lunes, 24 de mayo de 2010

El misterio de la casa Aranda


Ficha: El misterio de la casa Aranda, autor Jerónimo Tristante, editorial Maeva, 320 páginas, ISBN: 9788496748-04-0.

De nuevo una obra del escritor murciano Jerónimo Tristante, tuve ya hace unos meses la ocasión de comentar la que por entonces era su última obra, 1969 y era solo cuestión de tiempo que volviese a reseñar otra de sus novelas en este blog.

Gracias a las actividades del club de lectura Macondo tuve la suerte de conocer a este escritor en persona, acudió como invitado a una reunión del mismo y se nos mostró tal y como es, extrovertido, locuaz, ingenioso y simpático como pocos, Jerónimo no es una persona que pase fácilmente desapercibida y con gran rapidez se metió a su público, todos nosotros, en el bolsillo. Me dije aquel día que pronto leería más novelas suyas a pesar de que la novela negra, su especialidad, no es santo de mi devoción.

En la misma se nos presentan las andanzas del inspector Víctor Ros, un emigrante extremeño en el Madrid de finales del XIX reconvertido de delincuente a policía gracias a la labor del sargento de policía Armando Martínez que sabe ver en ese pillastre y futura "carne de presidio" un diamante en bruto, alguien cuya vida puede dar un giro de 180 grados si se le da la oportunidad. Poseedor de gran inteligencia natural y una sorprendente cultura, esto último sin duda una más de las licencias que el autor se toma con el personaje, Víctor asciende de forma meteórica en la policía ocupando distintos cargos y destinos hasta que por fin vuelve a Madrid rodeado de una justa fama... allí se encontrará con dos casos que pondrán a prueba su inteligencia y su valor más de cuanto se pueda imaginar.

Tal y como nos apuntaba Jerónimo en persona, la novela negra parte siempre de unos hechos que investigar, un misterio por resolver, que no es sino el mero vehículo que sirve al escritor para realizar una crítica, y casi disección en este caso, de la sociedad en la que se desarrolla la acción. Aquí tenemos perfectamente esbozado el Madrid de finales del XIX con su vida cotidiana, sus pintorescos barrios, las distintas clases sociales de aquel tiempo con una aristocracia venida a menos y que ya no podía competir en medios económicos con una pujante alta burguesía que por aquel entonces estaba tomando el relevo en la "cumbre" de la pirámide social.

Es la historia de unos tiempos en los que las cosas estaban cambiando a pasos agigantados y donde todavía persistía una gran resistencia al cambio en un país donde ha habido siempre una tendencia a permanecer anclados en el pasado y donde convivía el apego a las tradiciones y un gran inmovilismo social junto con unos grandes deseos de "cambio" en los sectores más descontentos. Uno casi puede ver en esas descripciones la ciudad de aquellos tiempos y está claro que el autor ha debido realizar un extenso trabajo de documentación, presente en multitud de detalles, para presentarnos un cuadro semejante.

La novela por otra parte no deja de mostrarnos todos los recursos habituales del género, en ese punto Jerónimo no es nada innovador, salvo quizás en lo curioso del personaje principal... una especie de Sherlock Holmes "a la española". Una trama que se va enredando por capítulos, donde nada es lo que parece y donde al final el culpable no es quien parece ser... imposible dilucidar a través de los datos mostrados por pura lógica quien o quienes son los asesinos en este caso, tampoco lo pretende y salvo un caso clarísimo desde el comienzo del relato poco más se puede decir de la trama sin destripar el argumento. Algún personaje e historia que están de más, un desenlace forzado, un final de folletín del tipo "y fueron felices y comieron ... " está claro que su autor tampoco pretendía mucho más aunque desde luego que la novela prometía mucho más desde su mismo comienzo.

Lo mejor: Una novela bien escrita, con un estilo directo y sencillo, con la acción bien dosificada y los datos justos para mantener el interés a lo largo de la misma. Muy interesante la descripción del Madrid de la época, a veces uno no parece estar leyendo una novela sino asistiendo a una proyección de cine. Excelente el trabajo de documentación. Se agradece también que a pesar de algunos desbarres el protagonista sea básicamente una persona de su tiempo. También se nos muestra una cierta evolución psicológica, una "maduración" de su carácter a lo largo de la misma, lo cual siempre es interesante en este tipo de lecturas tendentes al típico personaje de cartón piedra siempre en blanco y negro.


Lo peor: Arrancada de caballo y parada de burro ¿que queda del perspicaz policía que se nos anunciaba ya en el primer episodio? ... bien poco, durante la novela Víctor se mueve a bandazos, más movido por sus impulsos, en ocasiones poco nobles, que por la pura lógica. Se nos muestra más pasional que inteligente las más veces, por no decir decididamente atolondrado. Hay dos o tres personajes en la novela que sobran ya que no aportan nada a la trama. Eso por no hablar de los giros forzados para hacer que todo "encaje" y la ristra de casualidades que salpica el argumento. En fin tampoco puede ser uno muy exigente con esta primera novela ya que a su autor está claro que le faltaba todavía mucho rodaje.




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