domingo, 24 de enero de 2010

Cartero

"Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos."
C. Bukowski.

Ficha: Cartero, autor Charles Bukowski, editorial Anagrama, 122 páginas, ISBN ¿?.

Empeñados en devorar las últimas novedades editoriales muchas veces olvidamos que hay una gran cantidad de libros editados hace mucho tiempo, a veces llamados "clásicos", que merecen nuestra atención tanto o más si cabe que la última novela de turno de la que desconocemos si dentro de diez o veinte años habrá quedado en el olvido.

Charles Bukowski fue uno de los últimos escritores malditos de Norteamérica, un tipo realmente curioso con una vida singular, cursó estudios universitarios aunque no llegó a concluir ninguna carrera, sufrió maltratos en su niñez y una enfermedad cutanea que le dejó marcas de por vida, pasó por la carcel por negarse a participar en la segunda guerra mundial, y ejerció multitud de pequeños empleos por todo el país vagando de pensión en pensión barata. Por lo visto encontró refugio en la lectura e intentó ser poeta... pero sin éxito.

Desde los años 50 encontró un empleo estable como cartero y seguramente desde antes le llegó una afición desmedida por la bebida que debía de acompañarle toda su vida. En 1.971 se publica su primera novela, "Cartero", aquí reseñada y movido por el éxito de la misma decide dedicarse ya de lleno a la literatura aunque llevaba de hecho escribiendo poesía y artículos muchos años, y ese oficio no lo abandonaría ya hasta su muerte por leucemia acaecida en 1.994

Cartero, basada seguramente en buena medida en sus experiencias laborales y personales, nos relata la azarosa vida de Hank Chinaski, nótese el parecido con el nombre del autor, durante los años en que trabaja como cartero... sin duda una falsa autobiografía de Bukowski donde nunca llegaremos a conocer que elementos son reales y cuales ficticios aunque está bien claro conociendo la biografía de este escritor que hay mucho de su vida real en él aunque sea a modo de autoparodia. Es evidente que Bukowski tenía un asunto pendiente con sus superiores y el departamento de correos de los Estados Unidos porque este no puede salir peor parado en esta divertida pero a la vez corrosiva novela.

Relatado en el habitual lenguaje de este autor, duro, directo y crudo, van transcurriendo los capítulos donde se nos muestra el descenso a los infiernos de un pobre diablo, atrapado en un sistema despiadado donde solo se es un número y no persona. El protagonista no es precisamente un angelito y no deja de asomar durante toda la novela su lado canalla y oportunista... sin embargo en cierta forma posee un código de honor y una humanidad de la que carecen sus superiores, ya convertidos en seres sin alma como parte de los engranajes del estado.

Pocas veces he visto descritos los mecanismos del mismo, las leyes y sus servidores de forma tan despiadada. Hank es explotado salvajemente y el autor consigue despertar las simpatías del lector por este desdichado personaje que parece ir continuamente de mal en peor. Y todo ello con un estilo descarnado y sucio sin que falten las palabras malsonantes, una despiadada ironía y las continuas referencias a una sexualidad desatada. Porque si Chinaski efectivamente es un borracho y un mujeriego también es objeto de continuos abusos y su rebeldía contra las normas prefijadas lejos de ser algo esteril es una simple manifestación del sentido común contra un sistema que parece diseñado para deshumanizar a las personas.

Se suceden los momentos hilarantes pero también los trágicos junto con su correspondiente carga de humor negro, y es que este personaje embrutecido, apaleado por la vida y alcoholizado posee una incapacidad manifiesta para hacer daño a nadie y es capaz de una sensibilidad y una ternura conmovedoras, amén de una gran capacidad para reirse de sí mismo... si hay algo bueno en él es precisamente eso, su gran humanidad que lo convierten en el prototipo de persona fracasada pero a la vez íntegra que nunca llega a vender su alma ni se traiciona a sí mismo.

Lo mejor: Un relato absorbente que se lee en un suspiro de principio a fin, no soy demasiado aficionado a leer una novela en formato .pdf bajada de la red... creo que esta es casi la primera vez que leo algo diréctamente en el monitor de un ordenador y posee una facilidad para engancharte tan grande que no pude dejar de leerla tras echarle un vistazo a la primera página, más que recomendable.

Lo peor: Relatada en el habitual tono sencillo pero también rotundo, directo y sucio de este autor esta no es una obra para espíritus sensibles ni para meapilas que se escandalicen fácilmente... si es que queda alguien así a estas alturas claro ;-).


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