lunes, 31 de agosto de 2015

Hitch-22


Ficha: "Hitch-22", Christopher Hitchens, editorial Debate, 490 páginas, ISBN: 978 849992 0054

Este verano he continuado sacando libros que llevaban unos años en el "banquillo" y dándoles una oportunidad, en este caso le ha tocado a esta autobiografía de Christopher Hitchens que llevaba ya casi tres años en lista de espera. En su momento, verano de 2.012,  ya tuve la ocasión de comentar aquí un par de obras de este autor, concretamente su recopilación de ensayos "Amor, pobreza y guerra", un libro que me pareció bastante irregular aunque no exento de interés en algunos apartados, y el sobresaliente "Dios no es bueno", mucho más interesante, donde el autor daba rienda suelta a sus ideas en contra de las religiones y la, para él, influencia nociva que aportaban al mundo.

En esta ocasión le tenemos en la que fue casi su último trabajo, su autobiografía que comenzó a escribir justo antes de cumplir los sesenta años. A partir de una fotografía suya junto con unos amigos, Martin Amis entre los mismos, publicada por la revista "Face to face" donde se coló una errata en la que le daban por "muerto". Quiso el destino que esa anécdota, por la que la publicación se disculpó, sirviera de acicate para animarle a escribir sus memorias, memorias de una vida si no larga sí llena de historias y tremendamente intensa; y quiso también el destino de que aquella "broma" terminara haciéndose realidad mucho antes de lo que Christopher creía. En diciembre de 2.011 terminaba muriendo a consecuencia de una neumonía, efecto secundario de un cáncer de esófago, que venía padeciendo algo más de un año y que le sirvió de motivo para escribir su estremecedora experiencia en "Mortalidad", su última obra donde relataba su lucha diaria con el cáncer y su enfrentamiento con la muerte desde su firme postura de ateo convencido. Vamos, que andaba todavía metido en la promoción de este libro cuando le diagnosticaron la enfermedad...

Esta no es una biografía al uso, la típica historia donde el autor nos muestra una narración en orden cronológico de su vida, algo hay de este orden en la misma, pero básicamente se trata de una elección de los temas principales de su vida y, ahí si, que tenemos el relato ordenado aunque el autor se tomará muchas libertades yendo adelante y atrás en el tiempo cuando le apetece y mostrándonos una interminable riada de datos y nombres, haciendo por norma general la narración bastante amena. Y es que la vida de este periodista y escritor británico, más tarde nacionalizado norteamericano, da para mucho. Lo más interesante, aparte del personaje en sí que ya bastante juego, es sin duda su apasionante vida, toda una crónica de la política al más alto nivel de los últimos cuarenta años. Desde las protestas contra Vietnam de los sesenta al conflicto entre el IRA y el estado británico, desde la guerra de las Malvinas a las dos guerras del Golfo, de la primavera de Praga a la caída del muro de Berlín... no hay conflicto de relevancia internacional donde Hitchens no haya estado metido, en ocasiones como corresponsal de guerra en las mismas zonas de conflicto. La guerra de Vietnam le pilló demasiado joven, una juventud donde militó en organizaciones de izquierda y se definía a sí mismo como "socialista", escribiendo artículos posteriormente donde pondría a parir literalmente la política imperialista de los EEUU y más tarde ya en su madurez terminaría justificándola para "pararle los pies" tanto a Sadam Hussein como a los extremistas islámicos. 

No da demasiados detalles de su infancia, pero sí que escribe con especial cariño sobre su madre, una mujer que siempre ocultó su ascendencia judía a su familia y cuyo mayor empeño era que sus hijos ascendieran socialmente... aunque para ello tuvieran que estudiar como internos en colegios privados. Sobre su padre, un comandante de la Royal Navy, solo tiene en general palabras de admiración por el papel que tuvo en la Segunda Guerra Mundial en la lucha contra Hitler. 

La rígida educación, su encontronazo con la sádica disciplina de los internados ingleses, sus escarceos homosexuales, que si bien no definieron su orientación sexual definitiva tampoco le hacen avergonzarse especialmente, de ahí su mención en el libro, el ambiente político de la universidad, su actividad en una célula pro-comunista, troskista concretamente, sus amistades de la época... y por encima de todo su necesidad de no dar nada por sentado y su odio sistemático a todo dogma establecido, sin duda una de las características de su pensamiento. C. Hitchens siempre fue reacio a asumir incondicionalmente ideas de otros... algo que seguramente hasta sus más acérrimos enemigos tienen que reconocer.


