Ficha: "Viento del este, viento del oeste", autor Pearl S. Buck, 151 páginas, documento en formato pdf descargado gratuitamente de Internet.
De nuevo vuelvo a mis "deberes" del club de lectura Macondo con esta conocida obra de la escritora norteamericana ganadora del premio Nóbel de literatura en 1.938... algo extraordinario ya que solo habían pasado ocho años de la publicación de su primera novela, la aquí reseñada. Hablamos pues de una autora de gran éxito, reconocida internacionalmente al más alto nivel.
Gran conocedora de la cultura china, no en vano vivió allí la primera mitad de su vida, situó en aquel país la acción de esta primera novela que narra con gran detalle y sensibilidad el encuentro entre las civilizaciones oriental y occidental y como la sociedad china de aquellos años empezaba a cambiar de forma inexorable ante el contacto, cada vez más estrecho, con occidente.
En la novela Kwei-lan una mujer china perteneciente a una adinerada familia nos narra una parte de su vida, la narración comienza desde poco tiempo después de su boda con un hombre chino, de su misma clase social, que ha estudiado y vivido varios años en los Estados Unidos, ejerce como médico, y ha quedado imbuido para siempre de la cultura y la forma de pensar occidentales, es una persona que pertenece a ambos mundos mientras que ella ha sido educada totalmente en la forma tradicional.
De la distinta mentalidad de ambos surgirá el conflicto, poque del conflicto entre la forma de vida occidental y oriental trata toda la novela... primero del que ella vive en primera persona con su esposo y posteriormente con el que su hermano, casado con una norteamericana, vivirá con su familia. Todo ello no deja de ser un pretexto para mostrarnos las diferentes formas de pensar de ambas civilizaciones, el como cada uno de ambos mundos está convencido de ser el verdaderamente "civilizado" y se siente superior al otro. Si China sigue siendo en los tiempos actuales la civilización más "hermética" del mundo, más incluso que la musulmana... que ya es decir, pues a pesar de los casi ochenta años transcurridos desde la publicación de esta obra, aquel sigue siendo un mundo con una cultura e identidad propias muy diferente al occidental por muchas cosas que hayan cambiado respecto a lo que era la China tradicional.
La protagonista a lo largo de la novela va evolucionando, variando su forma de pensar y ver las cosas en cuanto toma contacto con otra diferente forma de pensar, nunca deja de ser china ... pero a la vez comienza a ver el mundo occidental con otros ojos, primero de la mano de su marido, luego a través de su hermano y su mujer americana... no es un proceso fácil ni rápido y es mostrado con todo lujo de detalles en la obra. Amena, elegante, con un estilo preciosista lleno de detalles y de una sensibilidad que ráramente se ve ya en una obra literaria, su lectura es toda una gozada. Una obra plena de sentimientos humanos y de belleza de principio a fin.
La autora dejó bien claro que era una enamorada de la cultura china que conocía a la perfección, si bien nunca llega a tomar partido por oriente u occidente. Del primero destaca su sentido de la estética, su devoción hacia las personas mayores y los antepasados, su delicadeza y riquísimas tradiciones. De occidente la mentalidad abierta, el mirar más hacia el futuro sin estar permanentemente lastrados por el pasado, la falta de represión de la manifestación de los sentimientos y la sinceridad. Lanza también abundantes dardos, sobre todo a los aspectos más negativos del mundo tradicional chino, la terriblemente injusta situación de la mujer, las supersticiones y el excesivo apego a las tradiciones que ponen el sentido del deber con la familia por encima de la propia felicidad. Y sobre todo el hermetismo de su cultura donde se ve todo lo extranjero con un áura exagerada de sospecha... y es que para los chinos de comienzos del siglo XX su país era el centro del mundo y todo lo de fuera no podía ser bueno, la novela precisamente se situa en la época en la que aunque de forma un tanto forzada todo eso comenzaba a cambiar.
Lo mejor: Una joya de la literatura de todos los tiempos. Posee además un mensaje positivo y completamente actual ya que el encuentro entre distintas civilizaciones continua siendo algo que ocurre todos los días, sobre todo en Europa tras la avalancha migratoria de los últimos quince años. Y este mensaje no viene a ser otro que tras las aparentemente irreconciliables diferencias de mentalidad y cultura, las personas son personas independientemente del lugar donde hayan nacido y que el amor y los lazos de sangre pueden romper cualquier barrera.
Lo peor: Los años transcurridos no han pasado en balde, la China actual aun manteniendo su peculiar idiosincracia poco tiene que ver con el mundo tradicional completamente apegado al pasado que se nos describe en la novela. También se respira un cierto "tufillo" a novela rosa... y que me perdonen las mujeres que leen este blog ;-).
