el "shock" sufrido por el viajero que llega por primera vez a la tierra de Baffin, más allá del círculo polar, y se topa con la realidad geográfica, física y humana de un lugar que parece salido de las pesadillas. La figura humana se empequeñece, se torna insignificante, esas tierras yermas donde la huella humana se disuelve y uno queda arrojado a la soledad cruda y desnuda del cosmos, apenas se moleste en alejarse de los minúsculos asentamientos humanos que la salpican (Baffin con una superficie casi equivalente a la de España no llega a los once mil habitantes)... la piedra desnuda, la soledad, el clima extremo... son elementos que golpean con fuerza la conciencia de un escritor sensible proveniente de cálidas latitudes, Onfray no aparta la mirada, se deja herir, su mirada va más allá y resulta sorprendente el partido que llega a sacar, solamente en el primer capítulo, de la geografía física de un lugar tan aparentemente vacío como este.

Primero la piedra, luego el frío y su efecto en el cuerpo, la sensación de soledad... un texto sorprendentemente denso y rico, trufado de adjetivos, condensado, donde el autor escatima las palabras a conciencia pero no las ideas, donde se deja llevar y se recrea una y otra vez en los diferentes temas con un lenguaje lleno de lirismo:

"Lo vasto coincide con la desmesura, con lo inmenso. Asusta, angustia al hombre, le enfrenta a su condición de partícula impotente, infinitamente más pequeña. Ante la explosión glacial de un iceberg, viendo venir la ola de varios metros de alto, azul y blanca, pero desafiante como un tifón, todo individuo se siente como una brizna de paja, entiende su cuerpo como una cosa pequeña, frágil, efímera, incluso ridícula, llamada a desaparecer, mientras que todo lo que le rodea persiste por tiempo indefinido. Eternidad de los elementos y vacuidad de la persona, tiempo lento y prolongado de las piedras, del agua y del aire contra el tiempo rápido y breve de los hombres y de sus ridículas preocupaciones"

En su segunda parte el libro abandona la perspectiva individual de un observador fascinado y asombrado por el espectáculo de esas tierras y se centra en la gente que vive allí, los inuits serán los protagonistas durante casi todo el resto del libro, su sociedad, sus características, su relación con el entorno, su historia, lenguaje, rituales, mitología... su forma de ser, su organización... y también su tragedia. Onfray, como no podría ser de otra forma, no se queda corto a la hora de denunciar su situación, la canallada perpetrada por los gobiernos de EEUU y Canadá que los ha reducido a una caricatura de lo que antaño fue uno de los pueblos más singulares de la Tierra, el que vive en condiciones más extremas, el más sociable y a la vez el más implacable, porque si ha habido un pueblo en la historia más adaptado y fundido con su entorno, con el clima, la geografía y la fauna ha sido precisamente el inuit, el mal llamado "esquimal" que en su lengua deriva de "eskimo" o comedor de carne cruda, de ahí que consideren dicho apodo como ofensivo y hace mucho que adoptasen el más auténtico "inuit", es decir "el pueblo".

Michel no dejará de cargar las tintas contra los vicios de la colonización, con la política de subvenciones, con la contaminación de esas tierras tanto de ideas consumistas, totalmente ajenas a su cultura, como de la contaminación física, del aplastamiento de la identidad indígena a cambio de una limosna en forma de subsidios, un falso y ridículo estado autónomo de Canadá "Nunavut", la destrucción sistemática de su cultura a través de la contaminación audiovisual que aporta la televisión, y la introducción traumática en una sociedad de consumo que allí parece más fuera de lugar que en ninguna parte... por no hablar del crimen perpetrado contra su lengua, contra su religión, importando la de otros lugares que nada tienen que ver... es difícil dejar de estremecerse ante el cuadro pintado por Onfray de la realidad existente en esas latitudes y no sentir un poco de rabia, seguramente esa misma que el mismo escritor galo siente ante la contemplación de las injusticias de este mundo, enfocada en esta ocasión en ese lugar y sus gentes.