Pronto el libro se mete en cuestiones políticas como tema principal, Hitchens fue siempre un apasionado de los temas políticos y no le hizo ascos a pisar aquellos territorios en conflicto sobre los que escribía, así le tenemos relatando de primera mano como un atentado del IRA estuvo a punto de costarle la vida de la forma más tonta, o como en el Sarajevo de 1.992 al igual que el resto de los reporteros destacados tuvo que correr bajo las balas... y como le pilló la violenta conclusión de la Primavera de Praga en Cuba, donde había acudido como activista político de izquierdas, y donde no ocultó su decepción por la decisión del gobierno de Castro de apoyar la intervención soviética... Portugal y su incruenta revolución de los claveles tendrán también su espacio, así como su decidido apoyo a la intervención británica en la Guerra de las Malvinas, en contra de la opinión de casi toda la izquierda de su país, debido a su aversión al implícito apoyo de los EEUU a Argentina y a su criminal junta militar. Sobre este último tema dedicará un emocionante testimonio a su amigo Jacobo Timmerman, detenido y torturado en la Argentina de 1.977, dejando claro el porqué de su repulsión a la hora de entrevistarse con el general Videla. Años más tarde él mismo se sometería voluntariamente a la tortura del simulacro de ahogamiento... Hitchens no gustaba de la información de segunda mano si podía experimentar sobre el terreno.

Los Estados Unidos, su segunda patria, será también protagonista de parte del libro, aunque durante la mayor parte de su carrera periodística Hitchens criticó duramente su política exterior. Especialmente al que fue durante años su Secretario de Estado, Henry Kissinger, al que le dedicó su más famoso ensayo "Juicio a Kissinger", acusándole de mentiroso, manipulador y cómplice en el establecimiento de algunas de las dictaduras más sanguinarias de América Latina... otro de los políticos americanos que fue objeto de sus ataques fue Ronald Reagan, por su habilidad de mentir, y al que más tarde sería presidente de los EEUU Bill Clinton, al que conocía desde hacía mucho y al que tampoco dejaba muy bien parado.

A pesar de todo Hitchens fue siempre, especialmente a partir de los ochenta, un gran admirador de la nación americana, llena de contrastes y contradicciones, a la que siempre alabó por su defensa de la libertad de expresión que allí llega, o al menos llegaba, a extremos inimaginables en su Gran Bretaña natal, incluso me atrevería a decir que anda a años luz de nuestra querida España... el caso es que a partir de cierto punto, espoleado por la tragedia del 11-S aunque no solamente por ello, su pensamiento dio un giro de 180 grados y comenzó a justificar, e incluso a apoyar y defender, la política exterior norteamericana. Si incluso un feroz anticomunista como Churchill, bastante denostado por Hitchens por casualidad, apoyó a Stalin para pararle los pies a Hitler, nuestro autor no sería menos y ante dos males, el imperialismo estadounidense y la yihad extremista de Al-Qaeda y derivados no tuvo la menor dificultad en elegir... ante la tibieza mostrada por la izquierda norteamericana y europea de la condena de los atentados de aquel fatídico día.

De ahí su apoyo incondicional a la guerra de Irak en 2.003 cuando en 1.990 había estado en contra de la intervención americana en la Primera Guerra del Golfo, fue una postura polémica, que le valió no pocos enfrentamientos contra intelectuales con los que hasta hacía poco había, más o menos, estado de acuerdo. Hubo quien habló de "cambio de chaqueta" algo que el autor niega... más bien cambiaron los hechos, según él, y no pudo seguir sosteniendo la misma postura. 

Una opción que si bien me parece respetable una vez leído el libro, me parece que ello no convertía a la nueva dirección de su pensamiento en acertada ni mejor... él mismo era consciente de su bandazo a la derecha e irónicamente titulaba el último capítulo del libro "¿Declive, mutación o metamorfosis?"... seguramente ninguna de las tres. 

Agradezco enormemente el excelente análisis que de este libro hizo el autor del blog "Lecturas porcinas", ya que el mismo está mucho más informado que yo, y en su momento pudo contrastar la información sobre algunos temas del mismo con otras fuentes, demostrando a mi parecer, que el bueno de C. Hitchens omitía determinados datos y era poco justo en algunas partes del libro... vamos que en algunos momentos se queda un poco con el lector y trata de "venderle la moto". Lo que no quita que el libro sea en general ameno, esté lleno de datos de interés y por supuesto nos haga lamentar la temprana pérdida de un escritor y periodista valiente, brillante, apasionado y polémico... de los que ya no quedan.