Para conocer algo más de la cultura china actual recomiendo la visita del siguiente enlace a un blog que escribe un español residente en Pekín.
http://chinochano.zoomblog.com/
De nuevo vuelvo a mis "deberes" del club de lectura Macondo con esta conocida obra de la escritora norteamericana ganadora del premio Nóbel de literatura en 1.938... algo extraordinario ya que solo habían pasado ocho años de la publicación de su primera novela, la aquí reseñada. Hablamos pues de una autora de gran éxito, reconocida internacionalmente al más alto nivel.
Gran conocedora de la cultura china, no en vano vivió allí la primera mitad de su vida, situó en aquel país la acción de esta primera novela que narra con gran detalle y sensibilidad el encuentro entre las civilizaciones oriental y occidental y como la sociedad china de aquellos años empezaba a cambiar de forma inexorable ante el contacto, cada vez más estrecho, con occidente.
En la novela Kwei-lan una mujer china perteneciente a una adinerada familia nos narra una parte de su vida, la narración comienza desde poco tiempo después de su boda con un hombre chino, de su misma clase social, que ha estudiado y vivido varios años en los Estados Unidos, ejerce como médico, y ha quedado imbuido para siempre de la cultura y la forma de pensar occidentales, es una persona que pertenece a ambos mundos mientras que ella ha sido educada totalmente en la forma tradicional.
De la distinta mentalidad de ambos surgirá el conflicto, poque del conflicto entre la forma de vida occidental y oriental trata toda la novela... primero del que ella vive en primera persona con su esposo y posteriormente con el que su hermano, casado con una norteamericana, vivirá con su familia. Todo ello no deja de ser un pretexto para mostrarnos las diferentes formas de pensar de ambas civilizaciones, el como cada uno de ambos mundos está convencido de ser el verdaderamente "civilizado" y se siente superior al otro. Si China sigue siendo en los tiempos actuales la civilización más "hermética" del mundo, más incluso que la musulmana... que ya es decir, pues a pesar de los casi ochenta años transcurridos desde la publicación de esta obra, aquel sigue siendo un mundo con una cultura e identidad propias muy diferente al occidental por muchas cosas que hayan cambiado respecto a lo que era la China tradicional.
La protagonista a lo largo de la novela va evolucionando, variando su forma de pensar y ver las cosas en cuanto toma contacto con otra diferente forma de pensar, nunca deja de ser china ... pero a la vez comienza a ver el mundo occidental con otros ojos, primero de la mano de su marido, luego a través de su hermano y su mujer americana... no es un proceso fácil ni rápido y es mostrado con todo lujo de detalles en la obra. Amena, elegante, con un estilo preciosista lleno de detalles y de una sensibilidad que ráramente se ve ya en una obra literaria, su lectura es toda una gozada. Una obra plena de sentimientos humanos y de belleza de principio a fin.
La autora dejó bien claro que era una enamorada de la cultura china que conocía a la perfección, si bien nunca llega a tomar partido por oriente u occidente. Del primero destaca su sentido de la estética, su devoción hacia las personas mayores y los antepasados, su delicadeza y riquísimas tradiciones. De occidente la mentalidad abierta, el mirar más hacia el futuro sin estar permanentemente lastrados por el pasado, la falta de represión de la manifestación de los sentimientos y la sinceridad. Lanza también abundantes dardos, sobre todo a los aspectos más negativos del mundo tradicional chino, la terriblemente injusta situación de la mujer, las supersticiones y el excesivo apego a las tradiciones que ponen el sentido del deber con la familia por encima de la propia felicidad. Y sobre todo el hermetismo de su cultura donde se ve todo lo extranjero con un áura exagerada de sospecha... y es que para los chinos de comienzos del siglo XX su país era el centro del mundo y todo lo de fuera no podía ser bueno, la novela precisamente se situa en la época en la que aunque de forma un tanto forzada todo eso comenzaba a cambiar.
Lo mejor: Una joya de la literatura de todos los tiempos. Posee además un mensaje positivo y completamente actual ya que el encuentro entre distintas civilizaciones continua siendo algo que ocurre todos los días, sobre todo en Europa tras la avalancha migratoria de los últimos quince años. Y este mensaje no viene a ser otro que tras las aparentemente irreconciliables diferencias de mentalidad y cultura, las personas son personas independientemente del lugar donde hayan nacido y que el amor y los lazos de sangre pueden romper cualquier barrera.
Lo peor: Los años transcurridos no han pasado en balde, la China actual aun manteniendo su peculiar idiosincracia poco tiene que ver con el mundo tradicional completamente apegado al pasado que se nos describe en la novela. También se respira un cierto "tufillo" a novela rosa... y que me perdonen las mujeres que leen este blog ;-).
Para conocer algo más de la cultura china actual recomiendo la visita del siguiente enlace a un blog que escribe un español residente en Pekín.
http://chinochano.zoomblog.com/
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