lunes, 2 de mayo de 2011

¡Vivir!


Ficha: "¡Vivir!, autor Yu Hua, editorial Seix Barral, 240 páginas, ISBN: 978-84-322-2873-5

Tras la anterior experiencia con la novela del "enfant terrible" de las letras francesas me apetecía volver a mis lecturas de autores orientales y buscar una obra con un mensaje vital nétamente diferente, y esta novela del escritor chino Yu Hua me venía que ni pintada, donde en la primera solo hay pesimismo y desesperanza... con la marcada tendencia narcisista que tenemos en occidente, siempre mirándonos el ombligo, a esta otra maravillosa obra que con una sencillez impresionante nos lanza el siempre tan manido como nunca aprendido mensaje de que "en efecto, la vida puede ser terrible pero aun así vale la pena".

Si en un anterior post de este blog me quejaba de lo poco conocida que es la literatura japonesa en nuestro país no quiero ni pensar en lo que ocurre con la literatura china, creo que en este caso es incluso peor... y es una verdadera pena, la que comento aquí es una de las obras más leidas e influyentes de las letras chinas de los últimos veinte años. Hay incluso una versión cinematográfica cuyo guión fué supervisado por su mismo autor... aunque algún comentario he visto en la red de que ni remotamente se puede comparar con la novela. La película ha sido prohibida en China aunque la novela constituye un éxito internacional habiendo sido traducida a varios idiomas, imagino que allí habrá conseguido burlar la censura y leerse aunque sea de forma clandestina.

"Con diez años menos que ahora, encontré un trabajo que era una bicoca, consistente en recorrer el campo en busca de canciones populares. Durante todo ese verano, como un gorrión revoloteando a su aire, estuve vagando por una zona rural inundada de sol y de cigarras."

De esta forma tan simple y vigorosa arranca una narración que ya no dará respiro al lector, el relato nos muestra a un narrador alegre y despreocupado que pasa una temporada recorriendo los campos de la China rural en busca de historias... un día se topará con un anciano que labra sus tierras con un viejo buey, extrañado de que el viejo llame a su buey con varios nombres a la vez se detiene a preguntarle el porqué... el anciano se toma un descanso en el trabajo.

"Bajo el sol, el anciano reía lleno de vida. Las arrugas de su rostro renegrido se movían de regocijo, llenas de barro incrustado, entrecruzándose como los senderos que separaban los bancales. Luego el anciano se sentó bajo el árbol frondoso. En esa tarde saturada de sol, me contó su vida."

Comenzará un emocionante relato remontándose cuarenta años atrás, a la época anterior al comunismo cuando él era un muchacho, único hijo del terrateniente del pueblo... nos hablará de como por su afición al juego dilapidó su fortuna y como a partir de ese momento su vida dá un vuelco teniendo que lidiar con la pobreza, convertido en un pobre aparcero. En el relato desfilarán sus padres, su mujer, sus hijos... nos contará su experiencia en la guerra civil, en como la vida en el pueblo cambió con la llegada del comunismo, se nos hablará de las hambrunas, de la dificil vida del campesino chino, de los horrores de la revolución cultural... en definitiva de la que ha sido la vida del pueblo chino desde los años cuarenta para acá.

El narrador, a la par que el lector, asistirá fascinado y sobrecogido ante esa historia que no esperaba encontrar, narrada con gran simplicidad no exenta de hondo sentimiento e imágenes impactantes, el relato mostrará la vida durísima que Fughi, el anciano campesino, ha tenido que llevar, habrá momentos humorísticos y llenos de humor, los menos, y mucha, muchísima tragedia... los lectores más sensibles que tengan los clinex a mano porque no tengo la menor duda de que habrá momentos en los que muchas personas que han leido este libro han terminado llorando con el corazón en un puño. Y no hablo de la sensiblería barata y repulsiva de un serial siempre en busca del morbo y la lágrima fácil, lo tremendo del relato magistralmente escrito por Yu Hua es que habla de cantidad de cosas con las que el pueblo chino, especialmente en el ámbito rural, se puede sentir identificado y aunque estamos hablando de un relato de ficción a uno se le cae el alma a los piés cuando se da cuenta de que realmente se están inventando pocas cosas y que aún hoy la vida del campesino chino no es mucho mejor que la descrita en la novela.

Sin embargo tengo que destacar que lo mejor de esta obra es el espíritu con el que ha sido escrita, la increible capacidad del ser humano de sufrir y aun así salir adelante, de no rendirse nunca y de que a pesar de todo la vida merece la pena. No hay demasiadas obras , que yo sepa, escritas con un espíritu semejante y con una carga de optimismo tan profunda. A uno le da que pensar cuando ve por un lado el vacío, la miseria moral y autodestructiva de un occidente pagado de sí mismo y a la vez tan profundamente ignorante y un, habitualmente menospreciado, tercer mundo donde la supervivencia del día a día puede ser tan dificil pero que en contrapartida la gente que produce es mucho más fuerte... si, dolor y tragedia en cantidades imponentes pero nada de ansiedad y depresión, y en cambio si una obstinación casi animal por aferrarse a la vida aun cuando parece que uno no tiene ya nada.


Lo mejor: Una novela maravillosamente bien escrita, directa, sencilla, hermosa y enormemente emotiva. Fenomenal el trabajo de traducción de Anne-Hélène Suárez Girard diréctamente de la lengua de Confucio, la edición para e-book que es la que he leido es fantástica para leerla en formato electrónico... poco más puedo decir de un libro totalmente admirable.

Lo peor: Aunque no falta el humor y su mensaje vital es muy bello es una historia muy dura, no la recomiendo a lectores sensibles, más de uno llorará a moco tendido durante la lectura de la misma, avisados estais.


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