El mundo y sus demonios.

Ficha: El mundo y sus demonios, autor Carl Sagan, editorial Planeta, 504 páginas, ISBN: 978 840 805 8199


El 20 de diciembre de 1.996 fallecía a los 62 años de edad el astrofísico Carl Sagan, conocido en nuestro país sobre todo por aquella maravillosa serie divulgativa "Cosmos", emitida en 1.982. Definitivamente eran otros tiempos y productos de tan alta calidad copaban los mayores índices de audiencia... hoy el panorama es realmente desolador, pero no hablaré de eso aquí.

Carl Sagan además de ser uno de los astrofísicos más brillantes y conocidos del mundo y uno de los impulsores del proyecto SETI para la búsqueda de inteligencias extraterrestres en el espacio exterior también fue un excelente autor de obras de divulgación científica. Esta comentada aquí es su obra póstuma, publicada al año siguiente de su muerte.

Poseedor de un talento privilegiado, una gran capacidad de comunicación y una talla humana excepcional, era además de astrofísico doctor en filosofía, de ahí que habitualmente sus escritos divulgativos trasciendan el ámbito de la explicación y la enseñanza y vayan mucho más allá... el Dr. Sagan intenta que sus lectores piensen por sí mismos y se hagan preguntas acerca del papel del ser humano en la tierra y en el universo, era también un enamorado de la ciencia y poseía la firme convicción que en las virtudes de la misma se hallaban las soluciones para los problemas de nuestro mundo.

Esta obra es un profundo y apasionado alegato a favor del método científico para hallar las verdades del mundo y para defendernos de todo aquello que pretende engañarnos y oscurecer la razón y el conocimiento... los "demonios" aludidos en el título hacen referencia a las pseudociencias, fanatismos religiosos y políticos, dogmas, autoengaños, autoritarismos y demás enemigos de la verdad... de ahí esa portada, simple y efectiva, que ha llevado el libro en varias ediciones, una cerilla encendida en medio de la oscuridad... la luz de la ciencia. No se quien dijo alguna vez que aunque las tinieblas parecen poderosas e invencibles basta algo tan simple y frágil como la luz de una vela para hacerlas desaparecer.

El libro comienza con una breve introducción donde el autor nos comenta el fundamento principal de la ciencia... la duda escéptica, a continuación se lamenta (y lo hará muchas veces a lo largo de la misma) de las dificultades para presentar la ciencia como algo sugerente y estimulante a los estudiantes, se lanza una verdadera andanada contra la linea de flotación del sistema educativo norteamericano que a más de uno habrá escocido al leerlo... aunque no tengo suficientes elementos de juicio creo que en nuestro país tampoco estamos mucho mejor de modo que mal hará cualquier lector hispano en sentirse "superior".

La obra parece más una colección de conferencias y ensayos que un texto concebido y escrito con visos de unidad, aunque su orden es lógico Sagan tras presentarnos las deficiencias en la enseñanza de la ciencia en su país comienza un enconado ataque contra las llamadas pseudo ciencias... ufología, abducciones de extraterrestres, supuestos hallazgos de ruinas de civilizaciones extraterrestres, supuestas curaciones milagrosas, la astrología, la magia, telepatía, apariciones fantasmales, apariciones de la virgen ... etc etc. En ese empeño transcurre el primer bloque de capítulos del libro. No solo las ataca por sus falsedades sino por haberse apropiado en muchos casos del lenguaje de la ciencia para presentar toda esa retahila de barbaridades a un público crédulo, ignorante y desinformado en cuestiones de ciencia.

Y lo hace de forma brillante, sin encono, sin faltar al respeto a nadie, elaborando extensas líneas de argumentación que harán las delicias de cualquier lector sensato y amante de la verdad. En ningún momento hay el menor asomo de burla, y si en cambio una notable compasión, por todos los estafados y engañados... porque en el fondo las pseudociencias no hacen más que cubrir las lagunas que la ciencia debería haber llenado. La ciencia es más apasionante que todas esas falsas disciplinas y fenómenos a los que no se si llamar paranormales o para anormales, sin ánimo de ofender a nadie. Señala, y lo hace muy bien, que la clave está en la nula capacidad del sistema educativo de motivar a los estudiantes en lo relativo a las ciencias, y también entona un "mea culpa" ya que los mismos científicos son también responsables de ello.