Por motivos estrictamente personales me han gustado especialmente las referencias al escritor Martin Amis, probablemente su mejor amigo, del que he comentado alguna obra aquí en mi blog, concretamente la divertidísima y corrosiva "Dinero", y la también interesante "La información". Tras leer a Hitchens me han vuelto a entrar ganas de volver a leer a Amis, y también me gustó especialmente el capítulo que dedica a Salman Rushdie, del que confieso no haber leído nada. En este último caso el libro hace un interesante análisis del caso "Versos Satánicos" que tristemente se anticipaba a otros similares, como el de las caricaturas de Mahoma y el más reciente de Charlie Hebdo que ya Hitchens no ha vivido para ver. Sea como fuere el capítulo dedicado a S. Rushdie me parece de lo mejor del libro y donde seguramente más facilmente uno puede estar de acuerdo con las ideas de Hitchens.

Como colofón destacar las notas más personales, su contestación al test de Marcel Proust, poco menos que ideal para conocer el pensamiento de alguien en un momento concreto, o sus normas como empedernido bebedor, que no alcohólico, sus múltiples referencias literarias que jalonan el libro, los mil y un detalles en suma que convierten este libro en una biografía bastante rara donde abundan tanto los detalles como las lagunas, intencionadas o no, y donde la política asume casi desde el principio el tema principal.

Lo mejor: Una obra irrepetible basada en la vida de un personaje fascinante que le hace a uno lamentar su prematura desaparición. Recomendable para aquellos que hayan gustado de alguno de sus ensayos o artículos del gran periodista y polemista británico. Sin duda los llamados "cuatro jinetes del ateísmo", R. Dawkins, S. Harris y D. Dennet, perdieron a un buen elemento en 2.011.

Lo peor: Me gustaría que Hitchens siguiese vivo sobre todo para oírle opinar sobre la actual situación de Oriente Medio, especialmente me gustaría saber que opinaría hoy de la supresión del islamismo radical y la lucha contra el terrorismo del ISIS. Me hubiera gustado que no pasara tan por encima del tema de Abu Graib, él precisamente que fue siempre un activista contra la tortura, y la tremenda CHAPUZA que fue no ya la invasión de Irak, destruir es relativamente fácil, sino ordenar el país tras la guerra, no se le ve demasiado crítico con la situación post-Sadam ¿muerto el perro se acabó la rabia?, leyéndole uno parece que así es... en fin, que aunque humanamente se pueden disculpar y entender, incluso compartir ¿por qué no? algunas de sus razones para su giro político tras el 11-S, hay otras que resultan indignas de un apasionado defensor de la libertad y la justicia. Definitivamente se le fue un poco la pinza, demasiado "Johnnie Walker Etiqueta Negra", una pena.


martes, 18 de agosto de 2015

El Terror


Ficha: "El Terror", Dan Simmons, editorial Roca, 758 páginas, ISBN: 9788492429110

Este es uno de los libros de mi biblioteca particular que ostentan el record de haber permanecido más tiempo "chupando banquillo" en espera de ser leídos, nada menos que siete años, durante ese tiempo siempre había alguna otra lectura más interesante, o bien, se trataba de simple y puro olvido. Alguna vez incluso vi algún comentario en la red donde recomendaban "leerlo en invierno", preferiblemente en una habitación sin calefacción, para seguramente "aclimatarse" mejor al relato, quizás eso fue motivo para que desechara su lectura una y otra vez cuando el clima era distinto, y aquí en mi querida Murcia el invierno, si es que tenemos tal cosa, dura cuatro días... pues nada a esperar. Paradójicamente, han sido los tremendos calores de este verano los que me han empujado a la lectura de un libro ambientado en el frío más demencial que cabe imaginar, a ver si se me pegaba algo... ;-) lo curioso es que no he sido el único a quien la lectura de este libro se le ha demorado más de la cuenta, aunque a Sarah Manzano de "Papel en blanco" no lo ha tenido ni de lejos tanto tiempo adquirido y esperando en las estanterías.

Dan Simmons es un viejo conocido de este blog, en agosto de 2.010, época favorable en mí a las lecturas ligeras e insustanciales, le dediqué un comentario de texto bastante poco "amable", por decirlo suavemente, a su novela "Un verano tenebroso", a pesar de algunos aciertos me pareció una obra muy de segunda fila, indigna de un escritor tan bueno como este que seguramente va a ser recordado siempre como el autor de la saga "Hyperión"... una de esas novelas de ciencia-ficción sobre las que hay incesantes rumores año tras año de su adaptación a la gran pantalla, ya veremos.

