miércoles, 11 de agosto de 2010

Antes del big bang


Ficha: "Antes del big bang, una historia completa del universo", Martin Bojowald, editorial Debate, 362 páginas, ISBN: 978-84-8306-848-9.


De nuevo vuelvo a sumergirme en las complejidades de la física con este libro publicado en marzo de este mismo año y que promete nada más y nada menos que llevar de viaje al lector al inicio del universo e incluso más allá.

Parece que los tiempos en los que las obras de divulgación científica se centraban en ofrecer a los legos en la materia una sencilla explicación de las leyes del universo y tan solo tenian la pretensión de instruirnos en aquello que está más que comprobado y aceptado por la comunidad científica pasaron de moda. Actualmente el terreno de la divulgación científica poco tiene que envidiar al demencial mundillo de las pseudo ciencias alternativas, terreno propio de magufos y amantes de los fenómenos "para-anormales". Quien crea que los ensayos científicos se centran en explicaciones sencillas de poco o nulo calado filosófico se equivoca de plano... os aseguro que en el momento actual de la física a veces uno no sabe en verdad si está leyendo un manual de instrucciones, como podrían pensar los ajenos a la materia, o verdaderos tratados filosófico-metafísicos... tal es la profundidad y la complejidad de las ideas que acompañan a la física actual, tal y como afirma el autor de este libro se trata de una "indiscutible marca de calidad del progreso científico", ahí es nada.

Abundan pues los ensayos centrados no solo en la explicación de leyes y teorías más que aceptadas y comprobadas con una sólida base científica como también aquellos cuya temática central se sumerge en las tenebrosas aguas de la pura formulación teórica, cuando no diréctamente de hipótesis. Algo pasa con la física en la actualidad cuando tienen que ser los teóricos armados hasta los dientes de sus conocimientos matemáticos, y no los científicos experimentales, los que se encuentran en vanguardia abriendo camino con sus complejísimas teorías, siendo ellos los que suelen escribir libros para el resto de los mortales, se ve que las "ratas de laboratorio" andan demasiado ocupadas.

Martin Bojowald, un jóven físico alemán actualmente afincado en Estados Unidos, es uno de los mejores representantes de esa nueva hornada de "físicos super-star" que se encuentran enzarzados en la lucha por abrirse paso en la aparentemente eterna lucha por encontrar una teoría que aune de una vez la relatividad y la mecánica cuántica, actual sueño dorado de la física.

Ya tuve la oportunidad hace muy poco de comentar en este blog la obra de otro brillante físico, Graham Greene titulada "El universo elegante" dedicada a este mismo fin abordado a través de la llamada teoría de cuerdas, un libro que poseía el mérito aparentemente imposible de mostrar al lector lego en ciencia la grandiosidad de ese edificio inmenso que constituye tal teoría del modo más sencillo posible.

En este caso Martin nos habla de la teoría de la gravitación cuántica de bucles, una teoría que aunque ni de lejos ha conseguido la popularidad y el atractivo entre la comunidad científica que tiene la teoría de cuerdas está evolucionando muy de prisa y que tiene frente a esta varias significativas ventajas.

En primer lugar esta teoría nos dice que el espacio-tiempo no es un continuo semejante a una membrana de goma como la teoría de la relatividad einsteniana nos viene a decir sino que posee una especie de "tejido", unas unidades mínimas, de pequeñísimo tamaño que vienen a configurar una especie de bucles espacio-temporales. Existe un espacio mínimo por debajo del cual no tiene sentido ni hablar de espacio ni hablar de tiempo ¿ventaja de esta visión teórica? ... pues nada más y nada menos que la eliminación de las singularidades.

Una singularidad es una especie de "tope" ante el cual las matemáticas dejan de ser útiles ya que nos llevan a resultados absurdos, como las energías infinitas o los espacios infinitamente pequeños... ni en el universo en su momento inicial del big bang ni en el interior de un agujero negro podríamos hablar de singularidad alguna. Eso posibilita por ejemplo que pueda hablarse de un tiempo anterior al big bang y de que parte de las características de ese universo anterior puedan deducirse de la historia posterior del mismo... el universo se habría contraido en un espacio muy pequeño y energético que en modo alguno sería cero, de forma que algo del universo anterior a esa compresión y formación del universo primigenio en el momento anterior al big bang perduraría. Entre la imágen de un universo lineal con un comienzo y fin en el tiempo, y otro cíclico con una serie infinita de expansiones y contracciones se nos habla del segundo pero con una característica lineal en el tiempo... la información, esto sería lo que únicamente se pierde en el proceso.


