martes, 29 de agosto de 2017

Paz en la Tierra - Solaris

"Del funcionamiento de la mano derecha se encarga el hemisferio izquierdo del cerebro. Por eso he dicho que escribo solo parcialmente. El hemisferio derecho se dedica a estorbar, estará en contra de que yo escriba. Todo esto es un lío horroroso. No puedo decir que solo me queda el hemisferio izquierdo. Tengo que llegar a algunos acuerdos con el derecho, no pienso estar sentado eternamente con una mano atada. He intentado apaciguarlo de diferentes modos, pero todo en vano. Es simplemente insoportable. Agresivo, vulgar y arrogante. Por suerte, no es capaz de leerlo todo. Únicamente algunas partes de la oración, sobre todo los sustantivos. Como siempre lo se porque he leído muchos libros sobre el tema. No entiende correctamente los verbos, ni los adjetivos y puesto que ahora mismo está observando lo que estoy tecleando tengo que expresarme de tal manera que no se irrite. No sé si lo conseguiré. Por otra parte, nadie sabe porqué toda buena educación está ubicada en el hemisferio izquierdo."


Ficha: "Paz en la Tierra", Stanislaw Lem, editorial Cátedra - colección Letras Populares, 369 páginas, ISBN. 978 84 376 3062 5

El verano toca ya a su fin, mis lecturas sencillas y "refrescantes" van concluyendo y quiero terminar este verano tan complicado en el terreno personal con un autor al que he dado de lado demasiado tiempo, me parece mentira pero han pasado ya ocho años desde que comenté aquí un comentario a una novela de Stanislaw Lem, teniendo tantas por leer, "Regreso de las estrellas" me gustó mucho, era una historia interesante que tocaba un tema poco abordado en la Ciencia Ficción, la historia que comienza con el regreso a la Tierra de una misión espacial en la que por efectos de la relatividad el astronauta superviviente se encuentra con un mundo tan alejado en el tiempo en relación a aquel que conoció antes de su partida que todo ya le resulta extraño. A pesar de su indudable interés me parecía una novela de segunda categoría en el conjunto de la obra del genial escritor polaco. Me ha ocurrido lo de siempre, otros intereses lectores me han alejado mucho en los últimos años de ese subgénero, para mí fascinante, de la ciencia ficción, seguramente por pura saturación. Sin embargo es difícil decir adiós a un subgénero literario si el mismo te ha proporcionado tantas horas de placer. 

No hay un autor mejor que este dentro del género para mi gusto, ni de lejos puedo compararlo con ningún otro, en mis inicios como empedernido lector, hace ya mucho tiempo, en otro siglo y otro milenio, elevé a los altares a una serie de escritores de ciencia ficción del mundo anglosajón, especialmente a Isaac Asimov, del que leí bastante de lo que había publicado en castellano, solamente para descubrir a este autor mucho más tarde, ya en el presente siglo, y desear haberlo descubierto mucho antes... sus libros no fueron tan publicitados ni tan sistemáticamente publicados como los de otros autores, a pesar de su innegable calidad. Hoy la situación ha cambiado y varias editoriales españolas, especialmente Impedimenta, se han marcado el objetivo de publicar, y reeditar, lo mejor de su obra, sobre todo aquella que se encontraba inédita hasta hace poco.

Ese es el caso de la obra que comento aquí, "Paz en la Tierra" aunque se publicó en 1.987, fue escrita algunos años antes, por lo tanto NO es su última novela tal y como se comenta en la contraportada de esta edición. El honor le corresponde realmente, que yo sepa, a "Fiasco", una obra que espero leer y comentar pronto aquí. En esta que nos ocupa volvemos a encontrarnos al que es sin duda su personaje más querido, el astronauta Ijon Tichy, protagonista de sus divertidos y memorables "Diarios de las estrellas" y otras novelas, eso nos ahorra las presentaciones y desde el comienzo nos vemos inmersos en la historia. Por supuesto, como no podría ser de otra forma, al ser protagonizada por este singular personaje la comicidad y el tono irónico y desenfadado van a ser la nota dominante. Ijon Tichy ha vuelto de una misión secreta a la Luna, allí sucedió algo que no recuerda y que le ocasionó un trauma cerebral del que anda recuperándose, sus hemisferios cerebrales han quedado desconectados en parte, de forma que en él anidan dos conciencias, su hemisferio izquierdo, el que contiene su conciencia habitual y con el que puede hablar y leer, hemisferio que controla el lado derecho de su cuerpo, no recuerda algunos detalles cruciales de la misión... la otra parte del puzzle se haya contenida en su hemisferio derecho, y este se niega a cooperar.