Y aquí tenemos a Dan Simmons con una mezcla de novela histórica y terror basada en la fracasada expedición de John Franklin en 1.845 para intentar encontrar el famoso, e inexistente, por aquel entonces "paso del noroeste", un sitio en el norte de Canadá por el que fuese posible navegar y salir al Océano Pacífico bordeando el norte de Alaska. Fueron muchos los intentos de encontrar ese mítico paso del noroeste, que no existía en realidad, pero ninguno arrojó un saldo tan trágico como el de la expedición mencionada, se perdieron dos barcos, el HMS Erebus y el HMS Terror, y no sobrevivió ninguno de los 129 miembros de la tripulación. En este excelente artículo de la Wikipedia tenemos buena parte de los datos históricos reales que se conocen sobre la expedición y su fatal desenlace.

Esa es la historia, ahora bien, ¿qué pasó realmente en la expedición?, ¿cómo sucedió todo?, ¿cómo pudo fracasar tan estrepitosamente una expedición en principio tan bien preparada?... Dan Simmons se documentó a conciencia para recrear el particular y terrible universo de esta historia y ofrecernos la que sin duda es una de sus mejores obras, y para mí sin duda alguna una de las mejores novelas de terror escritas en los últimos veinticinco o treinta años.


Aunando la mejor tradición de la literatura de ambientación marítima con partes dignas de un Patrick O' Brian o un Helman Melville, con descripciones tan minuciosas de la vida en un buque explorador de los hielos británico de la primera mitad del XIX que uno parece estar viéndolo literalmente en su imaginación... y también con una gran abundancia de elementos tétricos y terroríficos, pensadlo bien ¿hay algo más terrorífico que un buque de madera con la tecnología rudimentaria de la época atrapado en los hielos en medio de la noche constante y el clima infernal del ártico?... el infierno de Dante parece un parque de atracciones en comparación, hablando de infiernos... desechad para siempre esa idea de un infierno caliente con fuegos y lava ardiente, si existe un infierno en la tierra digno de atrapar a las almas de los condenados lo tenemos descrito con todo lujo de detalles en esta novela. El frío infierno de los hielos del Ártico en invierno con su noche perpetua y fantasmales auroras boreales, sus ventiscas de nieve, sus temperaturas de más de cincuenta grados bajo cero, sus tormentas eléctricas cargadas de rayos... no existe un escenario más terrible y desolador, un escenario al que ni siquiera se atreve asomarse el sol, siempre envuelto en la niebla en medio de la mayor soledad.

Aun así el clima despiadado, viniendo en primer lugar a la imaginación será lo de menos... el horror de las enfermedades, la inanición, el escorbuto, los rudimentarios métodos médicos de la época con sus brebajes inmundos y sus amputaciones... la fatiga, la falta de esperanza, la desolación más extrema, y por si fuera poco todo esto, por si fuera poco todo ese cúmulo de horrores que aguardan a una expedición fracasada y atrapada en los hielos sometida a todos los rigores imaginables Dan Simmons añade un elemento sobrenatural. Aquí tenemos el segundo gran ingrediente de la novela, el horror en estado puro, con escenas y acciones en la narración que me han recordado al film "Alien, el octavo pasajero". Un elemento que en principio que era completamente prescindible, ante lo terrible de la situación por sí misma, pero que una vez añadido al conjunto añade ese toque fantástico y terrorífico que nos advierte desde casi el principio que no, NO estamos realmente ante una novela histórica... por mucho que haya de real y cierto en el relato.

Y es que Dan Simmons mezcla con gran habilidad los géneros histórico y de terror hasta tal punto que hay momentos en los que uno no sabe donde termina el minucioso relato basado en datos reales con el producto de su portentosa imaginación, ¿son así las tormentas eléctricas descritas? ¿y las formaciones de hielo? ¿y los efectos ópticos y los fenómenos atmosféricos mostrados en la novela? ¿son todos los nombres del relato de miembros reales de la expedición? ¿y la mitología esquimal que se nos muestra? ¿existe en esa mitología un ser parecido al monstruo que acosa día y noche a la tripulación?... 

"Los hombres que encontraron la cabeza del contramaestre al final de aquella guardia pasaron toda la semana hablando una y otra vez a los demás de la cara del pobre señor Terry, las mandíbulas abiertas de par en par, como si se hubiesen congelado en mitad de un grito, los labios apartados de los dientes, los ojos saltones. No había ni una sola huella o herida de dientes o de garras en su rostro ni en su cabeza, sólo el desgarro en el cuello, la delgada tubería del esófago que sobresalía como si fuera el rabo gris de una rata, y el muñón blanco de la columna vertebral que asomaba. 