"La ociosidad triunfa gracias a las subvenciones del Estado canadiense. El dinero les llega a raudales, como si así se enmendasen los errores y la impericia del gobierno norteamericano. Distribuir sobres, aumentar la burocracia con el propósito de permitir los repartos, crear desde cero Nunavut, justificarlo con falsos motivos, conseguir finalmente una maquinaria que reemplace al poder central, generando un sistema generalizado de mendicidad y asistencia que abarque el conjunto del territorio. La dependencia desemboca en esta relación humillante, que parece humanitaria pero es despectiva y despreciable"

El libro termina con unas páginas sacadas de un libro del autor que no ha sido publicado aún en castellano, que yo sepa, "El deseo de ser un volcán", escrito en 1.992 y dedicadas a su padre... de nuevo vuelve a pulsar el nervio y ese punto sensible que cualquier lector que haya querido, y perdido, a su padre, posee... gracias Michel.

Lo mejor: No calificaría a este librito como la mejor obra de este singular filósofo, ahí está, por ejemplo, el primer tomo de su contrahistoria de la filosofía, o ese curioso tandem formado por "La fuerza de existir" y "Política del rebelde", pero sin duda que hay fragmentos y episodios del mismo que están a la altura de lo mejor que ha escrito. Un libro más que recomendable para los seguidores del filósofo y digno de ser leído y releído en más de una ocasión. Recomendable también para aquellos osados viajeros que estén planeando una incursión en algún territorio más allá del círculo polar... que vayan prevenidos ;-).

Lo peor: No es el trabajo que yo recomendaría para comenzar a leer a Onfray, su excesivo coste en relación con su extensión, resultado por un lado de una cuidada edición y su publicación en una editorial muy pequeña, echará para atrás a más de un curioso lector. Solo puedo recomendarlo para los seguidores incondicionales del autor, como un servidor.

martes, 1 de diciembre de 2015

Orwell, ensayos



"La decencia es el rasgo fundamental de la obra de Orwell y, sin embargo, no se trata de una virtud literaria, como tampoco lo es el coraje, del que Orwell siempre dispuso para desmantelar las mentiras sin importarle de quién procedieran. Entonces volvemos a preguntarnos cómo es ese magnetismo irresistible de sus textos, si no es literario. Y descubrimos que, en tiempos tenebrosos, las más elementales virtudes morales cobran fuerza como virtudes literarias y políticas. Y así sucede en la escritura política de Orwell. Consigue, sin enarbolar la autoridad protectora de los clásicos, a los que raramente cita, aquello a lo que aspiraba el canon griego: aunar lo bello, lo bueno y lo justo, concebidos como la misma cosa, y hacerlo de forma natural, sin declaraciones explícitas, sin grandilocuencia ni artificio, como si no pudiera evitar ser como es".

Irene Lozano, prólogo a los ensayos de Orwell.

Ficha: "George Orwell, ensayos", editorial Debolsillo, 975 páginas, ISBN: 978 84 9989 086 9


Vuelvo a la carga con mis comentarios de libros tras un "mes sabático" en el que si bien no he dejado de leer como un poseso he estado un poco vago a la hora de escribir aquí, y lo hago a lo grande, con un libro a todas luces excepcional.

Hace ya casi seis años que comenté aquí 1.984 , la conocida novela de este escritor británico, un libro que no necesita presentación alguna y que a pesar de ser su argumento sobradamente conocido por mí, con visionado incluido de la película inspirada en el mismo, no lo había leído aún a esa fecha. Tengo que decir que me sorprendió gratamente y que lo considero uno de esos "clásicos" imprescindibles, una obra fundamental para entender el siglo XX, y en definitiva un libro que no hay que esperar a que te lo recomiende nadie para abordar su lectura.

Aquí estamos con una obra excepcional que nos presenta al Orwell más interesante, más incluso que el autor de "1.984" o "Rebelión en la granja", el articulista y escritor de ensayos políticos y literarios, uno de los más grandes en lengua inglesa y seguramente el mejor de su tiempo. Su retrato intelectual y humano impregnará de principio a fin cada uno de los ensayos de esta completa recopilación. Los mismos abarcan un periodo que va desde 1.928 a 1.949, veintiún años donde veremos la evolución de un desconocido articulista que malvivía haciendo trabajos de toda clase, hasta su prematura y lamentable muerte a comienzos de 1.950, a los cuarenta y siete años, ya como escritor famoso y definitivamente consagrado.

