lunes, 6 de abril de 2015

Fábulas de Esopo


"Un grajo, al ver en un palomar unas palomas bien nutridas, tras blanquearse él mismo, fue a participar de su comida. Ellas, mientras estuvo callado, lo admitieron creyendo que era una paloma. Pero cuando en un momento determinado se olvidó y dio un graznido, las palomas, como no conocían su voz, lo echaron. Y perdiendo la comida que allí encontraba, tuvo que regresar con los grajos, pero éstos que no le reconocieron por culpa de su color, lo expulsaron también de su comunidad. Y así, por buscar dos sitios donde pillar lo que quería, no logró ninguno." 

Ficha: "Fábulas de Esopo", Editorial Gredos, 400 páginas, ISBN: 978 84 473 7828 9

Esta lectura fue fruto de una debilidad, suelo husmear como buitre por los kioskos de prensa en busca de novedades y cosas interesantes en materia de libros, las revistas salvo notables excepciones me interesan bien poco, de ahí que me llevé una grata sorpresa cuando encontré este simpático librito publicado por Gredos en su colección de clásicos de la literatura grecolatina, ¿existe alguien que no haya oído hablar de las fábulas de Esopo?, su tamaño y su cuidada factura lo convertían en un bocado demasiado apetecible. Tengo que decir que su lectura ha sido de lo más agradable.
Ya he comentado alguna vez aquí la frase de Schopenhauer que rezaba “leer a los clásicos es como abrir una ventana y dejar que entre aire fresco”. Si, los clásicos, esos libros que todo el mundo cita y que casi nadie lee, los clásicos, esos libros generalmente condenados a permanecer en las estanterías criando polvo y de los que a uno le gusta decir que los tiene como si ello significara lo mismo que “los he leído”.
El libro contiene una recopilación de todas las fábulas conocidas de este oscuro personaje de la Grecia clásica del siglo IV antes de Cristo, su origen se pierde en el tiempo y se mezcla con la leyenda, lo que está claro es que gozaron en la antigüedad, y sobre todo en la Edad Media, de una gran popularidad, tanto que muchos de sus breves cuentos denominados fábulas han llegado hasta nosotros y forman parte del acervo literario universal.

Aparte de las fábulas de Esopo y de un estudio filológico sobre su origen, que encuentro bastante aburrido, técnico y que no me avergüenzo decir que no me he leído en su totalidad, tenemos también dos “extras”, las fábulas de Esopo recogidas en una época muy posterior, en el siglo tres de nuestra era, por un tal “Babrio”, personaje no menos oscuro que el autor griego, y que aumenta y enriquece el legado de Esopo añadiendo quizás más elementos literarios, más trabajo en la redacción de las mismas. Las suyas son en general algo más largas y elaboradas… eso sí, sin pasarse ya que estamos hablando de relatos sumamente esquemáticos, y otra obra, esta verdaderamente divertida y deliciosa denominada “Vida de Esopo”, una obra popular de la Grecia clásica de autor desconocido en la que se nos relata una supuesta vida del personaje autor de las fábulas, ello con una gracia y un desparpajo digno de el mejor Aristófanes, no oculto que me ha hecho reír en más de una ocasión con sus procacidades y tremendo humor de trazo bien grueso, al gusto griego… y bastante actual por suerte o desgracia ;-)
Fábulas, relatos sumamente breves protagonizados generalmente por animales “humanizados” que ejemplifican caracteres por aquel entonces y ahora muy admitidos, el león, rey de los animales como símbolo de fuerza y fiereza, el lobo símbolo de ferocidad, el zorro símbolo de la astucia, el ratón o el escarabajo símbolos de lo insignificante y humilde, el perro como símbolo de la fidelidad, el burro como símbolo de la testarudez y torpeza, el cuervo como símbolo de la estupidez, el águila como símbolo de poder… los mensajes son variados pero se pueden agrupar por temas, básicamente son llamamientos a la prudencia, a no querer forzar al destino, valoran más la inteligencia y la astucia que la fuerza bruta, reflejan en ocasiones la bondad pero mucho más la maldad humana y dan ejemplo de escarmientos, muchas veces de forma brutal pero por ello mismo con notable fuerza didáctica. Su brevedad incita a recordarlas de memoria, a fijarlas en la memoria y tenerlas como sabias enseñanzas:

La fábula de la gallina de los huevos de oro nos pone en guardia contra la avaricia, la del cuervo con el queso y la zorra a desconfiar de los que nos alaban, la del sol y el viento que competían para quitarle la capa a un viajero ensalza la habilidad por encima de la fuerza bruta, la del león y el ratón nos muestra que no hay que despreciar a los humildes porque en las vueltas que da la vida podemos necesitar la ayuda de quien menos lo esperamos, la del escarabajo y el águila nos muestra que no hay enemigo pequeño, la de la liebre y la tortuga que la diligencia y el esfuerzo terminan siempre derrotando al talento cuando este no va acompañado del trabajo, la de las comadrejas y los ratones que aquellos que intentan elevarse sobre su humilde condición son los primeros en sufrir la ira de los más fuertes, la del avaro que ocultaba oro en su casa nos habla de la estupidez de no disfrutar de la riqueza en vida, la de la cigarra y la hormiga nos habla en cambio de la virtud del ahorro…


En fin, una lectura sencilla y sumamente breve, muchas de las fábulas cabrían perfectamente en un breve párrafo de esos que se transmiten en twitter, la temática es muy repetitiva, nos encontramos no solamente repeticiones en Esopo sino también en la recopilación de Babrio, ideales para ser transcritas a mano para los niños o para las personas que aprenden un idioma por su extrema simplicidad, ando ya buscando una edición en inglés, y poco más. Vuelvo a destacar la divertida historia de la vida de Esopo, una historia recientemente vertida al castellano y que hubiera merecido mucha más suerte en forma de obra teatral, película o novela porque es divertida de veras.
"Un avaro convirtió en dinero toda su hacienda y lo invirtió en un lingote de oro, lo escondió en una pared y se pasaba la vida yendo continuamente a vigilarlo. Uno de los obreros del lugar observó sus idas y venidas y sospechó la verdad, salió y le quitó el tesoro. El avaro cuando volvió, encontró vacío el escondrijo, lloraba y se mesaba los cabellos. Alguien que le vio dolerse tanto y preguntó el por qué, le dijo -No te aflijas, compañero, coge una piedra, ponla en el mismo sitio y piensa que tienes allí el tesoro, porque cuando lo tenías no te serviste de él-"


Lo mejor: La fábula grecolatina ha sido el germen de multitud de ideas en la literatura de occidente, es curioso ver como aunque las formas cambian, la esencia de muchos relatos y "moralinas" se mantiene iguales, simplemente son enseñanzas que no tienen fecha de caducidad mientras la naturaleza humana siga siendo la misma. El largo cuento "Vida de Esopo" ha sido todo un descubrimiento y por sí solo justifica la adquisición de este delicioso libro.

Lo peor: Aunque por riqueza de ideas no creo que exista en la historia de la literatura ninguna recopilación semejante, la extrema simplicidad de las fábulas primitivas atribuidas a Esopo hace que su valor literario sea bastante "flojo", eso sí, como fuente de ideas para cuentos y obras más ambiciosas es muy interesante. 


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