De repente, los más de cien marineros supervivientes encontraron la religión. La mayoría de los hombres del Erebus gruñeron durante dos años por los inacabables oficios religiosos de sir John, pero ahora, hasta aquellos que no hubieran reconocido una Biblia ni aunque se hubieran despertado al lado de una después de tres días de borrachera encontraban una enorme necesidad de alguna especie de paz espiritual."

Queda por ver si en la novela Dan Simmons se atiene al verdadero final trágico de la expedición, de la que no hubo ningún superviviente, o bien, nos depara alguna sorpresa al final. No desvelaré el mismo para no destripar la historia, pero apunto aquí que alguna sorpresa si que habrá y que Dan se tomará alguna que otra licencia, aparte de los elementos fantásticos e imaginados de la novela claro, para redondear aún más la historia.

Añadir finalmente que aquellos lectores que disfrutan con las novelas de temática marítima lo harán sin duda con esta obra, y mucho más, todos aquellos lectores "golosos" de paladar delicado y estómago resistente... porque las "delicias" que les reserva Dan Simmons harían atragantarse al más curtido lector de literatura de horror, los que posean una imaginación más enfermiza no podrán evitar las arcadas, aviso ;-)

Lo mejor: Una novela excelente, bien narrada y documentada, llena de intriga y misterio, con partes más tranquilas y reposadas que anuncian la tragedia y otras realmente movidas que harán que el lector se aferre a sus páginas como un poseso. Macabra, sádica y cruel, en ocasiones hasta extremos verdaderamente duros, pero también con una interesante doble lectura en algunas partes que hacen que la aventura valga la pena y que no se quede todo en puro morbo y violencia gratuita. La paciencia y el aguante del lector en algunos tramos de puro relleno donde la acción apenas existe se verá recompensada al final. Vale la pena.

Lo peor: Lectores sensibles abstenerse, abstenerse también cualquier lector no habitual de literatura de horror y aficionado a lecturas más ligeras, Dan Simmons ofrece un terrorífico banquete y un cúmulo de horrores, de tal magnitud y de tantos colores diferentes que sorprenderán al más pintado. A pesar de la gran cantidad de datos reales, como he escrito antes, no estamos ante una novela histórica propiamente dicha, de forma que aquellos lectores que "piquen" con el gancho de una novela de barcos y aventuras de época se pueden encontrar con algo que no desearían leer.



jueves, 13 de agosto de 2015

Circo Máximo


Ficha: "Circo Máximo. La ira de Trajano", Santiago Posteguillo Gómez, editorial Planeta, 1.215 páginas, ISBN: 9788 408 132523

Tras mi anterior lectura y teniendo en cuenta los tremendos calores de este verano busqué un libro más "ligerito" para de forma relajada devorar páginas y páginas sin esfuerzo, ¿y qué mejor para ello que esta última, hasta ahora, obra del escritor valenciano?. Posteguillo es un autor del que ya he comentado obras aquí, concretamente la trilogía completa que le ha dedicado a la figura de Escipión y ahora estos dos primeros volúmenes de su proyectada trilogía centrada en el emperador Trajano, un tocho de incluso algo más de extensión que aquella memorable "Los asesinos del emperador". 

¿Qué vamos a encontrar en esta nueva entrega publicada en 2.013?, pues más de lo mismo, para bien o para mal. El que es seguramente el escritor español de novela histórica de más éxito, con el permiso de Arturo Pérez Reverte y sus incursiones en el género, nos vuelve a traer más de lo mismo. De modo que aquí podría terminar ya mi comentario, recomendar a los lectores que gustaron de la primera parte que no se pierdan esta y punto y final.

Hay escritores que emprenden series cuyas entregas pueden leerse sin problemas de forma independiente, no es este el caso, y aunque podría haber algún lector despistado que comenzase por esta no se lo recomiendo. Y no lo hago porque son demasiados los personajes que nos encontraremos de nuevo, Trajano y su esposa, su fiel amigo Longino, el gladiador Marcio y su mujer Alana, Adriano el sobrino del emperador, Decébalo el rey de la Dacia... y naturalmente tendremos a unos cuantos nuevos en la trama, sobre todo la vestal Menenia y el auriga Celer, los dos personajes en torno a los cuales gira buena parte de la historia. Si el mundo de los gladiadores componía uno de los temas principales de la anterior entrega, será en este caso el mundo de las carreras de cuádrigas uno de los atractivos temáticos de esta segunda parte.