Hay escritores que tras un breve momento de gloria cayeron pronto en el olvido y superaron mal el paso del tiempo, incluso en vida; no es el caso de Orwell, y es que muchos de los temas que abordó en sus ensayos siguen dolorosamente de actualidad, hombre de "izquierdas por convicción, de derechas por temperamento", tal y como él mismo se definía, tuvo siempre una marcada aversión hacia los totalitarismos de cualquier especie, no importa el disfraz que se pusiera, allí estaban George Orwell y su afilada pluma para denunciarlo.

Le tocó vivir una época terrible, en la que no fue posible practicar la neutralidad y abstraerse de cuestiones políticas, la pujanza de los fascismos en Europa y Oriente, pero también el injusto y decadente imperialismo trasnochado de su Gran Bretaña, el fracaso de la revolución rusa, trastocada ya en un régimen brutal y autoritario personificado en la figura de Stalin, y las graves injusticias sociales que veía a diario en su propio país le forjaron en el terreno ideológico como socialista. Una ideología socialista democrática que no solamente se daba de bruces con las injusticias sociales de su país y con el auge de las ideologías fascistas que en aquel momento campaban por Europa, sino que también chocaba frontalmente con el comunismo soviético, y con la disculpa que del mismo hacía buena parte de la intelectualidad británica de izquierdas... Orwell siempre lamentó esa doblez, esa bajeza moral de combatir y criticar al fascismo de derechas, tal como hacían los comunistas de su país en su época, y disculpar o mirar "para otro lado" en relación con el régimen autoritario de la URSS. Contra esos falsos amigos de la libertad en la izquierda fue contra los que más cargó las tintas, seguramente porque pensaba que la ideología fascista con su enaltecimiento del nacionalismo, racismo, antisemitismo y xenofobia se condenaba ya suficientemente por sí misma.

Orwell si algo fue a lo largo de su vida es consecuente con sus ideas, no se escondía, incluso puso en juego su vida marchando a la guerra de España como voluntario para combatir en el bando republicano, por azar no engrosó las filas de las Brigadas Internacionales, tal y como hicieron muchos de sus compatriotas, sino que terminó enrolado en las milicias anarquistas del POUM en Cataluña, permaneció seis meses allí y terminó siendo repatriado al sufrir una herida de bala en el cuello... esa experiencia le marcaría para el resto de su vida. De ahí que cuando alguien en su país criticaba su supuesta tibieza con la condena del fascismo o resaltaba sus críticas al régimen de Stalin él no dudaba en señalar que tenía un par de agujeros de bala en su cuerpo... los hechos, siempre los hechos desnudos, despojados de cualquier ropaje era lo que más contaba para él. En el excelente prólogo que en esta edición ha escrito Irene Lozano resalta ante todo la DECENCIA de su pensamiento, el no mirar para otro lado, el llamar a las cosas por su nombre, el no actuar de una forma y pensar o hablar de otra... y el criticar y atacar todo autoritarismo se vista como se vista y esté donde esté, aunque en ocasiones duela y suponga arrojar piedras contra su propio tejado.

Si hay otra característica que habría que resaltar de Orwell es su meridiana claridad, la capacidad para ponerse siempre en la piel del lector y llegar a todo el mundo. Era un hombre culto, estudió con una beca en Eton, poseía una biblioteca de más de novecientos libros, de segunda mano en su mayoría, y aun así pocas veces sus escritos necesitaban aclaraciones o notas a pie de página, veremos pocas en esta monumental recopilación y casi todas se remiten a localismos y términos de la época que es necesario aclarar para un lector moderno y ajeno a la comunidad angloparlante. De modo que no hay el menor riesgo de enredarnos con una prosa artificiosa, de ver citas de autores que no hemos leído o que desconocemos del todo, o perdernos en una maraña caótica de pensamientos que flotan en lo abstracto... nada de eso, su estilo directo, casi panfletario, claro y diáfano nos permite leer y leer páginas con sumo placer, de forma hipnótica incluso, y a la vez resultar afectados por las ideas que bullen de forma constante y que nos alcanzan de lleno.