Metido de lleno en una trama política y de espionaje entre diversas facciones, el bueno de Ijon, un astronauta veterano superviviente de mil hazañas, se verá huyendo y viajando de aquí para allá bajo la protección de alguno de sus buenos amigos mientras intenta reconstruir lo ocurrido en la Luna. Allí en el satélite terrestre se han ubicado desde hace muchos años los arsenales armamentísticos terrestres. En un plan absolutamente delirante, las superpotencias terrestres han enviado a la Luna los misiles intercontinentales, armas sofisticadas y que funcionan de forma autónoma y también a las poderosas computadoras de combate que juegan una y otra vez a juegos de guerra entre sí, haciendo evolucionar las armas a su cargo. La Luna ha sido puesta en cuarentena, sin embargo en una misión secreta se intenta averiguar cómo les va a los simuladores de batallas y a las fábricas de armamento automáticas... tras varios intentos infructuosos deciden enviar al veterano astronauta solamente para que este salga de allí vivo por los pelos y parcialmente amnésico. Nadie sabe si posee alguna información relevante, ni siquiera él mismo, pero la mera sospecha es suficiente para que se vea inmerso en una extraña historia de intrigas políticas, alianzas, persecuciones, aventuras llenas de intriga en la superficie lunar... la trama conforme va transcurriendo la novela se va haciendo más y más compleja, y bueno... poco más que comentar de una novela donde como de costumbre se nos reservan unas cuantas sorpresas al final.

La novela viene precedida de un interesante ensayo de setenta páginas a cargo de Grzegorz Bak, quien junto a Mabel Velis se ha encargado también de la traducción al castellano directamente del polaco original. Todo un valor añadido, un ensayo breve pero bastante completo y que permite echarle un vistazo general a la extensa obra del escritor polaco, tanto a sus novelas como a sus ensayos. En el mismo se resaltan las dos cualidades más sobresalientes de Lem, una formación sólida y erudita, no solamente en temas científicos sino también en literatura y humanidades; eso por un lado, y por otro una desbordante imaginación. Decía Phillip K. Dick hace muchos años en una entrevista que la ciencia ficción era ante todo un género de "ideas", estoy de acuerdo de que en general en la misma, al menos en la buena, siempre nos vamos a encontrar un predominio del fondo sobre la forma. Es muy típico de la mayoría de los escritores del mundo anglosajón, con quizás alguna excepción como Ray Bradbury, sin embargo creo en mi humilde opinión que en cualquier género la calidad del texto en sí, aunque las ideas sean en definitiva lo más importante en la Ciencia Ficción, también tiene su peso y es indudablemente un valor añadido. Esa calidad literaria está muy presente en Lem, seguramente más que en ningún autor que yo conozca. Otros autores dejan caer una idea por aquí, otra por allá, trabajan mucho en el aspecto de crear una historia que enganche al lector pero al final uno se encuentra con una historia HUECA... donde una vez terminada de leer es rápidamente olvidada. No digo que no tenga su mérito, que lo tiene, pero con Lem parece que siempre hay algo más.



En una ocasión Lem criticó a los autores norteamericanos a los que acusó de mediocridad, creo que con la posible excepción de Philipp K Dick, y la asociación norteamericana de escritores de ciencia ficción reaccionó dándole la razón... vamos, quitándole el título de miembro honorífico ;-). Señal de que había dado completamente en el blanco. Leyendo esta última novela suya, donde además de golpes de humor ocasionados por el embrollo que en su cabeza tiene el protagonista entre su parte "racional" y otra, tenemos críticas socarronas a los avances tecnológicos... me quedo con la frase en esta obra de que "si tienes una posibilidad entre un millón de que algo falle en una nave con un millón de componentes distintos, el fallo se convierte de hecho en una realidad", o algo así. Hay momentos en esta novela que hacen reír al más pintado... como ese lanzamiento que se pospone ocho veces debido a señales de anomalías, para efectuarse inmediatamente y percatarse el protagonista que los técnicos se han dejado por la cabina una caja de cervezas que sale flotando... Lem no para de lanzar el mensaje de que bueno, vale, el ser humano ha sido capaz de crear una tecnología asombrosa, pero no deja por ello de ser un ser humano lleno de imperfecciones. A ver... que alguien me busque alguna alusión a las necesidades fisiológicas de los astronautas en una novela de Kim Stanley Robinson, un autor que por otra parte me gusta mucho... me da la impresión de que Lem escribía para lectores adultos, con sentido del humor y supuestamente inteligentes y el resto de los escritores que he leído escriben para niños o adolescentes en comparación. Críticas a la comunidad científica, al endiosamiento del progreso, al sueño de una utopía de paz en el mundo... una visión ácida e irónica del progreso humano en definitiva revestida de entretenimiento.