Tenemos ya a un emperador asentado en el trono de Roma, si en la primera parte buena parte de la intriga y la emoción consistían en su inesperado y accidentado ascenso al trono imperial en esta ocasión el protagonista innegable es su campaña de conquista de la Dacia, buena parte de la actual Rumanía, y su conversión en provincia romana. Con Trajano el imperio alcanzó su máxima extensión, a partir de la cual todo serían ya retiradas y pérdidas, seguramente porque ninguno de sus sucesores supo estar a la altura, o bien, porque quizás tuvieron que lidiar con tiempos más difíciles. También tendrán su peso las intrigas palaciegas y los misterios de una absurda acusación cuyas motivaciones y ramificaciones no dejarán de extenderse durante todo el relato.

El mundo de la diplomacia de la época, las campañas militares y su grandes dificultades, los héroes y villanos de cualquier guerra, el difícil ejercicio del poder... y sobre todo la figura de un emperador que como una especie de semidios planea por todo el relato, aunque en ocasiones, pocas para mi gusto, muestre su rostro más humano.


Más de lo mismo, más cantidad, más líneas argumentales en las que el autor va dosificando la acción y muestra una y otra vez su excelente capacidad narrativa, mucha y buena documentación sobre la historia de Roma en ese período, pero también mucho trabajo en esta ocasión sobre el terreno... incluyendo un viaje a la moderna Rumanía para ver con sus propios ojos los lugares donde tuvieron lugar los acontecimientos, la construcción de ese prodigioso puente sobre el Danubio, los pasos de las montañas, los restos de las construcciones romanas que dejaron las legiones de Trajano... datos de interés, no me cabe la menor duda, para todos los viajeros que por casualidad escojan ese hermoso país como objetivo de sus viajes.


Tras una segunda parte vienen las inevitables comparaciones con la anterior, ¿cuál es mejor?, en mi opinión la primera, aunque por poco. Es cuestión de gustos, lo se, pero creo que aunque haya mucha acción e intriga en esta entrega, no se puede comparar con la tensión angustiosa que se vivía en la primera, Posteguillo se asemeja cada vez más a un prestidigitador al que se le van viendo todos los trucos y cada vez le resulta más difícil sorprender a su público. Los artificios y golpes de efecto no pueden ocultar sus carencias como escritor, quizás no sean muchas, quizás no sean las más importantes de cara a este tipo de relatos, pero ahí están sin duda. Si la habilidad como narrador que sabe dosificar la acción y mantener el interés del lector es su principal, y nada desdeñable virtud, la falta de profundidad psicológica, sobre todo en esta entrega, es su principal defecto... se asemeja a un torrente de aguas rápidas que bajan rugiendo y que puede parecer temible... pero que a poco que te atreves a meter un pie descubres que apenas cuenta con un palmo de profundidad, vamos que "mucho libro ruido y pocas nueces".  Personajes planos, inmóviles, que o bien son buenos o son malos, que se mueven menos que un gato de escayola... ideal para las películas de palomitas y para los dibujos animados, hasta cierto punto, pero no para la literatura seria.

Lo mejor: Un libro que promete justamente lo que da... emoción, entretenimiento y pasar un buen rato leyendo una historia sin más pretensiones. Muy recomendable a aquellos que disfrutaron de su primera parte y otras obras del autor, no se sentirán defraudados... si son poco exigentes.

Lo peor: Si la anterior obra de la trilogía de Trajano me parecía un avance respecto a su anterior serie sobre Escipión y tenía la sensación de que estaba ante un escritor en evolución en esta ocasión me he sentido un poco defraudado y he podido constatar que Santiago ha "tocado techo", no está mal lo conseguido y el cuidado con el que ha sido editada esta segunda parte con todos esos extras... pero lo siento, esperaba algo más. Ojala que la conclusión de la serie me demuestre que estoy equivocado y que no, que este es un escritor que tiene mucho más que ofrecer.



La muerte del padre



"Vi que ya no había ninguna diferencia entre lo que mi padre había sido y la mesa sobre la que yacía, el suelo sobre el que ésta descansaba, el enchufe de la pared debajo de la ventana, o el cable que iba al aplique de al lado. Porque los seres humanos no son más que una forma entre otras formas, expresadas una y otra vez por el mundo, no sólo en lo que vive, sino también en lo que no vive, dibujado en la arena, piedra y agua. Y la muerte, que yo siempre había considerado la magnitud más importante de la vida, oscura, atrayente, no era más que una tubería que revienta, una rama que se rompe con el viento, una chaqueta que cae de la percha al suelo."