"Más o menos desde 1.930, el mundo no nos ha dado un solo motivo para el optimismo. A la vista solo hay un cúmulo de mentiras, odios, crueldades e ignorancia, y más allá de nuestros problemas actuales asoman otros aún mayores que solo ahora empiezan a tener cabida en la conciencia europea. Es muy probable, ¡y al mismo tiempo inconcebible!, que los problemas de la humanidad no lleguen a resolverse nunca. Pero ¿quién se atreve a mirar el mundo actual y decirse: "Siempre será así, ni en un millón de años mejorará un ápice"? Por eso hay quien llega a albergar la creencia casi mística de que, de momento, no hay remedio y toda acción política es inútil, pero que de algún modo, en alguna parte del espacio y del tiempo, la humanidad dejará de ser tan brutal y mísera como lo es ahora"

Era la política la principal protagonista de sus ensayos... pero en modo alguno este fue el único tema, sus ensayos de temática literaria son sencillamente excepcionales, citaré dos, el dedicado a la figura de Charles Dickens, una pequeña maravilla, y el dedicado a Jonathan Swift. Sencillamente imprescindibles, como también lo es el dedicado a Henry Miller y titulado "En el vientre de la ballena", mi impresión es que son tan buenos que habría que leerlos de rodillas en señal de respeto ;-).

Las injusticias sociales de la sociedad británica de su tiempo tendrán también su protagonismo en "El albergue", una escalofriante experiencia de su paso por un albergue para indigentes en la época donde apenas tenía dinero para comer, o su encontronazo con la justicia y su denuncia de la misma en el titulado "En el trullo". Su denuncia del colonialismo británico en la India, fruto de su breve experiencia como policía colonial lo tendremos presente en "El ahorcamiento" y en "Matar a un elefante", sus recuerdos como trabajador en una tienda de libros de segunda mano, su conmoción por la injusticia y la impresión de que al la dominación europea en África y otros lugares le queda poco tiempo asoma en "Marrakech"... no faltarán tampoco los ensayos dedicados a su patria, "El león y el unicornio", "El pueblo inglés"... incluso una defensa de la cocina inglesa, Orwell no era para nada nacionalista, no lo podía ser si denunciaba el imperialismo británico y había marchado a España a pegar tiros, pero era profundamente patriota, en el mejor sentido de la palabra... alguien que amaba, alababa y defendía a su nación, pero que a su vez no dudaba en señalar sus faltas y que sobre todo y a diferencia de lo que hacen los nacionalistas, no la ponía por encima de ninguna otra. 

"Escribir un libro es un combate horroroso y agotador, como si fuese un brote prolongado de una dolorosa enfermedad. Nadie emprendería jamás semejante empeño si no le impulsara una suerte de demonio al cual no puede resistirse ni tampoco tratar de entender"

Ensayos dedicados hasta al té, a las canciones populares, a las revistas para jóvenes, a lo que debería ser el "pub" perfecto, uno divertido y ácido dedicado a la figura de Salvador Dalí donde lo pone "en su sitio", y muy merecidamente, otro sencillo y magnífico dedicado a Gandhi, lejos de cualquier endiosamiento o maniqueismo, un ensayo dedicado a los "malos buenos" libros, a la libertad de prensa en relación con su famoso "Rebelión en la granja", a sus advertencias sobre el dejar demasiadas decisiones en manos de los científicos, a la necesidad de unos futuros "estados socialistas de Europa", a la inutilidad de la venganza, a la destrucción de la literatura en los ambientes faltos de libertad, al precio de los libros... uno de los mejores está dedicado a su espantosa experiencia en la escuela, "Ay, qué alegrías aquellas", que estuvo censurado, injustamente, más de veinte años en Gran Bretaña, otro estremecedor sobre su paso por un hospital público en Francia... elogios y críticas a la prensa, un magnífico ensayo sobre el "porqué" de escribir... con Orwell no sabemos nunca que nos encontraremos a la vuelta de la página, qué tema abordará en el siguiente ensayo, qué sorpresa nos aguarda más adelante. Personalmente solamente he "digerido" con dificultad los ensayos, pocos, centrados en autores que no conozco y especialmente los que dedica a temas de poesía, aparte de eso no ha habido ninguno de los numerosos escritos recopilados en esta monumental antología que me resultase árido o carente de interés, en verdad es un libro que cuesta soltarlo de las manos.