Una lectura complicada.
No es un libro de fácil lectura aunque al comienzo lo parece, de hecho tuve que abandonar la misma tras los primeros dos capítulos y embarcarme en otras lecturas, teniendo que releer varias veces algunas partes. No me cabe duda que Martin es un gran físico de brillante porvenir pero tengo que decir que aunque ha puesto un gran empeño en ello le queda mucho, muchísimo todavía por aprender en el terreno de la escritura de obras de divulgación... en comparación Grahan Greene y otros le dan mil vueltas. Lo que nadie eso sí puede negarle es la profundidad de sus ideas y una increible honestidad, jamás nos asegura estar en posesión de la verdad, de entrada nos advierte del estado inicial de la teoría y nos pone en guardia contra las supuestas verdades de la ciencia. El libro posee momentos brillantes pero tambien otros donde su autor se deja llevar por las ideas abstractas de las formulaciones teóricas y se pierde en una maraña de razonamientos dificiles de seguir y que hacen notablemente pesada la lectura.

A su favor tengo que comentar que haya podido trasvasar al lector una gran cantidad de ideas sin necesidad de presentarnos una sola fórmula matemática, toda una hazaña comparable a la de la obra ya señalada de su competidor el Sr. Greene. También he de señalar los momentos brillantes de algunos de sus apartados... el de los agujeros negros deja en mantillas la obra de S. Hawkings por ejemplo. El apartado dedicado a la radiación de fondo de microondas y las implicaciones que conlleva su no-uniformidad en la génesis del universo es también de lo mejor, y de lo más dificil, del libro. Así como el apartado de la física de la generación de energía en el interior de las estrellas y el dedicado a la mecánica cuántica. Parece mentira haber leido tanto sobre estos temas y no dejar de aprender nunca sobre los mismos.


¿Una teoría final?
¿Es la teoría de la gravitación cuántica de bucles la ansiada "teoría final"?, es muy pronto todavía para decirlo, en su favor tiene la eliminación de las singularidades y su capacidad para producir un único universo posible, en contraste con la teoría de cuerdas y sus múltiples soluciones y sus once dimensiones. En esta última parece que los físicos no tienen escrúpulo alguno en modificar lo que sea con tal de que la misma explique el universo observable sin haber podido predecir hasta la fecha un solo resultado experimental. La gravitación cuántica de bucles no es ninguna perita en dulce y posee una abstracción que en nada tiene que envidiar la mencionada teoría de cuerdas, sin embargo al menos es capaz de no añadir dimensiones extra al universo observado y de hacer predicciones que tendrán que constatarse en futuros experimentos.

El debate está servido, mi opinión personal como lego en la materia es que mientras no haya una base experimental más firme y avanzada ambas teorías solo pueden dar palos de ciego. Como muy bien argumentaba Steven Weinberg en su obra ya comentada aquí, el sueño de una teoría final, la teoría dirige la experimentación pero tambien a su vez esta es modificada y dirigida por la misma, son como las dos alas de un pájaro, con una sola no puede volar, y las matemáticas a pesar de su validez y su potencia para abrir nuevos caminos a la física poseen también sus limitaciones.


Lo mejor: Una exposición sincera, clara y rotunda del momento actual de la física y de las posibilidades que esta nueva teoría ofrecen en la búsqueda de la teoría unificadora de la relatividad y la mecánica cuántica. Aunque muchos de sus conceptos están todavía en fase de elaboración teórica, no digamos ya de comprobación experimental, cualquier aficionado a los temas de ciencia aprenderá bastantes cosas con este libro. Su punto quizás más importante es la declaración de que existe una alternativa sólida a la teoría de cuerdas y que aunque todavía es minoritaria abre un nuevo camino interesante al progreso de la física y la explicación del universo.

Lo peor: Aunque M. Bojowald se esfuerza notablemente en hacernos comprensibles sus ideas el libro peca de oscuro en muchos de sus pasajes, quizás solo sean mis limitaciones como lector pero ha sido una lectura dificil en muchos apartados que me ha hecho plantearme la conveniencia de su lectura. Son más los interrogantes que plantea que las dudas que clarifica por mucho que su lectura haya sido todo un estímulo intelectual.

No es una lectura para iniciados en temas científicos, es necesaria una formación previa en obras de este tipo si uno quiere pasar siquiera del primer capítulo. Nunca recomendaría esta lectura a nadie que no fuese un forofo de la ciencia.

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