Lo mejor: Una obra imprescindible para cualquier "fan" de Stanislaw Lem, especialmente si ya se leyeron como es en mi caso las peripecias de Ijon Tichy, aunque no es tampoco necesario haber leído nada de este autor previamente para disfrutar de esta obra, especialmente gracias a ese magnífico ensayo que la precede. Me ha gustado mucho esta edición de 2.012 de una novela que se encontraba inédita en nuestra lengua. Como curiosidad comentar que posiblemente sea la primera vez que en ciencia ficción aparece el tema de los virus informáticos, algo que no era fácil de prever en aquel ya lejano año 1.984 en que se escribió. Muy entretenida, desde el mismo comienzo, una delicia que encantará a cualquier aficionado al género.

Lo peor: Lem juega con la trama hasta un punto en que él mismo parece un poco perdido, dando giros y más giros, justificando algunas acciones de forma muy forzada... es una de sus novelas de tono humorístico, como todas las protagonizadas por Ijon Tichy, y tampoco hay que pedirle demasiado, tiene otras novelas mucho mejores.

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Ficha: "Solaris", Stanislaw Lem, editorial Impedimenta, 292 páginas, ISBN: 978 8415 130093

En los inicios de este blog ya incluí un comentario sobre esta novela, en aquel momento me encontraba haciendo memoria sobre los libros que más me habían gustado en años anteriores. Decidí incluir un comentario sobre Solaris, aunque habían pasado en aquel momento más de cuatro años desde su lectura. La novela me había dejado un poso un poco amargo, aunque me había resultado tan fascinante que no podía dejar de comentarla, es uno de esos libros que marcan un antes y un después en el lector... o al menos ese fue mi caso.

En 2.011 la editorial Impedimenta lanzó una nueva edición de este clásico de 1.961, no ha sido la última novela de Lem que han editado desde entonces si bien se han centrado en títulos inéditos o descatalogados del autor polaco. El motivo de volver a reeditar su obra más famosa se ha debido a su nueva traducción directa del polaco. Por lo visto las ediciones anteriores en castellano provenían de una traducción francesa de la inmortal obra de Lem. Desde luego mucho mejor este motivo que otros más pueriles y comerciales que suelen acompañar las nuevas ediciones de obras ya conocidas, como podía haber sido el caso de Solaris con motivo del estreno de la película basada en la novela de 2.002 a cargo del director Steven Soderbergh. Por lo visto a Lem no le gustaron ni el clásico ruso de los 70 ni esta, aunque por diferentes razones (aclaro que el polaco fallecido en 2.006 vivió para ver la adaptación de Hollywood). En el caso de Tarkowski, el cineasta ruso, debido al diferente tono, más pesimista, que imprimió a su obra, en el caso del director americano debido al casi exclusivo centramiento de la película en un aspecto de la obra, la relación entre Kelvin y Harey, aunque lo disculpaba teniendo en cuenta el típico, y bajo, nivel exigido en general al espectador medio de cine en las producciones americanas. No he visto la película rusa, pero dudo mucho que me llegase a gustar ni remotamente tanto como la novela.

Me apetecía volver a leerla, especialmente me intrigaba esa nueva traducción directa del polaco a cargo de Joanna Orzechowska. La verdad es que ha valido la pena, aun conociendo sobradamente la historia. Mi recuerdo del argumento y la riqueza temática de la novela se asemejaban a un boceto en blanco y negro... de repente todo ha vuelto a cobrar vida y me he encontrado con una obra con infinitos matices de color y varias dimensiones añadidas. 