"cuanto más consciente es uno de su sesgo político, mayores posibilidades tiene de actuar políticamente sin sacrificar su estética ni su integridad intelectual"


Lo mejor: Una recopilación monumental de los ensayos de Orwell que hará las delicias de los aficionados al ensayo político, o de cualquier índole, un libro que se lee con rapidez pese a sus más de novecientas apretadas páginas y que nos hace lamentar una y otra vez durante su lectura la mala suerte que tuvo este escritor y ser humano excepcional al dejarnos tan pronto. Muchos de sus escritos, en los que denunciaba injusticias sociales o se hacía eco de la manipulación y la propaganda de los estados autoritarios, la censura, o autocensuras, practicadas en supuestos estados democráticos siguen teniendo plena vigencia hoy... muchas cosas de nuestro siglo XXI le parecerían sospechosamente familiares me temo, el fascismo ni desapareció en 1.945 ni tampoco en 1.989 por desgracia.

Lo peor: El formato elegido por mí, el de bolsillo, no es el más adecuado... recomiendo a todo aquel que se atreva con esta obra buscar y adquirir el formato en tapa dura, en este te dejas literalmente los ojos. Tratar con un autor que desarrolló su obra sobre todo en los años treinta y cuarenta supone de entrada meterse en su contexto histórico para intentar comprenderle. Solamente así podrá entenderse su repulsa del pacifismo y su actitud aparentemente belicosa y combativa. Aunque para algunos será una virtud a uno se le atraganta un poco tanto tema "inglés", sin duda Orwell era hombre de mundo pero no puedo evitar verle demasiado apegado a su "terruño", algo de chovinismo británico se le termina escapando a su pesar, no tengo la menor duda ;-). Por no hablar de lo que a muchos años vista me aparece como una inequívoca actitud ingenua en el terreno político, Orwell poseía ese defecto de tanta gente honrada, pensar que los demás son como ellos. Algunos de sus vaticinios, como los de casi todo el mundo en terrenos políticos, terminaron notablemente errados.

sábado, 31 de octubre de 2015

La economía azul



"Todo viene de todo; todo está hecho de todo; todo se transforma en todo, porque todo lo que existe en los elementos está hecho de esos elementos"

Leonardo da Vinci. Codex Atlanticus.

Ficha: "La economía azul", Gunter Pauli, editorial Tusquets, 344 páginas, ISBN: 9788 490660201

En una de mis habituales visitas a la sección de libros de una conocida cadena comercial, me encontré con este curioso ensayo, mitad libro de divulgación científica mitad tratado de economía. Su autor, el empresario Gunter Pauli, hace años que se ha embarcado en una cruzada personal... nada menos que para cambiar el mundo, como véis una tarea muy poco ambiciosa :-)

En la Wikipedia podéis ver la entrada que le dedican donde detallan a grandes rasgos su curriculum, escritor, dueño de una fábrica de jabones, asesor del Club de Roma en temas de ecología y medio ambiente, asesor del gobierno japonés y de la ONU... reside en Japón desde 1.994 y habla 7 idiomas, en Youtube existen un buen número de vídeos donde le veremos desenvolverse estupendamente bien en inglés y castellano entre otros idiomas.

Según cuenta en el libro y en alguna entrevista él fue un promotor en los años 80 de fabricar jabones menos contaminantes para preservar la ecología de los ríos europeos... hasta que comprobó que para la elaboración de dichos jabones "ecológicos" se sustituían las grasas habituales por aceite de palma, lo que llevaba a los agricultores del sureste asiático, entre otros, a talar ingentes cantidades de selva para cultivar palmeras aceiteras. En ese momento comprendió que "ecológico" no era igual a "sostenible" y que para preservar la limpieza de los ríos de Europa se estaba destruyendo el hábitat del orangután y otras muchas especies salvajes. La llamada economía verde, que se limita a contaminar menos, a hacer menos daño y a sustituir componentes más contaminantes por otros menos perjudiciales... que de todas formas terminan en el vertedero, no podía ser la respuesta que el mundo necesitaba ante la actual crisis medioambiental.

Poco a poco se fue gestando en su cabeza, a través de interesantes descubrimientos científicos, otro tipo de filosofía de hacer las cosas y enfrentar el reto de construir un mundo mejor, un mundo verdaderamente "sostenible", viable económicamente, capaz de alimentar y proporcionar alimento y recursos a una población que en 2.050 llegará a los 9.000 millones. El resultado, la teoría en la que se inspira, sus fundamentos y filosofía de acción, así como los trabajos y las investigaciones de un buen número de científicos que están luchando por sacar adelante proyectos innovadores que podrían encuadrarse perfectamente en esta denominada "economía azul" es de lo que trata este libro.


