miércoles, 16 de septiembre de 2015

E. M. Cioran. Conversaciones



"Escribir es un alivio extraordinario. Y publicar también. Esto les parecerá ridículo y, sin embargo, es muy cierto. Pues un libro es vuestra vida, o una parte de ella, que se os hace exterior. Se desprende uno de todo lo que ama y sobre todo de todo lo que detesta en uno mismo. Iré más lejos, si no hubiese escrito, hubiera podido convertirme en un asesino. La expresión es una liberación. Les aconsejo que hagan el ejercicio siguiente: cuando odien a alguien y sientas ganas de liquidarle, cojan un trozo de papel y escriban que Fulano es un puerco, un bandido, un crápula, un mónstruo. En seguida advertirán que ya le odian menos. Es precisamente lo mismo que yo he hecho respecto a mí mismo. He escrito para injuriar a la vida y para injuriarme. ¿Resultado? Me he soportado mejor y he soportado mejor la vida."


Ficha: "E.M. Cioran. Conversaciones", Emil Cioran, editorial Tusquets, 264 páginas, ISBN: 9788 472 239494

De nuevo me las vuelvo a ver con el pensador rumano-francés, apátrida más bien, tras haber leído y comentado recientemente su primer libro, ambos los tenía ya más de un año pendientes de leer y decidí hacerlo de forma conjunta para dedicarle un artículo "especial" de dos libros, aunque al final van a ser dos artículos por separado, sobre todo porque se trata de dos libros extremadamente diferentes entre sí.

Leemos en la contraportada que la editorial francesa Gallimard tras la muerte de Cioran en 1.995, aprovechando el tirón de ventas que supone siempre la noticia de la muerte de un escritor, sacó a la venta este libro donde se recogen las entrevistas más importantes concedidas por el pensador en sus últimos 25 años de vida. La primera data de 1.970, la última de 1.994 justo un año antes de su muerte.

Es un alivio tener aquí no al escritor extremo y neurótico, sino a la persona que era en el trato con los demás, amable, inteligente, sensible... y con buen sentido del humor. Un retrato humano que casa poco o nada con el que se deja sentir en sus apasionados escritos tan llenos de pesimismo, angustia y amargura. Durante las entrevistas descubriremos muchas cosas, entre las mismas la razón de esa aparente dualidad, motivada por el efecto terapéutico de sus escritos. Cioran siempre insistió en que el motor de su escritura era la desesperación, la explosión de una negatividad que tomaba la forma de escritura... una vez causado el efecto deseado, es decir la calma y la serenidad, una vez plasmadas sus obsesiones sobre el papel prácticamente dejaba de escribir. Ello otorgaba un carácter único a sus libros, pero también introducía la paradoja de la contradicción, el observar que el Cioran sociable y humano poco o nada tenía que ver con ese volcánico carácter plasmado en sus escritos.

Ese Cioran sociable, amigable, humano y "normal" es el que nos encontramos aquí. Demostrando una notable erudición y conocimiento de la literatura y la filosofía, dando explicaciones de los exabruptos tan presentes en sus obras, hablando de su vida pasada... incluso riendo... una imagen que tira por tierra completamente la que nos podríamos hacer si solamente leyésemos alguno de sus libros sin interesarnos por el hombre que está detrás. Hay palabras enormemente lúcidas y coherentes sobre muchos temas, sobre la creación artística en general, no solamente en relación a su obra, sobre la vida, la sabiduría, la soledad, la religión y el misticismo, la literatura, la música... hay entrevistas que quizás no estén demasiado "logradas", pero otras ofrecen materia de sobra para leer el libro con deleite y admirarse una y otra vez de esa paradoja viviente que era Emil Cioran.


No hace mucho que vi en un vídeo de Youtube una propuesta de un conocido filósofo, habitual en este blog, donde nos hacía partícipes de una especie de reflexión-juego, consistía en pensar en un filósofo ya fallecido hace tiempo e imaginarnos que pudiésemos traerlo a la vida durante unos momentos, en vez de la pregunta fácil -¿Que podríamos decirle nosotros a él?- formular otra mucho más interesante -¿Qué podría él decirnos a nosotros acerca del tiempo que nos ha tocado vivir?-. Hace veinte años que nos dejó Emil, creo que lo primero que haría si lo trajésemos a la vida en una imaginaria sesión de espiritismo sería ¡maldecirnos por devolverlo a la vida! ;-)... bromas aparte sin duda que Cioran no encontraría nada que le hiciese desdecirse de sus teorías apocalípticas sobre el fin próximo de la humanidad, la crisis de 2.008, el calentamiento global, las guerras y crisis que hoy vemos en el mundo le harían reafirmarse en su pensamiento de que existe algo maldito y torcido en el ser humano desde su mismo origen y que estamos condenados, de que no hay esperanza y de que todo lo que podemos lograr en el plano técnico y científico tarde o temprano terminará volviéndose en contra nuestra.