Stanislav Lem hizo algo en 1.961 que no volvió a tener parangón en la historia de la ciencia ficción, elevó definitivamente subgénero a la edad adulta. Por supuesto que hubo en esa década obras interesantes, tampoco hay que olvidar la obra de un Olaf Stapledon y su "Hacedor de estrellas". Las inquietudes filosóficas no eran algo nuevo en una obra de ciencia ficción, sin embargo Solaris daba un paso adelante que seguramente nadie había dado antes, se preguntaba en la misma si el ser humano tenía capacidad de comprender todos los fenómenos del universo, si en verdad podíamos escapar de esa visión antropocéntrica que inunda nuestro pensamiento. ¡Qué rudimentarios parecen tantos extraterrestres imaginados por los autores de décadas anteriores!, y con rudimentarios me refiero al uso de formas de vida semejantes en la Tierra, o bien, a proyecciones de nuestra misma psicología y fisiología en los mismos. 




Solaris era en su momento sin duda alguna el intento más serio de imaginar lo inimaginable, de materializar en un relato un ser extraterrestre que no puede estar más lejos de nuestra comprensión y ser más distinto a nosotros. Ese aspecto de la novela es dado casi completamente de lado por ejemplo en la ficción cinematográfica. Hay momentos en la novela en los que por ejemplo el protagonista indaga en la biblioteca de la estación que órbita en torno a ese extraño planeta en busca de respuestas... y se encuentra con millones de datos insustanciales, catálogos, clasificaciones, especulaciones en ocasiones más propias de la teología más aberrante que de la ciencia seria... sesenta años de investigaciones y un volumen desorbitado de datos para seguir estando igual. La ciencia se pregunta ante todo el "cómo" y deja de lado el "porqué" en cuando se encuentra con fenómenos imposibles de reproducir en un laboratorio. Naturalmente hay mucho de interpretación y especulación en la ciencia, pero aquí Lem quería forzar la narración de alguna forma para intentar tantear los límites de la ciencia y de lo que somos capaces de comprender desde nuestro intelecto humano.

Como muy bien comenta Jesús Palacios en esa breve y brillante introducción en la presente edición, la "solarística" existe, esa rama ficticia de la ciencia que en la novela se encarga de catalogar e intentar interpretar los fenómenos observables en Solaris realmente ha dado paso con los años a la "ciencia" de la interpretación no del planeta, ficticio, sino de la novela en sí y sus múltiples mensajes. Hasta ese punto llegó la profundidad del planteamiento de Lem. La búsqueda por el hombre de una inteligencia afín en el Universo, la imposibilidad de comunicarnos con ella en la práctica si la encontramos, los secretos que oculta nuestro propio cerebro y la imposibilidad de conocernos bien a nosotros mismos, la imposibilidad de penetrar en la psique de los otros seres humanos, incluso de aquellos con los que vivimos, a los que amamos y con los que dormimos en el mismo lecho. Soledad del ser humano en su búsqueda de vida inteligente, pero también soledad individual en un universo extraño que seguramente abandonaremos sin terminar de comprender del todo... ni siquiera a nosotros mismos.

Es una novela donde aparte de la historia, llena de intriga y misterio, con momentos verdaderamente claustrofóbicos que rozan el terror, nos encontramos con muchas reflexiones sobre la naturaleza humana, el sentido de la exploración espacial y la búsqueda de vida inteligente... y donde ese sentido de la maravilla tan querido en la ciencia ficción va a aparecer una y otra vez, aunque no en el modo más habitual, presentándonos un misterio con más capas que una cebolla... donde apenas se aclara algo surgen más interrogantes, y donde siempre se sugiera más de lo que se muestra.



Fantástico por otra parte el tratamiento de los personajes, ese pobre doctor Kelvin, cada vez más atrapado en una historia que no parece tener sentido y en la que duda en muchas ocasiones si está soñando o se ha vuelto loco. Con todas sus angustias, miedos, deseos y actuaciones mezquinas, encontrándose en un aprieto tras otro. O el personaje de Harey, uno de los más desolados y dignos de lástima de toda la historia de la ciencia ficción. No me cabe duda de que Lem disfrutó de lo lindo en esa parte donde se describen los fenómenos físicos observables en la superficie de ese super océano inteligente, pocas veces veremos una imaginación tan formidable y desatada en acción, a la par que tantas interpretaciones brillantes y no exentas de ironía. Alguien quizás encuentre esta parte de la novela aburrida... a mí me pareció genial, fue como disfrutar de una pintura abstracta que alguien, muy imaginativo, te describe en palabras.