En la página que el autor dedica a esta nueva forma, supuestamente innovadora, de utilizar los recursos naturales se encuentran los 100 ejemplos descritos en el libro, junto con algunos más que han ido surgiendo en estos años transcurridos desde su publicación... van ya por 110, a cual más revolucionario, sorprendente e innovador. Ideas que de llevarse a la práctica de forma masiva con éxito supondrían cambiar mucho las cosas en relación con el desastroso modelo que seguimos actualmente. La forma actual da preponderancia a la química, a la extracción minera, la quema de combustibles fósiles, el transporte continuo y contaminante de sustancias y mercancías allá donde se necesitan, la emisión continua de sustancias contaminantes sin tratar en cada punto de los procesos industriales, el despilfarro energético y de recursos, la producción masiva de residuos que nadie quiere y que dificilmente pueden ser reciclados. 

Se mire como se mire el sistema productivo actual es un completo desastre que nos está llevando a la más completa ruina, y que amenaza con colapsarse en unos pocos años si es que no lo está haciendo ya... frente a todo esto se intentó mitigar los resultados indeseables a través del menor consumo energético, la inversión en energías renovables (generalmente subvencionadas), la sustitución de los componentes más contaminantes por otros menos agresivos para el medio ambiente, o simplemente que requieran menor consumo energético ahorrando emisiones de CO2 a cambio de generar residuos más contaminantes, el timo de las bombillas de bajo consumo por ejemplo, que se convierten en residuos más peligrosos que los de las bombillas convencionales.

Frente a todo este desastre Pauli propone un modelo diferente, en primer lugar los procesos químicos han de ser sustituídos en la medida de lo posible por procesos puramente físicos, la disponibilidad de una sustancia química en tal o cual lugar puede ser un hecho, o no, pero lo que siempre encontraremos en cualquier sitio es la luz del sol, la fuerza de la gravedad, la capacidad de disolución del agua... las leyes físicas actúan en todas partes y no conocen de patentes ni de fronteras. Otro concepto clave es la inexistencia de residuos, hay que trabajar en procesos en "cascada" donde el subproducto generado en un punto sirva de materia prima para otro proceso hasta su total asimilación por el medio ambiente. Parece algo imposible, la cuadratura del círculo o algo peor... sin embargo la naturaleza viene haciéndolo desde hace miles de millones de años.

Ahí precisamente está el truco, en estudiar los procesos de la naturaleza y en tratar de imitarlos... la forma en que el geco se adhiere a las paredes y el mejillón fabrica un potente cemento con el que se fija a las rocas, la capacidad de los hongos para procesar la materia vegetal y convertir celulosa en proteínas, la capacidad de las ballenas para embutir sus cuerpos en toneladas de grasa y mantener su corazón y sus arterias libres de colesterol y no sufrir enfermedades cardíacas, la capacidad de las corrientes fluviales de crear micro-vórtices de fluido y romper las membranas celulares, manteniéndose más limpias que las conducciones en línea recta construídas por el hombre, la capacidad de los tardígrados y algunos líquenes para sobrevivir a la desecación completa, la de algunos pájaros para colorear sus plumas sin pigmentos, la de la seda natural para ser empleada no solamente como hilo sanitario sino como sustituto de las hojas de cuchillas de afeitar... sin extraer metales de las minas y sin generar residuos no biodegradables, la de las termitas para construir enormes nidos con un sistema de ventilación-refrigeración tan bueno, que de ser aplicado a los edificios nos permitiría prescindir de los caros y contaminantes sistemas de climatización actuales... sistemas para captar humedad del aire, de iluminación sin electricidad, sistemas antibacterianos que literalmente vuelven "sordas" a las bacterias e impiden su proliferación. La capacidad de la naturaleza para hacer frente a múltiples problemas, su ingenio y pericia, y sobre todo la ausencia prácticamente total de eso que llamamos "residuo" es impresionante, y lo que es más importante, funciona desde mucho antes de que nosotros estuviéramos aquí, y seguramente seguirá funcionando mucho después de nuestra ausencia, un hecho futuro dibujado cada vez como más probable si continúa esta locura.