Ficha: "La muerte del padre", Karl Ove Knausgård, editorial Anagrama, 499 páginas, ISBN: 9788 433 978448

Hay una cita atribuida al escritor italiano Giovanni Papini que dice lo siguiente "Si un hombre cualquiera, incluso uno vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se han escrito". Estoy seguro que el escritor noruego Karl Ove Knausgård debía conocerla cuando hace unos años, en 2.009 tras una temporada de bloqueo artístico la que iba a ser su tercera novela se negaba a arrancar. Comenzó entonces para salir de aquel agujero el que sin duda alguna es el experimento literario más radical de lo que llevamos de siglo, sí, ya se que solo llevamos quince años del mismo, pero aunque estuviéramos en 2.045 creo que podríamos seguir diciendo lo mismo... teniendo en cuenta el panorama actual de la literatura ;-)

Knausgård sin que viniera a cuento comenzó a escribir otra cosa distinta de la que tenía planeada, comenzó a tomar notas y apuntes personales sobre los recuerdos que tenía en aquel entonces del fallecimiento de su padre por alcoholismo diez años antes, una dolorosa herida que seguía sin cicatrizar. Curiosamente el relato y los apuntes fueron tomando forma y le sacaron del atolladero creativo en el que se encontraba... ahora bien, ¿qué hacer con este material que estaba escribiendo de forma compulsiva?... era demasiado íntimo y personal para ser publicado ¿o no?, según una entrevista posterior el editor al que le llevó el primer manuscrito le dijo que aquello parecía "la obra de un maníaco" ¡bingo!, era lo que estaba buscando, otra cosa era el dilema moral de si aquello debía o no publicarse, pero lo de si tenía o no calidad suficiente o era "vendible" estaba más claro que el agua.

Y Karl Ove decidió seguir adelante, y además hacerlo con determinación fanática, de 2.009 a 2.011 escribió algo así como unas 20 páginas diarias que terminaron conformando no una, sino seis novelas que suman más de 3.500 páginas en total. Hasta la fecha solo han sido publicadas en castellano las tres primeras, curiosamente las mismas que en inglés aunque la edición castellana ha sido traducida, y además de forma espléndida, directamente de su lengua noruega original. Esta relativa premura en publicar una obra de un autor escandinavo viene justificada por el colosal éxito que la misma tuvo en su país de origen, es difícil de imaginarse como en un país de cinco millones de habitantes una serie de novelas vendan más de cuatrocientos mil ejemplares... y que el subtitulo de la serie llamado de forma provocadora "Min Kamp", o sea "Mi lucha", haya adelantado posiciones en Google al título del ensayo del mismo nombre que escribió Hitler... 

Ni que decir tiene que la idea tiene bien poco de original, me vienen a la cabeza dos antecedentes muy claros "Los Ensayos" de Montaigne, solamente leídos por mí en parte, y por supuesto aquella maravillosa monstruosidad "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust, no leída en absoluto aún. Pero ¿quién podría resistirse a la lectura de una obra semejante escrita por un hombre de nuestro tiempo?, además casualmente de mi misma edad ya que ambos nacimos en 1.968, yo no desde luego, y sobretodo tras haber leído tantos encendidos elogios sobre la misma, quizás algo sospechosos por su unanimidad y la importancia de la editorial donde ha sido publicada en castellano, pero que a uno no le hacen sino intuir que solamente con que los mismos, aunque sea en parte, están bien fundados esta es una serie de libros que uno no puede dejar de intentar a comenzar de leer, ... aunque sea para escribir luego aquí "todo es mentira".

Y no, ni es mentira ni exagerado según la opinión del lector que escribe aquí y al menos por lo que respecta a lo leído. Este primer libro de la serie versa de principio a fin sobre el tema de la muerte, de su implacable punto y final y todo lo que conlleva a todos los niveles. De la muerte concreta en este caso de su padre tras unos años de alcoholismo autodestructivo. La novela tiene un arranque poderoso, unas pocas páginas que tienen el efecto de un puñetazo en el rostro, que te dejan K.O. de buenas a primeras, y una de dos, o dejas el libro o ya no lo puedes soltar de las manos. Knausgård sabe como escribir, sabe como darle forma a las ideas, como narrar los acontecimientos y los hechos más simples de la forma más atractiva y rotunda, como alternar el relato dando saltos aquí y allá en distintas etapas de su vida pasada de forma que nunca sabemos que es lo que nos espera a la vuelta de la página. Momentos de su ingenua niñez, de su rebelde y patética adolescencia, de su difícil madurez como esposo y padre... y sobre todo sus sentimientos como hijo, y su experiencia de la muerte de su padre, narrada con un interminable lujo de detalles, sus sentimientos contradictorios sobre el mismo, sus errores y frustraciones... sus miserias más íntimas expuestas a la luz sin concesiones de ningún tipo salvo el más elemental decoro, que nunca lleva al plano de las emociones y sentimientos, en ese terreno el exhibicionismo es casi total.