Las entrevistas no solamente nos muestran a alguien sumido en dudas y plagado de contradicciones ¿quién no las tiene?, sino también nos muestra sus limitaciones. Cioran era un típico representante del mundo escindido de las dos culturas donde él había claramente optado por las humanidades, literatura, filosofía, música, historia... pero ni un ápice de ciencia, no veía nada grandioso en la investigación científica ni en la aventura de descubrir el universo... no solo eso, vivió más de cuarenta años en una ciudad que terminó detestando, siempre idealizó su etapa en Rasinari, ese pueblecito donde vivió sus primeros años de vida ¿por qué no buscó una existencia tranquila en un medio rural semejante al pueblo de su infancia?, cuanto más feliz no hubiera sido para él una vida rodeado de la gente sencilla e iletrada que tanto decía admirar. No parecía que la falta de voluntad, cuando quería, fuese un obstáculo, ni hubiera salido de Rumanía ni terminado en París.

"Tras una existencia en que he conocido bastantes países y leído muchos libros, he llegado a la conclusión de que era el campesino rumano quien tenía razón. Ese campesino que no cree en nada, que piensa que el hombre está perdido, que no hay nada que hacer, que se siente aplastado por la historia. Esa ideología de víctima es también mi concepción actual, mi filosofía de la historia. Realmente, toda mi formación intelectual no me ha servido de nada."


Escritor extraordinario, seguramente el mejor autor de aforismos desde Nietzsche, profundo conocedor de las profundidades del espíritu humano... pero un cero a la izquierda en cuestiones prácticas de la vida, un talento que se limitaba a verter sus interminables demonios sobre el papel... y que luego tenía la osadía de mandarlas publicar tras una cuidadosa revisión y corrección de estilo. La traición era múltiple, el estilo aforístico adoptado por Cioran requería una árdua labor de pensar y darle vueltas a las cosas, no pocas serían así gestadas en sus noches de insomnio, para luego llegar a una conclusión, darle forma escrita y posteriormente una corrección... demasiado artificio en definitiva. Quizás es por eso por lo que aunque le leo con sumo gusto no termina de conmoverme... Cioran amaba la música, adoraba a Bach, seguramente porque es el arte más puro y abstracto que existe, aquel que es capaz de sacar cosas de nosotros mismos que ni siquiera sabíamos que estaban ahí... de hecho podía perdonar cualquier cosa en una persona, excepto que le dijera que no le gustaba la música, entonces ya estaba muerta para él... bueno a ninguno de sus entrevistadores se le ocurrió la pregunta malévola de preguntarle que opinión le merecería un sordo de nacimiento ;-)

"De modo que tenía veinte años y un día -eran las dos de la tarde, lo recuerdo perfectamente-, delante de mi madre, me arrojé sobre un sofá y dije "No puedo más". Mi madre me respondió: "Si lo hubiera sabido habría abortado". Aquello me causó una impresión extraordinaria, pero en modo alguno negativa. En lugar de rebelarme, esbocé -lo recuerdo- una sonrisa y fue como una revelación: ser el fruto del azar, sin necesidad alguna, fue en cierto modo una liberación, pero me marcó para el resto de mi vida"


Y hasta aquí hemos llegado con Cioran, con él pasa lo mismo que con determinados platos cargados de especias, se disfrutan a condición de que no se abuse de ellos, puedes terminar fácilmente con el cuerpo descompuesto y el paladar abrasado... y lo que es peor, encontrar insulso a partir de ese momento todo lo demás. En estos tiempos donde constantemente nos venden la moto, tratan de inculcarnos continuamente un falso optimismo y donde nos machacan con el agotador mensaje ¡tu puedes!, resulta todo un bálsamo leer a escritores como él, que al igual que escribió una vez Kenneth Rexroth acerca de Henry Miller "nos descubren el pastel". Si, Cioran nos descubre el pastel, una y otra vez nos escupe a la cara ¡el emperador está desnudo fíjate bien! ¡deja ya de soñar!. Ahora bien, la fantasía y la oscuridad deforman las cosas, pero un exceso de lucidez al igual que una luz deslumbrante puede tener el mismo efecto. Cioran por eso me parece un pensador sumamente limitado, muy bueno si, pero solamente en algunas facetas. No lo puedo recomendar a nadie y creo que ya he sacado de él todo lo que podía, creo que no le volveré a leer.

Lo mejor: Las mejores entrevistas al escritor maldito, un libro imprescindible para todos los aficionados a su pensamiento que ayuda a entender muchas cosas. Verdaderamente ameno, se puede leer de un tirón y tiene momentos, especialmente los relacionados con la escritura, con la creación artística, verdaderamente interesantes. 

Lo peor: Era inevitable que se repitiesen las preguntas al ser diferentes entrevistadores en épocas distintas... también por supuesto se repiten las respuestas, hay entrevistadores fantásticos que saben sacar lo mejor del personaje que tienen delante y los hay que no destacan precisamente en esta habilidad... a pesar de todo Cioran siempre tiene algo interesante que decir.


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