Hay libros que son completamente prescindibles, seguramente la mayoría, otros son importantes, interesantes e imprescindibles, los menos... "La economía azul" pertenece a otro rango, a los libros NECESARIOS, si no lo hubiera escrito Gunter Pauli alguién debería haberlo hecho. El autor no es un visionario con la cabeza en las nubes... como empresario posee los pies firmemente anclados en el suelo, es consciente de que si un nuevo sistema o invención cumple todos estos requisitos, es inocuo para el medio ambiente, eficaz y no genera residuos, pero a la vez no es rentable no hay nada que hacer, así funciona el mundo nos guste o no. Si alguien sale ganando dinero fabricando de forma contaminante lo va a seguir haciendo, no importan las multas y sanciones, otro sitios habrá donde se puedan burlar las leyes o corromper las autoridades, ejemplos de sobra hay de ello, hay que conseguir que dichos procesos innovadores, respetuosos con el medio ambiente, sostenibles e inspirados en la forma que tiene de funcionar la naturaleza sean además rentables, que ofrezcan ventajas materiales, que sean atractivos para los inversores... que en definitiva hagan que su adopción por los fabricantes sea más atractiva que la forma actual de hacer las cosas, porque si no están inevitablemente abocados al fracaso. Da igual lo buenos que sean para el mundo, da igual todo... porque al final apelar al buen corazón, a una conciencia ecológica, a pensar en los demás, a la ética... es batalla perdida si no se apela también de paso al egoísmo particular de cada uno.

Hay muchos obstáculos en este cambio de mentalidad y de hacer las cosas que propone Gunter en el libro, intereses creados, barreras burocráticas, inercia a la hora de seguir haciendo las cosas igual, pereza, cortedad de miras, corrupción... pero sus ventajas son tan buenas que es más difícil imaginar un futuro a largo plazo donde esta economía azul sea un fracaso total que ese mismo futuro que no sea más que una repetición del actual presente, en el fondo ESA es la verdadera utopía, pensar que si no se hacen las cosas de otro modo va a ver un mañana mejor, o siquiera un mañana, parecido al de hoy. El subtítulo de "10 años, 100 innovaciones, 100 millones de empleos" podría terminar resultando más cierto de lo que pensamos y no quedar solo como una bonita idea.



Lo mejor: El libro es una verdadera joya, repleto de información sobre proyectos innovadores y creativos... unos todavía en fase muy inicial, pero otros que constituyen ya toda una realidad. Es como una revista de divulgación científica y tecnológica elevada al cubo... y sobre todo un trabajo impregnado de principio a fin por el entusiasmo y el optimismo de una persona realmente excepcional, que con los años, estoy seguro de ello, merecerá un reconocimiento que ahora mismo no tiene. 

Probablemente sea uno de los ensayos más importantes publicados en lo que llevamos de siglo. Habrá proyectos que quedarán en nada, otros se sumarán a esta filosofía de trabajo, otros están ya funcionando desde hace años, pero lo más importante, ese punto de arranque y el planteamiento de una forma de hacer las cosas existe ya, y lo tenemos expuesto magníficamente por Pauli en este interesantísimo ensayo.


Lo peor: Arrastrado por un optimismo imparable Gunter en ocasiones parece despegar los pies del suelo, quizás no tanto en el país donde actualmente reside, Japón, un país que se toma la ciencia y la investigación muy en serio, pero cuando uno ve el panorama que tenemos en el nuestro... sencillamente da una rabia infinita y una sensación de impotencia difícil de expresar, todo el sistema de la economía azul pasa en primer lugar por una labor de investigación científica, esa que se está aniquilando en nuestra querida España... si bien es cierto que se pueden poner en marcha procedimientos "azules" aprovechando cosas que ya tenemos. No siempre estas innovaciones se van a traducir en creación de riqueza y puestos de trabajo porque hay casos en los que proponen una sustitución de un procedimiento por otro más sostenible, la elaboración de metales a partir de la acción de bacterias sobre residuos por ejemplo, haría innecesarias muchas prospecciones mineras... aunque desde luego que todos ganaríamos con el cambio.