Conclusión - ¡ojo spoilers! ;-)
La primera vez que la leí me quedé con ese final tan aparentemente desolador de Kelvin contemplando ese extraño océano, era como la viva imagen del ser humano contemplando el universo y sus misterios, siendo consciente de que nunca encontraría una explicación... sin embargo, en mi nueva lectura mi interpretación es distinta. No estamos ante una obra de corte pesimista, aunque lo parezca, es una obra que habla de lo importante que es mantener la llama de la esperanza viva, incluso de forma ilógica si se quiere. En el fondo la situación de la humanidad en la novela no es peor que la realidad que tenemos hoy. Es mejor hallar e intentar contactar con una inteligencia extraterrestre, aunque sea de forma infructuosa, que no haber encontrado absolutamente nada. Ese es el mensaje que me queda de la obra, Kelvin ha vuelvo a vivir momentos con el ser que amó en otro tiempo y lo ha vuelto a perder, pero la simple consciencia de ese hecho le basta para seguir en pie. El recuerdo de la mujer que amó y perdió seguía instalado profundamente en su cerebro, esa fue la materia prima que usó el ser inteligente que forma el océano de Solaris para volver a modelar y materializar esa "entidad" tan parecida, incluso psicológicamente, a un ser humano. El hecho de haber podido tenerla, aunque fuese de forma tan fugaz y extraña de nuevo junto a él, a pesar de lo inevitable de la nueva separación, constituye sin duda algo bueno, a pesar de todo, y de ahí que ahora a diferencia de antes la esperanza se haya depositado en él. El misterio de Solaris no ha sido resuelto, pero a esas alturas ya no importa tanto, también la contemplación de lo incomprensible posee su grandeza, y no hay duda de que en el momento en que se deja de elucubrar, analizar e interpretar y simplemente se asiste atónito a la maravilla del despliegue del universo con humildad ya no importan tanto las respuestas, el científico se ha convertido en místico.

"En la brotación, el crecimiento, la expansión de aquella creación viviente, en cada uno de sus movimientos por separado y en todos ellos juntos, se percibía una prudente, pero nada temerosa, ingenuidad que intentaba, obstinada y rápidamente, conocer, abarcar una forma encontrada al azar, pero que se veía obligada a retroceder a medio camino, cuando sus fronteras, fijadas por una misteriosa ley invisible, se veían amenazadas. Qué increíble contraste entre la curiosidad vivaz, por una parte, y la inmensidad que alcanzaba, centelleando, todos los horizontes, por otra. Nunca antes había experimentado hasta ese punto su enorme presencia, el fuerte y despiadado silencio que respiraban rítmicamente las olas. Ensimismado, estupefacto, caí en las aparentemente inalcanzables regiones de la inercia y, en la creciente intensidad de la pérdida, me fundí con aquel fluido y ciego coloso, como si le estuviera perdonando todo sin el más mínimo esfuerzo, sin palabras, libre de cualquier pensamiento"

Lo mejor: Inconcebible que haya ningún aficionado serio a la ciencia ficción que no haya leído esta obra maestra, otra cosa por supuesto que guste o no. Excelente la edición y la traducción por parte de Impedimenta. Genial e imprescindible... independientemente si a uno le han gustado o no las versiones cinematográficas es una obra que hay que leer, disfrutando o sufriendo, lo que toque, y sobre todo comentar y debatir, porque pocas veces nos encontramos con una obra con tal carga de motivos para reflexionar, seguramente es única en ese aspecto.

Lo peor: Con las mejoras proporcionadas por esta nueva traducción, más detallada y colorida, mucho más rica que la anterior versión que me pareció un texto un poco "plano", poco malo que decir... lo único evidentemente sería que no es una obra que pueda gustar a todo tipo de lectores, es imposible, ni siquiera entre los aficionados al género. Por ejemplo a aquellos que gustan más de la ciencia ficción tipo "space opera" difícilmente encontrarán apasionante esta novela que narra una historia que podría perfectamente servir de base a una obra de teatro, por ejemplo, debido a la poca variación en las situaciones y lo limitado del ámbito de la acción. El empeño de Lem en retratar una determinada atmósfera, muy logrado, en detrimento de la acción hace que la misma sea muy lenta, y eso podría también aburrir a otro tipo de lectores. 

1 comentario:

  1. Tu blog es impresionante. Gracias por compartir tus lecturas.

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