Para Sagan el método científico trasciende y con mucho la frontera de los laboratorios, es una forma de entender la vida, de ponerlo todo en tela de juicio y a la vez, y esta es la clave, de estar abierto a nuevas ideas. Esa combinación de duda escéptica y amplitud de miras es la clave para desenmascarar los engaños y acercarnos poco a poco a la verdad. La ciencia posee sus limitaciones, al igual que el ser humano, y sin embargo a pesar de las mismas posee el método más poderoso ideado por la mente humana para penetrar en los secretos del universo. La ciencia es internacional, no sabe de razas, ideologías o naciones, es un patrimonio común de toda la humanidad que nos ha hecho elevarnos de nuestra condición de sociedad tribal-agraria y en pocos siglos, un lapso de tiempo brevísimo, pasear por la luna y contemplar las maravillas del cosmos con nuestros telescopios.

El libro está lleno de citas y testimonios de grandes pensadores, dedica un par de capítulos al tema de las alucinaciones, individuales y colectivas, al papel de la psicología en esa necesidad de creer a toda costa que puede terminar por llevarnos por el camino del engaño y la mentira o simplemente por el camino de la manipulación más burda. Hablando de la psicología, esta recibe unas cuantas severas críticas en la obra. Tampoco los mismos científicos salen de rositas y nos muestra unos cuantos ejemplos de corrupción, opiniones tendenciosas y errores... los científicos son humanos al fin y al cabo y han metido mucho la pata a lo largo de la historia. Sin embargo el mismo método que usan en sus investigaciones se encarga por sí mismo de depurar sus errores, no hay un colectivo más sometido a la crítica y a la vigilancia que este... ya quisiéramos que otros como los políticos estuvieran en un caso siquiera remotamente parecido.

Una de las partes más interesantes del libro sin duda es la lista de "detectores de camelos", una serie de normas relativamente sencillas para distinguir cuando desde los medios de comunicación nos están tomando el pelo o tratan de "llevarnos al huerto". Sagan nos invita en todo momento a pensar, a cuestionar la información que recibimos, y a ser conscientes de que la libertad pasa necesariamente por estar bien informados. Todos los gobiernos autoritarios del mundo desean que sus pueblos sean ignorantes para poder ser fácilmente manipulados... por desgracia esto también pasa en paises teóricamente democráticos ya que como bien comenta la obra "aquellos derechos que no se ejercen simplemente se pierden". Libertad e ignorancia por lo tanto jamás han ido ni podrán ir juntas... y la mejor herramienta descubierta por el hombre para disipar las tinieblas de la ignorancia es el método que descubrió la ciencia... y que puede, y debe ser usado, en todos los ámbitos.

En los últimos capítulos del libro el autor se enzarza en un ardoroso y enconado discurso en favor de la libertad de pensamiento y de la necesidad de que los gobiernos y las instituciones inviertan en educación y permitan el surgimiento de generaciones de ciudadanos bien instruidos... inversión que a la larga trae los mayores beneficios para las naciones. Han pasado catorce años casi del fallecimiento de Sagan... no creo que el panorama de su país haya mejorado mucho en este tiempo, más bien diría que ha empeorado. Este buen hombre, humanista convencido, estaría hoy horrorizado por la "guerra contra el terror" protagonizada por su país y abominaría de ese engendro y verguenza para la humanidad llamado prisión de Guantánamo, no me cabe la menor duda. Tampoco la enseñanza de la ciencia creo que en este tiempo haya progresado demasiado, no se que pensará el lector ocasional de este libro pero creo que los últimos 14 años salvo por la novedad que ha presentado Internet en nuestras vidas, esta ha sido una década perdida. Ojala la próxima generación lo haga mejor.


Leí en la red el testimonio de una mujer que comentó "el día que murio Carl Sagan murió una parte de mi alma" ... no diría tanto en mi caso, a pesar de guardar un estupendo recuerdo de aquella serie Cosmos que me cautivó de crío, pero desde luego que fue una tragedia para el género humano el haber perdido de forma tan repentina a alguien de la talla de Sagan, a través de la lectura de este libro lo he sentido muy cercano a mí, todo un modelo de persona a seguir e imitar, un enamorado de la vida y de la ciencia y una de esas personas que le hacen a uno recuperar la fe en el mundo. A pesar de lo pueda parecer es un libro profúndamente optimista.


Lo mejor: Una obra simplemente maravillosa de lectura imprescindible... una voz lúcida y sensata en un mundo que parece haber perdido la cordura, el testamento vital de un ser humano excepcional. Su lectura debería ser obligatoria en los centros de enseñanza. Menuda carga de profundidad lanzó el Dr. Sagan antes de dejarnos, verdaderamente se tuvo que quedar "a gusto" :-).

Lo peor: Toca demasiados temas y eso muestra su verdadera génesis como recopilación de escritos sueltos más que ser una obra concebida en la forma en que fue publicada. Su extensión en presentar algunos temas puede desesperar a más de uno, por más que los mismos sean en verdad apasionantes.