Memorables esas primeras páginas sobre la muerte, como lo son también sus solitarias reflexiones sobre el inexorable curso de la vida y también cuando asoma su sensibilidad de artista y nos regala una hermosa reflexión sobre el arte y lo humano... dolorosas confesiones íntimas donde el autor se muestra completamente sincero. Y este es para mí el punto fuerte del libro, llegar a convencer al lector desde el principio que no estamos ante una pose, de que todo lo que uno lee es dolorosamente cierto, que no hay imposturas de ningún tipo y que este no es el típico escritor de autobiografías que no hace más que "nadar y guardar la ropa"... se nos muestra implacable, para todos, pero muy especialmente para sí mismo.

Evidentemente por muy reales que hayan sido las situaciones, por muy sincera que sea la intención del autor algo falla... nadie recuerda hechos de su vida con tanto lujo de detalles, nadie recuerda las cosas de forma completamente objetiva, dicha objetividad no existe en realidad, el autor de esta novela no es el mismo que vivió aquellos hechos que luego se nos relatan... hay realidad en la novela, sin duda alguna, una posible muestra de ello es el conflicto que vivió a partir de su publicación, el daño que hizo a amigos y familiares y que aunque el autor no deja de lamentar tampoco impidió seguir adelante con su proyecto. Pero está claro que también hay mucho recreado, imaginado, deformado y reinventado, no podría ser de otra forma. Estoy seguro que a estas alturas ya ni el mismo autor sabe en muchas de las situaciones descritas donde termina lo real y donde comienza la interpretación... pero ¿qué mas da?, esto es literatura al fin y al cabo, y LITERATURA así con mayúsculas, y en su más exquisita esencia, la de un autor que se desangra y se desnuda de la forma más íntima a sus lectores. 

"Lo extraño es que los extremos se parezcan, al menos en un sentido, porque tanto en lo suntuosamente caótico como en lo severamente regulado y dividido, el vivo no es nada, la vida lo es todo. De la misma manera que al corazón no le importa qué vida representa, a la ciudad le tiene sin cuidado quién cumple con sus distintas funciones. Cuando estén muertos, digamos dentro de ciento cincuenta años, todos esos seres que anduvieron por la ciudad ese día, el eco de sus actividades seguirá recorriendo todos sus trayectos. Lo único nuevo serán los rostros de las personas, pero tampoco tanto, porque todos se parecerán a nosotros".

"Me encantaba, me encantaba esa sensación, era mi mejor sensación, pero nunca traía nada bueno, y al día siguiente, o en los días siguientes, estaba tan estrechamente relacionado con lo desmesurado como con la estupidez, algo que odiaba con toda mi alma. Pero cuando me encontraba en ese punto, el futuro no existía, ni tampoco el pasado, sólo el presente, y por esa razón me gustaba tanto estar allí, porque mi mundo, en toda su intolerable banalidad, brillaba"

"... y como lo que uno ve siempre, es lo que nunca ve, vivíamos nuestras vidas bajo un cielo constantemente cambiante sin dedicarle ni un pensamiento, ni una mirada. ¿Y por qué íbamos a hacerlo? Si al menos esas diferentes formaciones de nubes tuvieran un sentido, si por ejemplo hubiera en ellas señales y mensajes ocultos para nosotros, que había que interpretar correctamente, entonces sí habría una continua atención hacia todo lo que allí ocurría, inevitable y comprensible. Pero no era así, las distintas formaciones y luz de las nubes no significaban nada, su aspecto en cada momento se debía exclusivamente a la casualidad, de manera que lo que representaban realmente las nubes era la falta de sentido en su forma más pura y perfecta"


Lo mejor:  Emoción de principio a fin, una historia sugerente y, también, algo morbosa que mantiene el interés a lo largo de su extensión y con algunas de las más interesantes y hermosas reflexiones que he leído nunca diseminadas con irregularidad a lo largo de la narración a modo de inesperados regalos para el lector. Los amantes de la buena literatura, de esa que juega en primera división y que requiere de cierto esfuerzo no saldrán defraudados.

Lo peor: Este no es un relato más para pasar el tiempo, tampoco encontrará el lector sentido del humor... aunque alguna situación cómica si que hay. Tiene partes con cierta dosis de intriga y otras hasta cierto punto aburridas... a pesar de la habilidad narrativa del autor y naturalmente dependiendo mucho de lo que se busque. Amantes de las historias de acción, de novelas bien construidas con estructura de presentación, nudo y desenlace abstenerse, este noruego loco no escribe para vosotros.